Opciones de vida (+18)

Autor: Sam15
Género: Romance
Fecha Creación: 22/07/2010
Fecha Actualización: 22/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 37
Comentarios: 119
Visitas: 155176
Capítulos: 40

El había llegado, al menos eso era lo que me había dicho la encargada. No sabía lo que sentía y en estos días había sido tan feliz a lado de otro que no era precisamente mi prometido. Había perdonado ya todo el daño que me había hecho, a pesar de que sabía que había sufrido mucho no le daba ningun derecho a hacer lo que me hizo. Pero lo había perdonado por que ambos cometimos el error. Camine más deprisa en busca de lacabaña 23 y escuche unos ruidos extraños saliendo de la habitacion. ¿Me habría equivocado? Claro que no, la encargada me dijo que era la cabaña 23. Sin más abrí la puerta y los vi...

¿Vanessa?...dije en un susurro y ambos me vieron

Hola soy nueva aqui me llamo samantha y esto es algo que se le ha ocurrido a mi loca cabeza... espero que les guste. Los personajes son de Stephenie Meyer aunque he agregado algunos...

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Capítulo 39: Juntos

-¡Bella apresurate!- gritaba Alice detrás de mí- ¡El vestido Bella! ¡Nos quedan diez minutos!

-Cariño no has escuchado que no deben estresar a la novia el día de su boda- le criticó Simour mientras encajaba la tiara y  el velo en mi cabeza, sobre el sofisticado peinado que había hecho- la pones nerviosa, además ya está lista- agregó con una sonrisa

-Gracias Simour-  dije levantandome de la silla

-Lo que sea por usted futura señora Cullen- asintió satisfecho

-Simour se me ha soltado el moño ¿puedes arreglarmelo?- pidió Rose acercandose con su barriga de cinco meses y medio de embarazo y el traje de dama

-Claro mi vida, solo ten cuidado y tiras algo con es barriga- dijo él acercandose a ella

-¡Isabella Swam! ¿Hablo en chino?- preguntó Alice enfadada halandome a su armario- ¡Es tarde, tarde y no te has vestido!

Si alguien cree que los armarios debería ser algo de espacio ligeramente reducido, donde se guarda ropa no conocen a Alice Cullen. Su armario era del tamaño de la mitad de su habitación, con espacio suficiente para meter otro juego de dormitorio.

Suspiré e intenté pensar en las nubes mientras Alice me despojaba de mi bata para vestirme.

Mi vestido era strapless con la parte superior de encaje blanca con destellos de color plata y la falda era de tul blanco en forma de campana amplia.

-Listo tienes algo nuevo que sería tu vestido, algo viejo que sería la tiara de Esme y por lo tanto eso tambien sería algo prestado porque tienes que devolverselo… necesitamos algo azul… algo azul…- decía mientras rebuscaba algo en su joyero- yo tenía un par de pendientes azules… ¿dónde están?

-Alice no creo que necesite algo azul- dije para tranquilizarla, ella me miró enarcó una ceja y bufó.

-Bella, solo dedicate a ser la linda novia mientras yo te visto, además necesitas algo azul porque es una tradición- gruño ella

-Creo que nosotros podemos ayudar- dijo una voz familiar detrás de mí

-¿Mamá? – Pregunté volteandome para mirarla y ahí estaba en el marco de la puerta junto a Charlie- ¿Papá? – Me tiré a los brazos de ambos y los abracé fuerte- oh, estoy tan emocionada de verlos- dije con la voz quebrada

Escuché el grito de Alice y luego me ví siendo separada de ellos.

-¡No llores!- gruñó ella- ¡Vas a estropear el maquillaje! Y no quieres verme enojada Swam- me advirtió, luego se giró y les sonrió a mis padres- estoy tan contenta de verlos- los saludó ella abrazandolos a cada uno

-¿Alice tienes un desorden de bipolaridad?- pregunté incrédula, ella podía abrazar a mis padres y yo no. Ella se limitó a poner los ojos en blanco.

-No le hagan caso, son las hormonas del embarazo- murmuró Alice a ellos

-Le trajimos nuestro regalo de bodas a Bella- dijo Charlie entregandole una caja de terciopelo azul a Alice

Cuando lo abrió, pude ver una gruesa gargantilla de plata decorada con zafiros y venía a juego con dos pendientes. Alice caminó rápidamente hacia mí y me colocó la gargantilla junto con los pendientes.

