Opciones de vida (+18)

Autor: Sam15
Género: Romance
Fecha Creación: 22/07/2010
Fecha Actualización: 22/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 37
Comentarios: 119
Visitas: 155177
Capítulos: 40

El había llegado, al menos eso era lo que me había dicho la encargada. No sabía lo que sentía y en estos días había sido tan feliz a lado de otro que no era precisamente mi prometido. Había perdonado ya todo el daño que me había hecho, a pesar de que sabía que había sufrido mucho no le daba ningun derecho a hacer lo que me hizo. Pero lo había perdonado por que ambos cometimos el error. Camine más deprisa en busca de lacabaña 23 y escuche unos ruidos extraños saliendo de la habitacion. ¿Me habría equivocado? Claro que no, la encargada me dijo que era la cabaña 23. Sin más abrí la puerta y los vi...

¿Vanessa?...dije en un susurro y ambos me vieron

Hola soy nueva aqui me llamo samantha y esto es algo que se le ha ocurrido a mi loca cabeza... espero que les guste. Los personajes son de Stephenie Meyer aunque he agregado algunos...

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Capítulo 28: De regreso a la ciudad

Hola! Bueno les cuento que todo ha estado hecho un desastre en mi país, probablemente si ven la CNN se enteraron del relajo que hubo con los policias en Ecuador... Y eso ha perjudicado los proyectos de la u y estoy de un lado para otro, pero vine a actualizar a la u.... estoy sin internet...nuevamente :(

Espero que les guste este capi.... son muy lindas de verdad besos. Apenas tenga internet me vuelvo a conectar...Bye

Besos.

Sam

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El último mes había sido complicado e incluso dificil de llevar. No había visto a Edward en todo este mes, él me había llamado a mi celular, a mi casa pero  nunca le respondí. En la primera semana estuve tentada a responderle pero había almorzado con Alice ese día y ella me había confesado que Edward se había hecho una prueba de ADN con Thony. Deseé con todo mi corazón que el resultado fuera negativo, pero había sido positivo. Thony era hijo de Edward.

Desde ese entonces las llamadas habían sesado, me había enfrascado en el trabajo ya que una de las desventajas de tomar cinco semanas de vacaciones era que se acumule el trabajo. Carlisle, Esme, Alice y Emmett estaban muy encariñados con el pequeño Thony pero no estaban emocionados por el regreso de Heidy a sus vidas. Heidy, quien ahora vivía con Edward por lo que me había contado Alice tenía cancer en los pulmones, ella estaba en quimioterapia constantemente, pero tenfría que operarse pronto antes de que el cancer se extienda. Alice dejó claro que ella y Edward solo estaban juntos por Thony. Aunque eso no cambiaba nada para mí.

Tenía tanto trabajo como para mantener despejada mi mente casi todo el día y la tarde. Pero las noches eran otro tema, solo podía soñar lo mismo una y otra vez. Edward y yo en la playa y Edward con Heidy alejandose de mí. Tenía unas ojeras pronunciadas aunque intentaba ocultarlas con maquillaje.

Había conocido a la novia de mi papá, Sue me caía muy bien, les deseé suerte. Rosalie y Emmett llegaron dos semanas después de su luna de miel, no habíamos hablado mucho ya que estuve llena de trabajo.Mi closet había sido cambiado y llenado totalmente con ropa nueva, ni siquiera he estado de animos para pelear con Alice por todo lo que gastó, la ropa era muy bonita.  Creo que tenía para toda ocasión todo tipo de ropa, aún no había revisado todo el ropero. En la oficina vivían elogiando mi ropa, sobretodo las mujeres, cada vez que podía le daba el credito a Alice y a su boutique, aunque en realidad ni me importaba.

Tambien había estado junto con Jacob y Alice cancelando los preparativos de la boda, y retirando cheques y hubo algunos que no pudimos recuperar. La cancelación de las invitaciones y demás. Eso ayudaba a mantener despejada mi cabeza, tambien.

Este día en particular estaba llegando a un restaurante en el que quedé de encontrarme con Alice y Rosalie. Quedaba en la misma calle que el edificio donde trabajaba así que no tenía exusa para faltar, y claro ellas ya me esperaban.

