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11-Presintiendo el peligro

Bella

Me entré a bañar apenas cuando Edward se fue haciéndome la promesa de vernos esa misma noche, tarareaba una canción, el sonido de mi voz me pareció extraño ¿Cuánto hacía que no cantaba?, me miré al espejo y la imagen que reflejó no era la misma Bella de siempre los ojos de la de ahora tenían un brillo especial y los pétalos que rosas que se dibujaban en sus mejilla como rubor la hacían hermosa.

Suspiré, no se cuanto durara esta locura, Bella Swan pero de momento estoy muy feliz me dije para mí misma. El agua de la ducha estaba muy caliente pero la deje corren por mi cuerpo para que deshaga cualquier tensión, al cerrar los ojos el recuerdo de Edward recorriendo mi cuerpo urgente con sus manos, su boca su lengua parecía ser el mismo fuego de la pasión que nos devoraba en esos momentos, sentí como mi cuerpo urgía de sus caricias, y un suave jadeo se escapo tímido entre mis labios.

Abrí los ojos para salir de mi ensueño y apuré mi último enjuague.

La imagen del cuerpo inerte de Alice en el bosque con sus ojos abiertos por el terror y el último grito silencioso de su garganta me golpeó de lleno sacudí la cabeza para sacarme la imagen todo a mi alrededor estaba teñido por sangre no era agua era…. Mis manos estaban manchadas de sangre. Salí dando tumbos de la ducha agarré la toalla y me pegue contar la pared, cerré los ojos. No me animaba a mirar.

 Mi corazón estaba totalmente acelerado, mis lágrimas eran ríos cayendo sobre mis mejillas resbalándose por mi cuerpo confundiéndose con las gotas de agua. Muy despacio y cuando mi pecho retomó su pulso un poco mas normal volví a mirar el agua corría cristalina, el vapor desdibujaba los contornos cual espesa bruma.

Me levanté y cerré la ducha, salí del baño para vestirme pasaría por lo de los Cullen, las visiones sobre ellos eran cada vez mas seguidas y mas oscuras, tenía miedo la mano me tembló al abrochar el pantalón.

Tomé un analgésico antes de salir esos episodios me dejaban unos dolores terribles de cabeza, por lo general me habría quedado en casa pero esta vez me tocaba de cerca yo conocía a estas personas tenía que hacerle entender a Edward que estaban en peligro.

Cuando me estaba acercando a la cabaña a unos metros se encontraba un auto policial, el estómago se me contrajo.

Traté de liberar mi mente de la lucha interna de mi cuerpo con mis visiones y presentimientos, el mal estaba allí oculto entre las sombras esperando el mejor momento para atacar ¿o ya lo había hecho?, me volvieron a temblar las manos de tal forma que resultaba hasta difícil, conducir, saludé a los policías todos nos conocíamos.

El pueblo era muy chico y ellos sabían que yo era la dueña del lugar.

El que conteste mi saludo y me dejen continuar sin decir nada calmó un poco mis nervios.

Apuré la camioneta lo más que pude, al parar frente a la casa, la puerta de esta se abrió y Edward corrió hacia mí, la carga que llevaba sobre mis hombros se alivianó pero de inmediato me sentí culpable por los demás habitantes de la casa. El me abrazó y me guió para entrar justo al borde de la entrada me quedé paralizada el que les quería hacer mal estuvo allí.

Un frío atroz recorrió mi cuerpo.

Edward debió haber sentido, que me contraje, no dijo nada pero me miró expectante, reuní todas mis fuerzas para transponer el umbral.

Una vez adentro, pregunté — ¿Qué paso?—

     —Un idiota se le ocurrió asustarnos eso es todo mato un animal y lo dejó en la puerta ensuciando con sangre la entrada — comentó Ed tratando de restarle importancia a lo sucedido.

     —Claro y por eso esta la policía a escasos metros de la entrada— le conteste ofuscada. ¿No se daba cuenta que algo no iba bien? Abrió la boca para decir algo que se quedó en sus labios.

—   ¿Por qué no le dices a Bella que nos amenazaron? La voz de Alice sonaba alterada

—   Alice…. No asustes a Bella por favor— replicó Edward.

—   No la asusto solo le digo la verdad de lo sucedido— Alice, recién había logrado bajar la escalera, se manejaba bastante bien fuera del vendaje que llevaba en su tobillo.

—   Por lo visto para Ed es una tontería —Le aclaré a su hermana. La rabia me corría en las venas como la sangre.

—   Si, así parece contestó esta molesta— ven Bella yo te contaré.

—   Me senté a su lado — Sin prestarle atención a Edward, yo quería saber exactamente lo sucedido

—   Fue así como tuve un relato perfecto de los hechos— No podía dar crédito que él, se tomara semejante acto tan a la ligera.

—   Ves, te lo dije hermanito refutó Alice contenta y con una nota de triunfo en su voz.

—    A propósito Bella se que Uds. Se hicieron bastante amigos, ella remarcó la palabra “amigos” de forma significativa mis mejillas ardieron.

 Nosotros con Jasper nos iremos el fin de semana a Seattle, repuso, no aguanto estar alejada por mucho de las ciudades. Los ojos le brillaban, pero Edward se quedará solo me gustaría que te des una vuelta para ver como esta, ¿puede ser que lo hagas Bella?

 El tono de súplica de esa chica era totalmente convencedor parecía que su hermano era un pobre chiquillo huérfano y desvalido.

