NOVENTA DIAS (+18)

Autor: ROSSE_CULLEN
Género: Drama
Fecha Creación: 03/03/2013
Fecha Actualización: 26/07/2014
Finalizado: SI
Votos: 26
Comentarios: 79
Visitas: 141820
Capítulos: 65

"CHICAS ESTA HISTORIA ESTA LLEGANDO ASU FINAL SIGAN VOTANDO Y COMENTEN UN FINAL ALTERNATIVO"

Tras poner punto final a su relación días antes de la boda, Isabella  Swan decide romper con su vida anterior y se muda a Londres dispuesta a empezar de cero. Ella cree estar lista para el cambio, pero nada la ha preparado para enfrentarse a Edward Cullen. Edward sabe que nunca podrá dejar atrás su tormentoso pasado, aunque para no asfixiarse en éste hace tiempo que se impuso unas estrictas normas que rigen todas sus relaciones. Y jamás se ha planteado transgredirlas? hasta que conoce a Isabella. Arrastrados por la pasión y el deseo, vivirán una intensa relación dominada por los peculiares gustos sexuales de Edward. Bella  le concede todos sus caprichos hasta que él le pide algo que ella no se siente capaz de dar. Sin embargo, antes de que la joven tome una decisión, el destino se entremete y Edward  sufre un grave accidente. ¿Bastarán noventa días para que Bella se atreva a reconocer que una historia de amor como la suya es única e irrepetible?

 

ESTA HISTORIA ES UNA ADAPTACION DE UN LIBRO QUE APENAS ACABO DE LEER QUE ES DEL AUTOR "M.C Andrews" TITULADO DE LA MISMA FORMA PERO CON LOS PERSONAJES DE S. MEYER.

 

 *chikas si lo que quieren es una historia divertida les recomiendo mi otro finc llamado.

"dificil amar *18"

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 23: capitulo * 22

Capítulo 22 

Llegó el sábado y Frederick me llevó de regreso a Londres con tiempo de sobra para descansar un poco y arreglarme para la ceremonia. Después de aquella conversación telefónica en el columpio, Edward me llamó a diario, pero no volvió a mencionar la muerte de sus padres y yo tampoco. Fueron llamadas cortas, casi siempre para preocuparse por mi bienestar, y en todas me hizo sentir que pensaba en mí y que me echaba de menos, aunque no llegase a decírmelo como a mí me gustaría oírlo. En cuanto a la boda, después de hablarlo con mi cuñada, decidí llamar a Jasper  y preguntarle si quería acompañarme. Él aceptó encantado, a pesar de que le conté que antes se lo había pedido a Edward y que se había negado. Me dijo que sería divertido volver a vernos, fueran cuales fuesen las circunstancias. Acababa de salir de la ducha cuando Alice  llegó al piso y entró decidida en mi dormitorio para ayudarme a elegir vestido.

Descartamos varias opciones por ser demasiado recatadas o demasiado provocativas y al final decidimos, o mejor dicho, Alice decidió, que iba a ponerme el vestido color verde botella que me había comprado para la cena previa a mi boda con James. Era precioso, con el tejido cubierto por una capa finísima de lentejuelas transparentes que hacían que cuando me lo ponía pareciera una ninfa, o una sirena. Me llegaba por encima de las rodillas y así también podía lucir los zapatos tan espectaculares que me había comprado a juego.

 Me puse también los pendientes que Edward me había comprado aquel fin de semana y que no me había atrevido a ponerme para ir al bufete, luego me maquillé y me sequé el pelo. Llamaron al timbre y Alice fue a abrir.

 jasper era muy puntual, pensé, al mirar el reloj de mi dormitorio. Me eché unas gotas de perfume y cogí un pañuelo y el abrigo que Edward me había regalado. Salí y vi a mi amigo, devastador con su esmoquin y el pelo peinado hacia atrás, hablando con Alice, quien al parecer se había quedado muda y estaba casi babeando. En su defensa, tengo que decir que si yo no hubiese estado tan enamorada de Edward como lo estaba, seguro que también me habría comportado como una idiota al ver a Jasper whitlock en plan Brad Pitt en Ocean´s Eleven.

