Opciones de vida (+18)

Autor: Sam15
Género: Romance
Fecha Creación: 22/07/2010
Fecha Actualización: 22/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 37
Comentarios: 119
Visitas: 155166
Capítulos: 40

El había llegado, al menos eso era lo que me había dicho la encargada. No sabía lo que sentía y en estos días había sido tan feliz a lado de otro que no era precisamente mi prometido. Había perdonado ya todo el daño que me había hecho, a pesar de que sabía que había sufrido mucho no le daba ningun derecho a hacer lo que me hizo. Pero lo había perdonado por que ambos cometimos el error. Camine más deprisa en busca de lacabaña 23 y escuche unos ruidos extraños saliendo de la habitacion. ¿Me habría equivocado? Claro que no, la encargada me dijo que era la cabaña 23. Sin más abrí la puerta y los vi...

¿Vanessa?...dije en un susurro y ambos me vieron

Hola soy nueva aqui me llamo samantha y esto es algo que se le ha ocurrido a mi loca cabeza... espero que les guste. Los personajes son de Stephenie Meyer aunque he agregado algunos...

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Capítulo 38: Preguntas, respuestas y sorpresas

Llevaba ya dos horas sentada sola en el pórtico de la gran casa, y llovía como nunca había llovido en la ciudad. No llegaba nadie, pero no podía irme necesitaba verle, además estaba sin efectivo debido a que el taxi me cobro todo lo que tenía para llevarme a su casa. Así que hacía frío y estaba sentada entre tres maletas esperando a que llegue alguien. Con la pila de mi nuevo celular muerta.

- Ocho de la noche- murmuré entre dientes debido al frío, mirando el reloj

Recogí mis piernas y abracé mis rodillas para mantener el calor.Desde el final de la calle se veía un carro dirigirse hacia donde me encontraba, pero era tan oscuro que probablemente no me habría visto. El carro paró frente a la puerta y alguien bajó del carro.

-Edward- murmuré en voz baja, dudé que me escuchara

-¡Maldita sea!-gritó él  azotando la puerta de su carro

Tragué compulsivamente, nunca lo había visto tan molesto y me asustó mucho. No hice ningún ruido y espere para ver que hacía.

-¡Se fue con él! ¡Soy un idiota! ¡¿Por qué se fue con él?!- gritaba bajo la lluvia dandole patadas a su carro, finalmente se apoyó en él y empezó a llorar.

Me levanté y me acerqué a él.

-Hola Edward- dije tocandole el hombro cuando estuve ya junto a él

-¿Bella?- preguntó girandose para mirarme, le sonreí- Eres tú- dijo tocandome el rostro con ambas manos- No te fuiste- susurró y empezó a acercar sus labios a los míos.

-Detente- le pedí poniendo una de mis manos en sus labios- tengo algo que decirte primero- dije mirandolo a los ojos, era increíble como aún en la oscuridad se pudiera ver el color verde de sus ojos

-Pero Bella, dejame hablar primero- pidió retirando mi mano de su boca, negué

-No Edward soy yo la que va a hablar- empecé a decirle y él asintió- he ido a aeropuerto, y antes de abordar he hecho un alboroto con Gabriel, casi nos llevan presos, tuvimos que hablar con muchas personas para poder recuperar mis maletas y retrasamos un vuelo comercial…

-Bella- volvió a decir y puse mi mano de nuevo en su boca

-Aún no termino- dije mirandolo a los ojos- Me enteré de algo hace solo un par de días y debes saberlo, por eso no me he ido y sé que a pesar de que vayas a tener un hijo con Tanya tenía que decirtelo- él intentó hablar de nuevo y negué- dejame terminar – pedí- Yo los escuché el jueves cuando fui a buscar a Jacob así que no lo niegues y el día del funeral de Heidy me ignoraste – se me quebró la voz en ese momento- y cuando fui a despedirme de ti, estabas abrazandola a ella y yo quería ser ella en ese momento…

