Opciones de vida (+18)

Autor: Sam15
Género: Romance
Fecha Creación: 22/07/2010
Fecha Actualización: 22/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 37
Comentarios: 119
Visitas: 155179
Capítulos: 40

El había llegado, al menos eso era lo que me había dicho la encargada. No sabía lo que sentía y en estos días había sido tan feliz a lado de otro que no era precisamente mi prometido. Había perdonado ya todo el daño que me había hecho, a pesar de que sabía que había sufrido mucho no le daba ningun derecho a hacer lo que me hizo. Pero lo había perdonado por que ambos cometimos el error. Camine más deprisa en busca de lacabaña 23 y escuche unos ruidos extraños saliendo de la habitacion. ¿Me habría equivocado? Claro que no, la encargada me dijo que era la cabaña 23. Sin más abrí la puerta y los vi...

¿Vanessa?...dije en un susurro y ambos me vieron

Hola soy nueva aqui me llamo samantha y esto es algo que se le ha ocurrido a mi loca cabeza... espero que les guste. Los personajes son de Stephenie Meyer aunque he agregado algunos...

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Capítulo 26: Veinticuatro horas de soltería

Hola! de nuevo no me maten si? yo sé que el niño levanta sospechas pero ya en los siguientes caps ya se darán cuenta.

Les cuento que estoy super feliz, ando dando brincos por la u y todo parece estar saliendo bien...con escepción del internet que aún no funciona bien... En esta semana se llevan el modem de internet para cambiarlo y espero que lo tengan pronto... Pero estoy con mil lecciones en la u y muchos proyectos para las siguientes semanas espero poder subir caps esta semana.

Gracias por su apoyo. De verdad son muy lindas.

Sam

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Se escuchaba como si estuviera de regreso en la secundaria y lo peor de eso era que estaba en clase de Educación Física. El chillido del silbato del entrenador me tronaba los oidos, cómo había odiado deportes y a que se debía este sueño. Podía jurar que era un sueño porque es imposible que a mis veinticinco años esté en el instituto, solo que el entrenador no estaba por ningún lado. El entrenador Clam que había sido el responsable de mis contusiones, moretones y fracturas menores no estaba ahí, había sido remplazado por algo mucho peor. Alice Cullen, una miniatura con un silbato que me reventaba los tímpanos.

-¡De pie Swam!-gritó esta de nuevo y escuché el pito muy cerca de mí

El sonido hizo que diera un brinco de la cama y rodara envuelta entre sábanas hasta caer en el frío piso de la cabaña. Sentí una punzada en mi trasero. Genial, lo que faltaba que me salga un moretón en el trasero. Gracias a Dios dormí con una bata.

-¿Te has pegado muy fuerte?-preguntó Alice preocupada- espero que no te salgan moretones en las piernas- murmuró más para sí misma que para mí

-Te advertí que era una bobada despertarla así- reprendió Edward a su hermana mientrás me ayudaba a estar de pie- ¿estás bien amor?-preguntó

-Casí…-contesté- creo que me va a salir un buen moretón en el trasero-murmuré entre bostezos

Cuando estuve de pie al fin pude encarar a Alice, me miraba con pena, estaba vestida con un vestido muy bonito y estaba más arreglada que de costumbre. En su cuello colgaba el silbato plateado. Primero miré el silbato con odio, si pudiera prendería una fogata lo quemaría y bailaría alrededor de la fogata como una loca, como odiaba esos aparatos, pero no, estaba algo  cuerda aún. Luego miré a Alice con la misma expresión.

-¿A qué se debe la tortura matutina Alice?-pregunté irritada- Si no mal recuerdo me he dormido a las tres y algo de la madrugada…y aún son las ocho, tu me dijiste que a las diez…

Ella soltó un suspiro audible, se encogió de hombros y se dirigió a mi armario y empezó a escoger la ropa que iba a usar este día en particular. Iba a decirle algo cuando ella habló.

-Si Bella a las diez vamos a estar en el spa, pero tienes que vestirte y vamos a desayunar antes de irnos – se volteó, me dio la ropa que había escogido y puso encima un tubo. Era una crema- duchate, secate y ponte esa crema, eso hará que baje la hinchazón en donde te golpeaste… ¿te has dado cuenta que estos últimos días has estado durmiendo mucho?-murmuró finalmente mirandome preocupada- debes de estar por pescar una gripa

Tomé la ropa y me dirigí al baño. Solté un gran bostezo frente a la puerta del baño.

