BPOV

Mi móvil sonaba, despertándome de un profundo sueño, gemí y lo busqué a tientas en mi mesita e noche. ¿Que hora era? Sentí cuando Edward se fue y pensaba que fue hace poco, pero una mirada al reloj me dijo que era casi las once. ¡Joder! Sólo tenía una hora para prepararme antes de que Alice viniera a por mí para ir al partido. Descolgué el teléfono y lo atraje a mi oreja sin mirar el identificador de llamadas. De todos modos, sólo podía ser una persona.

-Hola,- murmuré, mi voz estaba ronca y rasposa. Miré a mi alrededor, pero no había agua en la mesita de noche.

-¿Bella?

Mierda, no era Alice.

-¿Ted?- Ted Gass era el editor de la sección de deportes. No hablaba con casi ningún trabajador ya que generalmente nos lo contábamos a través de intermediarios. Era raro que lo devolviera con una sugerencia o corrección.

-Escucha, Bella, tengo malas noticias.- Oh, mierda, me estaba despidiendo. Peor aún, sabía que estaba saliendo con Edward y me estaba echando por no contárselo.

-¿Qué?- Le pregunté tímidamente.

-Buddy tuvo un ataque al corazón esta mañana. Está en el quirófano en estos momentos y el doctor dice que se recuperará, pero claramente, no va a ser capaz de cubrir el partido. Necesito que tu lo hagas.- Su voz sonaba cansada y sabía que estaba preocupado. Él y Buddy habían trabajado juntos durante más de veinte años.

-Buddy se pondrá bien, ¿vale?- Tenía que hacerlo. No me podía imaginar pasar el día sin pasar por su oficina para burlarme de él, sin que me confiscara mis galletas... joder, ¿y si mis galletas lo pusieron así? Debería de haberle llevado apio. Esto es por mi culpa.

-Bella, él es un hombre fuerte y no es el primer susto que se lleva. Ignoró a sus médicos durante años. Lo superará y nos va a ser difícil vigilarle para que no se exceda. Ahora necesito que vengas a la oficina, coger un pase de prensa e ir al estado. ¿Puedes hacerlo?

Salí de la cama y empecé a remover el armario en busca de algo que ponerme.

-Si, puedo hacerlo.

-Bien.- El alivio era evidente en su voz.- ¿Sabes donde está la sala de prensa?- Por supuesto que sabía donde estaba, aunque nunca haya estado allí. Después de darle una respuesta afirmativa, Ted continuó.- Después del partido, tienes que ir a los vestuarios a hacer una entrevista a Cullen. ME aseguraré de que sepan que vas.

Me detuve de inmediato, el mundo se me derrumbó. Iba a escribir sobre el hombre que amaba. Después le iba a entrevistar. ¿Podía hacerlo? ¿Podía ser objetiva? Jugábamos contra los Cowboys y no era nada fácil. Además se podía convertir en un oso enfurecido cuando perdía.

Los Cardinals habían empezado la temporada 4-0 pero cuando viajaron a Pittsburgh para jugar contra los Steelers. Troy Polamano, que era una bestia, había golpeado a Jasper y después interceptó dos pases de Edward. James Harrison lo esquivó dos veces y luego Edward fue derribado en la línea de puntos. Decir que Edward estuvo de mal humor después de ese partido, en el que perdieron, sería decir poco. Había estudiado cada movimiento, apuntando furiosamente cada uno de sus errores. Ni siquiera pude usar el sexo para distraerlo y eso era raro.

En el siguiente habían quedado 7-2, perdieron más por la defensa que por la ofensiva; habían estado ganando durante la mayor parte del partido, pero los Packers usaron toda su artillería y hicieron un touchdown pocos segundos antes de que se acabara el partido. Edward se tomó mejor perder esa vez porque no podía haber echo nada. Se echaba las culpas a él y olvidaba los errores de sus compañeros.

-Bella, ¿me has oído?