—Hola, Jazz. —Él no me contestó, al parecer estaba tan absorto con Alice como ella con él—. Hola, jasper —repetí subiendo el tono de voz.

 —Ah, hola, Bella —. Reaccionó y se volvió para mirarme—. Estás preciosa, seguro que tu exprometido se pegará un tiro cuando te vea.

—Gracias, jasper, tú también estás muy guapo. Veo que has conocido a Alice.

—Sí, la señorita Brandon ha tenido la amabilidad de hacerme compañía mientras te esperaba.

 Alice se sonrojó y yo me pregunté por qué diablos nos afectaba tanto a las mujeres encontrarnos con un caballero. Sería la sorpresa, hoy en día había tan pocos…

—El coche está abajo, esperándonos —añadió Jasper. Sí, lo que yo decía, todo un caballero.

—Pues vamos. No quiero llegar tarde y que todo el mundo nos mire.

—Te mirarán de todas formas, Bella —dijo Alice, recuperando cierta normalidad—, de eso no te quepa la menor duda.

 —Ha sido un placer conocerla, señorita brandon. Volveremos a vernos pronto.

alice dijo algo tan poco elocuente como «ajá» y yo la salvé llevándome a Jasper de allí.

 —Tienes que darme el número de la señorita Brandon —fue lo primero que él me dijo al sentarnos en el coche.

 —Por supuesto, pero ¿te importaría pedírmelo? Últimamente todo el mundo me da órdenes.

 —Claro, lo siento. ¿Podrías darme el número de teléfono de la señorita Brandon, por favor? Si no me lo das, te robaré el móvil.

 —Por supuesto. ¿Ves como no ha sido tan difícil?

 —Ni te lo imaginas —se burló él—. Me alegro de que me llamases.

 —Sí, yo también. No quería ir sola a la boda.

—¿Todavía sientes algo por tu exprometido? —me preguntó. A él no le había contado toda la historia, pero sí lo suficiente como para que pudiese hacerse una idea.

—No, pero ya sabes, no quería estar en desventaja.

—No puedo creer que Edward se negase —dijo Jasper.

 —Tiene sus motivos —lo justifiqué sin darme cuenta.

 —No lo defiendas. Conozco a Ed desde hace muchos años y me cuesta creer que te deje plantada en una situación como ésta.

—¿Conoces al tío de Edward?

 —¿A Aro Cullen? Sí, por supuesto. Cuando Edward  y yo estábamos en la universidad, lo visitó allí en un par de ocasiones y luego yo fui a pasar unos días a su casa y también estaba. Casi nunca está en Londres, creo que tiene su residencia en Estados Unidos, pero hace poco coincidí con él aquí, en Inglaterra.

—Es el hermano del padre de Edward, ¿no?

Se me encogió el estómago al recordar lo que Edward me había contado acerca de su padre y de su tío.

 

—Sí, pero si no me falla la memoria, ambos eran adoptados. Los abuelos de Edward no podían tener hijos y por eso su padre y su tío se parecían tan poco. Aunque si recuerdo bien, Edward es idéntico a su padre, pero según dice mi abuela, tiene los ojos de su madre.

—¿Edward y su tío se llevan bien?

 —La verdad es que no lo sé. Nunca los he visto discutir, si es eso lo que me estás preguntando, pero en esa época era obvio que a Edward  el hombre no le gustaba demasiado. Claro que en esa época a mí tampoco me gustaba demasiado mi familia.

 —Edward  nunca habla del tema —le dije, para justificar mi curiosidad.

—Él nunca habla de casi nada —apostilló Jasper.

—¿Por qué os peleasteis?

 Cuanto más hablaba Jasper de Edward más claro me quedaba que habían tenido una buena amistad y quería saber qué los había distanciado.

—¿Por qué iba a ser? Por una mujer.

Sentí el mordisco de los celos.

