Sufrir, Vivir, Amar (+18)

Autor: Maricoles
Género: Romance
Fecha Creación: 07/05/2012
Fecha Actualización: 08/10/2013
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 76
Visitas: 112306
Capítulos: 33

La vida de Bella ha sido muy dura, su madre la abandono siendo muy pequeña, su padre la ignoro, su mejor amiga la traiciono y la entrego a su novio para que abusara de ella.. como enfrenta Bella la vida después de esto.
¿Será que Bella si permitirá que el amor de Edward tenga cabida en su corazón?

+18

SUFRIR, VIVIR Y AMAR

INTRODUCCIÓN

Soy Isabella Swan una chica común y corriente, Victoria es mi mejor amiga, prácticamente mi hermana. Mi madre nos dejó a mi papá y a mi hace muchos años, por el papá de Victoria, Phil. Desde que mamá se fue la mamá de Victoria pasó a ser una segunda madre para mí. Es muy irónica la vida, la mujer que ha cuidado de mi es la mujer a la que mi madre le quito el marido. Su nombre es Lilly, ella es una mujer hermosa y muy buena.

Victoria y yo somos como hermanas, solo que Victoria es alta, pelirroja y bastante atractiva, sus son ojos azules como los de su padre; yo soy todo lo contrario, soy bajita, mi cabello y ojos son de color chocolate, herencia de mi papá. Mucha gente no entiende nuestra amistad, pero cuando mamá nos dejo Lilly habló con Charlie, mi papá, y ella se ofreció a ayudarle, cuidando de mi.

 

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Capítulo 11: Capitulo 9. Pactando

Disclamer: Los personajes no me pertenecen son de la gran SM yo solo los uso para contarles las locuras que pasan por mi cabeza.

Como en cada capitulo agradezco a Eve por todo. 

Espero disfruten el capitulo.


Capitulo 9.

Pactando

"Muchas veces no conseguir lo que deseas es un golpe de suerte" Dalai Lama

El tiempo paso volando, a las seis con cuarenta y cinco me dijo Masen:

—Abogada deje eso, nos espera una larga cena de celebración—.

—Sí, claro –el momento de la verdad se acerca y yo me siento cada minuto más nerviosa. No era sería sencillo contarle todo. No era nada mas oye quiero cheesecake de postre, por cierto me violaron. ¡Rayos! que debía decirle. Además moría de miedo, no sabía cómo reaccionaría.

Todo el camino fui pensando cómo hacerle la propuesta pero sobre todo como contarle lo de mi violación.

—Abogada la siento demasiado callada. ¿Está nerviosa? No me imagino que clase de propuesta me vas a hacer, pero espero que sea una indecorosa, demasiado indecorosa—.

No pude hablar, solo intenté sonreír.

— ¿Estás segura de que te sientes bien? Te noto algo rara—.

Como pude intenté hablar. Mi voz salió ronca.

—No, estoy bien, solo algo nerviosa, lo que tengo que contarte es...

—Déjalo en un momento me lo dices –me dijo agarrando mi mano, sentí ternura en su agarre no lujuria, ni nada más, solo ternura, creo que ya estoy alucinando, la falta de sexo y el hambre no son buena combinación.

Llegamos al restaurante luego de unos minutos.

—Buenas noches ¿tienes reservación? — Le dijo la hostess a Masen.

—Si a nombre de Masen —.

—Lo siento, no tengo ninguna a ese nombre, pero si quieres puedo conseguirte algo—. Dijo la descarada, dándole una mirada demasiado sugerente.

—La reservación está a nombre de Swan –le dije a la chica haciéndome notar—. Está bien que no soy alta, ni rubia, ni tengo ojos de color pero creo que soy lo suficientemente atractiva como para dejar que la tipa me quite a mi rascador.

—Claro es por aquí—, nos dijo mientras seguía tragándose a Masen con los ojos. Nos llevó por entre varias mesas, él tomo mi mano para que fuera junto a él. Yo solo quería soltarme de su agarre, me hacía sentir ansiosa.

Abrió una puerta y llegamos a un salón privado. Masen se acercó por detrás y me dijo:

—Privado Swan—.

El sentirlo detrás de mi me hizo sentir algo insegura, por lo que me separé rápido de él.

Edward sacó mi silla y me senté. Él se sentó en su lugar. Estiré un poco mi mano y comencé a jugar con un pequeño salero.

—En seguida viene mi compañera a tomarles la orden mientras puedo ofrecerles algo ¿un aperitivo? ¿Vino? —.

—Sí, de hecho vino estaría bien –dijo el idiota de Masen.

— ¿Tinto o blanco?

— ¿qué? –yo todavía seguía jugando con el salero.

—El vino Swan, me asustas nunca te había visto tan distraída—.

—Tinto, me gusta más el tinto—. Dije tratando de organizar mis ideas.

—Tráenos un buen Cabernet Sauvignon—.

—En seguida está con ustedes—.

La chica salió. Y nos quedamos solos, la tensión era más que evidente. Los dos callados solo mirándonos. Observándonos y sintiéndonos sin tocarnos. Cuando la puerta se abrió yo salté de la silla.

—Perdón no quería asustarlos –dijo la mesera reprimiendo una sonrisa. —Soy Tiffany, será un gusto ser su mesera esta noche—. Se acercó a la mesa, me dio la espalda ignorándome olímpicamente.

—Señor, este vino es de lo mejor que tenemos, abrió el vino, lo dejó respirar un momento y le sirvió a Edward—.