Volví a la realidad y respondí.

-Si, lo tengo.- ¿Qué me pasaba? Debería estar preocupada por la salud de Buddy, en vez de por mi relación con Edward. Estábamos más unidos de lo que hace un mes pude imaginar. Pasábamos cuatro noches o más a la semana juntos. Tenía una llave de su apartamento, lo que me sorprendió, pero él estaba tan lindo cuando me la dio, como si tuviera miedo de que le dijera que no a dar ese paso.

-Tienes que estar en el campo por lo menos una hora antes. Ronnie Cox de la AP estará ahí por si tienes alguna pregunta. Envíame todo lo que tengas lo más pronto posible por Email. Envíame algunas fotos también para subirlas a la página web. ¿Alguna pregunta?

-No, lo tengo, Ted. Gracias por la oportunidad.- Mi voz sonaba confiada de nuevo.

-Te lo mereces, mujer. El jefe siempre ha dicho que eres tu la que tomarías algún día su lugar.- Suspiró y se aclaró la garganta.- Así no es como yo me lo imaginaba, pero sabía que eras la indicada. El jefe no lo habría querido de otra forma.

Las lágrimas llegaron a mis ojos.

-Por favor, dile que estoy pensando el él y ves avisándome de lo que vaya ocurriendo, por favor.

-Lo haré. Querrá verte mañana.

-Ahí estaré. Gracias, Ted.

-Gracias, Bella. Espero para ver lo que me envías.- Se despidió y colgó mientras yo me quedaba aturdida durante unos minutos más. Mi Compinche estaba enfermo y tenía que hacer su trabajo. Tenía que ver y escribir sobre mi novio. Tenía que dejar los sentimientos a un lado y ser una periodista imparcial. ¿Cómo coño iba a ser imparcial con el hombre al que amaba?

Una parte de mí sabía que algún día iba a tener que cubrir sus partidos. Pero pensaba que sería en varios años, no ahora. A veces, en mis fantasías estábamos en esos momentos feliz mente casados y en otras estábamos separados. Dependía del cuento de hadas que dejaba a mi mente seguir. Por supuesto, sabía que eso no ocurriría, ya que nunca podría estar lejos de Edward, aunque ese tiempo fuera un día.

Mierda. Tenía que llamarle y decírselo, así no se sorprendería. Busqué su nombre en el teléfono y me llevó directamente al buzón de voz. Pues claro que lo tenía apagado. Mierda. Traté de llamar a Jasper y Emmett pero pasó lo mismo. Todos tenían sus teléfonos apagados los días de partido para eliminar las distracciones. Suspiré y llamé a Alice.

-¡Hola! Estaba a punto de subir. ¿Estás lista?- Ya venía. Me puse mi bata. Al menos podría ayudarme a ver que me tenía que poner. No creo que mi camiseta de Cullen y vaqueros sean apropiados para este momento.

-No, ¡no estoy lista! ¡No estoy preparada para nada!- Grité, rebuscando en mi armario como una loca. No sabía que ponerme, no sabía que iba ha hacer cuando le viera. Odiaba sentirme así.

-Calma, Bella, es un partido. Ya hemos ido a varios. ¿Por qué te has vuelto loca?

-¡No es solo un partido! Al jefe le ha dado un ataque al corazón y me han dicho que lo cubra. ¡Tengo que entrevistar a Edward, Alice! ¿Qué voy a hacer?

-¿Buddy tuvo un ataque al corazón? ¿Está bien?- Alice amaba a Buddy y, como es lógico, el también a ella. Cada vez que me visitaba a la oficina se pasaba por su despacho a darle un abrazo y hacerlo reír. ¡Seré tonta! No podía habérselo dicho así como si no fuera gran cosa. No podía hacer nada en estos momentos y tenía que tratar de centrarme en cosas que si podía hacer.

-Ted dice que se pondrá bien. Está en el quirófano en estos momentos-, le respondí débilmente, sintiéndome culpable. Un amigo estaba en el hospital y estaba preocupada por qué ponerme y cómo hacerle una entrevista a mi novio.

