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                                                                        26 CELOS

 Me duché, y me vestí pensando en la reacción de Edward, ¿Por qué no quería que volviese al trabajo? Sabía lo mucho que me había costado el conseguirlo, aparte no pretenderá que me quede todo el día esperando que el regrese por que de un modo u otro el también regresaría al suyo.

Al bajar todo estaba silencioso, lo busqué sin suerte, salí al jardín y me senté en un banco para esperarlo y hablar con él.

No tardó mucho tiempo, cuando lo vi. se dirigía hacia mi.

Perdón Bella, lo que pedí fue muy egoísta de mi parte no me hagas caso.  _ Sonreí _

Gracias por aclararlo amor.

Gracias por entenderme tú a mí es que solo estar lejos de ti me pone ansioso.

Bueno, pero tendrás que superarlo, ya que los dos tenemos nuestras propia vida aparte de nosotros, no podemos asfixiarnos el uno al otro, si no esto duraría muy poco y no es esa mi intención Sr. Cullen, yo quiero pasar el resto de mi vida con ud.

Me beso, y yo con vos. Te amo.

Los días pasaron vertiginosos y el invierno ya se desataba en todo su esplendor, el recibimiento en la oficina fue maravilloso, realmente extrañe esto.

Edward trataba de viajar lo memos posible y cuando lo hacía llamaba como veinte veces al día.

Faltaba una semana para navidad. Amablemente los Cullen habían invitado a Charlie, pero este se disculpó a causa de su trabajo  estaba afectado, según el por las grandes nevadas que traían problemas en las carreteras.

La noticia causó en mí tristeza.

Ánimo Bella, dijo Rose, la pasaremos bien y cuando quieras puedes irte unos días con él.

Al verlo de esa manera, me hizo sentir mejor.

Al día siguiente, fui hasta mi departamento, lo dejaría de rentar, al entrar una ráfaga de nostalgia se apoderó de mi, ya había hablado con los de la inmobiliaria, solo quedaba retirar algunas de mis cosas, no le comenté nada a EDward, pero sabía que la noticia lo haría feliz, así que no creo que tenga problemas con mis cosas.

Sonreí, me sentía feliz.

 Abrí la puerta para salir, y un hombre estaba parado allí, mi corazón latió desbocado, reaccioné. Mike ¿pero que haces aquí? Lo abracé, y pude distinguir su perfume, este me invadió, y miles de recuerdos se agolparon en mi mente, pensar que creí que iba a pasrar el resto de mi vida con él. La idea me parecía ridícula a estas alturas, pero entonces así era.

Lo invité a entrar, pasa dije ¡que sorpresa!, no se como me encontraste ya que no vivo más aquí.

Me lo imaginé pero Charlie, me pidió que pasara, por las dudas te manda esto, colocó un paquete envuelto de regalo sobre la mesa del living.

Gracias, dije, pero que te trae por aquí?

Trabajo. Su tono era gélido.

Mira disculpas, quieres que vallamos a tomar un café, no tengo nada para ofrecerte.

No, esta bien gracias. Bueno será mejor que me valla.

No entendía por que su forma de actuar, ¿Qué pasa Mike?

Nada disculpa Bella.

Bueno si no pasa nada, iremos a tomar algo ¿Siiiiiiiiiiiiiii?

Al fin sonrió y aceptó.

Nos dirigimos, a Mambo un lugar de moda que nos gustaba con los chicos, cuando entramos se asombró, Bella este lugar debe ser muy caro, mejor vamos….., no pudo terminar la frase ¡srta. Bella! sus mesas están desocupadas, gritó un poco Martín nuestro mesero habitual, le sonreí y fuimos hacia allí, no se si los otros vendrán, hoy estoy con un amigo.

Le dirigió una mirada   curiosa a Mike y otra a mí.

Disculpen, les traigo algo, dos margaritas por favor.

Mike  se prestaba a contradecirme, pero me atajé, tomemos algo mejor que un café, sonreí.