-Bella no es…-empezó a hablar de nuevo y lo volví a callar

-Quiero que sepas que lo que te voy a decir de ninguna manera te ata a mí, pero aún así debes saberlo y si quieres estar con Tanya no importa solo quiero que lo sepas… necesitas saberlo…

-Isabella Swam dejame hablar primero- exclamó él quitando mi mano de su boca- eso que has dicho….-empezó a decir

-Edward estoy embarazada- lo interrumpí y lo que sea que él iba a decir se le olvidó

-¿Qué?- preguntó con los ojos abiertos mirandome a los ojos

-Tengo dos meses y medio- murmuré- es nuestro hijo- agregué luego

-¿Estás embarazada?- preguntó sonriendo mientras aún sostenía mi cara entre sus manos

- Si- volví a decir y él solo sonrió sin decir nada por un minuto- ¿qué parte no entiendes?- pregunté cansada

Solto una pequeña risa y negó. Estaba a punto de decirle algo hasta sentí sus labios aplastar los míos. Respondí a su beso, no había sentido latir mi corazón latir así desde hace tanto tiempo. Pero eso no quitaba el hecho de que él tambien iba a tener un hijo con Tanya.

-Edward- empecé a decir cuando empezó a besar mi cuello

-¿Tienes que interrumpirme?-preguntó besando aún mi cuello- Esto está muy bien- murmuró atrayendo mi cuerpo al de él

Tenía que pensar en como decir algo ya me estaba mareando y no pensaba correctamente. Extrañamanete tampoco sentía mucho frío y no creía en ningún momento que la temperatura en el ambiente haya subido ya que estabamos empapados.

-Tanya- solté de repente y él se alejó para mirarme

-¿Mi hijo con Tanya?- preguntó enarcando una ceja, asentí- pues….- empezó a decir pero volvió a plastar sus labios contra los míos, ¿cómo cambiaba así el tema? Empecé a removerme para empezar a gritarle- no es hijo mío- murmuró entre mis labios

-¿Qué?- pregunté alejandome de él- Edward yo la escuché diciendote que su hijo te iba a llamar papá- le recirminé- no me lo puedes negar

-¿No vas a tomar mi palabra y olvidar el tema?- preguntó alejandose de mí cruzando los brazos sobre su pecho

Genial. Ahora era él quien estaba enojado, bien, yo tambien me crucé de brazos. A ese juego pueden jugar dos. Negué.

-Yo le presenté al padre de su hijo, es un amigo mío, se llama Bryan es viudo y tiene un hijo de siete años, ella sí dijo eso pero era porque estaba emocionada por la noticia, de hecho quiere que yo sea como un padre con su hijo y Carlisle una especie de abuelo, ella es mi prima, la adoro, la quiero muchísimo pero nunca la he visto distinto… es más creo que se lleva bien con Bryan se estan quedando a vivir juntos desde el viernes, espero que salga bien- estaba por decir algo pero el puso una de sus manos en mi boca- ahora me toca hablar a mí- dijo seriamente y asentí- No te hable el día del funeral, porque no podía evitar abrazarte frente a tanta gente, pero luego te seguí para poder hablar contigo en privado y me encontré contigo diciendole a mis hermanos y cuñados que te ibas con esa porquería que tenías por novio- iba a volver a hablar pero me calló- Si porquería, porque te mentí Bella, él tipo es un buen tipo pero lo único que quiero hacer cuando lo veo es darle un patada en la entrepierna, ¿te pones celosa por que la abracé? Te vi abrazando a Emmett y a Jasper y eso no significa que tengan algo, hace un par de horas llamé al aeropuerto y me dijeron que tu vuelo se había retrasado, he ido al aeropuerto diez minutos antes de las cinco de la tarde y una empleada me dijo que acababa de salir un vuelo a New York y creí que te habías ido con ese… entonces me fui de ahí rogando porque no te hayas subido a ese avión con el adefesio ese y fui a tu departamento, pero no había nadie y Rose y Alice me juraron hace solo un momento que ellas te dejaron en el aeropuerto, llegó a mi casa a destruir todo lo que encuentre y tú estabas aquí ¿Cómo se supone que debo sentirme Isabella Swam?- preguntó enojado

Me quedé callada un minuto y nos quedamos mirando bajo la lluvia. Me acerqué a él y lo besé con todas mis fuerzas.