-Hola –las saludé sentandome junto a ellas- ¿cómo han estado?-pregunté por cotesía tratando de sonreir

-Hola Bella- saludó Alice sonriendo- he estado bien, pero estás algo palida ¿estas bien?-preguntó preocupada

-Si solo que no he dormido muy bien- admití encogiendome de hombros- y ¿cómo estas tú Rose?

-Creciendo-murmuró,  ella sonrió y acarició su vientre, me fijé que había crecido un poco- ¿Cómo esté el trabajo?-preguntó

-Aún tengo muchas campañas que coordinar- comenté- es complicado tomar vacaciones en esta epoca del año… ¿ordenamos?-pregunté mirando el reloj- tengo que llegar temprano, hay una reunión en la oficina- les hice saber

-Claro –acordó Alice revisando la carta- se me apetece…ensalada de raviolis y un bistec de carne en termino medio-anunció ella cerrando la carta- ¿ya te mencione lo bien que se te vé esa blusa?

-No-dije sonriendo mientras checaba el menú- pero en la oficina alguna que otra sí que lo ha hecho, deben visitarte el sábado-admití- gracias por llenar de ropa mi armario otra vez- le volví a decir con la mejor sonrisa que pude

-Vamos-dijo ella modestamente- fue un placer-no le llevé la contraria porque sabía que era cierto.

-Tienes que ver la ropa de maternidad que ha confeccionado- anunció Rose con una sonrisa- yo voy a pedir puré de papas con pollo a la plancha… y una salsa de queso para acompañarlo- comentó ella, Alice y yo la miramos raro, sus gustos eran algo extraños.

-Creo que voy a pedir una ensalada cesar y un filete de pollo- dije tranquilamente, ya que últimamente mi estomago estaba algo alborotado, y no podía comer  cualquier cosa.

Le dimos nuestros pedidos a un mesero y en quince minutos ya estabamos comiendo. Alice estaba contandonos que Jasper pensaba asentarse también en Los Angeles y que ella estaba muy contenta ayudandolo a buscar un buen departamento cuando Rosalie le untó queso al pollo el olor inundó mis fosas nasales y me mareó. Me tapé la boca.

-Disculpenme tengo que ir al baño- les dije parandome de la silla en busca del baño, fui lo más rápido que pude y me encerré en un baño. Ok, ahí se fue mi desayuno y parte de mi almuerzo.

-Bella- dijo Alice tocando la puerta- ¿Te encuentras bien? Abré porfavor-pidió

Estiré mi mano y abrí la puerta con mi mano. Ella me miró y me ayudó a levantarme. Me lavé la cara y la boca conciensudamente. Me comí tres mentas y Alice me ayudó a arreglarme el cabello y a maquillarme un poco.

-Te ves muy mal-murmuró mientras me maquillaba las ojeras- debes ir a un doctor, puedo hablar con mi papá para que te examine ahora-ofreció y negué

-Ya fui a la enfermería en el trabajo-le comenté- parece que tengo algún tipo de infección estomacal, nada grave me dijo que talvez en unos días se me quite.

-¿Cuánto llevas así?-me preguntó mientras agarraba mi cabello en una cola alta

-Un par de días- comenté encogiendome de hombros- ¿Dónde está Rose?-pregunté

-Ella no pudo entrar, tenía miedo de marearse tambien, pero debe estar pagando la cuenta… no deberías trabajar en ese estado Bella- dijo preocupada- tomate el día- sugirió

Me erguí y revisé mi rostro, en verdad lucía algo demacrada. Desde hace dos días exactamente estaba sintiendo muy mal. Pero la enfermera me había dicho que era solo eso. Además hoy iban a presentar un nuevo proyecto y era importante. Le puse mi mejor sonrisa a Alice.

-Voy a estar bien – dije no muy segura- además debo trabajar- eso era completamente verdad

Nos encontramos con Rose quien ya había terminado su almuerzo y tenía dos bolsas junto a ella.

