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13-VERDADES

Edward

Al fin se había librado de los dichosos clientes me quedé esperando su reacción. Con ella dudaba en todo, era todo nuevo era como volver a nacer pero esta vez al amor.

Ella se giró muy despacio y por unos instantes todos mis miedos se acrecentaron ¿Qué fue lo que vi en sus ojos duda? ¿Temor? Pero si es así ¿A que?

El miedo se  disiparó cuando una sonrisa comenzó a dibujarse en su cara de muñeca y apuró el paso y extendió sus brazos hacia mí. No dude ni por un instante y yo también me acerqué a ella. Allí era donde Bella pertenecía al calor y seguridad de mis brazos, una vez que estaba allí desee con toda el alma que se quedara.

Me deje guiar por el corazón sin pensar ni cuidarme en lo que decía.

—   No sabes cuanto te extrañé las horas pasaron tan lentas sin que estés a mi lado— Me sorprendí lo fácil que era decirle la verdad, sin ocultar ni para mí ni para ella lo que sentía. Era como un bálsamo para el alma.

—   Ella no se separo de mi para contestarme —yo también tenía ganas de verte. No sabes cuantas—

 Que habría dado por no estar en un lugar público y poder seguir abrazados baje mi cabeza y deposite un beso a sus cabellos que desprendían ese perfume embriagador.

—   Tengo una idea Edward me dijo separándose de mí — Hoy el día fue bastante provechoso así que cerraré antes. Pasaremos por el mercado y cocinaré algo muy rico.

—No puedo permitir que hagas eso Bella ya suficiente con que me alojes en tu casa. No puedo abusar de tu hospitalidad—

—Mira, no me gusta mucho salir ¿sabes?— Así que si no quieres venir conmigo puedes parar en el hotel. Estoy segura que estarías mejor allí— Respondió. Parecía molesta

—No lograba descifrar si realmente quería librarse de mí o le gustaba la idea que este con ella— Otra vez mis dudas, ella me reducía a un niño con su primer amor nunca sabe como comportarse.

— Ed me gusta la idea que me acompañes pero tú debes decidirlo— Esperaba mi respuesta impaciente.

—   El alma me volvió al cuerpo— Claro que quiero estar con vos que te dije hace unos minutos solo que no quiero ser una carga para ti.

—    ¿Por qué lo serías? Yo te invité por que tuve ganas de hacerlo remarcando, “y” tengo ganas de cocinar para vos me parece un acto de cariño que alguien lo haga para uno o al menos eso pienso.

—   Cuando terminó su frase una risa se le escapó de los labios. Fue magnificó su risa alimentó mi corazón y lo llenó de esperanzas. Estaba total y absolutamente decidido. ESTABA PERDIDAMENTE ENAMORADO DE ESTA MUJER.

Cuando lo repasé sentí como la sangre corría por mi cuerpo, el velo delante de mis ojos se caía, mis pulmones aspiraban como si fuese la primera vez y en cada pedazo de mi ser sentía un nuevo poder, mi alma y mi corazón ya no tenían heridas. Lo supe Bella era la parte de mi cuerpo que faltaba era la mujer de mi vida era mi verdadero amor.

Bella

Al final no hubo problemas, me había salido con la mía y en estos momentos Edward estaba hurgueteando mis libros y mis CDS yo cocinaba mi especialidad no quedaría mal de entrada. Ed consiguió un viejo álbum de los `90 y se acercó a mi tarareando un tema de INXS me abrazó y extrañé esa cotidianidad, la nostalgia me embargó por un momento pero desvié mi pensamiento al presente tome la cuchara y comencé a cantar yo también cuando terminó la canción los dos reímos como niños, un olor medio raro aviso que algo andaba mal en la cocina.

Volví para ver mi desastre pero al fin y al cabo no era tal

—   Perdón por distraer a la cocinera— objetó Edward desde el sillón.

—   No pasó nada que no tenga solución y cuando quieras seguimos. Reí con ganas.

 Edward abrió una de las botellas de vino que había insistido en comprar él, me ofreció una copa tomando la suya me dijo— brindemos—

      —Claro ¿Por qué brindamos? Pregunté.

      —Mmm me miró a los ojos — por muchas noches como esta—

      —Por muchas más noches— le respondí.