-Gracias a Dios-, dijo.- Estoy en tu puerta, ábreme.- Fui y la dejé entrar. Me miró con lágrimas en sus ojos color gris azulado y se lanzó a mis brazos.- Estará bien. Lo sé. Pobre grandullón. Tengo que ir a verle.

-Ted dijo que lo más seguro es que le podría ver mañana. Me llamará con cualquier cosa.- Me abracé a su espalda hasta que se apartó y se secó los ojos.

-Está bien, iré contigo. Y mándame un mensaje en cuanto sepas algo, ¿de acuerdo?

-Por supuesto. Siento pedirte esto pero estoy volviéndome loca porque no sé que coño hacer.

Alice me sonrió.

-Ya lo hago yo.- Entró en mi habitación y buscó en mi armario. Sacó una falda negra junto a una blusa blanca, sujetador blando, tanga negro y un par de zapatos negros de tacón sexy.

-Alice, ¿qué es eso?

-Eso, querida, es lo que usarás para entrevistar a tu novio. Se volverá loco- Zeus se removerá en sus pantalones cuando te mire.

-No creo que...

Alice se acercó y tomó mis manos entre las suyas.

-Bella, necesitas un poco de confianza. Puedes hacerlo. Este es tu sueño y siempre lo ha sido desde que te conozco. Obviamente, esto no esperaba que sucediera así, pero la vida a veces es así. Vas a ponerte esto y vas a enseñar a esos periodistas una o dos cosillas acerca de fútbol. Luego te dirigirás al vestuario y harás que tu magnífico novio olvide hasta su propio nombre. Vas a estar estupenda en la entrevista y luego, si eres inteligente, le darás la mejor entrevista de su vida.- Me sonrió y colgó los zapatos de sus dedos.- ¿Dudas de mí?

¿Como hacerlo, cuando lo había descrito así? Imágenes de un Edward casi desnudo entraron en mi mente y me dirigí al cuarto de baño. Alice nunca se equivocaba.

-Necesito una ducha.- Por más de una razón la necesitaba. Era adicta a él. ¿Podré mantener las manos lejos de él cuando estemos solos? ¿Quiero hacerlo? ¿La situación de Buddy no demostraba que la vida es corta?

Me apresuré para ducharme, me sequé y me fui a mi ahora vacía habitación para ponerme la ropa.

-¿Alice?

-¿Sí?- Contestó desde la sala de estar. Entró y me miró de arriba abajo y sonrió con malicia.- Estas perfecta. Profesionalmente sexy. Le noquearás. Llamé a Rose y le conté lo que había ocurrido.- Mejor, se preguntaría si no que había pasado.

-Tengo que ir a la redacción y conseguir el pase de prenda, ¿vienes?- La pregunté. Una parte de mí quería que viniera conmigo, pero sabía que tendría que esperar mucho hasta poder venir a casa de Jasper después del partido.

-Te llevaré. Puedes conseguir el viaje de vuelta después de conseguir otro paseo. Ganarte el sustento, por así decirlo.- La golpeé en el culo y ella se rió y se fue lejos de mi camino.- Hablando en serio, Bella, puedes hacerlo a la vez de que te diviertes con él. ¿Cuando tendrás otra oportunidad como esta? Disfruta de ella, tanto a nivel profesional como personal.

Podía hacerlo. Lo haría. Cogí mi bolsa con el portátil dentro, metí mi grabadora y un cuaderno y dije:

-Gracias, Alice. Vamos.- Esto sería interesante.

.

La sala de prensa no era tan glamorosa como me la imaginaba. Pensaba que eran cajas en la que cada uno trabajaba. Esta estaba lleno y olía a rancio y había mucho ruido. Los periodistas estaban con sus móviles y ordenadores portátiles, creando historias, intentando conseguir alguna primicia, y trabajando cada uno en su puesto. La única mujer de la sala, a parte de mí, era la reportera de la canal 10 de la televisión local, que no sabía nada sobre este deporte, pero se veía bien delante de la cámara. Resistí el impulso de rodar los ojos, me senté y saqué mi portátil.