—Edward y yo teníamos veinte años. A mí me gustaba una chica y creía que yo también le gustaba a ella. Sin embargo, él me dijo que la había oído decirle a sus amigas que lo único que quería de mí era mi dinero y que luego ya se divertiría en otra parte. Evidentemente, no le hice caso y me declaré a esa mujer. Ella aceptó, por supuesto. Una semana más tarde, Edward  me dijo que mi prometida se acostaba con otros hombres y que podía demostrármelo. Me habló de ciertos tatuajes que tenía Maria, así se llamaba ella, y yo le di un puñetazo. Ella vino a verme al cabo de unas horas y me dijo que Edward era un enfermo y un sádico y que la había azotado con un látigo junto con otro hombre.

¡Oh, Dios mío! Maria era una de las mujeres de aquella fiesta.

—Primero le dije que mentía, pero luego ella me enseñó la espalda y vi las marcas del látigo. Por desgracia para Maria, Edward me había dejado un dossier con fotos de ella con otros hombres, así que la eché y le dije que no quería verla más. Estuve un mes hecho un lío y cuando por fin reaccioné y quise buscar a Edward  para pedirle perdón y darle las gracias, ya no estaba, se había ido a pasar un año a Francia, o a Italia. Y supongo que, sencillamente, los dos nos hemos acostumbrado a estar enfadados.

—Tendríais que hacer las paces —le dije—. A Edward le iría bien tener un amigo.

 —No creo que le haga falta, teniéndote a ti.

—Sí que se la hace —insistí.

 —De acuerdo, si no me parte la cara cuando se entere de que te he acompañado a la boda, hablaré con él.

—Gracias. A cambio, te prometo que me aseguraré de que Alice no se deje engañar por tu deslumbrante aspecto y que te juzgue por el gran tipo que eres.

 Llegamos a la iglesia y Jasper se comportó como el acompañante perfecto; de hecho, juraría que casi todas las invitadas estuvieron tentadas de arrancarme los ojos. Vi a James junto a la que supuse que era Kate y respiré aliviada al confirmar que de verdad no sentía nada. Ni siquiera rabia. Simplemente absoluta indiferencia. Al parecer, al final en ese sentido sí que me había convertido en una mujer de mundo. Angela  y Ben pronunciaron sus votos y vi que Jasper sacaba el teléfono del bolsillo para leer un mensaje. Lo tenía en modo vibración así que nadie excepto yo se dio cuenta.

—En seguida vuelvo —me susurró al oído.

 Salió de la iglesia y yo me quedé escuchando las palabras que dedicaba a los recién casados una de las amigas de infancia de Angela. Fue un discurso muy emotivo, probablemente parecido al que Alice me leería si algún día yo llegaba a casarme. No pude evitar imaginarme vestida de novia —al fin y al cabo, hacía apenas unos meses había estado a punto de hacerlo— y con Edward  a mi lado. No, eso no iba a pasar, y más me valía asumirlo. Jasper todavía no había vuelto e, idiota de mí, me imaginé a Edward llegando a la iglesia y dándole las gracias por haberme acompañado hasta allí. Me imaginé que se despertaba en su apartamento y comprendía que conmigo no tenía que mantener las distancias. Me lo imaginé poniéndose uno de sus trajes negros a toda velocidad y subiéndose al Jaguar para ir hasta allí. Entraría en la iglesia, o quizá me esperaría fuera y me pediría perdón. Nos daríamos un beso y…

—Lo siento —se disculpó Jasper al volver. Tardé varios segundos en reaccionar y lamento decir que tuve que parpadear un par de veces para contener las lágrimas.

—¿Estás bien? —me preguntó él, mirándome confuso.

—Sí, estoy bien. Las bodas me emocionan.

—Ah, a mi madre le pasa lo mismo. Llora en todas —dijo él, aceptando mi excusa—. Lamento lo del móvil, era del trabajo.

 —Silencio, por favor —nos riñó la señora del banco de delante.

