Entré a hurtadillas a la cabaña en la cual se supone yo “había pasado toda la noche”. Según el reloj de Edward eran las seis y media de la mañana, así que podía escabuirme entre las sabanas antes de que alguien note mi auscencia.

Moví un poco el cubrecama y me metí bajo la sabana. Pan comido, pensé. Me estaba acomodando en la almohada cuando la puerta del baño se abrió. Rosalie me vió y bostezo.

-Eh… Rose…-empecé pero ella negó levemente

-No quiero escucharlo- dijo de repente- he oido ya bastante hace algunas horas- me explicó y se sentó en la cama- si alguien me pregunta donde has estado esta noche, voy a jurar que estuviste a mi lado ¿ok?- concluyó cuando se acostó a mi lado

-Gracias- murmuré con una sonrisa aliviada

-No sé de que hablas…. – musitó en respuesta

Luego de eso nos quedamos dormidas por los siguientes treinta minutos. Nos levantamos por el olor a café con crema y tostadas con queso.

Alice estaba sentada en una de las sillas con el carrito del desayuno frente a ella. Rosalie estaba tomando una taza de leche caliente, con algo de fruta

-Buenos días- dije con una amplia sonrisa- ¿has dormido bien Alice?

Ella pusó los ojos en blanco y tomó un sorbo de su café.

-Algún idiota de por aquí tuvo una noche muy prendida- murmuró irritada- tuve que ponerme mi i-pod y escuchar los clásicos para dormir- me sonrojé un poco, ella me miró y enarcó una ceja.

Me puse nerviosa. Alice se paró de la silla en la que se encontraba para examinar mi rostro detenidamente. Demonios, me miraba con sospecha y lucía algo enfadada.

-Al parecer tu tampoco dormiste muy bien-murmuró- tendremos que ver que puede hacer el maquillista.

Tomé una ducha y salí con la bata de baño. En el cuarto se encontraban ya un hombre alto, moreno trabajando en el cabello de Rose y una mujer rubia  de baja estatura sacando cosmeticos de un maletín ordenandolos en la mesa.

Me serví algo de café y me comí un  par de tostadas junto a Alice mientras esperabamos que terminen con Rose.

-¿Has ido a ver a los chicos?-le pregunté a Alice

-Sí, les he llevado el desayuno y los he dejado despiertos-comentó- se supone que Esme va por ellos a las nueve y media para ayudarlos con sus trajes, deben de haber tomado ya una ducha- dijo muy segura

- ¿Y cómo luce la playa?-pregunté ya que ahí iba a llevarse a cabo la boda- ¿ya está todo listo?

-Han dejado limpiando todo lor la noche, hace una hora empezaron a arreglar las cosas, los petalos, las sillas, la pista de baile, el piano…y al parecer el clima está de nuestro favor, va a haber un gran sol, pero no va a estar caluroso, va estar bastante templado y las olas están muy calmadas- anunció orgullosa de sí misma

-Se ha esmerado señorita Cullen- felicité con una sonrisa- todo le está saliendo perfecto

-Gracias, ya lo había oído antes- contestó sonriente- en un par de minutos viene el otro estilista- dijo revisando su celular- anda preparandote él va a peinarte a ti

Terminé mi tostada y mi café y me dirigí al baño. Volví a cepillarme los dientes y empecé a desenredar mi cabello para facilitarle el trabajo a quien sea que fuer a arreglar mi cabello. Apenas salí del baño me encontré con un hombre rubio de corta estatura con un fino bigote.

Él ya había montado un  espejo y una mesa con todo lo que necesitaba usar en mi cabello. Estaba vestido de negro.

-Bella, te presento a Simour- dijo Alice- Simour ella es Bella, la novia de Edward y la madrina de la boda

El modo en que Alice dijo “la novia de Edward” pareció hacer feliz a Simour, era como una especie de codigo extraño ¿Qué tendría él que ver con Edward?

