Opciones de vida (+18)

Autor: Sam15
Género: Romance
Fecha Creación: 22/07/2010
Fecha Actualización: 22/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 37
Comentarios: 119
Visitas: 155175
Capítulos: 40

El había llegado, al menos eso era lo que me había dicho la encargada. No sabía lo que sentía y en estos días había sido tan feliz a lado de otro que no era precisamente mi prometido. Había perdonado ya todo el daño que me había hecho, a pesar de que sabía que había sufrido mucho no le daba ningun derecho a hacer lo que me hizo. Pero lo había perdonado por que ambos cometimos el error. Camine más deprisa en busca de lacabaña 23 y escuche unos ruidos extraños saliendo de la habitacion. ¿Me habría equivocado? Claro que no, la encargada me dijo que era la cabaña 23. Sin más abrí la puerta y los vi...

¿Vanessa?...dije en un susurro y ambos me vieron

Hola soy nueva aqui me llamo samantha y esto es algo que se le ha ocurrido a mi loca cabeza... espero que les guste. Los personajes son de Stephenie Meyer aunque he agregado algunos...

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Capítulo 37: Decisión Final

Esa noche Alice se quedó a dormir conmigo porque regresamos tarde del hospital. No había podido ver a Edward ya que él estaba haciendo el papeleo para retirar el cuerpo de Heidy, me quedé dormida en una silla junto a Rose y lo siguiente que recuerdo es a Alice despertándome para llevarme a mi departamento. Jasper y Emmett adelantaron los trámites con la funeraria.

Mañana por la mañana iba a ser el funeral de Heidy en la casa de los Cullen y al finalizar la tarde la enterrarían en un cementerio a las afueras de la ciudad.

Cuando llegamos a mi departamento le preste un pijama a Alice y me di una ducha antes de dormir. Mientras ella buscaba algo de ropa negra en mi armario. Cuando salí del baño la vi corriéndole los botones a algunos pantalones y faldas.

-Alice, gracias, no debiste molestarte- murmuré cuando salí del baño- pero ya es tarde debes dormir- dije tocando su hombro

-Necesito relajarme y esto ayuda… además necesitas ropa- me contestó con una sonrisa y señaló un conjunto colgado en la puerta de mi armario- he separado una falda negra y una blusa gris para ti, creo que podrías usar zapatos cerrados negros con el conjunto y el abrigo que has usado el día de hoy…- murmuró mientras terminaba con otro pantalón- parece que va a hacer frío- agregó mirando la ventana

-Gracias por arreglar la ropa- respondí mientras me sentaba en la cama y me cubría las piernas con una manta- ¿pudiste ver a Edward?- pregunté de repente

-Si- asintió mientras doblaba otro pantalón- Estaba triste pero se le va a pasar… supongo que estaría peor si Tanya no hubiese estado con él cuando pasó, es bueno que pasen tiempo juntos

-Supongo que tienes razón- contesté y bostecé – ya duerme Alice es tarde…- volví a decirle. Ella asintió, puso las prendas de vuelta al closet, apagó las luces y se acostó junto a mí.

Me acosté de lado y ya cuando ella se quedó dormida pude derramar algunas lágrimas sobre la almohada hasta que me quedé dormida.

-Probablemente esté mejor con ella- murmuré entre sueños.

 

Al día siguiente me levanté temprano a causa de las nauseas nuevamente. Aún no había empezado a tomar las vitaminas y las pastillas para las nauseas que me había enviado el doctor. Me dirigí a mi sala a buscar el bolso que había llevado el día de ayer al hospital y saqué la funda con los medicamentos.

Leí las instrucciones mientras calentaba algo de leche para preparar cocoa y sonreí cuando recordé a la señora que trabajaba en la farmacia sonriéndome cuando me estaba entregando los medicamentos. Ella fue la misma que me vendió las pruebas de embarazo, me envió a darle las felicidades a “mi amiga”.

-¿Qué huele tan bien?- preguntó Alice entrando a la cocina

Me puse nerviosa y guardé las tabletas que había sacado de regreso a la funda. La escondí detrás de mí para que ella no pueda ver que era. Alice me miró enarcando una ceja.