—Está bien, gracias —le dijo con su sonrisa. Apuesto diez dólares que la tipa está igual de mojada que yo. Isabella cálmate un poco necesitas estar enfocada.

Le dejó la carta a Masen, luego me dio la mía sin siquiera voltear a verme.

—Regreso en unos minutos—.

Cuando salió vi que la copa de Masen estaba llena. Él tomó mi copa y la llenó.

—Entonces, brindemos por este par de abogados que acaban de meterse un muy buen contrato—.

—Sí, salud por eso—.

Casi vacié la copa de vino, él la volvió a llenar en seguida.

—Gracias—. Le dije tomando otro poco.

Tomé la carta y empecé a leer, pero no sabía ni que pedir, yo más que hambre tenía otra necesidad que atender.

¿Qué pediré? ¿Pasta?, ¿espagueti? ¿Fusilli? ¿penne? no pude reprimir una sonrisa exactamente lo que quería pero de otro tipo, ¿carne? no tengo ganas ¿lasagna? tal vez, ¿ravioles? si, ravioles. O mejor lasagna.

Él también estaba concentrado en la carta o al menos eso parecía. Entró otra vez la mesera. Se acercó a él y le dijo:

—Ya sabes que vas a pedir —. Le dijo ella creyéndose muy sensual.

—Toma primero la orden de Isabella—. Dijo mirándome.

Me miró la chica y casi me hizo sentir poquita cosa.

— ¿Qué vas a querer? –me dijo algo ruda.

¿Qué iba a pedir? Lasagna o ravioles, ni siquiera lo había pensado bien del todo.

— ¿Ravioles mixtos en salsa de queso?—. Le dije mas como pregunta que como pedido. Lo anotó y volvió a concentrar toda su atención en Masen.

—Y tú ¿ya sabes que es lo que quieres?—. Le dijo una vez más.

—Si espagueti al pesto… y otra botella de vino.

— ¿Algo más que necesites? –le dijo moviéndose algo sexy, bueno muy sexy.

—No, gracias estamos bien –. Le dijo enfadado.

Cuando regresó la chica venía con una especie de carrito, en el cual venía la comida. Primero le dio a él la comida y después a mí; yo estaba debatiéndome entre comer o salir corriendo.

Comimos en un silencio bastante inusual entre nosotros. Casi cuando acabábamos regreso la mesera.

— ¿Desean algo de postre? —. Le dijo a Edward.

—A ti no –dije lo más bajo que pude. Pero creo que no lo suficiente.

Edward no pudo soportar la risa y se carcajeó.

—Yo solo café –le dijo cuando se calmó.

—Yo quiero el mousse de chocolate y un café –le dije y me miró como si quisiera matarme.

—En seguida, se los traigo.

— ¿Sabes que no debes de hacer enojar a una mesera? trae tu comida y pueden que le eche algo.

—Sí, pero no pensé, solo lo dije —.

—Entonces Isabella ¿por qué tan callada? ¿Qué quieres proponerme?

—Masen…

—Dime Edward—.

—Edward, te acuerdas del trato que hicimos. Yo te contaba cómo me embaracé de Ethan y tú me contabas porque te cambiaste el nombre —.

—Sí, lo recuerdo ¿para eso nos reunimos hoy? –, me dijo algo desilusionado.

—Algo así ¿qué tanto sabes de mí? –le dije inquieta.

— ¿De ti? –Me miró confundido. —Que tienes un hijo que me cae muy bien, eres amiga de Rose, del "perro", de Ben, de su esposa, de otra chica y que conoces a mi familia porque mi mamá fue tu terapeuta. Que Emmett es tu admirador numero uno. Que eres muy buena abogada pero nada más.

—Ok, ¿sabes por qué iba a terapia?—.

—No, no le pregunto esas cosas a mi mamá —. Me dijo como si fuera obvio.

—Bueno mira, necesito que me escuches y no me interrumpas —.

—Está bien —. Contestó intrigado.

—En serio, no me interrumpas hasta que acabe—. Inhalé profundamente y comencé.

—Hace un poco más de dos años fui violada—, lo dije sentí que una opresión de mi pecho se retiraba. —De esa violación nació Ethan –, noté que sus manos se cerraban en un puño. —Esa es la razón por la que fui a terapia con tu mamá —.

Edward iba a decirme algo, su cara estaba tensa y sus manos seguían en puños. —No, espera déjame terminar, desde que paso la violación yo… ningún hombre… – ¿cómo se lo decía?

—Nadie había podido despertar ningún tipo de… sensación en mi, cuando te conocí en el juicio de Smith, yo me sentí atraída por ti, mucho, traté de no pensar mucho en eso –. Edward no se movía, tenía los ojos muy abiertos. –Después cuando pasó lo de la fusión nos tocó trabajar juntos –. ¡Ay voy derechito al matadero!

—La atracción se fue haciendo más fuerte y yo quería, no, quiero proponerte que nos rasquemos juntos, solo te pido un poco de paciencia, nada de compromisos solo ser colegas con beneficios, terminé ¿aceptas?—. ¡Ya lo dije!

Pasaron unos segundos que a mí me parecieron horas.

— ¡Habla! –parecía estar en shock.

—Wow. No puedes soltarme tanta información así de golpe, tengo que digerirla, entonces después de lo que te pasó tú… ¿nunca has tenido sexo?—.

—No —.

—Pero ¿eras virgen antes de eso?—.

—Nop, pero eso que…

—No, ahora espérame tú a mí —. Me dijo mientras tomaba mi mano con la suya y una maldita corriente eléctrica llevaba descargas directas a mi clítoris.