-Mucho gusto- dije intentando parecer cortés

Simour estrechó mi mano con demasiado entusiasmo diría yo. Me pidió que me sentara en una silla que no estaba antes en la habitación.

-Te voy a dejar increíble-me aseguró- no planeo cobrarle a tu amiga, me ha caído muy bien, así que esta vá por mi cuenta- dijo luego de un momento a Alice mientras examinaba mi cabello- dime cómo es el modelo del vestido

Alice le describió el vestido, pero finalmente tuvo que mostrarselo para dejarle clara la idea. Simour alabó el vestido y luego alabó a Alice.

-Sabes se me ocurre que quizas podrías hacerle…-Alice empezó a decir tocando mi cabello

Simour la detuvo, parecía ofendido.

-Querida me ofendes, deja todo el asunto en mis manos-dijo retirando sus manos de mi cabello, esto era divertido, alguien dandole prohibiciones a Alice- ya se lo que voy a hacerle a Bella-anunció feliz- la novia de Edward que maravilla- canturreó luego más para sí que para nosotras.

Miré los ojos de Alice por el espejo, ella parecía divertida. Enarqué una ceja y ella soltó un suspiro y asintió a la petición que no hice en voz alta. Luego me contaría de qué iba todo este asunto de Edward, o de la novia de Edward –osea yo, por lo que tengo entendido- con Simour.

Simour parecía feliz jugando con mi cabello, separandolo en capas y agarrandolo con pinzas de un lado a otro. Me relajé mientras él trabajaba animadamente en mi cabello.

El resultado fial de mi cabello me dejó con la boca abierta, siempre había felicitado a Rose por su habilidad para con mi cabello, pero quedé encantada con lo que Simour había hecho con mi cabello. Habían dos mechones de cabello a ambos lados de mi cara, la mitad de mi cabello estaba agarrado delicadamente formando un diseño bastante intrincado en la parte posterior de mi cabeza, parecía una equis y en medio una liga y varis invisibles formaban un diseño bastante bonito encima estaba una peineta de diseños florales con colores similares a los de mi vestido, finalmente la otra mitad de mi cabello caía suelto en rizos tan perfectos que harían llorar a una muñeca de porcelana.

-Wow- exclamé al ver mi cabello, Simour me miraba con una amplia sonrisa- me encanta, muchas gracias

-No hay de qué ya sabes eres la novia de Edward- dijo sonriente- ¡vaya que lindo suena eso!-dijo depsues de un rato

Volví a mirar a Alice quien sonreía de una broma privada que me estaba perdiendo, volví a dirigirle otra mirada significativa y ella asintió. Bien más le valía que me lo diga luego.

-Sientate en una silla mientras, Tansie te maquilla- me dijo Alice mientras se sentaba en la silla que yo me encontraba para que Simour arregle su cabello.

Aún no terminaban con el cabello de Rosalie. Ví el reloj de la mesita de noche, faltaba una hora para las diez de la mañana. Tansie quien era la rubia  de baja estatura se acercó a mí, preguntó cúal era mi vestido- los que alice ya había extendido sobre la cama uno junto a otro- le indiqué el rosado y ella empezó a maquillarme.

En veinte minutos estuve maquillada y peinada por profesionales. Justo al tiempo en que me dirigía al baño para vestirme Rosalie estaba ya siendo maquillada por Tansie.

Me puse la lencería de encaje rosa palido que Alice había escogido para mí y  me puse con mucho cuidado el vestido. Salí del baño en busca de mis zandalias y ya estuve lista.

Rosalie por su parte ya estaba arrglada, solo faltaba que se ponga su vestido, se veía muy hermosa. Su cabello había sido recogido hacía un lado  decorado con pequeñas flores blancas y finalmente terminaba en largos rizos rubios.

Se sentó un momento para esperar que Alice termine y ambas la ayudemos a vestir, usé un perfume que me había regalado mi mamá hace un par de días. Quince minutos antes de las diez Alice  tuvo las puntas de su cabello ligeramnete dobladas decoradas con una diadema de plata muy bonita. Tansie trabajó en Alice  rápidamente y diez minutos antes de las diez ella ya estuvo lista.

Dimos las gracias y nos despedimos de Tansie, Simour y el otro estilista que  no sabía como se llamaba. Juntas ayudamos a ponerle el vestido a Rosalie, la ayudé con las zandalis mientras Alice ajustaba el velo. Ya a las diez con quince minutos ella estuvo perfecta, como siempre.

Estabamos muy emocionadas, y se  escuchó la puerta. Era Jasper.

-Hola señoritas, están muy lindas- nos saludó él.

-Estás más bella que nunca Rosalie- dijo él al ver a su hermana

Como sus padres habían fallecido jasper era quien llevaría al altar a su hermana. Era una escena conmovedora. La abrazó por un largo tiempo.

-Sabes que mis papás donde quiera que estén estan orgullosos de ti- dijo el en su oido y soltó un par de lágrimas.

Rosalie contuvo las lágrimas y sonrió a su hermano.

-Bueno chicos, ya es hora-anunció Alice- quiero que salgan de aquí en exactamente cinco minutos ¿entendido?-preguntó ella mirando su reloj, esperó a que asintieran y luego de eso me tomó de la mano- bien nos vemos

Alice y yo caminamos apresuradamente hacia la playa y sí efectivamente como había dicho Alice todo estaba excepcionalmente increíble.

Caminamos entre la gente y nos dirigímos al altar, Alice se ubicó en la primera fiila junto a Esme. Ahí junto al altar me esperaba Edward sonriendo, tomó mi mano y me dio una mirada que significaba mucho.

Luego miré a Emmett quien en verdad lucía nervioso, era gracioso ver a Emmett nervioso. Le dirigí una sonrisa para calmarlo y él soltó un suspiro para relajarse.

-¿Ella vendrá?-me preguntó y asentí- Genial- murmuró él

Despues de un momento empezó a sonar la marcha nupcial. Todos giraron sus cabezas para poder apreciar a la novia.

Algunos rostros demostraban demasiada alegría, otros estaban llorando y algunos murmuraban entre sí. Rosalie lucía radiante con una sonrisa fija en sus labios, Emmett la esperaba con una sonrisa incluso más grande. Cuando estuvieron juntos se vieron completos.

-Bueno Emmett, aquí estoy entregandote en tus manos a mi hermanita, estoy seguro que vas a serla feliz-dijo Jasper sonriente- pero si ella me lo pide y llegas a hacerla sufrir de algún modo, te las verás conmigo Cullen -agregó  al entregarle la mano de su hermana

-Descuida-dijo Emmett- prefiero tirarme de un risco antes de lastimar a la razón de mi vida

Jasper pareció satisfecho con eso y luego fue a sentarse junto a los Cullen.

La boda fue de cuentos de hadas, definitivamente nada es imposible para Alice me repetí mentalmente, Edward mantenía  mi mano entre las suyas firmemente.

Escuchamos sus votos y ya las lagrimas se echaron a correr, por todos lados. Me impresionó ver a Charlie llorando, pero al final me descubrí llorando yo tambien.

La boda civil y eclesiastica fue llevada a cabo en ese mismo momento, ¿Cómo lo consiguio Alice? Bien, ella solo murmuró la palabra “Contactos”. Así que cuando ellos firmaron los registros, Edward y yó firmamos como testigos. Luego el sacerodte pidió el anillo y Jake los llevó sobre su lomo, finalmente los declaró marido y mujer.

Todos se levantaron de sus asientos y aplaudieron cuando el cura presento al Sr. Y Sra Cullen. Edward y yo fuimos los primeros en felicitar a los esposos. Le dí un gran abrazo a Rosalie.

-Felicidades Sra. Cullen-le dije emocionada

-Gracias por estar aquí- me dijo sonriente

-¿Cómo negarme?-pregunté encogiendome de hombros

Luego abracé a Emmett aunque él me abrazó a mí tecnicamente ya que apenas pondía abarcar con mis brazos su gran cuerpo.

-Felicidades Emmett- dije feliz

-Gracias mi pequeña madrina de bodas- exclamó él

Cuando me separé ví que sus ojos estaban hinchados, y sus mejillas mojadas.

-Has estado llorando –acusé- que lindo eres, que tierno- exclamé

Él me miró ofendido.

-Yo no estuve llorando, solo que tenía una basurita en el ojo-murmuró

-Claro-asentí- ¿en ambos ojos?-pregunté y sus mejillas se sonrojaron- tranquilo, no se lo voy a decir a nadie-prometí

Eso lo relajó y me guiño un ojo.

Luego nos sentamos en las sillas que habían arreglado para el buffett, y Ewdard como buen padrino tuvo que dar el discurso.

-Atención- llamó a todos y todas las personas se giraron para ver lo que él diría- Quiero agradecerles de parte de mi hermano Emmett y de Rose, a quien tambien considero mi hermana, su precencia ya que han formado parte de este día tan especial para ellos, y para sus familiares. Nunca creí que Emmett se casara-admitió- pero lo hizo y con una grandiosa mujer….aunque he de admitir que también creí cuando tenía cinco años que él aprendería a usar los cubiertos y lo hizo. Rosalie esperamos que sepas comprender a mi hermano en sus momentos menos cuerdos, aunque eso sea casi todo el tiempo-admitió y muchos rieron- sabemos que eres todo lo que él pudo, puede y va a necesitar en toda su vida. Emmett no hagas enojar a Rosalie, he intenta alegrar todos los días de su vida así como lo has hecho con nuestra familia. Les pido un brindis por el Sr. y la Sra. Cullen.

Las copas se elevaron y todos exclamaron un ¡Salud! En voz alta.

Emmett abrazó a su hermano y le dio un empujon amistoso. Los padres de ellos parecían muy emocionados ante el hecho del matrimonio.

-¡Que bonito vestido!-me felicitó Edward

-Gracias- dije chocando levemente su copa de champagne con la mía- usted tambien está  bastante atractivo

-No hay de qué, solo digo lo que pienso- dijo él con una gran sonrisa- y gracias…por cierto que lindo peinado

-Agradecele a Simour- le respondí- ¿por qué le emociona que sea tu novia por cierto?

-¿Te dijo algo?-preguntó y negué- es algo chistoso…  te lo cuento más tarde

-Bien-asentí- ¿Qué te pareció la boda?

-Linda…pero sabes que nuestra boda va a ser más bonita-dijo él como si nada

-¿Boda?-pregunté esceptica- llevamos juntos semanas-le recordé

Él lo consideró un minuto y luego asintió.

-Si encuentras algo que has buscado hace mucho tiempo….¿pensarías en tomarlo o no?-preguntó enarcando una ceja

-Explicate- dije no muy segura que contestarle

-Digamos que estas en un desierto y llevas días sin agua…y de repente encuentras un oasis ¿Qué harías?-preguntó de nuevo

-Bebería agua, me bañaría ahí- contesté encogiendome de hombros- tu sabes el agua es indispensable para vivir

-Algo así mismo es contigo Bella- me dijo con una sonrisa, lo miré sin entender- eres mi razón para vivir y si ya te tengo… no tardaré mucho tiempo en rodear tu dedo con un anillo

Era lo más tierno que me había dicho. Me encantarón sus palabras y no lo contradije. Me imaginé de blanco con él y la idea me volvía loca de la felicidad. Quizas todas las historias tienen un final feliz.

Comimos lo que el servicio de buffett había preparado y todos estabamos bastante absortos en la fiesta como para fijarnos de algo.

Rosalie bailó el bals con Emmett, Jasper, Carlisle y Charlie.

Luego de hablar un momento con mi padre, descubrí que Jacob le había contado que no iba a haber boda, parecía algo decepcionado, pero finalmente respetó nuestra decisión. Aunque Charlie no baile y yo tampoco, aunque las clases hayan ayudado, me invitó a bailar y no pude negarme.

-¿Cuándo es tu vuelo de regreso?-preguntó mi padre

-Mañana por la tarde- le confirmé

Pareció decepcionado.

-¿Pasa algo papá?-pregunté preocupada

-No solo que mi vuelo es por la mañana y creí que podía pasarme contigo un tiempo…tenía algo que contarte-murmuró misteriosamente

Solté una risa.

-Vale, dime Charlie ¿cuál es el secreto?-  pregunté mirandolo a los ojos

Él me miró un poco preocupado y luego sonrió.

-He conocido a alguien-murmuró y esperó mi reacción

No sabía porqué me miraba así, ¿quien podría ser?. Luego lo pillé, claro alguien, se refería a una mujer. Vaya esto era nuevo, ya que desde que mis padres se divorciaron Charlie nunca salía con ninguna mujer en plan de cita.

-Ese alguien… es ¿especial?-tuve que preguntar para estar segura

Su cara se puso roja en ese momento.

-Si- susurró y me miró a los ojos con cuidado

-Bien –musité- ¿es bonita?-pregunté

Mi padre asintió y pareció más relajado al ver que yo aún sonreía. Me imagino que él aún esperaba que yo haga algún tipo de pataleta.

-¿Te gusta?-pregunté y asintió- ¿tu le gustas- esta vez asintió con una sonrisa y un brillo peculiar en sus ojos- bien papá dime ¿Cuándo puedo conocerla?

-Me preguntaba si tal vez mañana, pero probablemente para el miercoles esté bien- dijo indeciso

Recordé que Jasper tenía un tiquet para mañana por la mañana, él estaba triste de irse antes de Alice, él sería feliz cambiando los tiquetes,  talvez podría hablar con Edward y explicarle, luego nos encontraríamos. Esto era importante para Charlie, así que debía apoyarlo como mínimo.

-Creo que  Jasper y yo podemos cambiar de tiquetes- dije a Charlie quien pareció más feliz

Me contó como la conoció, se llamaba Sue y llevaban saliendo ya dos meses. Me sentí muy feliz por Carlie, ya era hora de que organice su vida y si era feliz yo también.

Empecé a buscar a Edward ya había caido la noche y no sabía donde estaba. Hablé con Jasper sobre los tiquetes y él me cedió el suyo. Pero nadie había visto a Edward. No sabía donde estaba metido. Fui a la cabaña para ver si estaba ahí y escuhé voces.

-No voy a caer en tus trampas- gritaba él

-Ni si quiera sabes que és lo que te tengo que decir Edward- decía la mujer igual de enojada que él

La puerta estaba algo abierta. Miré a hurtadillas.

Edward discutía con la misma mujer que resultó ser la madre de Anthony. Entonces ella si era Heidy.

-Pero no me importa lo que tengas que decir- gruñía él

-Te va a importar si solo escuchas- le aseguró ella- no querrás que hablé con tu noviecita-amenazó ella

-No tienes ningún derecho a entrometerte en mi vida- espetó él- ni siquiera te le acerques a ella,  no va a creer ninguna de tus mentiras, ya le he contado todo

Esto está mal. Me repetí, debía irme de haí, no debía escuchar nada. Él me lo explicaría.

-No la quieres, estoy segura que no te has olvidado de mí- atacó ella

-Eso ya lo hice hace mucho….ya no eres nada para mí, solo un molesto recuerdo-respondió el

-No digas eso- suplicó ella- no sabes lo que estas diciendo

-Basta. Estoy arto de tus mentiras- exclamó furioso

-No es ninguna mentira, no sabes nisiquiera lo que es- refutó ella con la voz quebrada

Él parecía muy molesto y no quería escucharla, estaba dando vueltas en la habitación con deseos de marcharse.