-¿Qué tienes allí?- preguntó mirándome a los ojos

-Nada- contesté rápidamente volteándome para sacar el pan de la alacena- ¿Te apetece un sanduche de jamón y queso?- pregunté dándole la espalda

-Claro- contestó, su voz sonó lejos- aunque también quiero saber que me ocultas- murmuró cerca de mi oreja, pegué un salto

-¡Alice Cullen no me asustes!- chillé volteándome a mirarla

-Ok, discúlpame - dijo cruzándose de brazos y mirando la funda que estaba junto al pan- ¿Qué es eso Bella?

Suspiré frustrada, cogí la funda y se la extendí.

-Medicamentos Alice, eso es lo que son vitaminas, hierro…- dije encogiéndome de hombros

Me paré en seco con ganas de guardar de nuevo la funda ya que dentro también se encontraba las pastillas para las nauseas y el ácido fólico, y eso lo toman mujeres embarazadas.

“Brillante Bella”- me critiqué mentalmente. Si ella lo cogía ella podría sacar sus propias conclusiones.

-Ves, solo debías decírmelo- dijo ella encogiéndose de hombros sin coger la funda- ¿te ayudo a preparar los sanduches?- Asentí

Cogí la funda y la guardé en la alacena junto al pan. Terminé de preparar la cocoa y ayudé a Alice a llevar los sanduches y las tazas de cocoa a la sala. Desayunamos y ella me ayudó a arreglarme para el funeral. Antes de salir me tomé las vitaminas, el acido fólico y las pastillas para las nauseas.

Se puso la misma ropa que llevaba puesta el día anterior y nos dirigimos a su departamento para que se pueda cambiar. Se puso un vestido bastante sobrio de color negro que le quedaba justo sobre la rodilla. Me dio un par de gafas a pesar que el día era nublado, ella también se puso un par parecidas a las que me había entregado.

Alice condujo hasta una florería y salió con un pequeño arreglo de rosas blancas. Luego se dirigió a casa de sus padres. Cuando llegamos habían muchas personas que no conocía, saludé a Esme, Carlisle e Irinna quienes estaban en la entrada.

-Bella voy a dejar este arreglo- me informó Alice- en un momento te alcanzo- agregó y asentí

Caminé hasta el centro de la sala y pude ver el ataúd cerca del piano. Junto a él estaba  Edward sentado con Thony dormido en sus piernas, parecía que hubiese crecido desde la última vez que lo vi.

Me fui acercando a él cuando vi que Tanya estaba junto a él tomando una de sus manos y con su cabeza recostada en su hombro. Respiré profundamente y seguí caminando hacia él. Tenía que contarle sobre el embarazo.

-Hola- lo saludé cuando estuve frente a ellos- lo siento mucho por ambos- susurré sinceramente y él asintió.

Esperé que él dijera algo, que me abrazara como había hecho hace una semana, pero solo se limitó a evitar mi mirada. Sentí un nudo en mi pecho que me hacía imposible respirar. Él me estaba ignorando.

-Eres muy amable en haber venido- dijo Tanya sonriendo levemente- de verdad te lo agradecemos

Asentí y me alejé de ellos. Me sentí mejor al saber que llevaba las gafas y así nadie notaría que estaba llorando. Caminé entre las personas para encontrar el baño, cuando llegué cerré la puerta, me quité la s gafas y empecé a llorar.

¿Qué hacía yo allí? ¿Por qué llegué  a creer que él me iba a necesitar? Si él se veía tan tranquilo junto a ella que ni siquiera quiso mirarme. ¿Qué sucedía si él no estaba interesado en nuestro hijo?  ¿Si lo rechazaba? No, no, eso no lo soportaría nunca. Si en todo este tiempo me había sentido tan vacía y ahora me sentía tan feliz por este bebe. ¿Podría evitar que él sea feliz con ella, solo para que cumpla con su papel de padre con mi hijo? No podía obligarlo.

Busqué mi celular en la cartera y busqué su número de teléfono. Respiré profundamente y esperé a que contestara. Se iba a buzón. Intenté por última vez y finalmente contestó.

-¿Bella?- preguntó él sorprendido, al parecer no esperaba que lo llame

-Hola Gabriel- saludé y respiré de nuevo- te llamaba por que quería saber si la propuesta para el trabajo en New York aún esta en pie- dije en voz baja

Se escuchó un silencio tras la línea y luego escuché un ruido en la otra línea.