-Ya he pagado la cuenta-anunció e iba a protestar cuando me detuvo- en otra pagas tú- me ofreció y me dio una bolsa a mí y otra a Alice- casi no comieron nada he pedido que les empaquen la comida- explicó

-Gracias- le dije sonriendo- pero no te hubieses molestado se me ha quitado el apetito- confesé dejando la bolsa en la mesa- quizas solo pida un  té helado para llevar

Alice me llevó a la oficina junto con Rose, me bajé del auto y me despedí de ellas con mi té helado en la mano. Cogí el asensor y subí a la sala de juntas de mi jefe.

-Bella has llegado temprano- dijo él con una sonrisa cuando me vió llegar- ¿Qué tal tu almuerzo?-preguntó por cortesía

-Bastante bien Thomas- dije mientras empezaba a organizar la sala- ¿Cómo le está yendo a Janine con el embarazo?-pregunté

Mi jefe tenía al menos cuarenta y tantos años, pero era muy simpático, su esposa fue compañera mía en la universidad, incluso Jacob y yo asistimos a su matrimonio. Él era mayor a Janine como  por veinte años, pero se adoraban. Cuando apliqué para el puesto de publicista el me recibió con los brazos abiertos, aunque él había insistido que nuestra amistad no tenía nada que ver con mi buen curriculum. Así que nos llevabamos muy bien.

-Ha estado teniendo unos antojos de lo más raros- murmuró y me reí

-Sí, mi amiga Rose tambien-concordé- es parte del embarazo…-dije encogiendome de hombros mientras acomodaba las carpetas de las propuestas en los puestos que iba a ser ocupados.

-Sabes Bella-empezó Thomas llamando mi atención, él estaba revisando algo en su portatil-  esta campaña publicitaria es muy importante y me gustaría dejar a alguien de mi entera confianza a cargo de este tema, ¿te importaría llevar a cabo la campaña?-preguntó mirandome

-¿Te refieres a que sea yo quien la dirija? –pregunté y él asintió- ¿Sin nadie? Bueno claro que me encantaría pero ¿cuál es el producto?

-Es una compañía automotriz, ellos venden autos de carrera y solo ha habido una sede en New York, están planeando extender una sucursal más en Los Angeles-me comentó- Nuestra compañía de publicidad en New York ha sido la encargada de llevar su campaña publicitaria, hoy vienen unos señores de ese departamento de publicidad junto con el gerente de la consecionaria, ya que la publicidad de esta ciudad viene por nuestra cuenta-me explicó

Nuestra compañía tenía sucursales en cinco ciudades, y hasta donde yo sabía la de New York era la más importante, por lo tanto esta capaña no podía ser cualquier cosa.

-¿Crees que soy lo suficientemente capaz de llevar una campaña tan importante?- le pregunté

-No te lo pediría si no fuera así, además he oido que estaban buscando a alguien en New York que cumpla con tus cualidades y yo te aprecio tanto, si fuera por mí no te dejaría ir , pero el cargo y el sueldo que ofrecen supera tu sueldo actual dos veces… sin contar con otras compensaciones – confesó- me gustaría que hagas esta publicidad para ver que opinan de tu trabajo

No era un hecho. Pero Thomas consideraba que yo podría ocupar ese puesto en New York y no sabía que decir.Tendría que dejar tantas cosas en esta ciudad.

-No estoy segura de un traslado- le confesé

-Puedes considerarlo, no es una oportunidad de todos los días – me sugirió- pero aún así harás esta publicidad, no le confiaría a nadie más este trabajo ¿entendido?-preguntó enarcando una ceja

Asentí y le dirigí una sonrisa de aprecio.

Primero llegó el gerente de la consecionaria de autos junto con su asistente y tres hombres más. Luego llegó el gerente de la sucursal de publicidad de New York, junto con un hombre que me resultó vagamente familiar.

Nos saludamos educadamente y Thomas empezó a mostrar las diapositivas que él había preparado.

-Nosotros confiamos en su compañía de publicidad y estamos muy felices de los resultados en New York- dijo el gerente despues de estudiar los presupuestos

-Le aseguramos que vamos a procurar complacer sus aspiraciones- le concedió Thomas- de hecho le presento a mi mejor publicista, ella sería la encargada de esta campaña- dijo señalandome

-Isabella Swam, mucho gusto-saludé estrechando su mano

-Confió en su juicio Sr. Steves- asintió el gerente a Thomas- pero no se ofenda, ni mucho menos usted Srta. Swam pero me gustaría si trabajase conjuntamente con el publicista que se hacía cargo de nuestra empresa en New York.

