POV DEMETRI
Sabía a la perfección la historia de Katherine; la inmortal más poderosa de este mundo. - Demetri; ¿me cuentas la historia? ¿Que significa eso de que seré la inmortal más poderosa?
- Si te digo la verdad no se mucho sobre el tema; todo lo que se o lo poco que se mejor dicho es sobre lo que he leído en libros o he escuchado. Hace mucho tiempo nuestra raza estaba en verdadero peligro, nuestro mundo se estaba acabando por culpa de territorios, de los humanos… además tarde o temprano ellos nos descubrirían o los descubrirían ya que yo no existía - le dije con una sonrisa - no teníamos normas, nada que cumplir, estábamos viviendo en la ignorancia, no había nadie que asumiese el poder… hasta que un día apareció el ser más maravilloso del mundo, era un vampiro; y era una mujer… todavía no se sabe mucho de ella, habría que buscar información… pero ella apareció de la nada y lo arreglo todo, era indestructible; tenía múltiples poderes… y ya no se más
- Que gran ayuda Demetri - me replicó molesta
- Es todo lo que se
Mentí, la tenía que mentir; aunque eso me doliese en el alma. No quería preocuparla, yo sabía que había algo entre Alec y ella; sabía que le quería. Eso me dolía en el alma, no soportaba imaginarmela en los brazos de otro... era mil veces peor que la transformación.
Si ella se enterara de la historia... las cosas cambiarian.
Pero hoy no era el momento
- Pues tendré que hablar con Aro, fijo que el sabrá más de la historia… además ya estará buscando información… - intento levantarse de la cama; se notaba que quería volver al castillo, quería más información… pero se lo impedí
- ¿Te vas?
- Si… quiero saber más cosas sobre la famosa vampiro
- No no señorita; usted se queda aquí conmigo - dicho esto la atraje hacia mi, colocandola encima mio
- Demetri… - me dijo en un suspiro, su calido aliento era embriagador; aquel rubor de sus mejillas que me volvían loco. Tenía que intentarlo
- Edurne; quiero estar contigo, quiero…
- ¿Qué quieres?
- Te quiero a ti
Me miro extrañada; ella no se esperaba esto.
Yo la quería, era un maldito egoísta; no podía resistirme más...
Me acerqué delicadamente a su cuello, pude notar como los latidos de su corazón y su respiración iban en aumento.
- Demetri - me dijo entre jadeos
- Edurne - le dije mientras me perdía en sus maravillosos ojos - quiero tenerte; tengo el suficiente autocontrol; en el momento en el que creía que te perdía por culpa de las mentiras de Heidi... mi mundo se derrumbo. Pensaba que te perdía... yo no haría nada que te pudiese lastimar, tu lo eres todo en mi vida; si se le puede llamar así - dicho esto escondí mi rostro en su pecho.
- Tu nunca me perderás; siempre sere tuya.
Levantó mi rostro gracias a sus preciosas manos; era una muñeca de porcelana; tan linda; tan dulce... acercó sus labios a los míos y me beso apasionadamente.
Su aliento, su sabor era una locura; una dulce locura.
Empezó a jugar con mis cabellos; sus manos bajaron hasta mi camisa y de un rasguño la destrozo; y yo hice lo mismo, empece a recorrer cada centimetro de su maravilloso cuerpo, era una perdición.
Nuestras lenguas se movian en perfecta sintonia.
Con mucho cuidado me di la vuelta quedando encima de ella; podía ver en su cara el deseo, observando mi esculpido cuerpo; le desabroché el sujetador y quedaron al aire sus maravillosos pechos; era firmes; turgentes... me acaché un poco y pude saborearlos con total tranquilidad mientras ella movía sus delicados dedos en mi cabello.
Su corazón, latía rapidamente; por un momento apoye mi cabeza en donde se encontraba el corazón y empece a escuchar aquellos maravillosos latidos. Una melodía angelical.
Subí hasta su cuello, empecé haciendo dibujos con mi lengua en el... pero de pronto la pude sentir... su yugular; ella vio como mis ojos se volvían negros como la noche...
- Confió en ti -me dijo en un apacible susurró
Y nos dejamos llevar por la luz de la luna que traspasaba el cristal... era ella perfecta, eramos almas gemelas.
Nuestros cuerpos se hicieron uno y pude percibir en su cara el placer y la pasión,
- Te quiero - me dijo mientras recostaba su cabeza en mi pecho.
- Tu eres mi luz, mi oscuridad, mi amanecer, mi anochecer.
- Con eso me dices todo - y me volvió a besar apasionadamente
¿Acaso me podría resistir? yo creo que no.
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