POV EDURNE

No sabía cuanto tiempo llevaba; si segundos, minutos, horas... hasta podría decir toda una eternidad admirando esos maravillosos ojos color carmesí. De ellos nacían la ternura, el amor, la pasión... todo.
Admiraba todo de el; mi ángel salvador, mi protector. Resultaba dificil concebir que existiera alguien tan guapo, temia que desapareciera en medio de una repentina nube de humo y que yo me despertara.
Su aliento choco contra mi hermoso rostro; me dio un escalofrío...

- Me gustaría saber en que piensas - me dijo con ternura

- En mi vida - le dije mientras le besaba dulcemente. Sus labios... una perdición; su lengua... una locura. - ¿y tu? ¿en que piensas?

- Lo mismo que tu, en mi vida.

Los dos sabíamos muy bien ha que nos referiamos, en nuestra propia vida, en mi caso en el, mi vida.
No quería que este momento se terminara; pero algo me traiciono...

- Veo que tienes hambre - me dijo con su perfecta sonrisa

- Si - le dije apenada

- ¿Que quieres que te prepare algo? - me pregunto mientras se apartaba de mi lado

- ¿Tu sabes cocinar?

- Por supuesto; yo tambien he tenido una vida humana...

- Interesante; entonces tambien sabras o conoceras esa extraña sensación... - le dije mientras me levantaba y me subia a su espalda, quedando mis labios a pocos centimetros de su cuello

- No te sigo...

- Vaya, vaya... y eso que los vampiros sabeis de todo y no sabes una cosa tan simple como esta

- Dimelo - me dijo molesto aunque divertido

- Conocer lo prohibido... - dicho esto le ''mordi'' el cuello

- Edurne no empecemos

- Que si Demetri, aunque yo ya no sea virgen... - no termine la frase, ya que el me miraba raro, como si estuviese ¿celoso?

- ¿No eres virgen?

- No, ¿estas celoso por que haya alguien que... - y le deje caer la pregunta

No me contesto...

- Eso es un sí.

- Cuentamelo

- ¿El que?

- Tu primera vez; con quien fue, si le querias...

- Demetri... - le dije molesta

- La culpa la tienes tu por contarmelo

- Esta bien... pero no te gustara

Le conté todo, mi relación con Eric, nuestra primera vez, hasta que estuve embarazada de el...

- Cuando me pase por España le hago una visita - me dijo realmente enfadado

- Ya sabía yo que me dirias una cosa así... pero da igual, es pasado

- No da igual, es el pasado de mi vida, y no quiero que algo te haga infeliz o que algo te hiciese infeliz...

Y lo dejamos en ese punto... me baje de su espalda y nos fuimos a la cocina.

Mientras estaba comiendo el me dijo

- Es la hora

- ¿La hora de que?

- De conocer a los Vulturis, mi familia.