-No se preocupe, es comprensible- admití con sutilesa

Sin embargo, Thomas estaba bastante enojado por que nos incluyan a un publicista repentinamente sin que nos hubiesen informado con anticipación. El cuello de mi jefe estaba muy rojo, le sonreí ampliamente para que entienda que no me molestaba en absoluto. Él se relajó al ver mi expresión.

-Sería un placer conocer al publicista que nos va a acompañar en esta campaña- dijo Thomas con un intento de sonar amable, pero parecía que se estuviera atorando

-Mucho gusto-dijo el hombre alto que me resultaba familiar, se levantó y se colocó entre Thomas y yo- mi nombre es Gabriel Stewart- le estrecho la mano a Thomas quien se había levantado para verlo

Gabriel luego me miró y sonrió. Supe quien era, el fue mi guía por el spa que visitamos cuando estuvimos en Hawaii por la boda de Rose

-Me presentaría, pero creo que ya nos conocemos- me dijo con una sonrisa

-¿Cómo has estado Gabriel?-pregunté y el sonrió

-Creo que estoy mejor ahora, gracias por preguntar.

Una vez que terminó la reunión. Me encargué de enseñarle a Gabriel todo el edificio.

-No sabía que eras publicista- comenté cuando le enseñé mi oficina

-Llevo trabajando ocho años en la compañía- me contó- ¿estás sorprendida de verme?-preguntó

-Claro, es bueno volverte a ver…disculpa no me malinterpretes pero creía que tu vivías en Hawaii- dije confundida

-Bien-comenzó a decir el tomando asiento en un mueble de mi oficina- Nací en New York, pero mis abuelos paternos son de Hawaii, ellos eran los dueños del spa, ahora pertenece a mis padres y cada vez que voy a visitarlos me gusta ayudar… el día que fuiste con tus amigas faltó un guía así que yo me ofrecí

Me senté junto a él para poder hablar más comodamente.

-Nunca lo habría imaginado, creí que vivías ahí, pero es bueno volverte a ver- confesé ya que él me había caido muy bien- pero bueno cuentame como ha sido la campaña publicitaria de la concesionaria.

-Ok, pero antes ¿puedo preguntarte algo?-dijo mirandome fijamente a los ojos, asentí- ¿Te agrada verme?

Le sonreí ampliamente y asentí.

-¿Te agrada la idea de trabajar conmigo?-preguntó en seguida y volví a asentir- ¿Te agrada ser publicista?-asentí de nuevo poniendo los ojos en blanco, me hacía reir-¿Te agradó que sea tu guía en el spa?- asentí- ¿Te agradaría salir conmigo?- preguntó luego de eso y volví a asentir.

Cuando ví su sonrisa repasé la última pregunta y me sonroje.  Ni siquiera le había prestado atención. ¿qué le iba a decir?

-Hummmm… ¿salir?-pregunté entrecerrando los ojos, aún no me sentía preparada para eso- no sé…, creo que no en este momento

-Oh, claro soy un tonto, disculpa por un segundo creí que quizas habías terminado con tu novio- murmuró apenado

Me sentí mal. “Mi novio” de verdad que esa palabra lastima mucho, aún más si la escuchas de otra persona. Él me miró preocupado.

-No, no estoy saliendo con nadie en este momento- le confesé y su sonrisa se amplió- me siento halagada, pero no creo que esté lista para eso, al menos no aún-solté un suspiro

Ël memiró por un largo rato y luego decidí esquivar su mirada. Tocó mi hombro y lo miré, me estaba sonriendo.

-No hay ningún problema-dijo con una sonrisa- pero tú sabes que los compañeros de trabajo pueden salir a almorzar, o a cenar ¿verdad?-preguntó esperanzado

Le sonreí y asentí. Luego le dejé claro que solo podíamos ser solo eso, compañeros de trabajo, al menos por un tiempo.