Jasper y yo sonreímos y nos disculpamos. Nos quedamos en silencio durante la última parte de la ceremonia y entonces me di cuenta de que, a pesar de que sabía muy poco acerca del hombre que tenía al lado, y él de mí, Jasper estaba dispuesto a conocerme.  Y yo no perdería nada conociéndolo a él. Oh, sabía perfectamente que no me atraía, pero como él me había dicho hacía un tiempo, me iría bien un amigo. No podía decirse que hasta el momento se me diese demasiado bien entender a los hombres. Terminó la ceremonia y Jasper y yo fuimos juntos a la recepción que ofrecían los novios en el hotel Claridge’s, uno de los más lujosos de la ciudad, y pude sentir las miradas de los distintos compañeros de trabajo que también estaban invitados a la boda fijas en mí. Jasper  fue la primera que se atrevió a acercarse a nosotros para preguntarnos si era verdad lo que estaba viendo, yo me quedé paralizada, pero por suerte, Jasper, que evidentemente la conocía de antes, reaccionó y le contestó que nos habíamos conocido en el baile del colegio de abogados. Tuvo la habilidad de contestarle sin mentirle y sin confirmarle nada. Ella enarcó una ceja y se fue tras darme un abrazo, dejándome con la horrible sensación de que sabía algo que no me estaba contando. angela fue mucho más sincera, aunque la conclusión a la que había llegado era completamente errónea (pero lógica), ya que cuando fui a felicitarla, me riñó por haberle ocultado que el señor mensajes era Jasper y luego me dijo que no lo dejase escapar y que hacíamos muy buena pareja. Si ella supiese… Desde la iglesia no veía a James por ninguna parte y me atreví a pensar que quizá él me había visto a mí y había tenido un repentino ataque de remordimiento.

O tal vez le había cogido una gastroenteritis y estaba vomitando por algún lado. O le había caído un piano encima mientras iba caminando por la calle, igual que sucede en los dibujos animados. Jasper no se apartaba de mi lado sin ser agobiante ni empalagoso; hablaba con todo el mundo y esquivaba las insinuaciones sobre si estábamos saliendo con suma maestría. Y me sonreía y me preguntaba si necesitaba algo. Si hubiese podido pedirle a mi corazón que se enamorarse de él y no de Edward, lo habría hecho. Pero yo sabía mejor que nadie que eso era imposible y la prueba de que mi corazón carecía completamente de criterio estaba acercándose hacia mí con una mujer diminuta colgada del brazo. James. Kate.

 ¿Kate? Ésta debía de medir diez centímetros menos que yo, lo que de por sí es difícil, le sobraban varios kilos y carecía completamente de glamur y de sofisticación. ¿James me había dejado a mí y ahora estaba saliendo con la hermana mayor de los pitufos? No sabía si echarme a reír o sentirme insultada. Me había imaginado a James con una mujer imponente, a lo Elle McPherson, como mínimo, doctorada en química y capaz de hablar nueve idiomas, hacer el pino y cocinar una bandeja de cupcakes al mismo tiempo.

—Hola, Bella —me saludó él cuando se detuvo delante de mí.

—Hola, James —le contesté automáticamente y vi que me miraba de un modo extraño. ¿Me estaba mirando con cariño? Ah, no, eso sí que no. —Ben me dijo que estarías aquí —prosiguió —. Kate y él son muy amigos —añadió, señalando a su acompañante.

—Sí, angela me lo dijo.

 Tenía la sensación de haber metido un pie en la dimensión desconocida.

—Me alegro de ver que estás bien, Bella —dijo James—. No sabes cuánto lamento…

 

—Yo soy Jasper, Jasper Whitlock —lo interrumpió éste y en aquel instante le habría dado un beso por haberme salvado.

Si James se disculpaba por haberme sido infiel, por haberse llevado a aquella peliroja  a casa para que lo pillase, iba a echarme a llorar.