-Sueño Alice, solo es eso y que no quiero que se acaben las vacaciones- concluí

No me gustaba que me despierten, al menos no estos últimos días, así que me iba a tomar mi tiempo en el baño para hacer enojar solo un poco a mi querida Alice. Tomé un buen baño de agua fría para terminar de despertarme, me sequé lentamente y me tomé mi tiempo en el cabello que estaba muy húmedo.  Me cepillé tranquilamente los dientes. Me puse una crema hidratante en la cara que estaba ya casi de mi color natural. Cuando me puse la ropa interior examiné en el espejo del baño donde me había golpeado. Estaba algo rojo sin duda iba a hacerse morado en la noche. Me puse la crema y finalmente me puse el vestido.

Cuando salí del baño ví las cosas de Edward amontonadas sobre la cama perfectamente arregladas. Él ya estaba recogiendo todo en sus brazos.

-¿Te vas?-pregunté

-Si Bella, hoy Rosalie se viene a dormir aquí, recuerda que Emmett no la puede ver un día antes de la boda- contestó Alice- así que hay un día de chicos y un día de chicas, ahora despidete de Edward que no lo vas a ver hasta mañana

Edward se acercó a mí con una sonrisa triste en sus labios. A él tampoco le gustaba ni una pizquita que tuvieramos que separarnos exactamente según el reloj veinticinco horas.

-Pero Alice nosotros no somos los que se van a casar- refunfuñé entre los brazos de Edward

-Ya lo sé, pero ellos tienen su día y nosotros el nuestro, debemos aprovechar al máximo las últimas horas de soltería de Rose- me explicó como si fuera obvio- además yo de ti no lo abrazara tanto, él fue el encargado de contratar a la streeper- dijo con todo el veneno que pudo ponerle a esa última frase

Me separé de él, enarqué una ceja y lo miré con los ojos abiertos a más no poder. Él tragó compulsivamente, me sonrió y se encogió de hombros.

-Eso  siempre es deber del padrino novio además te prometo que no va a ser nada vulgar solo le va a bailar a Emmett y a los invitados….-lo miré aún más esceptica- No se va a sacar toda la ropa lo prometo, me voy a tapar los ojos- ahora sí que quería pegarle- Jasper me dio la idea el día en que vino

Alice dio una patada a lo primero que tuvo cerca que fue una silla que se cayó al piso haciendo un fuerte ruido, resopló y finalmente sonrió. Tenía ganas de repetir el gesto de Alice aunque fuera inmaduro yo tambien quería patear a alguien.

- Tranquila Bella despidete, yo también he contratado a tres streepers…. Van a ir de policía, bombero y doctor -anunció Alice- y estos si se van a sacar absolutamente todo- la cara de Edward era todo un poema al oír a su hermana

Mi humor cambió considerablemente, le dirigí una amplia sonrisa a Edward y le dí un besito en los labios. Le entregué sus cosas y lo acompañé a la puerta.

-Diviertete amor-dije con dulzura y él me sonrió- pero no te prometo taparme los ojos cuando los streepers se quiten la ropa-dicho esto le cerré la puerta en la cara- nos vemos en veinticinco horas- exclamé lo suficientemente alto para que él lo oiga.

Lo último que oí de Edward fue una maldición y le oí murmurar que lo de la despedida de soltero no era una muy buena idea. Alice me dirigío una amplia sonrisa, me ayudó a terminarme de arreglar para salir. Y fuimos en busca de Rosalie, Esme y Renné quienes ya nos esperaban en un restaurante para desayunar.

Desayunamos frutas, sanduches, cereales, leche, yogurt y todo lo necesario para complementar un buen desayuno según Alice Cullen. No creo que se le haya escapado algún grupo alimenticio. Pero a pesar que nadie entendía el porqué de toda esa comida, Alice tuvo la amabilidad de de explicarnos que probablemente no ibamos a almorzar y ella iba a evitar que defallescamos en medio de su cronograma.