-Tomo las cartas que me das- murmuró él.

Estuvimos hablando sobre las antiguas campañas publicitarias de la concesionaria en New York. Verificamos el presupuesto y los productos a promocionar. Me gustaban sus ideas y yo aporté algunas cuantas mías, esperabamos abarcar  todo el mercado.

Si el trabajo mantenía mi mente ocupada, ahora con Gabriel era incluso más sencillo sobrellevarlo.  De vez en cuando hacía bromas o me contaba anecdotas para entretenerme. Me caía tan bien, por un minuto o tal vez dos deseé que en verdad el pudiera gustarme al grado de querer salir con él, pero así de rápido como vino la idea se fue.

Estabamos saliendo de la oficina realmente tarde, debido a que ya habíamos adelantado algo del trabajo. Nos dirigíamos al estacionamiento mientras hablabamos de trivialidades.

-Así que eres hija única-murmuró él incrédulo- no puedo imaginarlo…-dijo luego de un rato encogiendose de hombros

-¿Por qué?-pregunté confundida

-Bueno, es que tengo cuatro hermanos-comentó él, lo miré sin entender aún- tu sabes cuando son cinco hijos y dos padres…hay cierto tipo de problemas, como que no puedes usar el baño cuando lo necesitas o cuando necesitas paz no la tienes, y olvidate de los secretos porque si uno de ellos descubre que tienes uno recurren al chantaje… no te imaginas la vida de un hijo único

-Bueno a mí me hubiese encantado tener hermanos…aunque esas condiciones me hacen reconsiderar-admití entre risas- pero debió ser divertido después de todo

-Alguna que otra circunstancia podría ser tomada así- me concedió entre risas- ¿tienes automovil?-preguntó de repente

-Si, no es la gran cosa pero se mueve y funciona bien-comenté orgullosa de mi Volswagen

-Claro debí suponerlo- murmuró él- ¿lo has traido a la oficina?-preguntó

-Claro, ese es el objetivo del carro –murmuré y luego me pregunté si él tendría como irse- ¿tienes como movilizarte? Porque podría llevarte-ofrecí señalando mi automovil negro

-Si, la compañía me ha alquilado un auto, pero algún día podría dejarlo y tu me llevas…o tal vez tu puedas dejar el tuyo y yo te llevo- lo miré esceptica- ahora si yo hubiese sido más inteligente te hubiese dicho que no tenía carro o habría vaciado tu tanque de gasolina-murmuró con una voz siniestra y me eché a reír cuando lo ví sonreir

-Puede ser, un día de estos me avisas-le sugerí con una sonrisa- pero avísame, no me gustaría quedarme sin gasolina sin saber porqué

-Ok, un día de estos- anunció con una sonrisa, luego miró algo y su sonrisa se esfumó- Creo que alguien te espera… ¿quieres que lo espante?-preguntó intentando ser gracioso aunque se veía algo molesto

Seguí la dirección de su mirada y ví quien me esperaba. Encaré a Gabriel y le dí una sonrisa, para que se relaje.

-Sé quién es, pero gracias por el ofrecimiento-le dije manteniendo mi sonrisa- nos vemos mañana

-Chao, Bella- se despidió él y me besó la mejilla.

Empezó a alejarse a un BMW rojo aparcado en frente de mi auto. Respiré y me despedí con la mano de él cuando se alejaba y el imitó el gesto. Pasó frente a mí y bajó el vidrio de la ventana.

-No llegues tarde mañana, aún tenemos mucho trabajo pendiente-  gritó sobre su hombro

-Claro- le respondí y repiré profundamente antes de ir a ver a quien me esperaba junto a mi auto.

Edward lucía triste, algo enojado también pero cuando me acerqué a él me sonrió. Intenté devolverle la sonrisa.

-Hola Edward- dije sintiendo como su nombre quemaba mi garganta

-Hola Bella-respondió él- tenemos que hablar-murmuró luego de un rato

Miré el estacionamiento, estaba casi vacío pero aun quedaban algunos autos. Negué levemente.