-No debieron molestarse- dije tocando la pesada gargantilla- es precioso

-Charlie y yo nos pusimos de acuerdo para darte un obsequio entre ambos, es lo menos que podíamos hacer por ti, ya que no hemos estado cerca para ayudar con los preparativos- dijo Reneé sonriendo, sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas- ahora voy a llorar-exclamó enojada- Vamonos Charlie necesito encontrar unos pañuelos, nos vemos abajo Bella

-Voy a acompañar a tu madre por los pañuelos, te espero al pie de las escaleras- dijo mi padre saliendo tras Reneé con los ojos igual de rojos

Recordé lo felices que habíamos sido los tres en Forks antes de que ellos decidieran separarse, era lo más únidos que los había visto hace algún tiempo. Sentí que alguien me apretaba las mejillas.

-Auch- me quejé sobandome donde me había apretado- ¿pretendes que termine con moretones?- pregunté

-Lo siento pero ibas a llorar y no puedo dejarte llorar- se excusó dandome un besito- ahora dejame ver son las seis en punto- dijo mirando el reloj sobre la puerta- ya debemos ir saliendo

Me levanté junto a ella mientras ella maniobraba con la cola de mi vestido para que no me enrede con ella y termine en el piso. Al pie de la puerta del cuarto estaba Rosalie.

-Ya están todos esperandonos- dijo dandome una gran sonrisa- estas muy hermosa Bella

-Gracias – dije sintiendo que me faltaba el aire, no podía creer que haya llegado el momento- ustedes tambien estan preciosas- las felicité

Alice se paró junto a Rose para que mire sus vestidos de damas. Eran de color blanco perla con encaje y seda, mangas julieta y les llegaban a los tobillos.

-Nos vemos divinas ¿a que si? – preguntó Alice junto a Rose

-Claro son las damas de honor más lindas que he visto- dije con una gran sonrisa

Me ayudaron a bajar las escaleras y ahí estaba Charlie esperandome. Le sonreí y tomé su brazo. Alice corrió y nos entregó los arreglos de flores a Rose y a mí, ella tomó el suyo entre sus manos, se paró junto a Rose y me miró sobre  su hombro.

- Primero vamos a salir Rose y yo, y cuenten hasta quince y salen ustedes ¿entendido?- preguntó Alice con la mano en el pomo de la puerta

-Sí Alice solo hazlo de una vez- dije impaciente

Ella soltó una risita y salieron. Dimos un paso con Charlie y empezamos a contar hasta quince.

-¿Eres feliz?- preguntó él mirando hacia al frente, lo miré de reojo- Ya sabes a que me refiero… ¿él te hace feliz?

-Muy feliz papá- contesté segura- gracias por estár aquí- dije apretando su mano

-Es mi deber- empezó a decir- eres mi pequeña- me miró a los ojos y luego negó- has crecido pero siempre serás mi pequeña y ¿ahora voy a ser abuelo?- preguntó con una sonrisa

- Eso parece- respondí sonrojandome levemente mientras sonreía- creo que nos toca caminar- murmuré

Él asintió aferró mi brazo y comenzamos a bajar las escaleras de porche de la entrada lentamente. La tarde tenía un brillo peculiar y el cielo se había tornado rojizo. Había dos grandes grupos de sillas a ambos lados del gran jardín, caminamos por la alfombra roja que estaba en la mitad y conducía directamente al altar que estaba adornado con un arco de rosas y todo tipo de flores blancas. A ambos lados estaban mis damas junto a nuestros dos padrinos. Ahí en medio de todo al final de la larga alfombra estaba él.

Solo fue necesario que nuestras miradas se encontraran para saber que todo era perfecto y que nada, ni nadie podía separarnos.

Cuando ya estuve frente a él Charlie me entregó a él frente al altar. Nos sonreímos y Charlie se aclaró la garganta.