—Eres una mujer muy valiente, nunca imaginé que tú hubieras pasado por algo tan fuerte, entonces Ethan… atraparon al hombre que…

—No, él huyó, mató a su compañera —, Victoria –ella fue mi amiga y él cuando escuchó que la policía llegaba huyó—.

Se quedó pensando algo y habló:

—Ok, ahora cambiando de tema, en serio ¿solo yo te excito?—.

—¿Qué? ¿quieres una placa o un diploma? Si, más… Edward y ¡que! ¿Qué no estás acostumbrado a ir excitando mujeres por dónde vas pasando? Todo mundo sabe que eres un mujeriego, solo te pido que me ayudes a quitarme la comezón, si no puedes, total ya encontraré a otro —. Le dije algo desesperada, me sentía incomoda.

—Espérate ¿quién te dijo que no te iba a ayudar? a mí también me gustaste desde ese juicio, pero como siempre estabas tan a la defensiva y como cuando te invité a salir te negaste, pensé que perdía el tiempo, yo no ando detrás de las mujeres, ellas solitas vienen a mí. ¿Ok? Ahora yo voy a contarte porque me cambié el apellido. Quedamos en un trato y yo cumplo mis tratos. ¿Cuál es el nombre completo del despacho Isabella? —.

—MVC & Asociados, pero ¿qué tiene que ver? —.

—Meyer, Cullen, Vulturi y Asociados —. Le contesté y él me miró como si la respuesta estuviera implícita en lo que decía, pero yo no acaba de entender.

—Meyer –repitió él, –Cullen –dijo más lentamente. —Isabella, Cullen, yo soy Cullen.

Yo realmente no acaba de entender, mi cerebro se había quedado algo lento después de tanta presión.

—OK, te explico, mi abuelo fue el socio fundador junto con el padre de Aro y el padre de Sam. Solo que mi padre no quiso ser abogado, eso hizo que mi padre y mi abuelo estuvieran algo distanciados por un tiempo, luego cuando yo quise ser abogado mi abuelo inmediatamente me ofreció el despacho para que trabajara desde que inicié a estudiar, me dijo que eso me daría ventaja sobre otros ya que llevaría la practica a la par con la teoría. A mí me encantó la idea, pero a muchos no, la gente me veía como un recomendado o un "enchufado" como dicen en España, así que decidí cambiarme el nombre para que la gente se fijara en lo que hago y no creyera que estaba ahí porque mi abuelo me había metido. Y casi funcionó, pocos saben quién soy, de hecho no quiero ocupar mi verdadero lugar en el despacho hasta que no me lo gane—, suspiró un poco y continuó.

—Cuando mi abuelo murió me dejó la parte de sus acciones y su lugar en el consejo y todo lo que conlleva, es decir, yo soy parte de la junta directiva —.

Wow, Masen me acababa de decir que era mi jefe y yo cinco minutos antes le propuse ser colegas con beneficios.

—Masen olvida lo que te propuse, has de cuenta que nunca hablé. Que nunca te dije nada—. Estaba realmente apenada.

—No puedo, aunque quisiera no puedo, la verdad yo… me siento muy atraído hacia ti. Además no quiero que cambie la manera en que nos tratamos ¡Por favor! precisamente por eso me cambié el nombre para que nadie me tratará diferente, no lo hagas tú —. Él me estaba pidiendo que no lo tratara diferente.

La puerta se abrió otra vez y entonces fui consciente de que estábamos los dos inclinados, uno frente el otro con las manos entrelazadas. La mesera pidió permiso y dejó los cafés y mi mousse de chocolate.

Le di una buena revisada a mi mousse antes de comenzar a comerlo, no quería encontrarme con algo desagradable.

—Ok. Prometo no decir nada, ni tratarte diferente, pero ¿por qué Emmet y tú no se llevan? ¿Qué pasó? En realidad los dos son buenos tipos —. Él me miró como sopesando la situación.

—Te lo diré. Cuando yo recién entré a la universidad pasaba mucho tiempo en casa de mis abuelo o en el despacho, mi abuela Maureen tenía Alzheimer, ella solía confundirme con mi padre porque nos parecemos mucho, un día que llegué a casa de mi abuelo ella pensó que era mi padre y me dijo que no me casará con esa mujerzuela que estaba seguro que uno de los niños no era mío, que si ya eran amantes para que se casaban —.

—Me quedé con esa duda y comencé a recordar un poco a Emmet, a él siempre lo trato mi padre mejor o eso sentía yo, siempre lo presumía con sus amigos, miren Emmet compuso el carro, o miren Emmet armó un coche —. Manoteaba mientras hablaba y en su voz había un dejo de tristeza.

—Y cosas así entonces yo… no me juzgues ¿ok? en serio en su momento pensé… Que yo no era hijo de Esme o de Carlisle —.

— ¿En serio? pero eres idéntico a Carlisle, bueno no igual pero si muy parecido —.

—Sí, pero estaba pasando por una mala racha, como te dije empezaba a trabajar en el despacho y todos me creían un recomendado, sentía que aunque amaba el derecho no era lo que yo esperaba. Ok. Viene la parte difícil, Emmet tenía una novia muy guapa, se llamaba Samantha, a mi me encantaba, era súper guapa; un día nos encontramos en una fiesta y ella comenzó a platicar conmigo me dijo que no estaba segura de lo que sentía por Emmet, que creía que el amor entre ellos se había acabado y quien sabe que tantas cosas más, yo ingenuamente le creí —. Él me miró de reojo y yo lo animé a continuar asintiendo con la cabeza.