-No creo que sea el lugar para hablar – murmuré evitando mirar sus ojos

-Dime donde- contestó él- vamos a otro lado, pero necesito hablar contigo

-Vamos a mi departamento- sugerí

No me imaginaba hablando acerca d enosotros en un restaurante o en una cafetería. Necesitaba un sitio privado y aunque quizas mi departamento no fuera el lugar preciso.

Era lo mejor que se me había ocurrido.

-Te llevo-ofreció él y negué

-He traido mi carro- dije señalandolo- sigueme en el tuyo hasta mi departamento

No le dí más oportunidad de hablar y me deslicé en el asiento de mi auto. Puse el motor en marcha mientras esperaba que él se dirigiera a su auto.

Necesitaba pensar que era lo que ibamos a hablar, y no podía ser objetiva teniendolo cerca de mí. Al menos en mi vehículo podría aclarar mi mente. Escuché la bocina de un auto, era el volvo plateado de Edward.  Empecé a conducir a mi departamento con él a solo unos metros.

Aparqué en mi lugar del garaje del edificio. Edward no pudo entrar al garaje por lo que aparcó fuera. Me dirigí hacia él para indicarle el camino.

-Lamento que tengas que dejar aquí tu auto- le dije- el garaje solo lo pueden usar los propietarios de los departamentos, pero estoy segura que el guardia va a cuidar de tu carro- expliqué

-No  hay problema- contestó y me miró fijamente

Volví a evitar su mirada y le indiqué que me siga. Le informé al guardia que tenía visita y le pedí que esté atento al volvo.

-¿Quieres subir las escaleras o quieres usar el ascensor?-le pregunté por cortesía

Normalmente yo usaba el ascensor ya que mi departamento quedaba en uno de los pisos superiores, pero este último mes había usado las escaleras para demorar la llegada a mi habitación.

-¿En qué piso vives?-preguntó mirandome, volví a evitar su mirada

-En el piso nueve-contesté y él sonrió- supongo que necesitamos el ascensor-murmuré más para mí misma que para él

Para nuestra suerte el ascensor estaba vacío cuando lo tomamos. No sabía que decirle, era difícil estar así de cerca dolía. No tenía planeado romper el silencio pero al parecer el sí.

-¿Cómo has estado?-preguntó mientras clavava su vista en la puerta del ascensor.

-He tenido mucho trabajo-contesté evasivamente, al menos el suficiente para ocupar mi mente, pensé- ¿cómo has estado tú?

- Mucho trabajo también-murmuró- Jacob empezó a trabajar en la empresa hace unas semanas-comentó como si nada

-Algo me ha contado- le contesté cuando la puerta del ascensor se abrió y bajamos en mi piso- sigueme- le pedí saliendo del ascensor.

Edward me siguió sin decir una sola palabra. Saqué la llave de mi departamento de la cartera y lo invité a pasar.

-Toma asiento, porfavor- le pedí mientras prendía la luz de la sala y la cocina- ¿puedo ofrecerte algo?-pregunté por cortesía y el negó

Entré a la cocina y me serví un vaso de agua. Me lo tomé despacio y salí a la sala para poder hablar con él. Me senté en el sillón mas alejado del que él se encontraba.

-¿Con quién estabas esta noche?-preguntó mirandome de lejos

-Era un nuevos compañero de trabajo, vino de New York para una campaña, es publicista- le conté encogiendome de hombros

-Parece que le gustas- dijo luego de un rato

Me encogí de hombros.

-No está en mis planes salir con alguien en este momento – le hice saber y él asintió - ya podemos hablar- dije no muy segura

Él me miró a los ojos y no pude esquivar su mirada. Sus ojos estaban conteniendo algunas lágrimas, estoy segura que los mío tambien estaban igual.

-Yo no sabía que tenía un hijo-empezó a decir pero lo interrumpí

-Ya lo sé, nunca he insinuado que lo hayas sabido

Edward clavó su vista en el suelo y respiró profundamente.

-Te he vuelto a hacer daño y te he alejado de mí nuevamente- dijo con voz ronca- ¿por qué no hablaste conmigo?-preguntó elevando la mirada hacia mí nuevamente

Me aparté el cabello de la cara y respiré intentando con toda mi alma no llorar.