—James Delany —dijo James al instante, estrechando la mano que Jasper le había ofrecido. Los dos se quedaron mirándose y James debió de comprender lo que Jasper le estaba diciendo, porque asintió y carraspeó nervioso—. Ella es Kate, Kate te presento a James y a Bella.

—Es un placer —repuso la joven, con las mejillas sonrojadas.

 Yo respondí lo mismo, porque una cosa era odiar e insultar a la peliroja que le había estado haciendo una mamada a james de rodillas en el suelo y otra odiar a aquella chica que parecía sacada de una academia para señoritas del siglo pasado. Y que en el fondo no me había hecho nada. La verdad es que incluso tuve ganas de llevármela a un lado y advertirle que no se fiase de James… y si eso no es raro, no sé qué lo es. james hizo las preguntas de rigor acerca de la salud de mis padres y yo se las contesté con la misma educación que emplearía con un simple conocido, no con la que tendría con mi exprometido.

Nos despedimos y ellos dos se sentaron a la mesa donde estaban los amigos del novio. Jasper y yo nos dirigimos hacia nuestro sitio y el resto de la boda transcurrió con absoluta normalidad. Disfrutamos del convite y de la compañía. Jasper era en verdad encantador y supo amenizar la velada contando historias sobre su familia, al parecer tenía unos hermanos más que peligrosos, y sobre su trabajo, una empresa especializada en gestionar derechos de autor en nuevas tecnologías (o algo así). Tenía un don innato para incluir a todo el mundo en sus conversaciones, sabía qué preguntarle a quién para que nadie se sintiese desplazado o fuera de lugar. Llegó el momento del vals y después de que Angela y Ben abriesen el baile, el resto de los invitados los acompañamos. Yo bailé con Jasper. y constaté que ni él ni yo nos sentíamos atraídos el uno por el otro. A pesar de todo lo que había sucedido, yo no podía dejar de pensar en Edward y habría dado cualquier cosa para que fuese él y no Jasper quien estuviese bailando allí conmigo. Y a Jasper probablemente le gustaría bailar con alguna de las otras invitadas a la boda, o incluso con alice, mi amiga, porque era evidente que antes habían saltado chispas entre los dos. De todos modos, era un excelente bailarín y creo que los dos lo pasamos bien intentando seguir el ritmo del foxtrot o del tango. Llegó el momento de las despedidas y, para mi sorpresa, James se acercó a decirme adiós. Creo que incluso me dio un beso en la mejilla, pero confieso que había bebido un par de copas de champán y que no lo recuerdo con exactitud. Jasper me acompañó a casa y detuvo el coche justo enfrente del portal del edificio de Alice; a esas horas de la madrugada apenas había tráfico y ningún policía cerca que pudiese multarlo.

—Gracias por acompañarme, Jasper —le dije sincera.

 

—De nada, gracias a ti por invitarme.

 —Ya, bueno, estoy segura de que habrías preferido hacer cualquier otra cosa.

—Ahora no se me ocurre ninguna —contestó con una de sus sonrisas—. James ha parecido que se alegraba de verte —señaló.

—Sí, me he dado cuenta. ¿No te parece raro?

 —No, ¿a ti sí?

—James me fue infiel y se aseguró de que yo lo pillase in fraganti. Lo orquestó todo para que lo encontrase con aquella zorra y no tuviese más remedio que romper con él y anular la boda —le expliqué furiosa. Y en ese instante comprendí que me había dolido más la mentira y la cobardía que el hecho de que me fuese infiel.

 —Todos cometemos errores, Bella. Quizá James sencillamente se equivocó y hoy al verte se ha alegrado de verdad.

—Quizá, pero ahora ya no importa. No es el hombre adecuado para mí. Y yo no soy la mujer adecuada para él —afirmé con absoluta convicción.

—¿Y Edward sí?

Tardé varios segundos en contestar:

—Todo sería más fácil si no lo fuese, pero me temo que sí.

 —Es tarde —señaló Jasper al ver probablemente que yo volvía a tener un nudo en la garganta—. Llámame si vuelves a tener una boda, o un bautizo. Con un funeral creo que ya no me atrevo—bromeó y no pude evitar darle un abrazo.