-¿Crees que con esto se va a solucionar todo?- preguntó enojado

-Cállate me interrumpes- dije entre sus labios

-No creas que con esto se me va a ir el enojo- se quejó entre mis labio y sonreí.

-Ah ¿no?- pregunté besando de nuevo sus labios ferozmente

-No, me acabas de acusar de tener otro hijo con mi prima- protestó y volví a atacar su boca

Seguímos así por al menos cinco minutos y luego tuvimos que separarnos para respirar.

-¿Te sientes mejor?- pregunté escondiendo mi cabeza en su pecho

-Un poco, pero no del todo- contestó indiferente- todo depende de algo…

Levanté mi cabeza para mirarlo y enarqué una ceja.

-¿Qué es ahora Edward?- pregunté molesta

Él se apartó de mí y se arrodillo frente a mí.

-¿Qué demonios…?- empecé a decir y el enarcó una ceja, suspiré- ok

-Isabella Swam no he podido dormir los últimos meses pensando en ti, he pasado el peor día de mi vida creyendo que te había perdido y ahora que estás frente a mí no pienso darte la más minima oportunidad de escaparte de nuevo, tienes que entender que escapandote no solucionas nada…-empezó a quejarse

-Edward- lo interrumpí- lo estás arruinando- le avisé

-Ok, bueno Isabella Swam ¿Me harías el honor de ser mi esposa y la madre de mis hijos todos los días de mi vida, a cada hora, cada minuto y cada segundo?- estaba a punto de contestar cuando agregó- ¿y no escaparte nunca más si no es conmigo con quien te escapas…?

-Dejame pensarmelo- murmuré con una sonrisa, él enarcó una ceja- SI Edward acepto, pero…

-¿Pero?- preguntó molesto y solté una risita

-Pero entremos porque estamos empapados y nos estamos congelando- dije riendo aún

Él se levantó y asintió. Ibamos caminando juntos cogidos de la mano hasta la entrada cuando se detuvo. Lo miré extrañada y él se acercó a mí para besarme.

-Me faltó eso- dijo entre mis labios.

Entramos a la casa, él llevó mis maletas dentro y  encendío las luces, me había olvidado de lo grande que era esa casa. La última y única vez que estuve ahí fue cuando todo empezó, en la fiesta de compromiso.

-No ha cambiado mucho –murmuré y sentí las manos de él frotando mis brazos

-Estas helada-dijo él  abrazandome- ¿cuánto tiempo llevabas fuera?- preguntó preocupado

-Dime la hora- pedí

-Faltan quince minutos para las nueve- dijo mientras me abrazaba aún más fuerte

-Casi tres horas- respondí y sentí mi estomago gruñir muy fuerte- Lamento que hayas tenido que oír eso- dije con las mejillas sonrosadas por la pena

-Tienen hambre- dijo él riendo, me volteé para encararlo- hagamos algo yo subo tus maletas a mi habitación, sacas un pijama y mientras te preparo la cena- sonreí- y luego si quieres te enseño lo grande que es mi cama y todo lo que podemos hacer ahí…

-Ummmmm… interesante- murmuré con el rostro muy rojo- ¿tú cocinas?- pregunté cambiando él tema

-Si no pudiera mi mamá nunca me hubiese dejado vivir solo- contestó y besó la punta de mi nariz

Subí las escaleras junto a él, me indicó abrir la segunda puerta  y ahí estaba su habitación. Tenía un gran ventanal y un balcón. La cama era muy grande.

-En esta puerta está el baño- me explicó señalando una puerta a mis espaldas- vas a encontrar todo lo que necesites y puedes usar ese armario para desempacar tu ropa- dijo señalando un armario junto a la ventana, fruncí el ceño.

-¿Desempacar mi ropa?- pregunté y él asintió- ¿Sabes que aún puedo usar mi departamento verdad?- el frunció el ceño y se cruzó de brazos

-De poder puedes mi amor, pero…-dijo acercandose a mí- yo no te voy a dejar, así que acostumbrate a tu nueva casa amor mío- tomó mi rostro con sus manos y me dio un beso que me dejó sin aire

Rodeé su cuello con mis brazos y lo atraje de nuevo hacia mí, volví a besarlo y él empezó a quitarme mi abrigo.

-¿Qué hacemos?- preguntó él cuando empecé a desabrocharle su camisa

- Creí que me ibas a explicar lo grande que era tu cama- murmuré mientras él empezaba a besar mi cuello

Me despojó rápidamente de mi blusa y cuando puso sus manos en el botón de mi jean mi estómago rugió más fuerte que antes. Nos empezamos a reír, me dio un pequeño besito en los labios y se dirigió a la puerta.

-Voy a preparar la cena- anunció, salió del cuarto y suspiré.

Saqué el cargador de mi celular y lo puse a cargar junto a la mesita de noche. Empecé a buscar un pijama entre mis cosas y finalmente encontré un camisón de seda. Saque algo de ropa interior y una bata de seda. Me duché con agua caliente y lavé a conciencia mi cabello. Desenredé mi cabello y estaba a punto de salir de la habitación cuando escuché que alguien llamaba a mi celular. Era Rose.

- Hola Rose- contesté sentandome en la cama

-¡Bella no sabes lo preocupada que he estado! ¡Dijiste que me llamarías! ¿Sabes que hora es?- preguntó impaciente

-Rose lo siento, la pila se descargó y recién salgo del baño, iba a llamarte luego- dije disculpandome- es más recién voy a cenar

-No me preocupes así de nuevo -pidió ella suspirando- bueno dime ¿qué tal la gran manzana?- preguntó ya más calmada

-No me fui a New York, sigo en Los Angeles-murmuré

-¿De verdad?-preguntó emocionada- Oh, Bella me alegra tanto… espera ¿dónde estas? Porque yo tengo las llaves de tu departamento ¿cómo entrastes?... – preguntó confundida

- ¿Cómo te explico?- pregunté más para mí que para ella, en ese momento se abrió la puerta de la habitación

-Bella la cena está lista- dijo Edward entrando, se había cambiado de ropa, llevaba una camiseta  blanca y un jean

-¿Qué hace Edward ahí?...Bella estás con… ¿Edward?- preguntó incrédula- ¡Alice está con Edward!- gritó ella- si, es en serio…. Espera… Alice… es mi teléfono…. Vas a colgar… ya te lo doy… Emmett tu tambien suelta… ¡Jasper ayudame!... ¿Jasper tú tambien?... Sueltenme…. ¡Maldita sea quedense todos quietos!- se escuchó total silencio

- ¿Todo bien?- pregunté preocupada de tantos gritos

-Si- respondió Rose- Bella estás en el altavoz, ahora sí explicanos

-Estoy con Edward en su casa- dije pronunciando bien cada palabra- vamos a cenar y hay algo más que quiero contarles mañana

Empezaron a preguntar y a gritar así que me separé el teléfono de la oreja. Edward enarcó un ceja.

-Creo que tienes que hablar con ellos- dije tendiendole él teléfono

Sonrío y tomó el teléfono.