-No me importa nada de lo que quieras decirme- le dejó claro

-No digas eso, él no tiene la culpa de los errores que cometí- gritó ella

Eso lo tomó desprevenido, y a mí tambien aunque yo podría jurar que sabía que era lo que diría. Aunque mi mente no formaba una idea clara mis piernas ya estaban temblendo. Lo sabía.

-¿Él?-preguntó Edward confundido- ¿de quien hablas Heidy?

- Esto te lo debí decir hace mucho tiempo-murmuró ella- estoy muy enferma Edward y tengo que contarte algo…

-¿De qué hablas?-preguntó cansinamente- Lamento que estés enferma pero yo no puedo hacer nada

-La noche en la que me descubriste con Felix…-empezó a decir ella y él la calló

Él lucía triste al recordar eso, pero la tristeza pasó a ser enojo.

-No me interesa escucharte- le dijo con la mirada fría

-Tienes que escucharme- chilló ella

-No quiero y no puedes obligarme- refutó él

-Tienes qué hacerlo esto nos compete tanto atí como a mí- dijo ella

Él caminó hacia la puerta, debí haberme ido. Estuve segura que abriría la puerta, pero no lo hizo.

-No me interesa nada que venga de ti- dijo él tomando la manija d ela puerta

-Tenemos un hijo- le soltó ella

La expresión de él se desarmó. Y la vió incrédulo.

-¿De qué hablas?-preguntó él

-Se llama Anthony…le digo Thony… él necesita un padre Edward- dijo ella con esperanzas acercandose a él y lo besó- Necesita una familia

No me sentía bien. Salí corriendo de ahí y me dirigí a la cabaña de Alice, por suerte su puerta estaba sin seguro. Me tiré en la cama y empecé a llorar.

Probablemente yo lo supe todo el tiempo, sus ojos me lo decían y yo no pude decirselo. ¿Y si al final él nunca terminó de olvidarse  de ella? Yo no podía estar en medio, debía irme.

Mis padres se divorciaron pero cuando yo fui adolescente, sin embargo de pequeña yo necesité de ambos. Y no podía ser tan egoista para alejar a Thony de la posibilidad de tener una familia.

Alguna vez escuché que siempre había un arcoiris despues de la tormenta, yo había encontrado el arcoiris, pero la tormenta regresó y se lo llevó consigo. Probablemente me equivoqué yo no tendría un final feliz.

Alice llegó en medio d ela noche y me encontró. Tuve que contarle todo, le pedí que me dejara quedarme con ella. No pude dormir en toda la noche, me imaginaba a Thony llorando y esa sola idea me despedazaba. No, yo no podía dejarlo sin una familia.

Me levanté temprano y le dejé una carta a Edward, explicandole lo que había visto, le rogué que intentara darle una familia a Thony. Le pedí que no me busque. Alice se la entregaría y me despediría de todos.

Por la mañana recogí mis cosas y me marché con Alice y Charlie. Nadie debía saber nada, eso fue lo que le pedí a Alice, ella le entregaría la carta a Edward. Así yo no tendría que sufrir frente a él. No me podía molestar con él, él me había hecho muy feliz en estas pocas semanas que lo que alguien pudo hacer en mi vida entera.

Subimos al avión y quise olvidarme de todo. Me encontré deseando un golpe en la cabeza  que borre mi memoria y me libre de eso.  Me recosté en él asiento, necesitaba dormir. Sentí una lagrima desender mi mejilla.

-¿Estás segura de que haces lo correcto?-preguntó Charlie preocupado

-No lo sé-admití- pero aunque quisiera, no podría hacerle daño a un niño que merece tener una familia

-Sabes que esto aquí contigo- dijo mi padre tocando mi rostro

-Gracias papá- susurré y lo abracé

En algun momento del vuelo de retorno me quedé dormida.

___________________________________________________________________________

Sigan votando y comentando.

Abrazos.

Sam.