-Eso nos hubiese lastimado aún más- contesté con la voz ronca- no tenía las fuerzas suficientes para escuchar todo de tus labios, luego de escucharlo detrás de la puerta de tu cabaña- admití, al final se me quebró un poco la voz- necesitaba pensar

-Probablemente, no me hubiese gustado que te enteres así, me hubiese gustado decirtelo antes que dejarte enterar de todo así- admitió despues de un momento- pero ¿cómo crees que me sentí al leer tu carta? Te marchaste sin decirme nada, estuve preocupado buscandote toda la noche- dijo él con su voz temblorosa

Mordí mi labio inferior con todas mis fuerzas para evitar empezar a llorar, cerré mis ojos tambien, pero aún así sentí lagrimas deslizandose por mis mejillas.

-Lo siento, pero no podía volver a verte, no en ese momento –reconocí con la voz quebrada- si te veía no iba a pensar coherentemente y hubiera sido egoista- dije con los ojos cerrados

-¿Egoista? Bella no has considerado mis sentimientos, ni si quiera lo que te tenía que decir-dijo él con su voz quebrada, estaba casi segura que estaba llorando tambien- ya has sido egoista- susurró luego de un momento

Negué levemente y abrí los ojos para afrontarlo.

-Edward yo sé lo que tú me ibas a decir- dije triste- y si yo aceptaba lo que me dirías sería una muy mala persona, Thony necesita a un padre a su lado siempre

-Nunca dejaría de ser un buen padre para mí hijo- dijo con cierta dureza en su voz

Lo interrumpí poniendome de pie.

-¿Qué me ibas a decir?-pregunté irónicamente- por favor dímelo-supliqué

-Yo podía estar contigo y ser un buen padre para mí hijo- me soltó poniendose de pie-  además Heidy está enferma y tu y yo podíamos cuidar de Thony mientras ella se recuperaba, luego podría verlo poniendome de acuerdo con ella, no habría dejado de ser un buen padre- todo lo dijo atropelladamente

-Solo lo verías los fines de semana, en fiestas, pero sabes él te va a necesitar mucho más que eso… es un niño y necesita a un padre con él permanentemente- dije interrumpiendolo- si hubiese aceptado estar contigo sin pensar en él, hubiera sido más egoista de lo que crees

-Pude habermelas arreglado- me contradijo y negué

-Edward he visto a muchas personas tomar esa decisión, pero al final no es lo mismo ver a tu hijo todos los días, que solo verlo los fines de semana… tú quisiste mucho a su madre si nó él no existiera, intenta formar una familia- pedí entre lagrimas- yo no sería feliz sabiendo que me escogiste a mí y le negaste a Thony la posibilidad de tener una familia, solo intentalo- rogué tocando su hombro

- Si entiendo lo que dices ¿porqué me duele tanto?- pregunto tomandome de los hombros para que lo mire

-Quizás me quieres tanto, como yo te quiero- dije sin pensar

Él me miró a los ojos por un largo momento y me besó como solo él me había besado antes. Le devolví el beso y cuando apartamos nuestros rostros continuamos mirandonos.

-Estamos muy lastimados- murmuré- lamento hacerte sentir mal

-Lamento haber arruinado nuevamente tu vida- murmuró en respuesta- quizas tu estés lastimada pero yo no…-dijo alejandose de mí- yo estoy muerto desde que te alejaste- susurró

-Ní siquiera podemos ser amigos- reconocí con las lagrimas llenandose en mis ojos

ÉL negó y se dirigió a la puerta.

-Mi corazón no puede verte como solo una amiga- dijo sosteniendo la perilla de la puerta- y te prometo intentar ser un buen padre para mi hijo, pero no puedo obligarme a querer a Heidy

-Inténtalo por tu hijo- pedí

Él se giró y se acercó a mí. Me dio otro beso y le respondí. Luego nos susurramos un adiós y el se fue.

Esa noche no solo se marchó de mi departamento o de mi edificio, se marchó de mi vida.

Esa noche fue la peor que había pasado en años, despues de llorar por horas, me dormí tarde en la noche.

Capítulo 27: ¿Habrá un final feliz para todos? Capítulo 29: Perdida en el calendario

 
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