-¿Bella?- Levanté la vista hacia el sonido de una voz familiar y dediqué na sonrisa a Ronnie Cox cuando se sentó a mi lado.- ¿Qué haces aquí? ¿No me digas que al final te ascendieron, o que tu compinche quiso cogerse el día libre?

Negué con la cabeza tristemente.

-Buddy tuvo un ataque al corazón esta mañana, Ronnie. Está en el quirófano y Ted me pidió que le reemplazara.

-¡Oh, no! ¿Se pondrá bien?- Sabía que Ronnie y Buddy habían trabajado juntos durante casi una década. Eran viejos amigos. Varias personas más que me escucharon me hicieron la misma pregunta.

Puse mi mano sobre la de Ronnie y le di un apretón.

-Ted dice que fue menor y que se recuperará. Te mantendré informado.- Le sonreí a los otros que mostraban también preocupación.- Se pondrá bien y estará aquí antes de que os deis cuenta.- Sonrisas y aplausos saludaron la noticia.

La cara del canoso Ronnie estaba llena de tristeza.

-Gracias, Bella. Si me pudieras dar la información del hospital, me gustaría ir a verlo tan pronto como se me permita.- Apreté de nuevo su mano y asentí. Sabía que mi compinche era muy querido y sabía que volvería al periodismo. A pesar de su tamaño, Buddy era una persona muy activa y le gustaba ir a partidos. Acostado en la cama de un hospital se iba a volver loco.

-Entonces, ¿estás lista?- Ronnie preguntó, echándose hacia atrás en su silla, observando el campo mientras que los jugadores calentaban. Había televisiones por toda la habitación, por lo que podíamos ver todo al mismo tiempo. Algunos reporteros cubrían el partido desde Internet y estaban obligados a publicar lo que estuviera pasando, junto con la puntuación y sus reportajes.

Mi estómago se llenaron de nuevo de mariposas. Es sólo un partido.

-Creo que sí. Solo tengo que pensar que es como cualquier otro partido.- Ya sabes, cualquier otro partido del hombre del que estaba enamorada, junto a dos de los mejores amigos que he tenido, que uno salía con mi mejor amiga y el otro con una amiga cada vez más cercana. Sin presión.

Ronnie sonrió, sis ojos marrones brillaron.

-Exacto. Pueden que los chicos ganen más dinero que nosotros, pero siguen siendo personas. No puedo esperar a ver tu noticia.- Sí, no eran mas que personas, las personas que a las que amaba. Me sonrojé un poco por sus amables palabras. Ronnie siempre había sido muy amable conmigo y sabía que el compinche le había mostrado mi trabajo.- Esto es un gran paso para tu carrera, Bella.- Chocó su vaso de soda contra la mía y me reí.- Le diré a tu compinche que permanezca en la cama un tiempo. Es bueno tener una cara bonita por aquí por una vez.

Lancé una mirada a Kimmie Lowden que se hallaba en una esquina y él me siguió la mirada y se rió.

-Es muy bonita, hasta que se intenta hablar con ella sobre el fútbol. ¿Cómo pudo conseguir un trabajo cubriendo un deporte que no conoce?- Levanté una ceja ante eso y se echó a reír de nuevo.- Vale, ya sé como, pero eso no quiere decir que esté de acuerdo. Su pelo rubio y sus senos grandes son agradables, pero si no sabes la diferencia entre un blitz y un pass rush, mejor que te alejes de aquí.

Era agradable escuchar eso.

-Gracias por subirme la autoestima.

-Siempre, señorita Swan. Muchas gracias por alegrar la habitación con tu presencia.