Una vez terminamos de desayunar fuimos a la recepción a retirar la llaves del vehículo que había alquilado mi querida amiga para este día en especial. Era un volvo negro a cuatro puertas lo suficientemente grande para que entremos las cinco. Era un día especial para chicas, tanto madres como hijas, aunque los padres de Rosalie hayan muerto hace cinco años  y era triste que su madre no pudiera acompañarnos, Esme y Renné la querían tanto como si fuera su propia hija.

-¿Dónde queda el spa?-preguntó Rosalie curiosa desde el asiento trasero junto con Esme y Renné. Yo estaba en el asiento del copiloto

Alice nos dirigió una calida sonrisa.

-Lo suficientemente lejos para que los chicos no puedan encontrarnos- contestó ella con una sonrisa- además ya sé que el complejo tenía un salón de spa, pero este sitio es simplemente encantador- dijo encogiendose de hombros con una sonrisa mucho más amplia

Cuando llegamos a la entrada del spa un hombre musculoso vestido con una polo blanca, bermudas caquis y zapatos deportivos se acercó a la ventana y le dio leves golpecitos. Alice quitó el seguro de las puertas y otro hombre que llevaba el mismo atuendo que el primero abrió la puerta de mi lado y me dio la mano para que bajara del vehículo.

-¿Tienen vallet parking?-preguntó asombrada Esme

-Que guapos chicos los del estacionamiento- murmuró mi madre, no pude abstenerme a reír

- Claro ya se los dije, es de lo mejor- contestó Alice

Los colores del spa eran cremas, dorados y decoraciones de madera y cristal en las paredes. El olor que nos rodeaba era floral y el aire acondicionado mezclado junto a este nos daba una paz, era tan reconfortante. La recepcionista estaba en un escritorio de vidrio donde nos recibió con una gran sonrisa, preguntó a nombre de quien estaba la reservación, tecleó en su conputadora y marcó una extensión para solicitar algo.

-En unos minutos las atenderán señoras, porfavor tomen asiento mientras tanto- indicó ella con una suave sonrisa unos muebles que estaban detrás de nosotros- haganme saber si puedo ayudarlas u ofrecerles cualquier cosa

Estabamos hablando de la boda cuando aparecieron cinco hombres altos muy guapos, de tez bronceada y se ubicaron frente a nosotras, nos quedamos estáticas.

El primero era de cabello castaño oscuro rizado algo alborotado y ojos grises,  el segundo era rubio su cabello estaba recogido hacia atrás en una cola sus ojos azules, el tercero tenía el cabello negro corto a la moda y ojos verdes, el cuarto era de cabello castaño claro corto despeinado y ojos cafés y el quinto tenía cabello rubio corto bien peinado y sus ojos eran de color miel. Todos tenían un cuerpo de infarto y eran muy altos. Estaban vestidos con una polo blanca con el logo del spa en la esquina superior derecha y unos pantalones de tela del mismo color de blanco, sus zapatos eran deportivos.

-Señoras bienvenidas, esperamos poder complacerlas en todo lo que necesiten, hoy vamos a ser sus guías- dijo el tercero de ellos- permitanme presentarnos él es Lucas-dijo señalando al joven de cabello castaño rizado que estaba fente a Alice- él es Mathew- indicó señalando al rubio de cabello largo que se encontraba frente a Rose- él es Stephan- continuó señalando al joven de cabello castaño claro que estaba frente a Esme- él es Don- dijo señalando al rubio de cabello corto frente a mi madre- y yo soy Gabriel- concluyó sonriendome ya que estaba frente a mí.

Lucas se acercó a Alice, Mathew a Rose, Stephan a Esme, Don a Renné y Gabriel a mí.

Ellos nos ofrecieron sus manos para poder pararnos, estaba algo intimidada al ver a Gabriel de verdad era guapo y yo no podía dejar de sonreír, luego noté que no era la única ya que todas estaban con su rostro igual o peor que el mío. Incluso nuestras madres. Nos guiaron a un cuarto de baño y nos ofreciero una toalla grande para cubrirnos.