-¿Sigues ahí?- pregunté preocupada, mi voz casi ya no sonaba acongojada

-Si, si estoy bien- contestó rápidamente- Claro Bella tú sabes que la propuesta sigue ahí ¿vas a aceptarla?- su voz sonaba incrédula

-Si Gabriel, supongo que tengo que separar los tickets para el vuelo…-empecé a decir cuando me interrumpió

-No te preocupes por eso, yo me encargo de los pasajes ¿te espero el lunes en el aeropuerto o te paso recogiendo?- preguntó, su voz era animada

-Nos vemos en el aeropuerto- contesté rápidamente, ese día debería despedirme de mis amigos antes de irme- ¿A qué hora?

-He apartado mi vuelo para las tres de la tarde ¿puedes estar ahí a las dos?

-Si… hablamos el lunes tengo que dejarte- dije cuando escuché a alguien tocar la puerta del baño

-Descuida y ¿Bella?

-¿Si?- pregunté confundida

-Estoy muy feliz de que hayas aceptado- luego de eso colgué

Me miré en el espejo y me volví a poner las gafas, mis ojos estaban muy hinchados. Cuando abrí la puerta me encontré con la persona que tocaba. Era Rosalie.

-¿Por qué te demorabas tanto en el baño?- preguntó dándome un abrazo- ¿Cómo estas? Te estaba buscando- dijo sonriéndome

-Rose- empecé a decir ella borro la sonrisa de su rostro, me conocía demasiado bien- necesito hablar contigo

-¿Paso algo malo?- preguntó preocupada y negué- Vamos a ver Alice, dijo que iba a la cocina, no creo que podamos hablar aquí con tanta gente- dijo mientras me guiaba entre toda la gente.

En la cocina estaban Alice junto con Jasper y Emmett. Tomaban café.

-Hey Bella- saludó Emmett con su gran sonrisa- ¿quieres algo de café?-  preguntó y negué

-¿Cómo has estado?- preguntó Jasper cuando me acerqué rodeándome con uno de sus brazos

-Bien- murmuré e intenté sonreír, no pude- tengo algo importante que decirles- dije mientras me sentaba en una de las sillas que habían en la cocina

-Lo sabía- dijo Alice encogiéndose de hombros- algo nos estás ocultando

“Si Alice solo supiera que no es eso lo que le he estado ocultando en estos días”, pensé.

-He aceptado el puesto para New York- dije luego de respirar profundamente- me voy el lunes a las tres de la tarde

-¿Era eso?-murmuró Alice y asentí

Todos permanecieron en silencio por lo que me pareció un minuto.

-¿Estás segura de que eso es lo que quieres?- preguntó Jasper

-Es un buen puesto, ofrecen un buen sueldo, incluso me ofrecen un departamento  y estoy segura de que voy a necesitar el dinero – en ese momento pensé en mi bebé, si, eso era verdad. Necesitaría dinero para cuando él naciera

-Pero Bella si es por dinero yo podría- empezó a decir Rose y negué

-No es solo dinero- le dije- necesito un tiempo lejos, aún podremos estar en contacto y yo podría visitarlos

- Pero es que… nunca nos hemos separado- murmuró Rosalie con los ojos llenos de lágrimas

Me levante de la silla y la abracé. Una de las cosas más difíciles de irme a New York era dejar a esas cuatro personas. Cuando la solté miré a Alice quien se había sacado las gafas y estaba limpiándose las lágrimas que estaban en sus mejillas, fui hacia ella y también la abracé.

-No conoces New York- murmuró Jasper- ¿vas a estar sola?- preguntó preocupado

-Bueno Gabriel va a trabajar ahí y él podría ayudarme, hasta que me acostumbre completamente- dije mientras veía a Emmett quien no había dicho nada y estaba con el ceño fruncido mirando su taza de café.

