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23-Buscando donde atacar

 María

No podía creer que un plan tan perfecto se haya frustrado por una simple decisión de la maldita mosquita muerta.

 Pidió su camioneta en conserjería y el que había muerto no era ella sino el infeliz empleado. El odio que sentía hacia ella era total me consumía al igual que el de Carlisle, no podía explicarlo bien pero su sola presencia arruinaba mi vida. Ahora por su culpa la policía estaba metiendo sus narices otra vez.

Yo debía vengar la muerte de mi hermano, el Dr. Carlisle se demoró con la otra mujer claro mi hermano no era suficiente para él, era un simple borracho que chocó el auto de una familia, y por eventual murió el padre de familia y un niñito, pero se merecía lo mejor de su atención, como cualquiera, lo dejó morirse.

Intente hacer juicios por mala praxis pero todos las abogados que visite desestimaron el caso. Por que tanto problema solo había manejado borracho una vez en la vida y choco. Después de todo Victoria era la culpable había decidido cortar la relación que ellos tenían, le dijo que no lo volvería a ver a causa de que estaba embarazada y sabiendo que el hijo que llevaba en su vientre era de mí hermano, no del hijito del doctor.

Ella lo sabía y yo también por que había encontrado el examen del ADN que se realizó todavía recuerdo la expresión de dolor de mi hermano al conocer la noticia que ella haría pasar a su hijo por hijo de Edward Cullen, claro Max no podía darle la vida de lujos que los Cullen le daban, lo priorizó al amor que le ofrecía Max. Pero así lo pagó su linda camioneta no frenó, cuando debía quedando destrozada, allí me di cuenta lo fácil que era deshacerse de alguien que te arruina la vida. Luego pasó lo de Max y allí frente a su tumba le jure que no descansaría hasta que los Cullen sufran lo mismo que nosotros.

 Por una tontería no salió, sino estaría gozando con el dolor de Edward Cullen y por ende de mi odiado doctorcito pero ya había logrado infiltrar un espía en la casa de los Cullen así que sabría sus movimientos necesitaba atacar de nuevo y rápido.

El teléfono sonó la información que necesitaba la obtuve rápidamente me vestí con mi ropa de trabajo y tomé dos cuchillos pronto habría un Cullen menos.

Como esperaba la casa estaba completamente vacía a ecepto de Rosalie  deambulé por toda la casa revisando cosas que me ayuden con mis propósitos, de hecho la Sra Esme tenía cita con un dermatólogo el jueves y peluquería el viernes, mi odiado Dr. Un asunto de trabajo el jueves también, uuuuuuhhhhh que familia ocupada me burlé mentalmente.

 Me apresuré a encontrar a la rubia, como esperaba se hallaba en su habitación estaba leyendo un libro de espalas a la puerta ósea a mí.

Será fácil no me vería entrar, abrí muy lentamente la puerta y me fui acercando, llevé la mano hacia el cuchillo que tenía en la cintura lo extraje, alcé el brazo en ese momento ella percibió un movimiento cerca suyo se dio vuelta pero ya era muy tarde el horror se dibujó en su cara. Asesté un golpe con el cuchillo una y otra vez hasta que descargué toda la furia y la adrenalina de ese momento.

Me saqué toda la ropa ensangrentada y salí tranquilamente cuando estaba por abrir la puerta alguien se me adelantó retrocedí maldiciendo, tomé un atizador de la chimenea me escondí detrás de una columna vi que solo entraba el marido de Alice nadie mas se oía algo debió intuir ya que se paralizó a escasos centímetros de donde estaba escondida quedándose en silencio unos segundos como si podría escuchar algo.

Demasiada tarde para ti también lo golpee duramente con el atizador varias veces hasta que cayó al piso. Mierda ¿me habrá visto me  reconocerá si sale de esta, no me podía quedar a terminar con él era muy peligroso cualquiera podía llegar descubriéndome.