-¿Qué se supone que debo hacer con esto?-pregunté no muy segura sosteniendo la toalla

-Es para el baño sauna- me explicó Gabriel- es lo primero de la lista debe entrar solo con la toalla- eso ocasiono que me sonroje

Asentí, me metí en uno de los cubículos y me quité la ropa, luego de asegurarme que la toalla no se iba a caer salí.  Apenas salí Gabriel tomó mi ropa, la guardó en un casillero  con llave y metío esta en el bolsillo trasero de su pantalón

-Porfavor sígame…-dijo indicandome el camino y no supo como terminar su frase, ya que no le había dicho mi nombre

-Bella- le dije con una sonrisa

Él me dirigió una sonrisa y me abrió la puerta del baño sauna.

-En cuarenta y cinco minutos la vengo a recoger Bella, relajese y disfrute su estancia- dijo cortésmente

-Gracias Gabriel- le contesté con una sonrisa y entré

Había bancos hechos con grandes y lisas piedras de diferentes colores entre lavanda, verdes, grises, el aroma que había dentro era de perfumes muy delicados y ahí ya estaban sentadas mis cuatro acompañantes. Me senté junto a Alice y me recosté sobre la pared para relajarme.

-Diganme si esto no está divino- murmuró Alice soltando un suspiro

-Perfecto- contestó Rosalie

-No me importaría quedarme aquí en Hawaii unas semanas más solo para venir de nuevo - comentó Esme – me preguntó solo cuanto habrás gastado en esto Alice…

Alice se tensó a lado mío y luego soltó su risita.

-Mucho mamá, mucho dinero…pero yo no lo he pagado- comentó como si nada- todas nor erguímos para verla- bien no lo he pagado yo, pero este es tu regalo de bodas de parte de Jasper… me dio su tarjeta de crédito y me dijo que te sorprenda… le conté la idea del spa y le encantó- luego de eso recostó su cabeza sobre la pared

-¿Mi regalo de bodas?-preguntó Rosalie- creí que debía ser para Emmett y para mí el regalo- dijo ella confundida

-No-contestó Alice en un susurró- a Emmett lo va a llevar hoy a andar en moto acuática con Edward y Carlisle, esto es solo para ti….deberías agradecerselo mañana, a ver si puede sonreír aunque sea un poquito cuando le llegue el estado de cuenta-murmuró

-¿Fue mucho? –Preguntó Esme- quizas no debimos venir todas-dijo preocupada

-Si fue mucho, pero cuando le conté lo del spa a él le pareció buena idea que estuviesemos todas juntas, ni siquiera me preguntó el precio solo me dio la tarjeta de crédito- dijo encogiendose de hombros- pero no hablemos de precios cambiemos de tema-sugirió

Estuvimos en silencio relajandonos cuando mi madre habló.

-¿Qué tal si hablamos de lo guapo que están nuestros guías?- recomendó

-Mamá -la reprendí- recuerda que estás casada Renné

-Que alguien esté a dieta no significa que no pueda mirar el menú- contraatacó

Todas empezamos a reír.

Cuando salímos del cuarto nos esperaban nuestros respectivos guías. Gabriel me ayudó a recoger mi cabello mojado en una toalla, la ató sobre mi cabeza. Nos guiaron a un gran cuarto que tenía muchos cubículos separados por una fina pared, no habían puertas pero habían cortinas.

-¿Qué es estó?-pregunté a Gabriel cuando él me preguntaba si me había gustado el sauna

-Son los cuartos de depilación Bella- me explicó y ví que mi madre, mis amigas y Esme eran guiadas dentro de un cubículo. Me sentía incomoda, no quería entrar con Gabriel. Cuando entré ví a una joven que me sonreía y me pidió que me recostara sobre el camastro. Gabriel dejó algo de color blanco en una silla y me dijo que pasaría luego por mí.

-¿en qué consiste esta depilación?- pregunté y la joven se sonrió

-Es un servicio completo, así que es totalmente corporal- dijo asintiendo con una sonrisa, quise pegarle una patada a Alice por no decirme que esto tambien era parte del servicio, claro la tonta fui yo que no quiso saberlo, me puse muy roja y asentí- usted elige tenemos: cera fría, cera caliente o talvez láser… usted hagame saber lo que prefiera

-Láser- dije rápidamente al ver la pequeña bandeja que  contenía cera caliente y desprendía humo

Luego de la depilación total, si total, la encargada me dio la bata de baño que me había dejado Gabriel y me dijo que aún no me retire la toalla que llevaba en la cabeza.  Ya pensaría como hacer que esto valga la pena, quizas a Edward la idea le resulte interesante, me reí al imaginar su cara. Al salir de mi cubículo noté que no estaban el resto de mis acompañantes. Gabriel me explicó que ellas ya habían salido.