—Todos dan por hecho que yo tenía muchísima experiencia, pero la verdad es que en ese entonces no tenía casi nada de experiencia, porque aunque me las daba de muy experimentado solo había tenido una novia en el High School. Jessica era muy linda y la quise mucho pero al acabar el High School terminamos, los noviazgos a distancia nunca funcionan y solo me había acostado con ella y como no había estado con nadie más porque estuve locamente enamorado de ella desde quinto año. En Fin Samantha me dijo que empezáramos algo pero sin decirle a Emmet porque lo heriríamos, lastimaríamos sus sentimientos ¡ja! ella solo quería ver que Cullen tenía más futuro. Cuando Emmet puso su taller ella me dejó. Yo estaba dolido y en una comida familiar le reclamé a Emmet por quitarme a mi chica, mamá y papá intervinieron y todo empeoró, yo estaba bebido, muy bebido y les reclamé y les dije que total uno de nosotros no era hijo de uno de ellos, que la abuela Maureen me lo había dicho.

No me juzgues no pongas esa cara, en serio lo creía, no tenía mucha confianza en mí, bueno continuo, pero como lo acordamos Isabella, nada debe de salir de aquí.

Mamá comenzó a llorar, papá la abrazó y yo me quedé como idiota, Emmet me dio un puñetazo y luego encaró a mis padres y les pidió que no dijeran la verdad.

Mamá dijo que lo haría cuando estuviéramos menos alterados y solo nosotros cuatro. Después de varios cafés ya solos en nuestra casa mamá nos contó su historia.

Ella vivía con la Abuela Elizabeth en un pueblito, el abuelo ya había muerto y ella tenía 15 años, estaba perdidamente enamorada de su novio, pero su mejor amiga una tipa sin escrúpulos se lo quitó, ella estaba demasiado triste, la abuela le propuso vender todo y comenzar de nuevo en otro lugar, tomaron un mapa y lo pusieron en la pared tiraron dardos hasta que diera en algún lugar del mapa el primer lugar que dieron fue Nueva York, ellas viajaron a Nueva York y comenzaron una nueva vida; pero apareció un pequeño e inesperado problemita —. Me dijo sonriendo. —Mamá estaba embarazada, la abuela le dio dinero para que regresara y le dijera a su ex novio, pero cuando ella llegó al pueblo la interceptó su supuesta amiga y la amenazó con vengarse de ella, la amiga no sabía que estaba embarazada así que mamá decidió regresar a NY. Olvidarse de ese lugar e iniciar desde cero, ella, la abuela y su hijo. Cuando Emmet nació la abuela Elizabeth lo cuidaba mientras mamá estudiaba, vivían de la pensión del abuelo que era bastante buena; un día Emmet enfermó y llegaron a urgencia, conoció a Carlisle y ya te imaginaras el resto de la historia. Después de conocer la verdad la relación entre Emmet y yo ya no volvió a ser la misma, pero no por ser medios hermanos porque para mí es mi hermano y punto.

El problema es que al otro día confrontó a Samantha y ella le dijo que yo la acosaba que la obligaba a acostarse conmigo, no sé si le creyó del todo pero nunca más pudimos estar juntos sin agredirnos. Bueno abogada esa es mi historia—.

Yo estaba como cuando acabas de ver una película muy buena, pero no sabes cómo expresar lo que sientes.

—Wow, todo es...

—Como una novela rosa, o al menos eso dice mamá, sabes hace poco Emmet conoció a su padre biológico, yo no lo conozco, pero sé que se la lleva bien con él. No le digas que te conté, sería algo incomodo.

—No te preocupes. Y en serio gracias por la confianza –le dije tomando su mano y la chispa de que veces volvió a sentirse.

Los dos retiramos nuestras manos inmediatamente.

—Entonces licenciada ya que nos sinceramos que le parece seguir con el tema inicial, creo que ya tuvimos suficiente dosis de melancolía y dolor por este rato —.

—Cierto, pero debemos poner varias reglas –le dije.

— ¿Cómo cuales? –me dijo curioso.

—Será solo sexo y fuera de la oficina, nadie debe de saber que tú y yo tenemos alguna clase de contacto extraoficial, ya es suficiente con que digan que soy la nueva preferida de Aro. Como para que me quieran acusar de ser la amante de media mesa directiva —.

—Isabella ¿en qué quedamos? así como tú no quieres que nadie sepa yo tampoco —.

—Solo te molestaré en privado, no te preocupes —le dije bromeando. —Y sobre todo no quiero que… – ¿cómo se lo decía? —No te acuestes con nadie más que conmigo cuando vayamos a estar juntos ¿si me entiendes?—.

—Ok, acepto tus reglas ¿alguna otra cosa?—.

—No, creo que es todo —.

—Entonces… ¿te parece bien que empecemos? —.

— ¿Empezar qué? –pensé.

Él me miró raro y me preguntó:

— ¿Tú vives con Rose y alguien más no? —.

—Sí, pero eso que…

—Tranquila —, tocó una especie de timbre y la mesera regresó.

—Serías tan amable de traernos la cuenta —.

—Claro que si ¿su pago seria en efectivo o con tarjeta? —.

—Tarjeta por favor —.

—Claro, en un momento regreso —. La chica volvió a salir y volvimos a quedarnos mudos.

—Isabella ¿todavía estás segura que quieres intentarlo conmigo? —.

Me quedé callada pensando ¿realmente esto era lo que quería? y si era lo que quería. Quería recuperar esa parte de mí, volver a sentirme mujer por así decirlo, reencontrarme con esa parte de mí que había desaparecido.