-Hola soy Edward ¿con quienes hablo?- sonrió y asintió- ok, voy a ser bastante directo, estamos juntos – soltó una carcajada al escuchar algo de lo que le decían- Mañana vamos a hablar con ustedes… ¿Alice? ¿Crees que puedas arreglar una boda para dentro de quince días?... Dieciseis… Veinte Alice y ese es el límite…Si…Chicos voy a colgarles así que mañana nos vemos en mi casa… No les voy a decir más… Adiós y chicos… no llamen, no vamos a contestar… si Alice es una amenaza… Adios

-¿Veinte días?- pregunté frunciendo el ceño

- Ya aceptaste Bella, así que ¿vamos a cenar?- preguntó tendiendome su mano

Tomé su mano y bajamos por  las escaleras juntos. Me guió hasta el comedor y había decorado con velas la mesa. Cuando me senté ví lo que había cocinado y contuve la risa.

-Mis felicitaciones al cheff- murmuré mirando el submarino y la limonada.

-No te burles, ya quisiera haberte preparado algo mejor pero tenías hambre así que esto fue lo mejor que pude hacer en una hora, si no te gusta podría…

-Edward- lo interrumpí- aunque me hubieses dado cereal con leche, sería perfecto porque estoy contigo… pero espero que tengas uno igual a estos dentro de la cocina, tengo hambre -murmuré mientras le daba un mordisco al submarino

-Todo lo que quieras- asintió él

Cuando teminamos de comer llevé los platos a la cocina y empecé a fregarlos. Edward me quitó de las manos el jabón y empezó a lavarlos él.

-Hey- me quejé- tú cocinas, yo lavo, sino creo que vamos a tener problemas Cullen

-ok- dijo levantando las manos alejandose de los platos- adelante futura Sra. Cullen

Me acerqué a él y le dí un besito en los labios. Luego me separé de él y empecé a lavar lo que quedaba en el fregadero.

-¿Por qué fue eso?- preguntó detrás de mí

-Porque me gusta como suena- repondí encogiendome de hombros mientras guardaba los platos y los vasos

-A mí tambien y no tienes idea de cuanto- respondió

Me voltee y lo miré. Estaba recostado en el marco de la puerta mirandome con su sonrisa torcida.

-¿Así que me vas a enseñar lo grande que es tu cama?- pregunté y él asintió, tome su mano y empecé a guiarlo hacia las escaleras- bien, vamos- dije encogiendome de hombros- él se detuvo al pie de las escaleras- ¿qué pasa?

-Voy a poner la alarma y voy a apagar las luces… ¿qué te parece si te adelantas y yo te alcanzo?- preguntó, dude un momento y asentí- ¡no te duermas!- gritó a mi espalda

-¡No te tardes!- respondí mientras subía las escaleras rápidamente

Cuando llegué al cuarto fui al baño a lavarme rápido los dientes, me quité la bata y desordené un poco mi cabello ¿Cómo hacía para lucir sexy? Busqué en mi una de mis valijas un perfume pero no encontré nada.

-Mi bolso- murmuré y empecé a buscar en mi bolso hasta que encontré un perfume pequeño

Me puse un poco y volví a guardarlo. Estaba mirandome en el espejo del cuarto cuando escuché que la puerta se cerraba a mis espaldas, pegué un brinco.

-¿Qué hacias?- preguntó él con una sonrisa

-Nada- contesté y me pasé una mano por el cabello.

Edward se fue acercando a mí lentamente y puso sus manos en mi cintura. Yo rodee su cuello con mis brazos, enredé mis dedos en su cabello y lo besé. Sus manos comenzaron a acariciar mi espalda con mucha delicadeza y yo por mi parte deslicé mis manos por su torso para poderlo despejar de su camiseta.

-Te extrañé- musitó mientras besaba mi hombro y con sus manos de deshacía del camisón.

-Yo tambien te extrañé – respondí en un jadeo, mientras sentía sus labios besar mis pechos de una manera muy dulce.

Él me abrazó fuerte contra su cuerpo y rodeé su cintura con mis piernas. Me llevó hasta la cama y me depositó en ella. Él se alejó, se quitó los jeans y regresó a la cama.