Me guió hasta otro salón amplio donde había una encargada en un mostrador. Gabriel se acercó a ella quien le dio una toalla y una tarjeta/llave. Habian dos pasillos a ambos lados de la sala que conducían a puertas de cristal ahumado. Pasamos por algunas y ví al resto de los guías recargados sobre las puertas. Gabriel me dio la toalla  y entré al cuarto habían velas a ambos lados de la habitación y en medio una bañera con espuma. Una mujer me esperaba ahí.

Entré en la tina como me indicó y se sintió tan bien. Ella me preguntaba que perfumes prefería para el baño, escogí fresias, lavanda y vainilla.

Luego de esto me guiaron a otra habitación donde me esperaban ya mis amigas, Renné y Esme. Había cinco camastros una música muy tranquila de fondo y  cinco hombres  que preparaban algo en una mesa detrás de nostros. Los rostros de ellas eran para reírse parecían drogadas con pastillas para la gripa, tenían una sonrisa tan graciosa, pero yo tambien estaba sonriendo, probablemente lucía igual. Nos pidieron recostarnos boca abajo y desabrochar nuestras batas, cada  camastro tenía un agujero para colocar la cabeza en ella.

Los masajistas nos bajaron las batas y solo nos dejaron cubierto el trasero.  Empezaron con el masaje, fue increible y todas parecian tan perdidas en su propio mundo como yo.

Al finalizar el masaje llegaron nuestros guías, Gabriel y el resto de los guías nos pidieron que los acompañemos al siguiente cuarto lleno de espejos, estaba lleno de mujeres. Nos guiaron hacia unos largos asientos.

Gabriel me indicó que me sentara, me ayudó a quitarme la toalla que llevaba en la cabeza, terminó de secar las puntas de mi cabello, lo arregló y lo regogió en unas pinzas. Finalmente me puso una banda elastica gruesa en laparte superior de mi frente para apartar mis cabellos del rostro.

-Puede recostarse Bella en unos minutos viene la encargada- me indicó y lo obedecí

-¿Podrías dejar de llamarme de usted?-pedí algo apenada- me haces sentir vieja-confesé y el sonrió

-Bueno Bella, no luces nada vieja, disculpa si te incomodé- contestó con una sonrisa

Le devolví la sonrisa y negué con la cabeza.

-¿Estás de vacaciones en Hawaii?-preguntó- porque conozco las islas y nunca te he visto antes por estos sitios

-Si, mi amiga se casa y me convenció de venir con ella… no es que no vendría, solo  vine antes

-¿Te has divertido?-preguntó mirandome fijamente

-Seguro- contesté con una sonrisa, me ponía nerviosa que me vea fijamente

Gabriel iba a decir algo más pero llegó la encargada y empezó a trabajar en las uñas de mis manos.

-Supongo que paso por ti en una hora y media- dijo finalmente con su amplia sonrisa y se marchó

Me convencí que esto no era coquetear con Gabriel, él solo hacía su trabajo además yo solo le pedí que no me tratara como usted porque en verdad me hace sentir vieja.

-Disculpe señorita- me llamó la encargada y la ví sonreír apenada

-Lo lamento ¿qué me ha dicho?-tuve que preguntar apenada

-Le pregunte que ¿qué color prefiere usted para su barniz de uñas?-repitió ella

-Pues… no sé  supongo que rosado pero no estoy segura…

No lo sabía, mi vestido era rosa palido en contraste blanco, volteé hacia un lado para ver donde estaba Alice, ella estaba en la silla junto a la mía. Me miró con una sonrisa.

-Pongale barniz de uñas rosa palido nacarado -indicó ella a la joven- estilo francés

¿Qué haría sin Alice? Me dije mentalmente y gesticulé un gracias con mis labios que ella entendio y gesticuló de vuelta un de nada.

Mientras esperabamos que nuestras uñas se sequen nos ofrecieron una copa de helado en unas sillas de espera.

