BELLA POV

Hoy era un día como cualquier otro, igual de aburrido y monótono; con esa insistente lluvia repiqueteando en las ventanas.

Alice, mi mejor amiga, estaba en el gimnasio ensayando sus coreografías de porristas para apoyar a su novio, Jasper. El cual se encontraba entrenado ya que pertenecía al equipo de americano del instituto.

Yo, por mi parte, me encontraba en la biblioteca haciendo tareas y adelantando clases. Nos reuniríamos los tres en la salida al terminar nuestros deberes.

Ya tenía un par de horas estudiando, mi maestra se había mudado de Forks y tuve la última hora de clases libre, ya que todavía no encontraban a alguien que la cubriera.

Me dispuse a levantar mis cosas y tomé unos cuantos libros para llevarlos a casa, los registré y salí de la biblioteca. Justo cuando iba a doblar en el pasillo, recordé que tenía las llaves de Alice. Me distraje un segundo buscándolas, cuando sentí que golpeaba contra algo y caía al suelo disparando los libros que llevaba en las manos hacia todas direcciones. Cuando me recuperé del golpe, alguien me ayudaba a incorporarme y a levantar mis libros.

—Gracias— dije, poniéndome roja como tomate.

—Discúlpame, estaba distraído. Perdón.

—No hay proble…— comencé a tartamudear cuando levanté la vista.

Frente a mí estaba la imagen más hermosa que había visto. Vestía jeans azules, camisa negra y saco gris. Su anatomía parecía perfecta y esculpida por un excelente artista. Perdí la noción del tiempo y me dejé atrapar por sus hermosos ojos verdes.

— ¿Me disculpas? — dijo regalándome la más hermosa y perfecta sonrisa que había visto.

—Oh… sí… ammm… claro… por supuesto— ¡rayos! De seguro pensaba que era idiota. ¿Cómo se me ocurría tartamudear ante la hermosa y sexy sonrisa retorcida de este desconocido?

Su sonrisa se ensanchó y me perdí de nuevo en sus hermosas esmeraldas. Sin dejar de verme a los ojos, puso los libros de nuevo en mis manos.

—Gracias— susurré aún embelesada con su hermosura.

—No hay problema— sonreí tímidamente y miré hacia el piso.

— ¿Y bien? ¿Cuál es tu nombre?

— ¿Qué cosa?

—Tu nombre, ¿cómo te llamas? — ¿podía alguien parecer menos tarada qué yo?, no lo creo.

—Yo, yo, yo soy…

— ¡Señor Cullen! — ¡rayos! Era demasiado bueno para ser verdad. Giramos la mirada hacia donde provenía la voz. Era el director.

—Lo siento, tengo que irme. Soy Edward, un placer conocerte— estrechó mi mano fugazmente, se giró y comenzó a caminar hacia el director.

—Edward— susurré, mientras lo veía alejarse con su paso ágil y elegante hasta desaparecer en el interior de la dirección; mientras yo me quedaba como boba viendo hacia la nada y con la sensación fantasma de su mano sobre la mía.

— ¡Tierra llamando a Bella! Jazz, creo que la perdimos— decía Alice agitando su mano frente a mi rostro.

No supe en qué momento habían llegado a mi lado. Parpadeé varias veces, la miré y después regresé mi vista hacia donde la tenía anteriormente.

— ¿Qué tanto vez, Bella? — siguió mi mirada y se encontró con que ahí no había nada.

—Es hermoso— susurré

— ¿Qué cosa? Bella, ¿¡qué demonios…!?— su cara de frustración se convirtió a una de sorpresa y luego a una de comprensión—. ¡Oh, por Dios! ¡Jasper! ¡A Bella le gusta alguien! — chilló y lo último lo dijo en son de burla.

Jasper rió y yo caí en cuenta de que tenía una gran bocota y que Alice estaría encima de mi mucho, mucho tiempo.

—Alice, en serio. No fue nada— dije intentando reparar el “daño”.

— ¡Por Dios, Bella! No por nada pones esa cara de idiota— Jasper se rió y yo le di un pequeño codazo en las costillas.

—Lo siento, Bella. Pero Alice tiene razón, deberías ver tu cara— dijo él, intentando reprimir una carcajada. Me ruboricé y bajé la mirada.

—Ok, ya vámonos— dije comenzando a caminar para ir al estacionamiento. Justo cuando di el primer paso, un pequeño duende se interpuso en mi camino y me fulminó con la mirada.

—Isabella Marie Swan, no mueves ningún músculo de aquí hasta que me cuentes qué demonios pasó y quién te puso así— cuando se lo proponía Alice podía ser realmente temible.

Jasper sacó las llaves de mi saco en un ágil movimiento y huyó, él tenía suerte, podía escapar.

—Iré encendiendo el coche

— ¡Cobarde! — grité.

—Lo siento, Bella— dijo con una mueca de disculpa.

— ¿Y bien? Ya estamos solas, habla ahora— ordenó.

—Está bien, tú ganas— contesté rindiéndome–. Pero, vayamos a casa. Tengo muchísima hambre, o ¿pretendes que muera de cansancio antes que pueda contarte nada?— su mirada suspicaz poco a poco fue transformándose hasta que explotó.

— ¡Genial! ¡Vayamos a casa!— dijo con una enorme sonrisa.

Alice prácticamente me arrastró hacia su coche; hoy habíamos decidido venir en el suyo. Jasper conducía, ya que Alice era una maniaca de la velocidad; a mí no me molestaba, más bien ya estaba impuesta; pero por la salud mental de él accedimos, mejor dicho, Alice accedió a que Jasper manejara. Cuando arrancó el motor suspiré resignada, definitivamente me esperaba una larga tarde al lado de Alice.

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hOLA twilighters !!!! estoy empezando esta pequeña locura, espero que les guste y que sea el comienzo de muchas historias. Por favor comenten, aporten ideas. Yo soy Vicko, me entusiasma empezar a escribir para ustedes y de ustedes dependen mis actualizaciones.

Besos de bombón a tod@s !!!