-Sé que debo de desearles lo mejor y bendecirlos… y lo voy a hacer pero antes quiero que sepas que te estoy entregando a mi Bella y quiero que la hagas feliz- dijo Charlie seriamente estrechando la mano de Edward

-Es para lo que existo- asintió Edward

Charlie asintió y se alejó. Edward y yo giramos, caminamos hacia el altar y nos arrodillamos frente al sacerdote.

-Estas preciosa- murmuró y sonreí

-Gracias, tú tambien estás muy apuesto- susurré

 -¿Nerviosa?- preguntó luego

Tomé su mano con firmeza junto a la mía y negué.

-Jamás- respondí segura

Escuchamos tranquilos todo lo que decía el sacerdote, repetímos nuestros votos y Thony nos trajo nuestras argollas. Cuando el sacerdote nos declaró marido y mujer, nos besamos y escuchamos los aplausos de todos los presentes.

Apenas nos separamos todos corrieron a abrazarnos, el primer abrazo que recibí fue el de Rosalie que estaba junto a mí.

-Felicidades señora Cullen- dijo ella sonriendo

-Gracias Señora Cullen- dije devolviendole la sonrisa

Él siguiente abrazó fue el de Alice y Jasper. Luego Sentí como alguien me elevaba y me hacía dar vueltas.

-Cuñada mía- chillaba Emmett- estás preciosa, no sabes lo impaciente que estaba Edward, creyó que ibas a fugarte del altar…me iba a mandar a vigilar la entrada y las ventanas…- seguía hablando mientras no me soltaba

-Hey cuñado, no estoy respirando- le avisé

Soltó una carcajada y me bajó.

- Lo siento, tú sabes la emoción- se explicó  apenado- choca esos cinco Señora Cullen- dijo chocando su mano con la mía-  Por cierto Rose estuvo averiguando sobre unas clases de terapia física para mujeres embarazadas…aunque probablemente querras esperar un par de meses más- murmuró mirando mi abdomen

-Seguro- asentí y luego sentí el abrazo de mi madre- No llores Reneé- dije abrazandola

Luego de todas las felicitaciones de las personas, tuvimos la sesión de fotos, cenamos, y partimos el pastel. Saludamos y felicitamos a James por haber organizado la boda, había venido hasta Los Angeles solo por que Alice se lo había pedido.

-Todo está precioso- dije sinceramente- gracias por tomarte la molestia de venir

-No es nada chicos, además cuando quieran pueden pasar a visitarnos a Hawaii a mí y a mi esposa

Eso nos dejó sin habla a Edward y a mí. Sonreí.

-¿Te casaste?- pregunte aún sonriendo- Eso es fabuloso ¿quién es la afortunada?

-Aquí- dijo una dama de cabello rojizo tras él, era su asistente- ¿me recuerdan? soy Victoria, Felicidades por la boda- él rodeo la cintura de ella con su brazo

-Oh claro, felicidades a ustedes tambien- dije sonriendo, miré a Edward quien todavía seguía en shock, le dí un codazo- felicitalos mi amor

-Felicidades- dijo Edward aún en shock- si nos disculpan necesito algo de beber

-Claro, chicos es su día diviertanse- dijo James alejandose de nosotros con su esposa junto a él

Caminamos juntos y él se bebió una copa de champagne de un solo trago. Enarqué una ceja y empecé a reírme

-¿De qué te ries?- se quejó- Yo creía que él era… tú sabes- dijo aún sorprendido

-Ya lo sé- asentí- pero no es malo, ¿no te sientes mejor al saber que al parecer nunca quiso coquetear contigo?- pregunté viendole el lado positivo a las cosas

-Si bastante mejor, pero aún me resulta algo chocante- admitió

Caminamos junto a las mesas y Jacob se acercó a nosotros para felicitarnos. Estaba junto a Amber, al parecer iban en serio.