-¿Qué hablabas con el guía cariño?-preguntó Renné curiosa

-Nada solo me preguntó si la estaba pasando bien y le pedí que no me trate de usted- dije encogiendome de hombros

-Te sonrié mucho- apuntó Rose

-Pues no me había fijado- dije encogiendome de hombros aunque la verdad  era que sí  lo había notado- ¿todos sonrien verdad?-pregunté intentando dejar a un lado el tema

Unas de las últimas cosas de la lista fue un facial y por último nos secaron y alisaron el cabello. Luego de eso nos pudimos volver a vestir. Agradecimos la atención a nuestros guías y nos dirigímos a la entrada del establecimiento. Estabamos esperando que nos traigan el Volvo cuando alguien tocó mi hombro. Era Gabriel. Alice me dio un codazo, Rose ahogó una risita y mi madre y Esme se aclararon la garganta.

-Perdona que te moleste- dijo él con una sonrisa de disculpas

-No, descuida ¿pasa algo?pregunté dudosa y preocupada preguntandome si había olvidado algo.

-Me preguntaba si quisieras salir hoy por la noche… conmigo a una fiesta- soltó y me quedé estática

Le devolví una sonrisa tímida y negué levemente.

-No creo poder- explique y su mirada se opacó- no es que me desagrade la idea ni nada, pero mi…-¿qué palabra usaría para definir a Edward? –novio… se podría molestar

-Oh… no lo sabía- dijo con pena- no importa, un placer conocerte Bella

Cuando lo ví regresar hacia la recepción me sentía muy mal, el volvo ya estaba frente a mí, subí por la puerta trasera que habían dejado abierta para mí y luego de escuchar el motor acelerarse, habían cuatro pares de ojos fijos en mí.

Nos paramos en un restaurante bastante elegante del centro de la ciudad, ni siquiera me fijé del nombre de este y pedí una de las primeras opciones del menú. Todas estaban en silencio.

-Bueno…Bella -empezó a decir Alice, la miré- ¿qué tal el clima?

-¿Eh?-pregunté sin entender

-Lo siento no sabía como empezar…-se disculpó ella- así que Gabriel te ha invitado a una fiesta…-insinuó

Empecé a reír.

-Le dije que no- contesté rápidamente y todas soltaron aire como si hubieran estado conteniendo la respiración- solo me dio pena darle la impreción equivocada, parece un buen chico- dije encongiendome de hombros

-Por un segundo creí que…-empezó a decir Rosalie y la detuve

-Pues olvídalo, y no me vean así ustedes saben muy bien que estoy saliendo con Edward Cullen y no planeo terminar esa relación- anuncié solemne tomé un pedazo de pan de los cestos que estaban frente a nosotros y le dí un mordisco

Alice y Rose tenían una gran sonrisa en el rostro ante mi comentario. Mi madre se veía orgullosa, como si me hubiese ganado una medalla en un concurso de deletreo y Esme me miraba con ternura.

Estuvimos hablando animadamente de otro tema mientras comíamos tranquilamente y nos trajeron el champagne. Alice nos sirvió media copa a todas menos a Rosalie a la que le sirvió limonada.

-Por las últimas horas de soltería de Rosalie- anunció Alice elevando la copa, todas la imitamos- y por que falta poco para ver a los streapers- murmuró luego de un rato.

Chocamos levemente las copas y soltamos unas risitas. Terminamos de comer y nos dirigímos al complejo. Al final de la línea de restaurantes estaba la sección de los clubes. Habían tres clubes y por lo que tenía entendido el club más cercano a los restaurantes era en el que ibamos a celebrar la despedida de soltera de Rose y en el último se celebraría la de Emmett.

Entramos al club y nos dirigímos a una mesa que estaba frente al escenario con cinco asientos. Vi en la fiesta a algunas caras conocidas y me detuve a saludar a una vieja amiga del instituto.

La música estaba a reventar, habían cocteles por todos lados, las luces de colores parpadeaban y todos se estaban divirtiendo. Estuvimos bailando y todas las invitadas se acercaban de cuando en cuando para felicitar a Rose, disculpen quise decir a la futura Sra. Cullen.

Estaba hablando con Esme cuando Alice me indicó que la siga al escenario. Un gran reflector se posó en mi cara y quedé algo cegada. Alice me dio un papel y el micrófono. En el papel decía que tenía que dar un discurso por ser la madrina, bien asentí y al final de la nota decía que presente a los streapers. Super. Haber como me salía esto, todos me miraban.