Vi como sus facciones se relajaban y accedió.

Mi teléfono sonó era Alice. ¿Donde estas?

En Mambo vénganse estoy con un amigo de Forks. ¿porfis? Rogué como una niña pequeña, y aceptaron.

La bebida nos aflojó y comenzamos a recordar, y a reírnos de situaciones pasadas, cuando mi familia llegó,

Nos encontrábamos muy alegres, reconocí que el otro acompañante era Jacob que pareció divertirse al verme en ese estado, les presenté a Mike que  la bebida le había hecho peor efecto que a mí.

Alice y Emmet, me miraron con cara de reproche, pero no les hice caso más por mi estado que por otra cosa.

Mike comenzó a contar como lo había dejado y cuanto me extrañaba, toco mis manos un par de veces cosa que no pasaba desapercibida para, nadie.

Es hora de irnos Bella Dijo Jasper, ¡NO!!!! Otro ratito ¿si?.

Yo me quedo con ella márchense reía Mike, me abrazó y me besó traté de resistirme pero  la cabeza me daba vueltas, cuando terminó ante la mirada atónita de todos, intenté darle una bofetada pero lo único que escuche fue un zumbido y este desapareció. Giré para ver que había pasado y allí como un Dios griego estaba Edward, que bufaba, me tomó del brazo y me sacó de alli, como una tromba.

¿Qué haces le dije? Le pegaste!!!!

¿Qué pretendías que haga, dorarle la píldora?

Me llevo a mi mujer a casa, rugió después que se dejo besar  por un idiota.

Quise recriminarle, pero mi cabeza me daba vueltas.

Ed me miró pero sus ojos daban miedo y la mandíbula la tenía tan apretada que pensé que se la quebraría.

¿si?

Me siento mal, sollocé y caí en sus brazos.

Cuando desperté, la cabeza me dolía intensamente, y me temblaba el cuerpo, no se como llegué al baño, después de vomitar, me quedé allí no se cuanto tiempo,  me rescató Emmet.

¡Hermanita!! Si que te metiste en un lió ¿de donde sacaste ese chico? Reía. Divertido.

Que gracioso dije, pero parecía que mi voz resonaba en mi cabeza, necesito volver al baño y salí corriendo.

Al otro día desperté sola nuevamente, la que entró esta vez fue Rose,

¿Cómo te sientes?

Horrible, no pensé que me pasaría algo así.

No te preocupes todas algunas veces bebemos demás no es para tanto, no, pero también me besó Mike y …

No sabía que más decir.

Mira Bells no fue tu culpa; pero reconozco esta vez que mi hermano tiene razón de estar enojado.

¡Claro que la tiene! yo estaría furiosa entonces entiendes ¿no?

Entender que, Edward se fue otra vez  a Las Vegas , tiene algunas cosas pendientes regresará justo para navidad.

Me quedé con la boca abierta, no puede hacer eso si ya…..

Si regresó pero el es muy impulsivo y se fue déjalo se le pasara para entonces.

A LA QUE NO SE LE PASARÁ HASTA HABLAR CON ÉL ES A MÍ.

Rogué a mis hermanos para que me digan a donde estaba, quería encontrarme con el, pero no hubo caso.

Ya me daba por vencida cuando, llegó Jacob de nuevo a la casa y a este si logré sacarle donde estaba.

Corrí a la habitación y puse algunas cosas en el bolso, al levantarme la habitación giró como la hacía hace unos días, maldije para mis adentros. Déjame salir a su encuentro Dios y te juro que nunca más tomaré  de este modo.

Deje una nota no muy a la vista para que me diera tiempo de irme, pero lo suficiente para que la encontraran.

Volé hacia mi coche, las calles acumulaban mucha nieve y el frío era intenso, recorrí tres cuadras y mi cabeza giraba, como nunca. Logré sacar el pie del acelerador antes de estrellarme contra un árbol, luego me desvanesí.