Se colocó encima de mí, una de sus manos se posó en mi cintura mientras con la otra empezó a acariciar mis mejiilas, mis labios y luego empezó a descender de mi cuello hasta uno de mis pechos. Me mordí el labio inferior. Continuó su recorrido por mi abdomen y acarició mi vientre. Sentí las lágrimas en mis ojos. Finalmente bajó más su mano, se deshizo de mis pantaletas y empezó a acariciarme.

-Edward- murmuré mientras mordía mi labio inferior para no gritar

-Aquí estoy- dijo y besó mis labios con mucha pasión.

En un momento más él ya se había deshecho de sus boxers, guió su miembro hasta mi entrepierna y me penetró. Esa noche Edward me hizo el amor de la manera más tierna que puede existir en este mundo. No creí que en ese momento hubiese alguien más feliz en el mundo que nosotros.

Despues de amarnos como nos no nos habíamos amado nunca. Me recosté sobre su pecho mientras el hacía trazos imaginarios en mi espalda.

-Ya es muy tarde- dijo mientras acariciaba mi cabello- necesitas dormir

-No quiero dormir- murmuré y bostecé

-Mentirosa- me acusó- tienes mucho sueño, dejame cantarte para que te duermas- pidió y negué

-No, no quiero dormir- volví a repetir- tengo sueño pero no quiero dormir- dije mirandolo a los ojos

-¿Por qué no quiere dormir mi princesa?- preguntó él acariciando mi rostro

-Tengo miedo- confesé y oculté  mi rostro en su pecho

-¿Miedo? ¿De quien?- preguntó y suspiré- ¿De mí?- preguntó luego

-No- dije mientras volvía a mirarlo- miedo de que esto sea solo un sueño y cuando me despierte no estés aquí- confesé, él empezó a negar

- No tienes que temer, no solo voy a estar aquí mañana sino todos los días de tu vida- dijo mientras besaba mi frente- soy yo el que debería temer que te quieras volver a escapar

-¿No vas a olvidar eso?- pregunté y él negó- pues bien te prometo que si quiero escaparme solo va a ser contigo… te prometo que él bebé y yo siempre vamos a estar contigo- declaré sonriendo

-¿Él bebé?- preguntó frunciendo el ceño- ¿es un niño?- preguntó sonriendo

-Eso no lo sé pero me gustaría que fuera un niño- repondí- aún debemos esperar un par de meses para saber su sexo

-No quiero saberlo- dijo él después de un rato- que sea sorpresa- sugirió- ¿estás de acuerdo?

-Sí, me gusta la idea- dije riendo- debiste verlo es muy chiquito- susurré recordando la ecografía

-¿Te has hecho una ecografía?- preguntó y asentí- ¿puedo verla?

Me levanté de la cama y me dirigí a mi bolso para sacar el sobre. Cuando iba caminando a la cama noté cómo estaba mirandome, me sonrojé, negué y me acosté junto a él.

-Tenemos sueño ¿recuerdas? –pregunté mirandolo a los ojos

- No es muy tarde- murmuró acariciando mi espalda- y si tú quieres…

-¿Entonces no quieres ver la ecografía?- pregunté enseñandole el sobre

Él tomó el sobre y sacó la ecografía. Empezó a verlo y una sonrisa se plantó en su rostro.

-¿Este es el bebé?- preguntó mirando la ecografía, asentí y la miramos juntos- se parece a ti- comentó y lo miré enarcando una ceja- ¿qué?- preguntó y empecé a reirme

-Edward eso no puedes saberlo con una ecografía, no se lo ve bien, es solo una imagen espectral… ¿cómo puedes decir eso?- pregunté riendome aún

-Creeme solo lo se- contestó él- va a ser una nena y se va a parecer a ti- dijo muy seguro

-¿Es una apuesta?- pregunté enarcando una ceja- porque yo digo que va a ser un niño y se va a parecer a ti- dije encogiendome de hombros

-Bien entonces si es una niña yo escojo el nombre y si es un niño lo escojes tú- propuso él

-¿Cómo vamos a cerrar el trato?-pregunté sonriendo

Él colocó las ecografías en la mesita de noche y posó sus manos en mi cintura.