-No hay de qué, Ronnie.- Los dos volvimos la cabeza cuando alguien se sentó a mi lado y nos sonrió. Tenía el pelo castaño claro y sus ojos eran marrones claros. Dichos ojos estaban puestos en mis pechos antes de deslizarse hacia abajo, moviéndose lentamente por mi cuerpo. Me estremecí interiormente mientras me comía con los ojos.

-Hola, soy Dan Muller y sé que no te he visto antes por aquí.- Extendió su mano hacia mí con una brillante sonrisa.

La tomé, soltándola rápidamente, cuando trató de mantenerlas unidas más tiempo del necesario.

-Soy Bella Swan.

-¿Con quién estás?

Estuve a punto de decir Edward Cullen pero me di cuenta de que eso no era lo que estaba pidiendo.

-The Republic.

-Fox sports-, respondió con aire de suficiencia, como si me fuera a arrodillar ante él por estar en la Fox.

-Bien-, le contesté, volviéndome hacia Ronnie. Dan me estaba dando dolores de cabeza.- Después del partido vamos a la conferencia de prensa, ¿no?

-Si-, respondió, centrándose de nuevo en mí con una sonrisa.- El entrenador Clapp, Cullen y otros jugadores responderán a algunas preguntas y luego nos iremos a escribir nuestras historias, menos tu, por supuesto, que tendrás una entrevista cara a cara con Cullen, ya que sustituyes a Buddy.- Me estremecí por las palabras cara a cara, junto a Cullen. El cara a cara con él siempre era fantástico.

-Así que ¿eres virgen?- Dan preguntó a mi lado. Le mire y me lanzó su ridícula sonrisa de comemierda. Sería hermoso si no fuera por su ego.

-Si te refieres a que es mi primera vez cubriendo un partido de la NFL, entonces sí-, le contesté. ¿En serio?

-¿A qué más me podía referir?- Su sonrisa se ensanchó y sus ojos me movieron por mi cuerpo otra vez. Bastardo.

-Retrocede, Dan, está aquí para hacer su trabajo, al igual que lo demás.- Ronnie se metió, con el tono claro como el día. Estaba agradecida por su interjección.

Dan sonrió, perplejo.

-Sólo trato de ser amable con la chica nueva.

-Se exactamente lo que intentas, Dan. Te dije que retrocedas.

Levantó las manos en señal de rendición.

-Hey, no sabía que ya la había reclamado. Pasa un buen rato con papá, Bella, Ven a buscarme si quieres pasar un buen rato de verdad.

-Si quisiera divertirme, el último lugar donde iría sería contigo,- le contesté con frialdad. Puso los ojos en blanco y se alejó en dirección a Kimmie. ¡Qué sorpresa! Me volví hacia Ronnie.- Gracias.

-No hay problema, Bella. El compinche patearía mi culo si dejara que alguien te molestara.

Me reí y seguimos hablando sobre su espora e hijos antes de que empezara el partido. Cuando el equipo saltó al campo lo vi por la pantalla gigante, Edward miró hacia donde pensaba que estaría, con ojos ardientes y penetrantes. Sentí que mi cuerpo respondía ante él, pero lo único que podía hacer era mantenerme firme y animarle mentalmente. Al amor me inundó y sentí que mi corazón latía con fuerza. ¿Sería siempre así? Lo amaba cada día más.

Los periodistas tomaros sus asientos y Dan se sentó una fila más atrás de mí, un asiento a mi derecha, para que pudiera verle a través de mi periferia. Los Cardinals ganaron el sorteo para el primer lanzamiento. Dez Bryant devolvió la pelota al 32 y Romo y los demás salieron al campo.