- No pude felicitarlos antes, había mucha gente- se excusó él- pero mirate estás hermosa- me elogió y le sonreí

-Gracias y Amber tambien tú luces muy bien- le felicité, ella sonrió

-Gracias Jacob me acompañó a comprarlo, ¿van a ir de luna de miel?- preguntó ella cambiando él tema

-Si- asintió Edward- nos tenemos que ir en un par de horas- dijo mirando su reloj

- Oh y ¿dónde van a pasar su luna de miel?- preguntó Jake entusiasmado

-Es una sorpresa- murmuré molesta- aún no quiere decirmelo- dije mirandolo con el ceño fruncido

-Eso es tan romántico- dijo ella entusiasmada- es un Don Juan Sr. Cullen

-Gracias, es el mejor sitio que pude encontrar- dijo Edward orgulloso de sí mismo

-Sería mejor si supiera dónde es- lo contradije

-Creo que estamos de más- dijo Jacob a Amber- mejor nos vamos a bailar y Bella no te vayas sin despedirte- pidió Jake y asentí

-Así que señora Cullen ¿me permite esta pieza?- preguntó Edward extendiendo su mano junto a mí

-Seguro- dije tomando su mano- así que ¿no me lo vas a decir?- pregunté mientras nos movíamos por la pista que habían montado en el patio trasero

-No- dijo firmemente- es sorpresa Sra. Cullen debe aprender a confiar en su marido

-Confio en mi marido- le contradije- solo quiero saber que es….- murmuré

Bailé con Charlie, Carlisle, Jasper, Jacob y finalmente con Emmett. Nunca creí que podía bailar tanto sin desfallecer, pero pude enterarme de algunas cosas gracias a mi última pareja de baile. Me senté junto a mi esposo y lo miré fijamente. Él me miró y evitó reir.

-¿Qué te dijo Emmett?- preguntó mientras jugaba con una servilleta

-Así que tuviste una despedida de solteros salvaje- murmuré repitiendo las palabras que había usado Emmett- no me lo dijiste

-No me diste tiempo- contestó él conteniendo la risa sin mirarme a los ojos, estaba conteniendo las ganas de darle un zape en la nuca frente a todos- ¿te molesta?- preguntó luego de un minuto

-No, solo te divertías- dije encogiendome de hombros- yo tambien tuve mi despedida de soltera- murmuré sonriendo con ganas, él enarcó una ceja

-¿Sabes que mi despedida de soltero fue en el departamento de Emmett y lo más salvaje que hicimos en la noche fue jugar Resident Evil con su nintendo wii, a no ser que consideres que jugar con rock band tambien sea salvaje?- preguntó algo molesto

Solté una carcajada e intenté no mirarlo.

-¿Qué?- preguntó molesto

-Nada- dije encogiendome de hombros

-¿No me lo vas a decir?- preguntó aún molesto

-Es nuestra primera pelea de casados- dije encogiendome de hombros- Además mi despedida de soltero fue más inocente que la tuya, estuvimos escogiendo modelos de ropas de bebes, nombres para los bebes y cosas para los babyshowers… eso es más inocente que resident evil- murmuré entre risas

-¿Nombres para los bebes?- preguntó sonriendo, asentí- ¿De niño y de niña?- preguntó de nuevo y volví a asentir- ¿No se supone que yo escogería el nombre si es una niña?- preguntó frunciendo el ceño

-Solo lo pensabamos- dije encogiendome de hombros- ¿Te molesta?- pregunté mirandolo

-¿Tendría que molestarme? –preguntó él y negué- Bien entonces dime que nombres elegiste

-No- dije rotundamente- dime tú los nombres que has pensado- él empezó a negar- entonces no te digo nada- concluí encogiendome de hombros

-Vamos Bella, solo quiero saberlo- continuó y volví a negar, me atrajó hacia él y me dio un besito en los labios- el embarazó te vuelve más testaruda que de costumbre- sonreí- así que ¿no me los vas a decir?- preguntó nuevamente

-Solo si me dices a dónde vamos- le propuse, se alejó  y negó- ¿entonces en que quedamos?- pregunté

-Creo que se llama punto muerto- dijo él suspirando

-¿Interrumpo?- dijo una voz masculina a nuestras espaldas

Me volteé y ahí estaba Gabriel. Me levanté de la silla y le dí un abrazo. No lo había visto hace exactamente veinte días.

-No sabía si ibas a venir- dije mientras me separaba de él- que bueno que pudiste venir

-Es bueno volverte a ver Gabriel- dijo Edward poniendose junto a mí, pasando uno de sus brazos por mi cintura. Sonreí. 