—Si, al menos quiero intentarlo ¿me prometes que si no puedo no me vas a obligar?—.

—Isabella me ofendes ¿qué clase de hombre crees que soy? —, me dijo realmente ofendido.

No alcancé a replicar porque la mesera volvió a interrumpirnos.

—Buenas noches, su cuenta —. Dijo pasándome una carpeta negra.

Edward prácticamente me la arrebató de las manos.

—Te dije que yo te invitaba —, miró el ticket dentro y le dio la tarjeta a la señorita.

— ¿Disculpa serias tan amable de hablarle al capitán de meseros? quiero felicitarlo por el excelente trabajo que hacen aquí —.

—Claro que sí señor, en seguida viene —.

Casi que enseguida entró un señor gordito chaparrito, juro que era idéntico a Private, el pingüino de Madagascar, mordía mi labio para no reírme hasta caminaba como pingüino…

—Buenas noches Morís, quisiera que le llamaras la atención a la mesera que nos atendió, la chica fue demasiado atenta conmigo y demasiado grosera con mi novia –momento dijo novia –no me gustaría que perdiera el trabajo, pero me parece muy mal el trato hacia ambos ya que a mí no dejo de insinuárseme. Y mire que eso es el colmo ¡en frente de mi novia! me dejó su teléfono en un papel –. Le dijo mostrándole un pedazo de papel.

¿A qué horas le dio el papel?

—No se preocupe señor Cullen, usted y su familia son clientes distinguidos de este establecimiento, la cuenta corre por la casa…

—No, no quiero que me regale la cena, simplemente quiero que le diga a la chica cual es su lugar.

La mesera iba entrando y el capitán le quitó la carpeta.

—Señor Cullen su tarjeta y nuestras más sinceras disculpas. Con permiso —, y se llevó a la chica del brazo.

—Edward ¿no crees que fuiste algo payaso? —.

—No Bella, la chica se fue muy grosera contigo, no tenía porque serlo, no importa que seas de mi… espero que no te molestara que dijera que eras mi novia —.

—No te niego que me saco de onda pero no, no me molesto, no es cierto de todos modos y eso los dos lo sabemos.

Salimos del restaurante y me dijo:

—Entonces ¿mi departamento? —.

Respiré profundo y saqué el aire de golpe.

—Sí, vamos le dije —.

Llegamos a su coche, me abrió la puerta del copiloto y subí. Me gustaba su carro.

—Masen…

—Edward…

—Ok. Edward ¿qué es tu coche negro? —.

— ¿Qué es mi coche?—.

—Sí. ¿Qué tipo? ya sabes un mercedes, un Toyota…

Edward se rió un poco.

— ¿Qué tipo? ¿Qué marca sería es lo correcto? Es un BMW M3 convertible ¿Por qué la pregunta?—.

—Me gusta tu coche pero me gusta más este gris. ¿Este qué es? —. Edward no dejó de sonreír.

—Es un Volvo C30 y me encanta, es muy seguro.

—Esta mono, si pudiera comprarme un coche sería algo así.

— ¿Sabes manejar Swan? ¿O solo hablas por hablar?

—En teoría, aprendí en High School, en Forks a veces papá me prestaba una vieja camioneta que tenía para ir a trabajar.

—O sea que te falta práctica, como todo lo que bien se aprende no se olvida –me dijo y yo sabía que no solo hablaba de manejar. —Solo se necesita volver a practicar, si quieres también te puedo ayudar en eso —.

—Masen –le grité y le di un bolsazo.

— ¡Oye Swan! ¿Qué tienes en el bolso? ¡Piedras! —. Dijo sobándose el brazo.

De repente llegamos a una zona bonita cerca de la casa de Esme o al menos eso creía yo, la ubicación espacial no era mi fuerte. Apretó un botón y una cochera se abrió de un edificio algo industrial.

— ¿Aquí vives? nunca me imaginé algo así.

— ¿Dónde creías que vivía?

—Ok. No te rías ¿en la torre Trump o algo así? ya sabes en un edificio súper sofisticado —.

—Es que todavía no lo has visto por dentro —, dijo mientras se bajaba del coche. Yo me bajé antes de que llegara a mi puerta.

—Swan, no permites que uno sea un caballero contigo —.

—Eso de abrir la puerta no sientes que es anticuado, es como si yo no pudiera hacerlo, no sé… no me gusta —.

—Por acá —. Me dijo mientras señalaba un elevador de carga.

—Siempre quise usar uno de estos. Desde que vi una película donde el protagonista vivía en un lugar así —.

—Cuando quieras —. Me dijo. —Disculpa si está algo tirado, no esperaba visitas —. Cuando dijo eso me imagine el cuarto de cualquier adolescente sin pies ni cabeza. O algo parecido al mío.

Entramos al elevador después de que él lo abriera, era un poco más ruidoso que uno normal. No subimos mucho de hecho solo un piso.

—Masen para un piso usamos el elevador ¡que flojo!

—Digamos que quise cumplirte la fantasía del elevador —. Me dijo y yo sentí que los colores se subían a mi rostro.

—No seas mal pensada Swan, esa te la cumplo otro día, estoy hablando de usar un elevador de carga —.

—Lo sé, quien dijo que pensé en otra cosa —.

—Tu cara te delata, es algo que me encanta de ti, en la vida real tu cara refleja absolutamente todo pero cuando pones ON en el modo abogada es difícil saber qué estás pensando. En la corte es como si fueras otra persona —.

— ¿En serio? Nadie me había dicho eso antes —.

—Porque nadie te conoce como yo —. Me dijo mientras me daba el pase a su casa.

Encendió la luz y era un lugar muy bonito, sin paredes.

—Es hermoso, es enorme —.

—Si Esme y Carlisle me lo regalaron cuando me titulé —.

—Este lugar en el día debe de ser impresionante —, le dije señalando unas grandes ventanas que estaban por encima de lo que sería el primer piso. —Con toda la luz que debe de entrar—.

—Esme lo decoró ¿quieres algo de tomar? ¿Cerveza? ¿Vino? ¿Agua? ¿Coca cola?—. Me dijo mientras dejaba el saco y la corbata en un sillón.

—Una coca cola está bien —. No necesitaba más alcohol en mi sistema.

—Ok. Vamos a hacerlo así, voy a empezar a tocarte —, me dijo mientras me daba la coca cola. —Si te molesta o te sientes incomoda solo dime que pare y lo haré ¿Está bien?—.

—Sí, me parece bien —. Tomé un trago de mi refresco.

Él comenzó a quitarme el saco y a besarme el cuello. Mis sentidos empezaron a alertarse, la sensación que iban dejando sus besos no era desagradable.

Comenzó a besarme la boca primero despacio, poco a poco fue subiendo de intensidad, abrí mi boca y nuestras lenguas empezaron una danza salvaje, una pelea en la que ninguno era el vencedor. Llevé mis manos a su pecho y comencé a desabrochar su camisa, mientras el intentaba sacar la mía. Parecíamos más dos adolescentes y no adultos teniendo sexo.

Pero de repente el toco mi seno y me quedé congelada ¿Realmente esto era lo que quería?

No me sentía incomoda, pero algo no me dejaba avanzar.

— ¿Estás bien?—. Me dijo en cuanto me sintió tensa.

—Creo que sí… no sé. Podemos ir a tu habitación. Tal vez porque estamos en la sala —, arrugué la frente. —La violación fue en la sala del departamento donde vivíamos —.

Tomó mi mano y me guió por unas escaleras de metal hasta la planta superior.

Me senté en la cama y aunque moría de ganas de tener sexo con él, también moría de miedo, estaba llena de sentimientos confusos.

— ¿Estás segura? ¿Podemos intentarlo en otro momento? —. Me dijo acercándose a donde estaba.

Empecé a ver a mi alrededor no era nada de lo que esperaba. Había una cama de madera, negra, con una colcha de colores neutros ¡oh, sí! increíblemente la cama estaba tendida, yo odiaba tender la cama, en otro lado había un sillón que tenía dos o tres camisas encima, un par de zapatos fuera de su lugar y ese era todo el tiradero.

—Masen que exagerado eres, no tienes tan tirada tu casa. Deberías de ver mi recamara los viernes en la noche, eso sí es un tiradero —. Me dejé caer en la cama y él se sentó al lado de mí.

—En serio ¿Eres desordenada?

—Sí, siempre me están peleando porque tengo que ser más ordenada y en serio trato pero no puedo. Odio tender la cama, es horrible porque hay que tenderla si la vamos a usar en un rato.

—Yo no puedo dormir en una cama sin tender, siento que está usada… no sé —, se recostó como estaba yo con los pies colgando. —A ver Swan dime ¿cuál es tu color favorito?—.

—No tengo uno, solo hay veces que amo el rosa, después el café, me encanta el azul, el amarillo, el naranja. Me gustan todos los colores, aunque el blanco en este momento no es uno de mis favoritos.

— ¿Por qué? —. Me dijo curioso.

—Ethan –le dije alzando un poco la cara –está en la etapa de que todo lo agarra con las manos, lo prueba y me ensucia. Apenas hace unos días a Alice la llenó de papilla de chícharo, fue genial.

— ¿Quién es Alice? –me preguntó.

—Es la otra chica con la que vivimos, ella es manager en una cadena de boutiques, es un duende disfrazado de hada, yo creo que tú le caerías bien, porque te vistes demasiado bien. No sabes cómo peleaba conmigo hace unos años, yo soy feliz en jeans y tenis pero ella no lo entiende, todavía de vez en cuando me pongo unos jeans viejos y mi tenis converses y me siento feliz —.

—Pero a mí me encanta como te vistes para la oficina —.

—Intenta estar todo el día en esos zapatos, si por ella fuera usaría solo tacones altos, yo me las arreglo para cambiarme los zapatos un rato en la oficina —.

—Sí, me he dado cuenta ¿cuánto mides? cuando te pones los zapatos bajitos creo que con trabajos me llegas al hombro.

—Mido uno sesenta y cinco —. Le dije mintiéndole, pues mido uno sesenta.

—No enserio, párate Swan —me dijo parándose y de un jalón me paró.

— ¡Oye estaba muy cómoda! —.

—Quítate los tacones—. Me ordenó y yo lo obedecí. Me llevó hasta su closet, ahí había un espejo muy grande me puso frente a este y me dijo:

—Sin trampas Swan —. Se puso de espaldas a mí.

—No Swan, cuando mucho mides uno sesenta pero no pasa de eso, yo mido uno ochenta cinco y tú apenas me llegas al hombro —.

—Está bien, mido uno sesenta, déjame soñar con mis cinco centímetros más —. Le dije entre risas. —Tu closet sería un sueño para Alice, es enorme, me gusta —. Le dije observando a mí alrededor, todo estaba perfectamente ordenado. Por color, por tipo de prenda, por telas. —Volvamos a la cama, me gustó tu cama —. Le dije mientras salía del closet y me acostaba en la cama.