Abrí un documento de Word y empecé a escribir, escribí todo lo que pasaba para después poder crear la noticia. Se detuvieron a las 48 yardas y Dallas abandonó con dos tarjetas y con un saque de esquina muy bien determinado. Edward salió al campo, todo el mundo le aplaudió y me encontré a mí misma conteniendo la respiración mientras se paraba en la línea de puntos, lanzando órdenes y después dando la señal para comenzar. DeMarcus Ware estaba en la esquina y Cheney lo bloqueó por unos segundos mientras Edward escaneaba el campo. Ware llegó a Cheney mientras Crowley apareció en mitad del campo. Edward lo vio e hizo su lanzamiento justo cuando Ware lo tiró al suelo en un horrible golpe.

No pude evitar jadear cuando Edward estuvo en el suelo, su hombro se había golpeado demasiado fuerte. Detrás de mí, oí una risita.

-No es el mejor comienzo para el niño bonito-, murmuró. Mis manos se cerraron en puños y los quería enterrar en su presumida cara, pero sabía que no podía. Acabo de ver, impotente, como Emmett levantaba a Edward y le hizo rodar los hombros antes de correr por la línea de 17 yardas. Había conseguido el primer down, pero mis ojos estaban en Edward. Presta atención, Bella.

El pase de Cheney les dio ventaja, Edward la cogió a cinco pasos. Lo vi al mismo tiempo que él. Jasper dio dos pasos delante de Williams, Edward miró primero a la izquierda, intentando hacerles creer que haría algo hacia allá y luego simplemente la lanzó. Jasper la cogió y el equipo contrario no pudieron hacer nada más por la jugada de Edward, les engañó. Una jugada, 83 yardas y un touchdown. No pude esconder la sonrisa mientras lo escribía.

Los Cowboys tomaron el campo y les respondieron con un pase largo, el reloj corría, terminaron con una jugada de campo cuando Dockett le tiró a Romo de la línea 12. El inicio de la anotación. Le devolvió la pelota a la línea 23. Edward salió al campo de muevo e inmediatamente lanzó un pase a Cheney para aumentar su puntuación a 8. Fue por el campo, lanzando pases cortos y haciendo jugadas, manteniendo la defensa de los Dallas alejada. Se encontró con Fitzgerald para hacer un touchdown de 20 yardas, la puntuación era de 14-3 a mitad del segundo tercio.

Romo condujo a sus chicos a través del campo para hacer un pase a Miles Austin en la línea 13, por Tashar Choice. Se la pasó inmediatamente a Dez Bryant que acabó con Rodgers Cromartie en la banda derecha, la lanzó bastante mal hacia Joey Porter, y Michael Adams recuperó la pelota para los Cardinals. Edward salió de nuevo al campo e hizo dos jugadas más con Jasper que estaba en la zona final para otro touchdown.

Tomé muchas notas, centrándome más en el partido, que en la oleada de emoción que sentía cada vez que Edward entraba en el campo y completaba un pase. Ya estábamos a mitad del partido, los Cardinals ganaban 24-10. Empecé a escribir en el descanso, escribiendo el primer párrafo de mi historia. Obviamente tendría que poner uno o dos párrafos al principio para saber como escribirla, pero el artículo fue tomando forma. Ronnie se fue y me cogió un perrito caliente y un refresco para comer mientras yo seguía escribiendo. Le dí una sonrisa de agradecimiento, regresó antes de que el partido reanudara y él volvió a lo suyo.

La segunda mitad comenzó con la posesión de los Cardinals en la 27. La primera jugada, Jasper corrió y esquivó a tres jugadores a su paso. Fitz tenía a un hombre cubriendo su línea derecha pero estaba bien abierto, me sorprendí cuando Edward lanzó el siguiente pase a Jasper haciendo una triple cobertura. Intenté luchar contra las carcajadas que estaba a punto de explotar por los comentarios de mi alrededor.

-No puedo creer que lo haya lanzado.

-No puedo creer que lo haya completado.

Sus teclados taladraban mientras posiblemente twitteaban lo que acababa de ocurrir, sabía que iba a ser noticia de Sports Center esta noche. 31-10.