-Mejor tarde que nunca- contestó él- Se supone que iba a llegar más temprano, pero una chica retrasó un vuelo en New York- dijo sonriendo- tenía pánico a subir en un avión

-¿Qué pasó con ella?- pregunté sonriendo

-La he traido a su fiesta, espero que no les moleste, es la morena que está cerca de aquel árbol- dijo señalando a una chica delgada de cabello castaño oscuro ondulado largo, con la piel muy clara casi del mismo tono que la mía, se parecía a alguien- incluso es publicista, le dije que vaya para una entrevista la siguiente semana

Edward estaba intentando contener la risa, lo miré y bajó la mirada negando. Gabriel le hizo señas y ella caminó junto a él. Ahí pude verla bien, se parecía mucho ¿a mí?

-Hola disculpenme por venir sin invitación, felicidades- dijo estrechando nuestras manos- me llamo Isabel

-Mucho gusto soy Edward, el novio y ella es Isabella- saludó Edward estrechando su mano, parecía muy divertido, le pisé el pie

-Mucho gusto- dije intentando sonreir, estrechando su mano, cuando noté que sus ojos eran azules, su nariz era algo más grande que la mía y sus labios eran más finos suspiré aliviada

-Bueno chicos los dejo voy a saludar a Thomas- dijo Gabriel tomando la mano de Isabel alejandose de nosotros

Cuando Gabriel estuvo lo suficientemente lejos, Edward pudó soltar una carcajada.

-No es gracioso- me quejé

-¿Ah no?- preguntó riendose aún- ok mi vida lo siento solo que me pareció bastante chistoso y extraño tambien- admitió

-Si que es extraño- murmuré- ¿ahora si me vas a decir dónde vamos?

Edward miró su reloj y negó. Me atrajó hacia él y me besó. Alguien se aclaró la garganta a nuestras espaldas.

-Bella ya tienes que cambiarte, se deben ir en quince minutos- dijo Alice impaciente

-¿No puedo irme así?- pregunté frunciendo el ceño

-No Bella, no puedes ir así a….- Edward se aclaró la garganta- ¿aún no se lo has dicho?- preguntó ella a su hermano- ok, no voy a decir nada, vamos a cambiarte Bella

-¿Tú lo sabes?- pregunté incrédula- ¡Esto es el colmo!- exclamé molesta- ¡Ni siquiera yo lo sé!

-¡Por favor Bella!- exclamó Alice mientras subíamos por las escaleras- Ya todos lo saben- dijo encogiendose de hombros

-¿Todos?- pregunté en la puerta de su habitación, suspiré- ¡Ahora si que estoy molesta!

-¡Ya callate Bella es una sorpresa!- se quejó Rose dentro de la habitación

Resultó que dentro de la habitación estaban tambien mi madre y Esme. Entre las cuatro terminaron de desvestirme y me pusieron el conjunto que Alice me había separado para el viaje. Me soltaron el cabello y lo peinaron. Antes de salir de la casa Rose me entregó mi ramo.

-¿Tengo que aventarlo?- pregunté al pie de la puerta

-Claro Bella es una tradición, además no te obligo a nada pero intenta que me toque a mí ¿si?- preguntó Alice con una sonrisa

Las abracé a Alice, Rose, Esme y a Reneé muy fuerte. Y les sonreí en serio.

-Gracias por todo- dije sinceramente y salí al porche

Ya había un grupo de mujeres reunidas al pie de porche, me pareció ver a Amber entre ellas. Me volteé y lo aventé. Cuando giré para ver a quien le había caido, ví a alguien saliendo del alboroto por debajo de todas. Alice salió con el ramo, arreglandose un poco el cabello. Le sonreí.

-Ya te lo había dicho Bella, nunca has ido conmigo a un día de ofertas en el mall- dijo encogiendose de hombros, se acercó a Jasper y sonrió- ¿Viste que me tocó el ramo Jass?

Empecé a reirme y me despedí de todos. Edward ya se había subido al auto y estaba esperandome. Cuando me subí y abroché el cinturón de seguridad miré fijamente a mi esposo.

- Así que ¿Dónde vamos?- pregunté de nuevo

Él se lo pensó un rato y apretó sus labios. Empezó a negar y se encogió de hombros.

- Sorpresa- fue lo que dijo y me hundí en el asiento del pasajero de la frustración.

