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Enfrentando miedos

14

Pasamos todo el fin de semana en mi departamento, no podía creer ni en mis sueños mas atrevidos la cantidad de veces que hicimos el amor, pero parecía que mi cuerpo no se saciaba del suyo.

Me gustó despertarme y que todavía se encuentre a mi lado, lo observé dormir, todavía era temprano.

Estuve a su lado casi por media hora antes de apagar el despertador, a regañadientes me levanté suavemente, para poder darme una ducha antes de partir para el trabajo.

Todavía no sabía que le contestaría a Ángela y  a las demás, todas me habían visto con Ed. Y no había contestado sus llamadas en todo el fin de semana.

Dios que podría decir y para colmo de males,  Emmet , su hermano iría a la oficina, solo de pensarlo mi cara se transformaba en un tomate.

¿cómo no pensé antes en esto, todos se conocían y otros eran nada más ni nada menos que sus familiares, dejé que el agua corriera por mi cara, algo se me debía ocurrir.

Abrí los ojos asustada cuando ed, dijo cerca de mí, es de muy mala educación, srta. Swan, no invitar a su acompañante a ducharse.

AH! ¿SI?

Asintió con su cabeza mientras se metía junto a mí.

Esto merece un castigo.

O por favor no lo haga seré mas educada la próxima vez, seguí su juego.

Entiendo, y sólo por mencionar otra oportunidad, será más leve.

Me beso las comisuras de los labios suavemente, mis ojos, mi frente, luego mis hombros.

Mi corazón estaba a punto de estallar, y mi cuerpo ardía.

Me dio vuelta suavemente, besando mi espalda, acariciando con sus manos mis senos, mis caderas, mis piernas, luego subió hasta el centro de mi ser.

MI cabeza daba vueltas.

Esa vez hicimos el amor muy suavemente.

Ese es su castigo, lo entendió srta. Dijo serio.

Yo reí, creo sr. Que no lo comprendí del todo bien quizás deba reiterarlo en otra ocasión.

Me miró, pícaramente.

Esta noche se lo explicare mejor Swan. Y me besó.

Por supuesto llegué tarde a la oficina, no por eso, veía como todos me observaban, o eso me pareció.

En un rato An no aguantó más y se llegó hasta mi escritorio.

Bella, desde que llegaste a la ciudad casi todo el tiempo fuimos amigas ¿O no?

Claro que si, An, conteste.

Entonces puedes decirme que pasó el fin de semana que no contestaste mis llamadas, te fuiste con Edward.

¿Y?

¿Y que quieres que te comente, AN?

No te parece de lo más obvio.

No, valía la pena mentir, ya que como dije antes, todos se conocen entre si.

Estuve con él,  Ángela, admití,

Esta se echó a reír, eso me desconcertó.

Eso, queda más que claro, Bella, pero, ¿te gusta?

Enrojecí. Si amiga, pero no me quiero hacer ilusiones, así que por ahora no puedo decir nada más.

¿Cómo que quedaba claro? ¿que me quería decir?,

 que nadie se resistía al encanto de Ewdward Cullen, aunque me parecía imposible el fantasma de los celos me rondaba.

Había perdido un tramo de lo que hablaba, pero volví para escuchar lo siguiente.

Pero Bells, si un hombre se pasa luego de llevarte a casa todo el fin de semana contigo, y no creo que hayan solo… comido palomitas de maíz… eso significa que le agradas y mucho.

 Dijo poniendo cara de suficiencia.

Su comentario, había hecho que el rojo de mi cara se intensificara hasta el cuello, te entiendo pero solo nos estamos conociendo.

Detrás mió  Mary, acoto, y muy en profundidad por lo que se ve.

El comentario me incomodo.

Solo asentí con la cabeza.

Perdón pero tengo que terminar algunas cosas, ¿SI? Y dí por concluida la charla.

Para mi sorpresa, cuando llegamos de almorzar, mi escritorio estaba lleno de flores, de distintas clases, y colores.

Si, alguna mirada faltaba. Paff!!! Ya estaba sobre mi esperando para haber que hacía o decía.

Torpemente, tomé la tarjeta que se encontraba en uno de los ramos.

Con una caligrafía perfecta decía,

                                                      No se cuales flores te agradan, así,

                                                      Que te envío una variedad

                                                     ¿Saldrías conmigo, hoy?

                                                     Te extraño.

                                                                                          EDWARD

PD: Como estuvimos ocupados Srta. Swan no le dejé mi teléfono. Se mando por favor me puede contestar.

Me sentí avergonzada, delante de mis compañeros, pero feliz de su gesto, además desea verme de nuevo al igual que yo a él.

Lo llamé y contesto inmediatamente.

Bell? .

 Gracias por las flores me gustan todas. Te veré esta noche.

Te paso a buscar, por la oficina.

NO!!!

No respondió por algunos segundos, esta bien por tu casa entonces.

Si, mejor.

Hecho como a las ocho esta bien,

Si.

Nos vemos.

Adiós.

Gracias por seguir la historia,  las aprecio mucho, y disculpen por las demoras, por favor dejen sus comentarios todos son leídos y tomados en cuenta. O voten por el fic se los agradezco. Profundamente.  Veronik