Los Cowboys empezaron a presionar, bombardeando en casi todas las jugadas, su táctica era bastante inútil y el reloj iba en contra de ellos. Romo lanzó un pase a la línea 48 y Edward salió de nuevo al campo. La defensa se alineó para detenerle y Edward cogió la pelo a siete pasos, pero esperó pacientemente a que Fitzgerald se abriera de nuevo en el campo. Corrió nuevamente y lanzó la bola justo cuando Ware voló hacia él, su brazo golpeó el lado derecho de su rostro.

Edward estaba en el suelo, y escuché a Dan reírse detrás de mí.

-Ups, tal vez ya no sea tan guapo después del golpe.

¿Qué coño había dicho? Había estando haciendo comentarios despectivos sobre Edward durante todo el partido a pesar de que había lanzado casi 300 yardas. Me di la vuelta y le miré.

-Es una persona, imbécil. Una persona con amigos y familiares y personas que le aman. Reírte de algo que podría causarle una conmoción cerebral solo demuestra que eres un gilipollas.

Me di la vuelta y solté un suspiro de alivio cuando vi que Edward se había levantado y sacudió la cabeza ante la pregunta de Emmett. Parecía estar bien. La cámara se acercó a su cara y miré con ansiedad la pantalla del televisor. Físicamente se veía bien y parecía estar con fuerza aún, sin embargo. Mientras que se encontrara bien, unos puntos en su precioso rostro no importaban. Lo amaba y siempre lo amaría, aunque no fuera tan devastadoramente guapo como ahora. Siempre sería él para mí.

-¿Te atrae el chico bonito, Bella?- Dan se inclinó para susurrarme en el oído.- Podría follarte una vez, eres muy linda, después de todo, pero luego se olvidaría de ti como de las demás.

Me eché a reír. Una vez pude haber pensado eso. Pero sabía que Edward Cullen era mejor que nadie y que volvería a por mucho más. ¡Si tengo más de una cada noche!

-Por lo menos tendría algo que tu nunca podrías tener, Muller-, le contesté en voz alta. Todo el mundo se rió y murmuró algo sobre lo idiota que era mientras se sentaba en su asiento. Gilipollas.

El partido continuó y Edward siguió lanzando mientras los Cowboys se empezaban a anticipar a sus pases. El partido acabo, con un resultado de 41-17. Edward terminó su partido con 438 yardas por aire y cinco pases incompletos, dos de los cuales habían sido muy bajos. Había hecho un partido excelente y sonreí cuando escribí los últimos párrafos. Sólo unas cuantas cosas más y mi artículo estaría completo.

-¿Lista para la rueda de prenda?- Ronnie preguntó, tendiéndome la mano para ayudarme a levantar. La tomé y me fui con él a la sala de reuniones.- Siento lo de Dan, Bella. Es un auténtico gilipollas, piensa que es el mejor por trabajar para la Fox.

-No veo que los chicos de ESPN, SI y CBS actuando así.

-Ellos saben comportarse. Dan es joven y cree que es el mejor y que lo sabe todo y eso que solo lleva aquí menos de un año. Por favor, no nos juzgues a todos en base a tipos como él.

-No podría. Tu y Buddy son magníficos ejemplos de buenos periodistas deportivos que no me menosprecian por se mujer o que creen que soy presa fácil.

Ronnie echó la cabeza hacia atrás y rió.

-Creo que eres justa, dulce Bella, pero definitivamente así no eres tú. Además mi esposa me mataría.

Sonreí y le dí un codazo en el costado.

-Yo haría lo mismo.

Sonrió y negó con la cabeza.

-Me haría lo mismo mi amigo. Venga, vamos.

-Me quedé a propósito de pie en la parte de atrás, detrás de los periodistas más altos que intentaban hacer preguntas. No sé por qué, pero no quería que me viera aquí. Quería que me viera cuando me acercara a él en el vestuario. Me asomé entre dos grandes periodistas que estaban en frente de mí y suspiré en voz baja. Era hermoso, todavía llevaba el uniforme, estaba sentado en el medio, su entrenador estaba a la izquierda y Jasper a la derecha. El sudor empapaba su rostro y su cabello semi-húmedo. Quería enredar mis dedos a través de él y besarle fuertemente.