—Gracias, Jasper.

 Él me devolvió el abrazo.

 —De nada, para eso estamos los amigos. —Se apartó y me miró a los ojos—. Uno de estos días llamaré a Alice; tu compañera de piso me ha resultado de lo más fascinante. ¿Crees que podrías hablarle bien de mí? —Me guiñó un ojo.

 —No hará falta, pero lo haré. Cuídate, Jasper.

 —Y tú también, Bella.

Abrí la puerta y bajé del coche.

 —¿Qué haces el miércoles? —me preguntó cuando yo ya estaba en la acera. Lo pensé.

 —Nada.

 —Uno de mis amigos inaugura una galería de arte. Si convenzo a Alice para que me acompañe, ¿vendrás con nosotros?

—Claro —acepté gustosa. Jasper sonrió y supe que Alice no tendría la menor oportunidad de resistírsele. 

Capítulo 22: capitulo * 21 Capítulo 24: capitulo* 23

 


Capítulos

Capitulo 1: CAPITULO *1 -Royal London Hospital Capitulo 2: CAPITULO* 2 -Noventa días antes Capitulo 3: CAPITULO *3 Capitulo 4: CAPITULO* 4 Capitulo 5: CAPITULO*5 Capitulo 6: CAPITULO *6 Capitulo 7: CAPITULO*7 Capitulo 8: CAPITULO -8 Royal London Hospital Capitulo 9: capitulo * 9 Capitulo 10: CAPITULO * 10 Capitulo 11: CAPITULO *11 Capitulo 12: CAPITULO * 12 Capitulo 13: CAOITULO *13 Capitulo 14: capitulo *14 Capitulo 15: CAPITULO *15 Capitulo 16: capitulo *16 Capitulo 17: AVISO (NUEVO FAN FINC EN PROCESO) Capitulo 18: capitulo *17 Capitulo 19: capitulo *18 Capitulo 20: capitulo *19 Capitulo 21: capitulo * 20 Capitulo 22: capitulo * 21 Capitulo 23: capitulo * 22 Capitulo 24: capitulo* 23 Capitulo 25: capitulo *24 Capitulo 26: CAPITULO *25 Capitulo 27: CAPITULO * 26 Capitulo 28: capitulo * 27 Capitulo 29: CAPITULO*28 "LA CINTA" EPOV Capitulo 30: CAPITULO *29 EPOV Capitulo 31: CAPITULO* 30 EPOV Capitulo 32: capitulo*31 EPOV Capitulo 33: capitulo*32 EPOV Capitulo 34: capitulo *33 EPOV Capitulo 35: CAPITULO*34 "TODOS LOS DIAS" Capitulo 36: CAPITULO *35 Capitulo 37: CAPITULO*36 Capitulo 38: CAPITULO*37 Capitulo 39: CAPITULO*38 Capitulo 40: CAPITULO*39 Capitulo 41: capitulo*40 Capitulo 42: capitulo *41 Capitulo 43: CAPITULO*42 Capitulo 44: CAPITULO*43 Capitulo 45: capitulo*44 Capitulo 46: capitulo*45 Capitulo 47: capitulo*46 Capitulo 48: capitulo*47 Capitulo 49: capitulo *48 Capitulo 50: CAPITULO *49 Capitulo 51: capitulo *50 Capitulo 52: capítulo*51 Capitulo 53: capitulo /52 Capitulo 54: capitulo 53 Capitulo 55: capitulo *54 Capitulo 56: capitulo 55**sin fin** Capitulo 57: capitulo *56 Capitulo 58: capitulo *57 Capitulo 59: CAPITULO*58 Capitulo 60: CAPITULO*59 Capitulo 61: capitulo *60"evitando lo obio" PV ALICE Capitulo 62: PV jASPER Capitulo 63: Capitulo 62 Capitulo 64: CAPITULO 63 Capitulo 65: epilogo1

 


 
14439473 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios