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21-Sorpresas

Edward

El viaje de Bella me había puesto muy mal al principio pero gracias a la ayuda de mis dos hermanas pude entender el por que Bella lo debía hacer sola.

Luego ella me llamó por teléfono siempre y tuvimos una experiencia maravillosa de sexo telefónico, nunca había experimentado esa sensación de desear tanto a alguien y no tenerla a mi lado, era frustrante y genial a la vez. Miré el reloj nuevamente la hora parecía estar paralizada mis ganas de verla se hacían intensas, esta noche la amaría pero podría tocarla saborear cada lugar escondido de su cuerpo hasta sentirla temblando entre mis brazos deseándome.

Me levanté abruptamente de la silla necesitaba ocupar mi cabeza en otra cosa ya que mi cuerpo reaccionaba al pensar en ella.

Decidí partir hacia el aeropuerto esta vez la buscaría yo.

Necesitaba sorprenderla esta noche le daría una gran sorpresa, la cual Alice Rosalie y Esme se estaban encargando de los últimos detalles.

Antes de salir sonó el teléfono, pensé no atender pero como tenía mas que suficiente tiempo volví sobre mis pasos para hacerlo.

—Hola— nada se escuchaba del otro lado

—Hola— nada. Corté sin darle importancia.

Cuando salía volvía a sonar pero esta vez lo deje.

A menos de cinco minutos de salir de casa sonó mi móvil, lo atendí podía ser unas de las chicas.

—Hola— nada

—Hola — volví a decir de mal humor hasta que corte la comunicación.

En unos segundos volvió a sonar.

—Hola— No tienes nada mejor que hacer que molestar.

Pues si tengo muchas cosas que hacer pero da la casualidad que estoy ayudando a un hermano de muy mal carácter a sorprender a la mujer que ama.

—   Alice, perdón — es que algún bromista ha estado llamando.

—   Mmm entiendo entonces te perdono pero no te pongas así solo por eso Ed de seguro es un niño.

—   Si. Como siempre tienes razón Al. ¿Qué deseabas saber o decirme?

—   Solo confirmarte que a partir de las ocho todo estará preparado.

—   Te debo una inmensa— Le dije sinceramente.

—   Ya te la cobraré tú disfruta hoy—

—   Sonreí— Espero que todo salga como lo planee.

—   Ni a menos de dos minutos de colgar el celular volvió a llamar, esta vez lo atendí con más calma.

—   ¿Qué te olvidaste de decirme ahora? Enana.

—   Unos segundos de silencio hasta que una rara voz—dijo

—   No creas que todo terminó, ahora le toca a Isabella. Colgó.

—   Tuve que parar al costado del camino, los nervios hacían que me transpiraran las manos y un escalofrío recorría toda mi espalda.

Ana

Desde que supe la noticia las horas se me hicieron interminables, quería llegar y contarle a Jacob que íbamos a ser papas, que uno de los sueños de los que habíamos hablado ya estaba en camino.

Ni que hablar la alegría que me embargó de saber que Bella estaba igual que yo esperando un niño. Pero no parecía tan feliz un rasgo de intranquilidad se notaba en su rostro. No me animé a preguntarle el por que si ella tenía dudas o si su temor era que Edward las tuviera como decirle que lo haría el hombre mas feliz de la tierra cuando se lo dijera.

Solo los que conocíamos a Edward sabíamos el sufrimiento que le causo saber que Victoria esperaba un hijo cuando murió.

Cuando aterrizábamos los nervios comenzaban a jugarme una mala pasada mis manos estaban transpiradas pero muy frías.

Ahora no sabía cuando decirle a Jacob semejante noticia.

Al verlo mis miedos se acrecentaron, pero no quedaba otra salida y cuanto antes lo supiera mejor.

Se acercó a mí para recibirme, me alzó entre sus fuertes brazos haciéndome girar eso fue suficiente para salir mas o menos corriendo al baño Arggg aborrecía sentirme mal siempre fui una persona bastante práctica y el que mi cuerpo se adueñara de mi lo odiaba, cuando salí tres pares de ojos me observaban.

—   ¿Te sientes bien Ana? preguntaron Jacob y Edward — casi al unísono.

—   Si. Pero que hacen aquí no es nada es que tenía ganas de hacer pipi no era para que me sigan rezongaba mientras tomaba el brazo de Bella que reía tras mi ocurrencia. Ella conocía la verdad ahora le tocaba a mi amor.

Ya en camino y habiéndonos despedido de Bells y Ed, no aguantaba más nunca fui muy buena para el suspenso me dije.

—   Jacob— tengo algo que decirte si no se lo decía moriría de nervios.

—   Claro An, puedes decírmelo o quieres que sea cuando lleguemos a casa.

—   No. Preferiría que sea ya— Apartó los ojos por un instante de la carretera levantando las cejas.

—   Te escucho—

—   Bueno, es que… bueno, es que…

—    ¿Qué Ana por favor? ni que si me estarías por decir que estas embarazada.

—   NO. O si. Lo estoy Jacob vamos hacer papas.

—   ¿Qué? Junto al que el coche se detuvo con una frenada abrupta. ¿Qué estas que? No, no puede ser cierto si nos cuidamos la mayoría de las veces. No puede ser verdad Ana justo ahora.

—   Yo no me daba cuenta que mientras a él por su rostro se le pasaban una cantidad de expresiones yo no había cerrado la boca, mis pensamientos pasaban a una velocidad increíble. La conversación de lo lindo que sería ser papas, nuestros momentos juntos, la felicidad de ver las rayitas en el test, la cara de incredulidad de Jacob. Alto ahí pensé él no esta contento, él no quiere ser padre, por lo general no era de llorar pero ahora sentía como las lágrimas corrían por mi rostro tibias.

Cuando logré enfocarlo lo miraba como tras un vidrio empapado por la lluvia, claro que no era lluvia si no que eran mis lágrimas que no paraban de salir.

—   Entiendo. No estas preparado para esta noticia. No importa yo si— dije apenas audible.

—   No Ana. No es eso si no que fue tan repentino. Discúlpame no lo tomes a mal claro que me hace feliz. Es que solo creo que no es el momento indicado.

—   Lo volví a mirar y lo único que logre decirle esta bien—

—   Pero en mi interior sentía como el enojo iba creciendo a pasos agigantados, no me quedaría ni un minuto más en esa casa. Apenas lleguemos me cruzaré de asiento y me iré no se a donde pero lo haré. Hasta tenía la suerte de tener las maletas en el baúl por las demás cosas ni me preocupaba ahora lo importante era alejarme de este canalla. Me sentía fuerte, lúcida defendería a mi bebe como una leona si era necesario.

—   En unos minutos llegamos, La cara de Jake ya se había recompuesto bastante, bajo dejando las llaves como esperaba mientras daba la vuelta para abrir mi puerta volé hacia el asiento del conductor, puse el auto en marcha y retrocedí.

—   Los ojos de Jacob estaban agrandados por la sorpresa ¿Qué haces Ana? Ana vuelve perdóname te dije que solo me tomó por sorpresa. ¿A dónde vas?

—   Comenzó a corren yo logré maniobrar tomando el camino. Cuando te alegres verdaderamente de ser padre volveremos a encontrarnos. Pisé el acelerador a fondo y volé hacia la carretera.

—   Todavía me seguía la euforia por el escape protagonizado, fui tratando de tranquilizarme bajé la velocidad encendí las luces altas por que ya estaba bastante oscuro. En ese momento el móvil comenzó a sonar lo escuchaba pero no sabía a donde había caído tras los movimientos del auto.

Lo divisé en el suelo casi al borde del asiento, me estiré tomando el volante con una mano y tratando de mantener la vista en la carretera, fue inútil y ya había dejado de sonar.

Al volver a escuchar el teléfono tuve un momento de distracción pero esta vez si lo alcancé. Sonreí satisfecha cuando me enderecé un grito de horror brotó en mi garganta, las luces estaban encima el golpe fue muy fuerte pero pude rodear mi cuerpo con mis brazos mientras sentía el crujido de las chapas al retorcerse.

 Jacob

Yo debo estar loco pensaba.

La mujer que amo con locura termina de decirme que me va hacer el regalo más grande que me puede ofrecer darme un hijo, y a mí lo único que se me ocurre es decirle que no era el momento correcto.

¿Haber Jacob Black dime cual es el momento correcto para tener un hijo? me preguntaba para mí

Siempre y más si es con la mujer que elegiste. Pero que idiota soy, caminaba de un lado a otro como un animal enjaulado.

No sabía que hacer, hasta que algo se me ocurrió llamarla, claro debe tener el móvil en la cartera de seguro me atiende ya que no pensará que soy yo, una pequeña esperanza de convencer a Ana que venga a casa se encendió.

Lo deje sonar no atendía. Miércoles debe haber chequeado quien era. Si lo hizo me puedo olvidar que atienda.

No me desanimé debo insistir. Volví a marcar nada.

Me senté sabía que no me atendería esta vez la fregué y en grande, esperaría de seguro iba con los Cullen una vez que lo sepa intentaría hablar con ella allí.

Pero estaba inquieto, una rara sensación de tristeza me embargaba como si lo que paso fuera irreparable.

No podía estar así, necesitaba hacer algo. Fui hasta el garaje tomando la moto recorrería los lugares que ella podría estar necesitaba hacerla entrar en razón necesitaba decirle que estaba feliz de ser padres.

Chicuelas espero que les gusten estos capis. Gracias por su apoyo pero tienen que hacer un pequeño esfuercito más para ver si subimos yo trataré de actualizar más seguido las quiero Verooo.

PD. Ana fiel seguidora espero que te guste la pelea de Jacob y tu tocaya. jajajajajjajajaj