-Se me ocurre una idea… pero si estás cansada podemos intentarlo mañana- sugirió. Negué y le dí un besito en la nariz

-Nunca me voy a cansar de ti Edward Cullen, nunca- dije muy segura

En ese momento empezamos a cerrar nuestro trato. ¿Por qué dejar para mañana lo que puedes hacer hoy?

 

Al día siguiente me levanté y empecé a buscarlo a Edward por la cama. No encontré nada y me levanté asustada. Estaba en su habitación y era un día soleado. Me iba a levantar cuando noté que aún estba desnuda. Busqué por el suelo mis pantaletas me las puse, pero mi camisón no estaba por ningún lado. Me puse lo primero que encontré que fue la camiseta que había usado ayer Edward. Me metí en el baño, lavé mi cara y cepille mis dientes. Al salir él estaba sin camisa  y solo con un jean en la cama con una bandeja de comida.

-Te luce mejor que a mí- murmuró él mirando mi ropa improvisada, me sonrojé

-No encontré mi camisón- admití y me senté junto a él- pero gracias

-No hay de qué- dijo dandome un besito en los labios- lo siento se supone que te iba a despertar con el desayuno en la cama, no sabía que te ibas a levantar antes

-  No te preocupes- dije mientras miraba la bandeja llena de comida- que rico desayuno- comenté

- Te lo debía por la cena- murmuró él- oh, yo empezaría por el flan- dijo de repente cuando iba a comer una tostada

-Bien- asentí y tomé el flan- ¿quieres?- pregunté ofreciendole una cuchara y él negó

-Ya desayuné, ahora come- insistió

Lo miré extrañada, él nunca me sugería que cosas comer primero, al menos en Hawaii no lo había hecho. Noté que se había afeitado recién esa mañana me gustaba verlo así.

-¿Qué pasa?- preguntó sonriendo- ¿por qué me miras tanto?
-Te afeitaste- dije y me comí una cucharada de flan

-¿Eso te disgusta?- preguntó frunciendo el ceño

-No- dije negando- me gusta verte así- comenté encogiendome de hombros

-A mi tambien, ahora sigue comiendo tenemos mucho que hacer- dijo señalando la copa de flan que había dejado de nuevo en la bandeja

Asentí y enpecé a comer el flan, casí al final de la copa cuando llevé una cuchara a mi boca sentí algo frío y duro en mi boca. Dejé la copa en la bandeja y tomé una servilleta. Cuando lo saqué de mi boca lo ví.

-Oh, dios- murmuré sosteniendo la sortija entre mis dedos

Antes de darme cuenta Edward había retirado la sortija de mis manos y la tenía en las suyas. Me ayudó a levantarme de la cama y se incó frente a mí.

-Así que… ya te lo había pedido pero olvidé esto, así que voy de nuevo- se aclaró la garganta- Isabella Marie Swam ¿me harías el honor de aceptar ser mi esposa por toda nuestra vida y luego de ella tambien?

-Si Edward Cullen acepto ser tu esposa- dije solemnemente y él introdujo la sortija en mi dedo

Se incorporó, me atrajó hacia él y me besó dulcemente.

- Perfecto- susurró entre mis labios- te diría que celebremos pero mis padres, mis hermanos, mis cuñados y Thony van a llegar en un par de horas y necesitas desayunar bien.

- Ya quiero ver a Thony- murmuré

-Estoy seguro de que él tambien quiere verte, necesita una mamá y una hermanita

- O hermanito- contraataqué y me besó

- Podemos discutir eso mas luego, o al día siguiente, o al siguiente,  o al siguiente- murmuraba entre mis labios

-Es lo que más quiero- concordé

Terminamos de desayunar y luego nos arreglamos para darles las noticias que teníamos a nuestra familia.

Capítulo 37: Decisión Final Capítulo 39: Juntos

 
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