-¿Cuánto demora un vuelo de New York a Los Ángeles?- preguntó Emmett

-No sabría cuanto sería- conteste acercándome a él, él asintió y frunció más el ceño- ¿Qué pasa Emmett?- pregunté tocando su espalda

-Pasa que Alice no va a tener a quien obligar a ponerse ropa a la última moda, ni a quien criticar por no saber combinar la ropa o a quien obligar a ir al mall, pasa que Rosalie no va a tener con quien hablar por las mañanas, ni quien la apoye cuando yo haga alguna travesura o alguien que le aconseje algo que no sea tan exagerado como lo que le aconseje Alice, pasa que Jasper no va a tener una amiga que lo apoye cuando yo lo quiera golpear, pasa que no voy a tener a quien avergonzar, no voy a tener a quien hacer bromas … si estás en New York ni siquiera voy a poderte preguntar algo cuando necesite un punto de vista imparcial, mis papás también te van a extrañar y pasa que si te vas Edward va a estar más triste también

Sentí mis ojos llenos de lágrimas y lo abracé a Emmett. Definitivamente ese era el discurso más largo que le había oído decir. Pero de todos los que nombro sabía que Edward sería el que estaría mejor.

-¿Sabes que más pasa?- pregunté y él negó- Que yo también los voy a extrañar muchísimo pero de verdad necesito tiempo

Pasamos un par de horas más hablando, Alice y Rosalie se iban a encargar de enviar las cosas que no pueda llevar a New York e iban a alquilar mi departamento el siguiente mes. Emmett iba a averiguar a cuanto podría vender mi auto y Jasper tenía un amigo en el aeropuerto que les iba a facilitar los pasajes a New York una vez al mes.

-Hagamos algo- sugerí cuando Alice estaba pensando en dar una fiesta de despedida- tengo aún mucha comida en mi cocina y les propongo que vayan mañana a almorzar a mi departamento, yo cocino ¿ok?

-¿Podemos llevar algo o ayudarte en algo?- preguntó Jasper

-Créeme que ya han hecho mucho por mí, solo déjenme cocinarles algo y vayan – le respondí- voy a invitar a Thomas, a Janine, Jacob y supongo que él puede traer a Amber, incluso Esme y Carlisle y si quieres Emmett lleva a Jake, también quiero verlo

-Bella no creo que entremos todos en tu departamento- dijo Emmett sonriendo- es muy pequeño, vamos a parecer sardinas

- Pues ya veremos cómo hacemos- murmuré mientras pensaba donde entraría tanta gente

Quedamos de acuerdo en eso, invité a Esme y a Carlisle el día de mañana. Apenas se terminó el funeral e iban ya al cementerio a enterrar a Heidy, regresé a despedirme de Edward pero no lo encontré. Cuando iba a volver a entrar a la cocina lo vi ahí parado junto a Tanya abrazándola.

Salí rápido de ahí y le dije a Alice que necesitaba irme. Ella me prestó su carro y conduje directamente a mi departamento. Necesitaba empacar.

Cogí todas las blusas que estaban en el armario, los pantalones y faldas que Alice había arreglado el día de ayer, los conjuntos deportivos y revisé entra la ropa que había llevado a Hawaii y saque algunos vestidos que me podrían hacer falta en un par de meses. Incluyendo ropa interior, zapatos, y artículos de aseos. Llené las tres mochilas que Alice me había obsequiado para el viaje a Hawaii.

Llamé a Thomas y a Jacob para invitarlos a almorzar también. Thomas no iba poder asistir porque visitaría a su suegra así que solo me deseo lo mejor y me dijo que siempre podía regresar a ocupar mi puesto en la agencia. Jacob si iba a venir pero Amber no, ya que se había ido de viaje.

Luego de revisar todo lo que había en la cocina para saber lo que tendría que preparar al día siguiente puse la alarma en mi despertador e intenté dormir.

 

Así que tenía lasaña de pollo, hamburguesas, carne y pollo asado, tres tipos diferentes de ensalada, cinco tipos distintos de postres y hasta ese momento tenía tres tipos bebidas. A pesar de todo eso aún quedaba comida en la nevera y en la alacena.

Coloqué las ensaladas, la lasaña, las hamburguesas y la carne y el pollo en la mesa del comedor. Junto coloqué tres jarras con las bebidas y dejé los postres en la nevera.

-Va a sobrar comida- murmuré para mí mientras miraba la mesa sonó el timbre de la puerta

Cuando abrí la puerta ahí estaban todos con obsequios en sus manos. Les sonreí.