      —Luego de cenar Edward insistió en lavar los platos de la cena me opuse pero terminó ganando— Yo los secare entonces le propuse.

      —Esta bien me contesto poniendo los ojos en blanco— No debatiré con vos.

      —Terminamos en unos minutos— ves así es mas llevadero le dije. — ¿Vemos la película que alquilamos quieres?

—   Ok. Siéntate tranquila yo me encargo de todo— me olvidé algo en la camioneta ya vuelvo.

—   Asentí pero en el momento que transpuso la puerta me sentí inquieta, no percibí nada en concreto pero algo no andaba bien, comencé a híper ventilar corrí al baño, estaba segura que alguna visión tendría opacando el momento, lo raro era que la presentía que sabía que algo sucedería.

 Cerré la puerta y me senté en el suelo trataba de respirar como me había enseñado el Dr. James Lo hice varias veces. Pasaron unos minutos mi respiración ya era bastante normal y no hubo ninguna visión. Escuché como Edward caminaba impaciente en la sala, me enjuagué la cara y no pude resistir colocarme mi pijama.

Cuando salí él pareció más tranquilo pero miles de interrogantes se le dibujaban en la cara. Solo hizo una pregunta.

—   ¿Estas bien; Bella? Si, gracias solo que no me aguantaba más la ropa dije tratando de desviar la conversación para otro lugar.

—   Eso veo — No parecía conforme con la explicación pero no dijo nada más.

—   Buena para mi dama, en pijamas unos chocolates y una copa de champaña—

—   Miré hacia la mesa de la sala en ella había dos copas y una caja de bombones—

—   Uhmm que rico ¿Cómo sabes que los chocolates me pierden, Sr. Cullen?

—   Su carcajada terminó de aliviar la tensión que sentía — Intuición masculina dijo mientras seguía riendo.

—   Tengo que reconocer que después de unas copas de champaña y unos bombones ninguno miro la película, más bien estábamos saboreándonos sobre la alfombra del living cerca del fuego de la chimenea que se veía opacado con el ardor que emanaban nuestros cuerpos.

Jacob

      —Lástima que Bella se halla escusado de cenar con nosotros— repetía Jacob por enésima vez tratando de convencerse que no vendrían pero bajo su punto de vista razón de seguro Cullen no tendrá ganas de salir.

—   A mi no me lo parece Jake hay algo que Bella no te dijo de seguro—

—   Vamos María que problemas tendría ella. Ya se sabe en todo el pueblo lo que le paso a los Cullen y no tendrá ganas de estar con gente— le conteste molesto por que sabía que podía ser Bells la que no tenía ganas de salir teniendo la oportunidad de no hacerlo bajo esa escusa.

—   Si, puede ser me siguió la corriente pero sabía lo que pensaba—

—   Yo nunca había visto a María tan molesta, cuando se lo dije pensé que era capaz de llamar a mi amiga y decirle lo que se le cruzara en ese momento. Su reacción me pareció extraña ya que solo se habían visto en una o dos ocasiones no me acordaba bien.

—   Ya que la reunión había fracasado se me ocurrió que podía hablar con ella de nuestra relación o no relación mejor dicho las cosas no iban como pensaba y María tampoco se sentía muy a gusto la escuche hablando con una amiga que las cosa no se estaban dando como planeó pero que ya le encontraría la vuelta. Francamente yo dudo que lo nuestro siga no están dadas las condiciones. Me armé de valor para enfrentarme a ella.

—   María quisiera hablar con vos — Mi voz no sonaba tan segura como deseaba.

—   Ella se sentó a mi lado, por su cara supe que sabía lo que iba a decir— y me sentí muy incómodo con la situación como había dejado que las cosas llegaran hasta aquí, por cobardía o por placer no lo se pero yo debía darle un corte.

—    Mira Mar yo se que las cosas no están como pensamos creo que deberíamos tomarnos un tiempo quizás nos apuramos demasiado.

    —Creo que estaría muy bueno que lo hagamos quien dice que en unos días nos demos cuenta que nos extrañamos… No pude seguir su cara fue tomando distintas expresiones, sorpresa, molestia y al final la vi deformada por el odio. Muy pocas veces percibí ese sentimiento de forma tan profunda, creo que hasta el último pelo de mi cuerpo se erizó.