Tomamos un vuelo a Brazil y le heché en cara que sabía que era Brazil, solo se rió de mí y me dijo que ahí a penas era una parada. Me quedé dormida en el vuelo y luego desperté cuando aterrizamos, ya era de madrugada. Tomó un taxi y nos dirigimos a los muelles.

Nos subimos en un yate muy pequeño, ni siquiera parecía tener algún camarote.

-¿Ya llegamos?- pregunté cansada y él negó

-Vamos Bella solo sientate y espera un poco más- dijo mientras encendía el yate

- ¿En qué parte de Brazil estamos?- pregunté

-Estabamos en Río de Janeiro – contestó él

-¿Estabamos?- pregunté confundida- ¿Dónde se supone que vamos a ir?- pregunté forzando mi vista para ver si distinguía algo entre la oscuridad

Estuve casi segura que iba a decir “Sorpresa” y si lo hacía le iba a pegar en la cabeza con lo primero que encuentre.

-Es un regalo de mi papá para mi mamá de su aniversario numero veinte- dijo él

- ¿este yate?- pregunté confundida, me parecía muy pequeño para pasar la luna de miel en el

-No Bella, esa Isla- dijo él señalando un punto al fondo

Me levanté y al fín pude verlo. Era una isla efectivamente, estaba decorada con algunas antorchas. Tuve un sentimiento de deja vú.

-Se parece a…- empecé a decir en voz alta pero me callé

-Por eso se lo pedí prestado a Esme, pensé en llevarte a Hawaii y volver a alquilar el islote pero la isla Esme es más grande y no tenemos una fecha límite para irnos- dijo mientras anclaba el yate- ¿te gusta?- preguntó cuando bajamos

-Me encanta- le contesté

 Caminamos juntos hasta una casa que se encontraba en el centro de la isla. Edward entró las maletas y cuando iba a entrar no me dejó.

-¿No me vas a permitir llevarte en brazos hasta nuestro lecho?- preguntó enarcando una ceja

Sonreí y suspiré.

Me alzó en sus brazos. Cerró la puerta con la pierna. La casa era muy bonita, pero al parecer Edward no tenía planeado enseñarmela en ese momento. Me llevó a un cuarto con las paredes de color arena y una gran cama de color blanco.

Hicimos el amor como nunca lo habíamos hecho y terminamos juntos abrzados en la cama.

-Ahora si ¿me vas a decir los nombres en los que pensaste?- preguntó él acariciando mi espalda

- Si es un niño se va a llamar Edward- dije suspirando

-¿Mi nombre?- preguntó sorprendido

-A mi me gusta- dije encogiendome de hombros

-¿Por qué no Carlisle o Charlie o hay otros nombres, pero el mío?

-Ya te dije que me gusta mucho- susurré besando su torso desnudo- Además Edward no combina con Carlisle o Charlie…podríamos buscar un segundo nombre si quieres… uno que combine con Edward

- Insisto en que deberías buscar otro nombre- dijo él y negué- bien no importa porque yo sé que va a ser niña, ¿me  vas a decir el nombre que pensaste si fuera niña?- preguntó y negué

-No, dime tú ¿en cuales has pensado?- pregunté apoyandome sobre mis codos para mirarlo

-Me gusta Isabella- concluyó él sonriendo

- No eso si que no – me quejé- ¿mi nombre? ¿Por qué no mejor Esme? Me gusta Esme… es apacible

-¿Esme?- preguntó frunciendo el ceño- Me gusta más Reneé… es algo rebelde- dijo él sonriendo

- ¿Rebelde?- pregunté entre risas- Ya lo creo que sí… ¿Qué te parece Renesme?- pregunté combinando los nombres de nuestras madres

-¿Renesme? ¿No te parece muy rebuscado?- preguntó riendo

-No, a mí me gusta Renesme… pero si es niña tú elijes el nombre, así que está en tus manos- murmuré encogiendome de hombros

-¿Ves que no fue tan malo dejarte llevar?- dijo sonriendo- ¿O no te gusto la sorpresa?

-Me encantó- dije besandolo- y puedes llevarme contigo por siempre y para siempre - murmuré entre sus labios.

Capítulo 38: Preguntas, respuestas y sorpresas Capítulo 40: Epílogo: Felices por siempre

 
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