-Eh…bueno hola- era un buen modo de empezar- espero que  se estén divirtiendo…-ahora no sabía como continuar- bueno debo dar un discurso o algo parecido pero no soy muy buena en estas cosas así que espero hacerlo relativamente bien- todos me miraban espectantes- Rosalie ha sido mi amiga desde que tengo memoria y sé que es una persona grandiosa, una excelente amiga, buena hermana, linda novia y todo lo que alguien podría desear tener en su vida…. Espero que seas muy feliz a lado de Emmett, creo que son el complemento perfecto el uno del otro y estoy segura que Emmett te va a alegrar cada uno de los días de su vida… espero que sepas que te queremos y disculpa lo soso de mi discurso no he hecho esto nunca…Gracias y ¡demos un aplauso por la radiante novia!-pedí intentando imitar al conductor del programa de la rueda de la fortuna, luego de escucharlas aplaudir agregué antes de bajar- Bueno chicas las dejo con los streapers- y de ahí bajé a barazar a Rosalie

-Eso te ha salido bastante bien- me dijo sonriente, le dí un beso a la mejilla y las luces del bar se apagaron.

Empezó la atronadora música, tres reflectores se prendieron en el escenario y ahí estaban los streapers aunque parecían algo desubicados, usaban antifaces negros en sus rostros, el primero se vestía de doctor, el segundo de policía y el tercero de bombero. Él segundo que era el más corpulento empezó a bailar moviendose de un lugar a otro, parecía tan divertido, me recordó a alguien. Los otros intentaban bailar pero no eran ni la mitad de animados que el de policía.

Todas aplaudían y yo me sentía tan incomoda, pero despues de un martini empecé a aplaudir tambien. Los tres bailarines ya estaban bailando más abiertamente pero aún no se sacaban la ropa había algo bastante familiar con esos tres. Él doctor me guiñó el ojo y tuve que dejar aún lado los martinis para aclararme la cabeza pero el doctor lo volvió a hacer.

¿El doctor, digo streaper me coqueteaba? Tuve que soltar una caracajada eso si que era cómico.

-¡Mucha Ropa!-gritó alguien detrás de mí  y luego todas empezaron a repetir el reclamo.

Los tres se miraron un momento y luego empezaron a quitarse la ropa lentamente. Los gritos eran ensordecedores, pero cabe de admitir que grité. Ya todas estabamos de pie alrededor del escenario y seguíamos aplaudiendo. El policía llevaba puesta solamente la gorra, lacorbata, un boxer negro y jugueteaba con un bate negro. El bombero llevaba puesto el casco amarillo, su boxer rojo y jugaba con un trozo de manguera de incendios. Y el doctor llevaba su estetoscopio en su cuello y sus boxers eran blancos. Aunque ninguno de ellos se habia sacado el antifaz todas estaban locas. Y el hecho de que sus boxers no dejaban nada a la imaginación los gritos se volvían más intensos.

-¡Que se los quiten! ¡Que se los quiten!- gritaban todas

Yo estaba bastante cerca del escenario junto con Rose y Alice, pero estabamos algo distanciadas ya que las mujeres se colaban de un lado a otro para obetener una mejor visión de los tres hombres en el escenario.

El doctor volvió a guiñarme un ojo y se mordió el labio inferior, me empecé a sentir un poco ansiosa. Bien Edward no se podría enfadar conmigo por sonreirle a Gabriel pero le daba todo su derecho a sentirse furioso por mis pensamientos poco sanos con este hombre vestido de doctor. Como si lo hubiera llamado con la mente él se acercó a mí y me llamó con su indice para que me acerque y lo hice.

¡Oh, por Dios!-pensé cuando ví sus ojos verdes

Estoy segura un cien por ciento que mi boca estaba muy abierta

-¡Tú!- acusé sorprendida y el me sonrió con esa sonrisa que tanto me gustaba, me guiño el ojo.

Deslizó un dedo a su boca y me indicó que haga silencio. Me empecé a sentir acalorada, de verdad se veía increíblemente sexy… y todas estas tipas, mujeres devora hombres estaban pidiendo verlo sin ese boxer.

Intenté reconocer a los otros streapers y lo hice luego de diez segundos. Tuve que carcajearme con todo lo que podía, esto era tan gracioso.