—   Tú me estas diciendo que ¿no quieres seguir con nuestra relación? Eso es indignante ¿Por qué lo haces, es que no soy lo suficiente buena para ti?

—   ¿Para estar en este mugroso pueblo con tus amigos vos y tu estúpida amiga, la mosquita muerta?— No quería nombrar a esa majadera pero la ira hacía que todo se vuelva rojo tome un vaso que estaba delante mío y lo azoté contar la pared, necesitaba descargar mi furia, en ese momento Jake se levantó poniendo las manos arriba.

—   Tranquila, mujer no es necesario esta escenita— me sentía irritado y sin embargo algo asustado no esperaba una reacción tan violenta.

—   Ella se dio vuelta creí que se iba pero tomo una silla y la golpeó hasta verla rota así lo hizo con otros objetos de mi casa, cuando se voltio hacia mi su mirada fue asesina. Me señalo con un dedo diciendo —Tú me las vas a pagar—

—   Estas loca quiero que te vayas —grite.

—   Lo haré pero tendrás que dormir toda la noche con un ojo abierto, nadie me trata como si fuera basura— gritaba histérica.

—    ¿Me estas amenazando? Eso no lo esperaba en lo más mínimo.

—   No. Yo no amenazo advierto tú y tus amigos me las pagaran — El estómago se me encogió. Algo me decía que no era la última vez que la vería.

María

Que el idiota de Jacob me echara de su vida complicaba las cosas no podía seguir enterándome del paradero de los Cullen con tanta facilidad. La ira se convertía en odio y este en ácido por mis venas me quemaba necesitaba vengarme de todos. Todos ellos eran iguales por eso se llevaban bien y se unían. No puedo seguir así. La estúpida de Alice…logré que se vaya pero Edward Cullen no era tan frágil o tan despierto como su hermano para irse ese idiota aparte estaba embobado con la mosquita muerta, ahhhh la odiaba había algo en ella que hacía que le preste atención ¿pero que? Desde el primer día que Jacob me la presentó tuve cuidado con ella era como si podía saber quien era en realidad.

Yo sabía que ella también noto algo en mí me trataba con mucha cautela, es mas todavía sentía el escrutinio al que me sometió.

Ella quería saber algo de mí, no la culpo por que yo estaba en la misma situación que ella, estábamos midiendo fuerzas y ni siquiera sabíamos a ciencia cierta a que nos enfrentábamos. Pues era suficiente no podía esperar más ahora el juego había comenzado ya no se lo podía detener o si algo lo detenía solo la muerte.

Sabía donde estaban todos algo haría no podía contener el veneno que corría por todo mi cuerpo.

Llegué hasta la casa de Bella, algunas ramas de los árboles del bosque arañaron mi cara.

Me quede inmóvil observé como Cullen buscaba algo en una camioneta, no la había visto antes tengo que acercarme ¿era de ellos esa camioneta, como no la había visto?

Bajo algo como una caja y unas botellas de champaña, así que estaría toda la noche con la mosquita muerta, con razón no querían venir a casa de Jake tenían otros planes.

Esperé un rato y me acerqué a una de las ventanas estaba oscuro, busqué con cuidado un lugar para espiar y los miré como se revolcaban en el piso. Eso es asqueroso ¿se había olvidado de Victoria?

Pues no lo permitiría.

Corrí, corrí con la velocidad del odio que mi impulsaba la cabaña que había alquilado estaba cerca, busque mi cuchillo, y un bidón de combustible que adquirí hace unos días volví hacia donde esos dos estaban.

Me acerque lentamente al mirar por la ventana pude ver que estaban dormidos. Una sonrisa se me dibujo mientras regaba todo el lugar con combustible, mañana Abra un Cullen y una mosca rostisados. Me alejé. Ahora ya no sentía odio si no placer de cumplir con mi venganza fume un cigarrillo y tire la colilla hacia la cabaña.

Gracias a todas las seguidoras del fic ya que sin Uds. No podría seguir con la historia gracias por su apoyo en los votos y algunos comentarios, me gustaría que fueran más para saber que opinan sobre como se desenvuelve la misma y que no les gusta o que les agrada. Las quiero mucho.

Debo hacer una mención especial a Danii2895 que siempre esta apoyándome desde el chat con su aliento y sobre todo con la publicidad de los fics que según ella son su trabajo. Un abrazo enorme.