—Ok —, me dijo el imitándome. —Entonces sigamos ¿por qué el nombre de Ethan? —.

—Eso es fácil, por Ethan Hawke, me encanta ese actor y porque gano ese nombre, todos votamos, hasta Esme, bueno todos por así decirlo, solo éramos Rose, Alice, Jake, Ben, Ángela, mi papá y Esme —.

— ¿En serio? por eso Ethan. Pensé que era por un novio que tuviste o el protagonista de algún libro… no sé —. No pude evitar reírme.

—El único novio que he tenido ha sido Jake. Y apenas duramos un año —.

—Cuando dices Jake ¿hablas de el perro de Black? —.

—Sí, hablo de él, era mi novio cuando pasó todo —.

—Te voy a hacer una pregunta si te parece incomoda no me contestes. ¿Cómo fue? No quiero que me cuentes que te hizo ¿pero por qué en la sala de tu casa? ¿Entraron a asaltar? y después… o ¿cómo? —.

—Ok. Tú me contaste lo de Emmett y no estaba en el trato, yo te voy a contar de Victoria —. Me acomodé un poco en la cama, tomé otro cojín y me lo puse en la cabeza.

—Victoria y yo crecimos juntas, mi madre se fue con su padre y su mamá me crío, Charlie, mi papá, él no sabía qué hacer conmigo y estaba dolido, así que se concentró en su dolor y se olvidó de mi, entonces Lilly, la mamá de Victoria me cuidó, yo quería a Victoria como una hermana pero ella a mi creo que nunca me quiso, te voy a resumir a grandes rasgos, nos separamos cuando acabamos High School, yo vine para acá y ella se quedó en Forks con su novio, no sé cómo llegó aquí y me llamó de un hospital, yo la recibí con los brazos abiertos pero ella consumía drogas y de repente apareció el novio de nuevo, ella me golpeó una noche con una botella y se largó, pasó un tiempo y un día se apareció en el departamento con su novio, más bien su esposo, pero esa ya no era mi amiga, era como ver un esqueleto viviente, ella me golpeó y me amarró para que su esposo me violara, me gritó que me odiaba y varias cosas más, intentó dispararme y casi me escapo, pero su esposo me atrapó y la mató a ella, alguien escuchó los disparos y llamó a la policía, él huyó —.

Nos quedamos callados, una lágrima recorrió mi mejilla.

—Perdón, no quería lastimarte —. Me dijo tocando mi mejilla y limpiando mis lágrimas.

—No ahora ya lo puedo contar, la primera vez que llegué con tu mamá, no podía ni hablarlo, me dolía demasiado.

— ¿Y del tipo? —, me dijo endureciendo la voz — ¿no se sabe nada?—.

—No, es como si se lo hubiera comido la tierra, mi papá es policía, es el jefe de policía en Forks. Y él se encarga de boletinearlo y de checar todos los cuerpos que aparecen y que se acomodan con su descripción —.

—Debió ser muy duro para ti enfrentarte a eso —.

—Si lo fue, pero sabes que me ayudó mucho —, le dije poniéndome de costado y viéndolo. —Porque todos estaban ahí, conmigo. Todos me cuidaron, me dieron la fuerza necesaria para seguir. Además ahora mi papá y yo nos llevamos bien, tengo un hijo hermoso y maravilloso —.

—Tu hijo es genial. Me cae muy bien ¿Se parece al papá?

— ¡Ay Masen, que chismosito! solo porque es rubio y de ojos azules pero mi madre también era rubia y de ojos azules, así que yo prefiero pensar que esos rasgos son por ella —.

— ¿Y de tu mamá ya no supiste nada? —.

—No, de ella tampoco, Charlie la rastreó hasta cuando se divorció del papá de Victoria que fue como tres años después de que desapareciera, después le perdió la pista, papá cree que se cambio de nombre o algo así. Mmm, Ok, ahora yo estoy curiosa, esa vez que te encontré con Jane en el cuarto de copias ¿Qué estabas haciendo? —.

—Parece un cuento chino pero juro que es cierto, estaba sacando las copias del caso, cuando entro Jane y me desabrochó el pantalón y empezó a darme sexo oral —.

—Y tu muy dejado —, le dije antes de empezar a reír. — ¿Por qué no haces las paces con Emmet?—.

—De hecho anoche hablamos un poco y creo que las cosas van a empezar a mejorar. Extraño a mí hermano, ayer me di cuenta. ¡Oye! ¿Ethan puede comer pizza? Porque Emmet le dio —.

—Tu papá dijo que si pero solo un poco y ya le había dado esta semana —.

— ¿Por qué le dicen sapito?—.

—Cuando estaba en la panza Alice le decía renacuajo y cuando todavía no sabíamos que era le decía Ranita o Sapito. De ahí se le quedó —.

— Entonces tú eres la mamá rana —. Me dijo riéndose y toda la cama se movía.

—Nop, a mi me dicen mamá osa, porque dicen que protejo mucho a mi sapito. Emmet también es Oso no sé por qué, pero él es el Tío Oso o el tío Met. ¿Sabes que Ethan pregunta por ti? La primera vez que me dijo no le entendí. No sabía quién era Edar.

—Me encanta como habla todo rápido y atropellado —. Tomé el cojín que tenía Edward en la cabeza y le di con él en la cara.

—Oye mi peque habla bastante bien para su edad —.

— ¡Auch! la mamá osa en plena acción, no dije que hablara mal, solo dije que me gustaba como hablaba —.