Mis manos estaban cubiertas de sangre al igual que mi ropa salpicada pero no tenía como limpiarme esta vez así que corrí por el bosque, lugar que consideraba ya mi lugar lo conocía bien necesitaba llegar a casa para limpiarme y luego deshacerme de toda prueba. Otro paso dado Max espero que te sientas aunque sea solo un poco en paz, pensé.

Jacob

El haber encontrado a Ana en la carretera desvanecida con los evidentes signos de un accidente de tránsito, me había enloquecido agradecí al cielo haberla salido a buscar esa fue una señal, el solo pensar por un segundo que podría perderlos me desbastaba.

 Ahora estaba seguro en realidad siempre lo estuve era la mujer de mi vida quería estar con ella rodeado de niños y luego de nietos quería que me acompañara toda la vida hasta que muera, quería que Ana se case conmigo en cuanto pueda se lo pediría al igual que imploraría su perdón por no ponerme a saltar en un pie cuando me dijo que íbamos a tener un bebé. No se como pero lograría que me perdone.

Al verla allí recostada en la cama del hospital me producía tanto dolor como si me hubieran sacado parte de mi cuerpo, como que sin ella ya no podría funcionar normalmente.

Una enfermera entró para revisar su estado, al cabo de unos minutos se fue diciéndome que todo estaba bien. Me acerqué a la cama otra vez para contemplarla su rostro estaba sereno eso me tranquilizó lleve una mano hacia su rostro acariciándola con suavidad.

Ella se movió imperceptiblemente en un susurro casi silencioso esbozó mi nombre —Jacob— lo volvió a repetir me llamaba el corazón me brincó en el pecho ella me amaba y necesitaba de mi tanto como yo de ella sino no me habría llamado en un momento como ese.

Mi mano bajó a su abdomen todavía plano. —Hola bebe por suerte estas bien al igual que mamá —a propósito me presento soy papá.

 Te juro que te quiero. El perderte me haría muy infeliz así que tranquilo y agárrate de donde puedas hasta que sea hora de conocernos cara a cara.

—Hola Jacob— la voz de Ana me sobresaltó.

—Ana mi amor ¿como estas te sientes bien, que paso?

—Creo que estoy bien solo algo adolorida. ¿El bebé esta bien? Su voz sonó desesperada.

—Tranquila An todo esta bien— Me miró profundamente tratando de averiguar si le mentía, lo que vio en mi cara pareció conformarla ya que se relajó de momento.

—Me estaba presentando con mi hijo— Le contaba que su papá es un idiota que habla sin pensar y dice cosas de las cuales se arrepiente pero que lo quiero con todo mi corazón al igual que a su mamá. Me sentía un poco un incómodo de abrir mis sentimientos peor lo haría a partir de esta momento sabía que Ana no me traicionaría.

—Una lágrima corrió la mejilla de mi amada— ¿Deberás estas feliz Jake?

—Claro solo que siempre fui medio tonto para las cosas importantes, más cuando tengo lo mejor que me paso en la vida adelante y eso hace que no pueda razonar muy bien—

—Gracias Jacob—

—No tienes que darme las gracias de nada An — haría lo que fuera por mi familia.

—Una sonrisa se dibujó en su cara— Te amo Jacob Black como nunca pensé que amaría a alguien — Me dijo mi bella Ana.

—Me incliné hacia ella besándola suavemente el los labios.

En esos momentos sonó el teléfono.

—Edward ¿Qué pasa pensé que ya estarías aquí?

—   ¿Como?  Y la trasladan hacia aquí. Bueno esta bien, los estaré esperando. A propósito Ana despertó se encuentra bien ahora ocúpate de Bella pero necesito saber que sucedió y como fue esta ya no me gusta nada.

—   No sabía como ocultaría la noticia que Cullen acababa de darme o mejor sería decirle la verdad a Ana mi cabeza estaba echa un lío de preocupaciones.

—   Para mi tranquilidad el Dr. Entró en la habitación para ver la evolución de la paciente. Lo consultaría para que me diera su opinión.

—   Así lo hice el Dr. Estuvo presente mientras daba la información a Ana del atentado sufrido por Bella, se tranquilizó al saber que su amiga estaba bien, solo que un poco impresionada.