-¿Crees que acabaste con ellos por como jugaste?- Alguien de la parte delantera le preguntó.

Edward negó con la cabeza un poco.

-Teníamos una gran táctica de juego y sabíamos que si la ejecutábamos, ganaríamos. Son un gran equipo y nos hicieron buenas jugadas. Tuvimos suerte de quitarles la pelota un par de veces para haber podido ganar. Mi equipo me dio el tiempo que necesitaba y mis receptores...- Se detuvo y sonrió a Jasper.- Se consiguieron abrir cuando lo necesitaba.

Sonreí ante la respuesta que acababa de dar. Era siempre tan diplomático y no podría decir simplemente: “Si, hombre, les pateé el culo” No, en cambio, tuvo que hacer que sonara como si no hubiera ganado por mas de 400 yardas.

-¿Qué hay del golpe que te llevaste de Ware en el tercer tiempo? ¿Crees que debería haber tenido una amonestación?

Edward sonrió.

-Lo conseguimos, ¿no? Estoy perfectamente y no me dio en la cabeza. Vi que venía hacia mí e intenté moverme.- Gilipolleces. Deberían haberle amonestado y si no hubiera estado tan preocupada por él en ese momento probablemente habría despotricado sobre él. Por lo menos podría sacar algo de mi irritación con Dan.

-Entrenador, ¿crees que estais listos para los playoff?- Puse los ojos en blanco cuando llegaron las demás preguntas. Edward respondió unas cuantas más y luego se excusó para ir a los vestuarios. Esa era mi señal.

Ronnie se volvió hacia mí.

-Ves a por él. Es un muchacho decente.- Oh, Ronnie, es mucho mas que decente.

-Gracias.- Salí al pasillo y me fui al baño de mujeres para asegurarme de que me viera decente. Tomé varias respiraciones profundas y traté de frenar mi corazón por lo fuerte que iba. Podía hacerlo. Eramos Edward y yo. Nos amábamos. Nada podría con eso. Mi trabajo estaba a punto de colisionar con el suyo y tendríamos que sobrevivir. Podría ser profesional y obtener mis respuestas antes de saltar encima de él. Al menos eso esperaba.

Tomé otra respiración para calmarme y me dirigí a buscar los vestuarios. Había llegado el momento.

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Bueno chicas, aquí está el siguiente capítulo, como siempre espero que os haya gustado.

Quisiera dar la bienvenida a las nuevas lectoras. Me alegro de que la historia os guste tanto.

Bueno ahora hablando del capítulo. ¿Os suena de algo? Jaja En el próximo capítulo os puedo adelantar que va a ser el primer capítulo del fic pero contado por Edward, es un capítulo que me encanta y espero que a vosotras también os guste. En este capítulo ha habido un trozo sobre el fútbol americano que he intentado traducir lo mejor que puedo ya que poco a poco voy aprendiendo cosas sobre este deporte pero aún no se todo, si alguna veis que algo está mal en las descripciones del partido y entendéis sobre ello os agradecería que me lo comunicarais para poder cambiarlo ya que aún estoy investigando sobre ese deporte y me queda bastante que aprender.

El otro fan fic que os adelanté que colaboraría con las chicas de carolrobpatt4ever lo intentaremos subir esta semana.

Hablando de otra cosa la semana que viene no se si podré actualizar así que si veis que no actualizo no os asustéis, seguiré viva jajaja. Si no puedo intentaré actualizar antes del viernes, pero no os prometo nada.

Y eso es todo por esta semana. Que paséis muy buena semana y las que estáis ya de vacaciones las disfrutéis, a las que no, suerte en lo que estáis haciendo, tanto en los estudios como en el trabajo.

Espero vuestros votitos y comentarios.