—Más te vale porque si no le digo a Charlie que tiene que venir con su pistola —.

Él me quitó el cojín cuando puse mi cabeza otra vez para acostarme y se incorporó muy rápido.

Me atrapó las manos por encima de la cabeza y me besó.

Fue un beso muy excitante, poco a poco fue soltándome las manos y comenzamos a acariciarnos sin dejar de besarnos.

Seguimos así hasta que él rompió el beso y me dijo todo agitado:

—Si no quieres que seguir dímelo ahora, después me detendré pero tardaré en hacerlo —.

—No creo que por hoy fue suficiente, disfruté mucho la velada. Pero tengo que ir a casa —, le dije viendo el despertador que tenía prácticamente las doce —Y quiero ver a Ethan —. Le dije tratando de serenarme. —En serio gracias por todo —.

— ¿Pero lo intentaremos después verdad? —me dijo algo emocionado.

—Sí, prometo que lo volveremos a intentar ¿puedo llamar un taxi?—.

— ¿Qué clase de hombre sería si no te llevo a tu casa? la mamá osa tiene que llegar sana y salva —.

—Gracias por todo —.

—No hay de que, para eso están los amigos y yo quiero ser tu amigo —. Me dijo dándome la mano.

Le tomé de la mano y otra vez las chispas saltaron. Pero esta vez ninguno de los dos apartamos su mano de nuestro agarre.

—Vámonos abogada —. Me dijo mientras se dirigía hacia abajo a través de la escalera, yo aprovechó que él se había adelantado para oler uno de sus sacos. Y bajé lo más rápido que pude, lo que casi me cuesta una caída a de media escalera, bueno en realidad me caí por poco si no es me sostengo del barandal —.

—Con cuidado yo se que causo eso en las mujeres pero… —, me decía mientras subía a ayudarme –con cuidado ¿qué cuentas le voy a dar a mi amigo? —.

—Me resbalé por culpa de los tacones —. Le dije quitándome los zapatos.

—Entonces, Abogada agarre sus cosas—. Tome mi bolsa y con mis zapatos en la mano me disponía a salir de ahí, cuando sentí que me levantaban del suelo.

–Masen estás loco, me vas a tirar —.

—No si no pesas, solo es para que no te pase nada —.

Bajamos por el elevador otra vez pero en vez de dirigirnos al coche gris me metió en el negro, que al tener la capota abajo le facilitó las cosas.

—Gracias –le dije él me llevo muy pegado a su cuerpo y me encantó la sensación de sentirlo tan cerca de mil, no sentí miedo o angustia —.

—No hay de que —me dijo dándome una sonrisa moja bragas.

El camino a casa fue en silencio, pero con una mezcla de extraña complicidad, era como si fuéramos amigos. Bueno ahora éramos amigos pero había algo mas, había confianza.

Cuando llegamos a casa se estacionó y me gritó: —No te bajes —.

Llegó al otro lado y me abrió la puerta, me quitó los zapatos de la mano y me los puso, me dio la mano y me ayudó a salir. Luego me acompañó hasta la puerta.

—Bueno señorita la dejo en la puerta de su casa, sana y salva —.

—Gracias Edward en serio, por todo gracias —le dije un poco nerviosa.

Él me miró y supe que iba a pasar, me besó de una manera tierna al principio y poco a poco fue haciendo su beso más agresivo. Cuando nos separamos en busca de aire. Me dijo:

—Una de las mejores noches de mi vida, abogada que descanse —.

No encontraba las llaves en la bolsa y él esperaba que entrara, de repente la puerta se abrió y salió Rose:

—Me cansé de esperar que abrieras, entra y cuéntame. Adiós Masen y gracias —. Le gritó antes de meterme a la casa.

—Ok cuéntamelo todo —. Me dijo sentándome en la sala.

—Primero tengo que ir a ver a Ethan —.

—Está dormido, bañado, cenó y se cambió, no me des las gracias, dáselas a Emmet que prácticamente él es quien lo cuida. Yo solo estoy con ellos. Cuéntame ¿Qué pasó? —, me dijo antes de olerme —No hueles a sexo —.

—Rose no tuve sexo —le dije enojada.

—Entonces ¿por qué llegas a esta hora? él te besó, yo los vi por la ventana —.

—Rose que chismosa, si nos besamos pero no tuvimos sexo solo platicamos en su casa —hice una pausa —y en su cama —.

Rose puso su cara seria y me dijo:

—Eso me preocupa más, no te enamores de un idiota como él, él mismo te lo dijo, él usa a las mujeres, si no me crees pregúntale a Emmet que pasó entre ellos —.

Yo iba a decirle que ya sabía pero quería escuchar la versión de Emmet también. Ella salió de la sala y me dejo ahí en medio pensando.

Unos minutos después me dirigí a mi cuarto yo no quería enamorarme, de eso estaba segura o ¿no?

Cuando entré en mi cuarto fui a la cuna, vi a mi peque y le di un beso.

—Será mejor que me duerma — mañana será un día pesado.


¿Qué les pareció el capitulo? No quieren un amigo así. El personaje es el pengüino de Madagascar, la pelicula de Disney, si alguna no los conoce, les recomiendo que los vean son geniales.

Mil gracias a tods los que leen la historia. Y un agradecimiento especialmente desde lo mas profundo de mi corazón a los que dejan comentarios. Gracias por sus votos.

 

Capítulo 10: Capitulo 8. Sin Calzones Capítulo 12: Capitulo 10. Ethan Cullen

 


 


 
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