—   EL Dr. Cullen llegó a los pocos minutos. Ana casi le rogó que trate que la dejen salir si estaba todo bien no quería quedarse en el hospital. Carlisle prometió ocuparse pero no le aseguraba nada al rato volvió diciendo que podía salir bajo sus supervisión estricta al igual que Bella eso nos dio la oportunidad de ir a ver a Bella, ya nos habíamos enterado de los pormenores por Carlisle la situación de peligro se estaba yendo de las manos la policía debía intervenir la casa de los Cullen estaba bajo vigilancia pero dada las circunstancias nosotros también podíamos estar en peligro.

—    ¿En que piensas, Jake? Me preguntó Ana tocando tiernamente mi mejilla, es que tengo mucho miedo que tú y el bebé también corran peligro.

—   Tranquilo Jacob. Veras como todo sale bien— trato de calmarme An pero a ella se le notaba la preocupación en el rostro.

Edward

Cuando me dí cuenta que la camioneta de Bella salía detrás de la mía la rabia me embargó por que era tan cabeza dura esa mujer me orillé para dejarla pasar en ese momento miraba por el espejo retrovisor cuando una gran explosión levantó del suelo varios centímetros la camioneta de Bella y el fuego la consumió vorazmente.

Me bajé casi de un salto corriendo hacia el lugar de repente escuché los gritos desgarradores de una persona pronunciando su nombre, cuando caí en cuenta que era yo quien la llamaba. No podía creer estar viendo consumirse su cuerpo entre las llamas. Trate de acercarme igual algo debía hacer quizás…Podía ayudarla… una persona de seguridad me lo impidió, vamos no se puede hacer nada es demasiado tarde.

Por unos instantes mi vida acabó, terminó. No se tambaleó mi mundo como cuando murió Victoria sino que mi vida sin Bella extinguía, no había mas nada que hacer mi alma y mis esperanzas se iban con ella.

Ahora fue un oficial el que me alejó amablemente de la escena hasta la entrada del hotel, donde pude ver otro pequeño tumulto.

Alguien yacía en uno de los sillones de entrada desvanecido, no era para menos la imagen era patética ver a una persona que no salía de entre el fuego que se llevaba, su vida irremediablemente y uno pobre criatura incapaz de ayudar.

La desesperación me envolvía con sus fríos brazos, hasta que el mismo oficial que me había alejado de la camioneta se acercó preguntando mí nombre.

—   ¿Ud. Es el Sr. Edward Cullen?

—   Si, respondí automáticamente.

—   Por favor la Srta. Que está allí pregunta por Ud. — Lo miré extrañado.

—   Me levanté no se como acercándome al sillón donde estaba la persona desvanecida—

—   Cuando vi a Bella llorando a mares, casi me pongo a saltar de alegría pero me contuve ante la tragedia sucedida.

—   Me abrí paso torpemente hasta que me arrodillé a su lado— ¿Bella amor estas bien pero era tu camioneta?

—   La Srta. La pidió que la dejaran el la entrada — aclaró el gerente cabizbajo.

—   Tuve que controlar mi alegría de saber que todos los sentimientos horribles que experimenté no se cumplieron—

—   Ella esta embarazada llamen a una ambulancia— empecé a decir ya esta en camino Sr. Cullen no se preocupe.

—   Gracias—respondí ni siquiera sabía a quien era. Estaba feliz Bella se encontraba a salvo.

—   Tomé de la mano a Bella hasta que llegó la ambulancia— La tenía muy fría.

—   Me preocupaba por que ella no paraba de repetir — Me quisieron matar Edward, me quisieron matar.

—   Muy a mi pesar yo suponía lo mismo, mientra observaba por la ventana como los bomberos extinguían el fuego y un grupo de policías cercaban con cinta amarilla la escena del accidente.

—   Telefonee a Jacob para enterarlo de lo sucedido y el motivo por el cual no llegaba.

—   Se preocupó bastante y dejó muy en claro que nos esperaría en el hospital.

Chicas aquí otro capi espero que les guste las quiero. Verooo