Otra vez mi boca hablo antes que mi mente logre pensar con claridad. — ¿Aquí en esta casa y con un loco amenazando la familia? — No podía ser como era tan testarudo.

Ya que no quieres irte al hotel del pueblo ¿por que no vienes a casa?

La cara de sorpresa de los dos fue graciosa al escuchar mi propuesta. Alice, dejó caer la mandíbula y solo al cabo de unos segundos se dio cuenta que su boca permanecía abierta, y los ojos de mi demonio personal estaban tan grandes como platos.

Cuando reaccionaron casi al mismo tiempo la pregunta fue ¿a tu casa?

Bueno fuera que yo tampoco salía de mi asombro trate de parecer lo más tranquila posible. En mi cabeza mi voz interior me gritaba ¿te volviste locaaaa como se te ocurrió semejante proposición? De verdad Isabela Swan El tal Edward Cullen no te deja pensar con claridad.

Es que me parece que así estaríamos todos tranquilos, además yo puedo dormir un fin de semana en el sillón de la sala. —

Alice no podía contener la risa pero lo disimuló muy bien. —Que buena idea Bella, realmente me iría tranquila pensando que mi hermano esta seguro—

—Pude visualizar el pequeño sarcasmo pero lo deje pasar después de todo yo tenía la bocota muy grande y se ve que cerca de los Cullen me costaba cerrarla.

Al cabo de un rato me despedí de ellos, pero todo estaba arreglado Edward se que daría en mi casa a partir de esta misma noche.

 Jacob

Tratar de ayudar a mi mejor amiga cuando siento que grita como si la estarían matando es lo normal, pero encontrártela en esa situación y con un hombre casi desnudo en su cuarto es otra. Ahora que lo veía parecía una comedia de enredos una sonrisa se dibujó en mi rostro.

—   ¿En que piensas Jacob? Te gusta la idea de invitar a cenar a Bella y su nuevo amigo —

—   María me miraba con una sonrisa en los labios— Por todos los santos que me estaba pasando hace dos días atrás esta chica sentada a mi lado era el gran amor de mi vida, pero ahora era como si habrían apagado el incendio y todo quedó reducido a cenizas. Mi pensamiento volvió a la situación vivida esta mañana yo conocía los ataques que le provocaban a Bells las visiones lo que no esperaba que ella estuviera acompañada. En un primer momento me asuste pero luego cuando supe que se trataba de Cullen me quede helado.

Por un lado algo me hacía ruido, por el otro me alegraba por mi amiga se merecía volver a ser feliz.

—   Jacob ¿Estas escuchando lo que te hablo? El tono de María parecía molesto pero su cara no tenía ningún signo.

—   Perdona amor me distraje con algo del trabajo — mentí. Ella me sonrió y me sentí el más deplorable de todos los hombres.

—   Mira no importa solo que no se que clase de comida preparar ni que les gusta a tus amigos quiero que la pasemos bien Jake que estés orgulloso de mi— Ella ni se imaginaba que no veía las horas de cortar esa relación.

—   Otra vez esa sensación horrible de ser un tonto, ¿pero que pasa con ella? todo esta súper bien, me entiende, no se altera me justifica en todo. Es hermosa y dice quererme ¿que más podía pedir de una mujer?— Me maldije por ser tan estúpido. Pero algo no me cuadraba.

—   María no conozco a Edward Cullen pero como ya conociste a Bella sabes que es muy sencilla, cualquier cosa estará bien—

—   Ok entonces prepararemos un salteado de pollo con papas y ensaladas— Me parece bien le dije encogiendo los hombros — pero que tal si invitamos al los otros Cullen —

—   Buena idea Jake que lindo pasar una noche de amigos prepararé mi especialidad en postre— Ella parecía feliz organizando esto.

—   Ummm suena bien y se puede saber cual es tu especialidad— ya habíamos llegado al mercado, me acerqué y la bese amorosamente— ¿Qué hago, me quiero librar de ella y la incentivo a que siga conmigo? Realmente algo anda mal en mí.

—    Cuando logró zafarse de mis brazos —contestó. No, no lo puedes saber, para ti también será una sorpresa y se bajó del coche antes que me le tire encima nuevamente.

—   Por mi lado hice lo mismo pero mi humor en definitiva ya no era tan bueno— Me había convertido en un hipócrita, no era amor lo que sentía por ella si no que era bonita y despertaba en mí otra clase de sentimientos.

  Ahhh esto debía solucionarlo cuanto antes no podía jugar con los sentimientos de nadie. Apresuré el paso para darle alcance ella me esperaba con una sonrisa en los labios.

Entre sombras

Tendría a los Cullen y al los tontos amigos de ellos juntos en un solo lugar, no sabrían que el enemigo esta tan cerca, no se dan una idea de lo cerca que estaba el peligro. Como me gustaría contarles la cara que tenía Alice cuando vio la amenaza en la puerta y su maridito, una carcajada estalló en mi garganta, gritaba como un loco que antes de tocarla tendría que terminar con él. Mi risa se intensifico ¿realmente se pensaban que era otro loco tonto asustando gente? Si supiera que mientras el gritaba buscándome entre los árboles del bosque yo estaba a unos pasos de ellos en su misma casa observando todo, que los había visto dormir, que hurgaba sus cosas mientras dormían.

Me sentí fuerte, imbatible y esta vez no perdería el Dr. Carlisle Cullen sufriría no yo.