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Aquí les va otro capítulo que creo les gustará,eso espero. Ya saben porfis!!!!!!!!, voten o dejen sus comentarios. Las quiero.veronik

CONOCIÉNDONOS                                 

Al acercarnos hacia la puerta de mi departamento, sentía en mi estomago, el embate de miles de mariposas en él.

Edward,  me tomó por los hombros e hizo que lo mirara, ¿estas segura que quieres que entre?

Me sonrojé intensamente, pero logré contestar que si.

Abri la puerta,

 ¿quieres tomar algo?, pregunté.

Sí, a ti, y sus labios devoraron los míos, con voracidad, sentía sus manos en mi espalda, y mi cuerpo se apretaba más al de él. Su boca recorrió mi cuello besándola, su respiración agitada, hacía que mi corazón se desbocara causando el mismo efecto.

Muy delicadamente se alejó de mí haciendo que mis brazos sintieran un enorme vacío, lo miré y vi fuego en sus ojos, no pares dije en un susurro.

Sonrió  y sus manos volaron y desprendiendo mi vestido; este cayo al suelo.

Me volvió alejar, contemplando mi desnudez.

Sentí como ardía mi cara, me sentía vulnerable a su mirada.

Eres magnífica Bella.

Se acercó y su boca fue dejando fuego a su paso en todo mi cuerpo, haciéndome estallar de placer varias veces, al igual que sus manos parecían, saber el punto exacto  y más vulnerable de mi cuerpo para enloquecerme.

Logré tomar un respiro, para que mi pulso se recuperase.

 Pero fui yo quien  tomo la iniciativa esta vez, necesitaba de su cuerpo y sus caricias como un sediento agua. Acaricié sus brazos, pasando el dedo por la forma de sus músculos para continuar con su pecho, luego lo moví alrededor de su ombligo; para luego llevarla hacia más abajo.

  Sonreí cuando soltó un gemido.

  Me concentré en recorrer su cuerpo pero esta vez besándolo.

Bella me enloqueces, dijo con un hilo de voz.

Sonreí .

Y me acosté encima de él.

Me desperté sobresaltada, al escuchar ruidos en mi casa, miré desorientada hacia todos lados y pude ver en el piso ropa de hombre y de mujer desparramada.

No fue un sueño es realidad me sentí feliz.

También avergonzada, ¿que pensaría de mí?, que soy una cualquiera, que a todo hombre que conozco lo llevo a mi casa. Dios eso no lo había pensado, como sea; ya era tarde para arrepentirme.

Entonces, disfrutaría lo máximo el tiempo para estar con él. Quizás sea la última vez que estemos juntos.

Pensar así hizo que se me hiciera un nudo en el estómago.

 Me incorpore, cuando Edward entraba al cuarto con una bandeja y algo de comida.

Buenos días mi Bella dama, reí,

 ¿Porque me dices de esa forma?, ya te lo contaré.

¿Tienes hambre?

Mucho.

Bien, muy bien

Me das un momento.

Por supuesto.

Cuando iba levantarme, me di cuenta que estaba desnuda, para variar mi cara se tiñó de colorado, ¿puedes darte vuelta Edward?

Me miró sorprendido y estalló en carcajadas, no me vas a decir a estas alturas que eres pudorosa.

Pues mira que si, vamos Bells con quien crees que pasaste la noche.

Eso no tiene nada que ver, me irritó puesto que había aparecido sr. PETULANTE.

OK. No quiero discutir, y se volvió.

Una vez en el baño, cuando me viiii!!, solté un gritito de horror.

¡claro! ¿Cómo no iba a cuestionar mi pudor? era una bruja despeinada, y mi cara con el maquillaje que no había sacado la noche anterior.

Intente arreglarlo pero era casi imposible, entonces me duché, me vestí con una camiseta y unos shorts que tenía en el baño y Salí.

Espero no haber demorado tanto le dije.

Me miró de arriba abajo.

No, en absoluto.

Si, espero que tu apetito no sea voraz, lo miré sin comprender, se acercó a mi y me beso salvajemente, sus manos parecían estar en todos lados a la vez, mi traicionero cuerpo, respondía como nunca lo había hecho, me deje llevar nuevamente a la pasión, una y otra vez.

Estábamos abrazados uno al otro tratando que nuestra respiración vuelva a la normalidad cuando mi estómago rugió, creo que probaré tu desayuno dije.

Pero, esta frío amor. Protestó.

Que me llamara de esa forma, me hizo crear esperanzas. No las quería tener pero…..

Bueno,  solo tomare las tostadas con el jugo y lo demás no importa.

Creo que yo también. Respondió.

Y reímos los dos.