Edward volvió a cercarse a mí y todas intentaban tocarlo con sus garras. Vaya lagartas que habían en esa fiesta, evité lo más que pude que la integridad de mi hombre fuera tocada por todas estas víboras. Él sonrió y se acercó a mi oido.

-¿Tú de verdad creíste que iba a dejar que vieras a otro hombre desnudo que no fuera yo?-preguntó en mi oido con su voz seductora

Estaba alejandose cuando lo atraje hacia mí de nuevo. Me acerqué a su oido e intenté hacer la voz más seductora que pude.

-Si alguna de estas- dije recalcando estas- llega a ver algo de lo que hay bajo esos boxers vas a estar en graves problemas- le advertí- y luego me tienes que decir que le han hecho a los streapers-agregué con una risita

Una mano se acercó al trasero de Edward y me las areglé para aruñarle el brazo a quien sea que fuera, sin que notara que fui yo. Él se levantó y siguió bailando junto a Emmett quien era el policía y Jasper el bombero.

Luego de que se terminó la canción ellos dieron las gracias y salieron de ahí. Estabamos sentadas y ya estabamos despidiendonos de todos ya que teníamos que dormir temprano.

Cuando salimos nos esperaban fuera Edward, Jasper, Emmett, Carlisle, Phil, Charlie y Jacob.

-¡Hola papá!- saludé efusivamente a mi padre, que no veía hace un buen tiempo

-¡Hey Bells!- saludó él- espero que te hayas divertido- dijo feliz

Dirigí un vistazo a Edward quien me guiño un ojo.

-Si papá bastante divertido- coincidí

Luego de saludar a Rose y Renné, le presente a Alice y Esme. Nos despedímos y nos dirigímos a nuestras cabañas. De camino a las cabañas tuve que contarle a mi mamá, Esme, Alice y Rosalie quienes eran los streapers y soltaron carcajadas. Tuve que decircelos porque ellas creían que estaba muy rara con el streaper y no quería que piensen nada fuera de lo normal.

Cuando estuvimos en pijamas Alice se fue de nuestra cabaña y Rosalie durmió tranquilamente. Yo tambien estaba en paso al sueño cuando sonó mi celular, era un mensaje de texto.

“¿te gusto el streaper?”

“claro, estoy pensando contratarlo para un privado”-le contesté

“tu solo pon la fecha y la hora… ¿por qué no ahora mismo?”-preguntó

“no hay donde… ¿tal vez mañana?... hay algo que quiero mostrarte”

“sal… ya tengo cubierto el donde”-envió

Me debatí mentalmente y me dirigí a mi cajon de ropa interior saqué un conjunto de lencería de encaje transparente que daba pena solo mirarlo, me metí al baño y me lo puse bajo la pijama. Me até la bata de seda y Sali de puntitas.

-Hola mi Bella- saludó él y me guió a la cabaña que estaba contigua a la mía y abrió la puerta.

-¿Dónde estan los dueños de esta cabaña?-pregunté

Ël me ayudó a sacrme la bata y la dejó sobre una silla.

-Les he alquilado su cabaña por una noche y les pagué una suite en un hotel- murmuró él mientras besaba mi cuello

-¿Cuándo hiciste esto?-pregunté curiosa

-Despues de que Alice me dijo que no iba a dormir contigo por la noche- musitó

Ya estaba bastante acalorada y no quería retrasar más el tiempo. Me volteé y lo encaré

-¿Tragiste el disfraz de doctor?-pregunté en un jadeo, él asintió- bien cambiate voy al baño

Me quité la pijama y quedé con el conjunto de encaje. Me arregle algo el pelo y salí del baño. Y era mejor de lo que me había imaginado, su expresión no tenía precio.

- Te hiciste… te hiciste lo que creo que te hiciste –preguntó nervioso, él viendome de pies a cabeza

-Si doctor, la encargada me dijo que era depilación corporal… total-admití roja como un tomate, con una risita nerviosa- ¿qué vamos a hacer?-pregunté

En segundos ya lo tenía frente a mí con una gran sonrisa.

-Eso dejamelo a mí- murmuró.

 

Capítulo 25: Padres e hijos Capítulo 27: ¿Habrá un final feliz para todos?

 
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