POV ALEC
Solo estaba ella; Edurne. No me la podía quitar de la cabeza; aquellos hermosos ojos; su boca... en fin todo. Tenía ganas de verla; hablar con ella... pero con Demetri era imposible, seguiamos siendo amigos... pero me miraba raro. Hoy era el día; el se había ido de caza y le conocía lo bastante bien para saber que tardaría un buen rato, le gustaba jugar con las presas. Me encaminé hasta su casa... pero había algo raro en el ambiente; era su olor... muy débil. ¿Y si la había pasado algo? Sin pensarlo dos veces me deje guiar por su aroma. Apenas fueron unos minutos cuando la encontré, estaba en el ¿aeropuerto? ¿que haría alli? Lentamente me acerqué y pude percibir un olor raro... ¿tabaco? ella estaba fumando, se la veía nerviosa.
- Siento decirtelo; pero por culpa del tabaco... hueles mal. Ya no eres tan apetecible como antes - solté un pequeña carcajada y sin que ella se diese cuenta la aparte de la vista humana
- ¿Que haces aqui? - me pregunto confusa
- ¿Y tu que haces aqui?
- No no, yo te pregunté primero... ¿te envió?
- Nadie me ha enviado; queria verte y me di cuenta que tu olor era muy débil... entonces te busque y te encuentro aqui fumando; dejalo es malo.
- De algo hay que morir
- Pero no de esa mane... - espera un momento, su cuello; llevaba una media luna... yo conocía muy bien esa forma - ¿Quien te ha mordido?
- ¿Mordido?
- Si... llevas una media luna en tu cuello. Eso significa...
- Oh... ¿y por que no soy un vampiro?
- Porque te sacaron la ponzoña a tiempo, ¿que recuerdas?
- Pues... yo estaba con Heidi y todo se volvió negro, sentí un amargo dolor... pero esta mañana me levante en mi habitación.
- Maldita Heidi... Demetri habrá acabado con ella
- ¿Como lo sabes?
- Porque ella desde hace unos días no aparece por el castillo y no creo que Demetri te haya echo esto y Heidi te haya salvado...
No me contestó; pude ver la pena en sus ojos
- Edurne, ¿que te pasa?
En ese momento se abalanzó sobre mi y se puso a llorar. Sentí una corriente electrica cuando nuestros cuerpos se juntaron, era una sensación que no se podía comparar con nada. Inhale profundamente su aroma... me volvía loco. Lo único que pude hacer era acariciar su hermoso pelo.
- Alec... - dijo entre sollozos
- Cuentamelo Edurne; ya sabes que soy de confianza. No te quiero ver mal.
Me contó todo; estaba bastante dolida, no paraba de llorar. Lo que le iba ha decir me dolía en el alma; si es que la tenía...
- Edurne; la que jugo contigo era Heidi. Demetri te quiere con locura; tu eres la razón de su existencia. Todo el día y toda la noche vela por ti... aunque el no este contigo y tenga que estar en el castillo siempre se escapa para velar por ti; en su pensamiento solo estas tu... y entiendele; el se cree un ser que no tiene alma; un demonio sin escrúpulos, pero llegastes tu... su ángel que le salvo de una eternidad llena de odio, rabia... para convertirse en una eternidad apacible, llena de luz. Todo gracias a ti. Y esto es la pura verdad... mira yo podría mentirte... pero no puedo. El es mi amigo y quiero que sea feliz. Te ha estado esperando mucho tiempo. ¿Volvemos? - le dije intentando sacarle una sonrisa.
- Alec... eres un cielo - y me dio un beso en la frente; me cogió de la mano y nos fuimos a casa.
- Venga vamos rapido que de un momento a otro llegará Demetri. ¿le vas a contar lo que tenías planeado?
- No lo se...
Llegamos a casa y el todavía no había vuelto.
- Bueno sera mejor que me vaya...
- No, quedate por favor...
- Edurne, no seria una buena idea
- ¿Y eso? tu eres su mejor amigo... no creo que pase nada.
- Pues yo creo que si
Me di la vuelta para marcharme cuando ella me cogió por el brazo...
- Alec... quedate. No quiero estar sola
- No
Y me fui rapidamente. No quería tener una bronca con Demetri... claro que me hubiese gustado quedarme, me pasaría toda la eternidad con ella... pero no. El era mi amigo...
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