-No debían de haberse molestado- les dije cuando fueron entrando cada uno.

-No digas tonterías Bella- exclamó Alice-ahora ábrelos- dijo extendiéndome tres bolsas con un pompón

Alice me trajo tres bolsas de ropa para el viaje que debía ver cómo acomodar en la valija. Rose me obsequió una web cam, ya que quería saber de mí todos los días. Emmett me trajo un celular nuevo y dejó cambiando mi número de celular al nuevo celular. Jasper me obsequió un libro para que me distraiga. Jacob me obsequió un reproductor mp3. Y finalmente Esme y Carlisle me obsequiaron dos boletos para regresar a Los Ángeles cuando quiera.

-Gracias de verdad por todo- les dije mientras guardaba todo- ¿pasamos a comer?- les pregunté señalando el comedor.

-Seguro- asintió Rose mordiéndose su labio inferior- ¿eso que huelo es lasaña de pollo?- preguntó con una gran sonrisa

-Si, de verdad espero que tengan mucha hambre- les dije cuando se sentaron en la mesa

-Bella ¿sabes dónde vas a quedarte?- preguntó Jacob mientras se servía una porción de lasaña

-La agencia me va a dar un departamento- dije encogiéndome de hombros- ¿por qué?

-¿Recuerdas a Rachel? – preguntó e intenté hacer memoria, ella era la hermana mayor de Jacob, asentí- pues mira ella esta viviendo New York así que si necesitas algo me puedes llamar y yo te doy su dirección, estará encantada de verte

- Lo voy a tener en mente- murmuré sonriéndole a mi amigo- cualquier cosa te estoy llamando

Las hamburguesas, la lasaña y las bebidas desaparecieron, al igual las ensaladas y casi todos los postres. Al final quedó algo de pollo asado con ensalada de patatas que guardé para la cena y algo de gelatina con helado de vainilla.

Esa noche luego de que Alice y Rosalie decidieran quedarse a dormir conmigo, me ayudaron a terminar de empacar y arreglar todo en el departamento. Recibí cinco llamadas al teléfono del departamento pero nadie contestaba.

-Bella ¿puedo hacerte una pregunta?- dijo Alice mientras acomodaba un par de almohadas

-Seguro Alice dime ¿de que se trata?- dije mientras me cepillaba el cabello

-¿Piensas despedirte de Edward?- preguntó mirándome de reojo

Rosalie también me miró preocupada. Recogí mi cabello en una cola y las miré.

-No creo poder hacerlo, no sin desmoronarme frente a él, necesito pensar mucho- confesé y ambas asintieron- además no sé tampoco que deba decirle, supongo que Tanya puede seguir apoyándolo cuando me vaya y él debe tener tanto  que pensar- murmuré antes de acostarme

 

Al día siguiente, ellas me prepararon el desayuno, me invitaron a almorzar y me llevaron al aeropuerto. Solo usé un par de jeans, una blusa de mangas largas y cuello alto y mi abrigo negro. Junto a mi bolso de mano donde había guardado mis medicamentos.

Nos encontramos con Gabriel ya en el aeropuerto esperándome. Eran las dos y media de la tarde.

-Pensé que no ibas a venir- dijo cuando me vio- Hola Rosalie, Alice – saludó a ambas

-Hola Gabriel- saludó Alice y Rose asintió- tienes que cuidarla bien ¿me entiendes?- preguntó ella mirándolo a los ojos a Gabriel, él asintió

-Prométeme que me vas a llamar apenas llegues ¿si?- pidió Rose con los ojos rojos

-Te lo prometo Rose, ahora tranquilas ¿ok? Yo las llamo luego- dije abrazándolas

-Te voy a extrañar tanto- decía Alice mientras me abrazaba muy fuerte

-Yo también las voy a extrañar- les dije separándome de ellas

-Bella- llamó Gabriel y las tres lo miramos- Tenemos que ir abordando- dijo y asentí

Luego de abrazarlas por última vez me fui con Gabriel. Él me entregó mi pasaje y saqué de mi bolso mi pasaporte.

Estaba pasando mis maletas, mientras una de las empleadas del aeropuerto me pidió que me vaciara los bolsillos y saque todo lo que sea metal. Me saqué mi par de aretes, mi reloj y empecé a revisar los bolsillos de mi pantalón, pero cuando revisé los bolsillos del abrigo encontré un sobre doblado.

-Señorita por favor apresúrese- pidió la mujer, los puse en una canasta y pasé por el detector de metales.

Cuando tomé mis cosas empecé a abrir el sobre, no recordaba que era lo que había ahí.

-¿Pasa algo Bella?- preguntó Gabriel

-No, solo que no recuerdo bien en este momento que era esto- le contesté abriendo el sobre

-¿Qué te parece si lo revisas mientras nos sentamos? - preguntó y tomo mi mano para que lo siga- Vas a ver que te va a gustar mucho New York- dijo cuando nos habíamos sentado

-Supongo que debe ser muy grande- murmuré y él asintió

Se veía muy contento y miraba su reloj impacientemente.

- Al parecer se ha retrasado nuestro vuelo- murmuró para sí mismo- apenas lleguemos te voy a llevar a tu nuevo departamento y si quieres luego podemos salir a cenar algo… claro si te parece- dijo mirando mi expresión

No tenía planeado darle falsas expectativas a Gabriel sobre nosotros, en realidad parte del viaje era para que yo pueda estar sola y pensar. Por otro lado él había sido un buen amigo, un pésimo novio pero un buen amigo.

-Suena bien- asentí – cenar entre amigos- agregué para dejarle clara mi posición

Mientras sacaba el contenido del sobre, por el altavoz anunciaban que ya podíamos ir subiendo al avión. Las personas alrededor nuestro se estaban ya levantando de los asientos. Pero yo ya estaba viendo lo que había en el sobre y no podía moverme.

-Ya tenemos que subir- dijo él con una sonrisa, mientras me extendía su mano para que la tome y miró lo que tenía entre mis manos- ¿qué es eso?-preguntó mirando la ecografía

-Mi hijo- le contesté y sentí mis ojos nublados por las lágrimas.

-¿Hijo?- preguntó él sorprendido- ¿estás embarazada de tu ex?- preguntó en voz baja y asentí

-Si Gabriel estoy embarazada- contesté limpiando las lágrimas de mis mejillas

-¿Entonces Jacob es el padre de tu hijo?

Sonreí.

- Jacob es mi amigo- le dije aún negando- es de Edward

Gabriel se quedó en silencio por un par de segundos, en ese momento recordé que yo nunca le había dicho que salí con Edward.

-¿Cuántos meses tienes de embarazo?- preguntó de repente

- Tengo dos meses y medio- susurré guardando las ecografías en el sobre y metiéndolo en mi bolsillo

- Bella si yo supiera que me quieres tanto como yo te quiero a ti te pediría que tengas a tu hijo conmigo, pero ya me ha quedado claro que solo me ves como un amigo…

-¿A qué punto quieres llegar?- pregunté  interrumpiéndolo

-¿Bella estás segura que quieres irte?- preguntó y lo miré a los ojos

Él me sonrió y tomé su mano.

 

 

Al salir del aeropuerto noté que estaba lloviendo, eran cerca de las cinco de la tarde, Gabriel paró un taxi y me ayudó a subir mis maletas.

-Sabes ¿cómo llegar?- preguntó Gabriel antes de que suba al taxi

-No, pero no te preocupes, ve a tu departamento yo sé quien puede ayudarme, gracias por todo- le dije y lo abracé muy fuerte- gracias Gabriel

-No hay de que- contestó riendo- ahora súbete o te vas a mojar más

Al subirme al taxi el conductor me preguntó la dirección del sitio al que debía llegar.

-Deme un momento- pedí mientras sacaba mi celular- voy a llamar a alguien

No sabía la dirección de su casa, pero sabía bien quien podía dármela. Así que busqué en mi nuevo celular el número de Jacob. Al tercer intento contestó.

-¿Bella? ¿Ya has llegado?- preguntó Jake confundido

-Jacob necesito que me des una dirección

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Bueno sé que es lo que parece esto pero... no saquen conclusiones...

La siguiente semana van a entender todo. Lo prometo

Besos y Abrazos

Sam

Capítulo 36: Opciones Capítulo 38: Preguntas, respuestas y sorpresas

 
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