- No puedo hacerlo. No puedo. No puedo!- dije mientras me miraba en el espejo del baño, tratando de contener mis lágrimas.- Dios, dame fuerzas para hacer esto por favor!- me senté en la bañadera. Me sentía terrible. No había dormido en toda la noche. Me dolía el pecho. Era absurdo. Debía llamar a Alice y decirle que no podría hacerlo. Que lo lamentaba, que...
- Bella?- Preguntó Emmett entrando a mi habitación.- Estas bien? Hace rato que te escucho da vueltas por la habitación.- El hecho de estar tan nervios no ayuda a la torpeza, por lo que tire más cosas y tropecé más veces de las normales.
- Si Emmett, ya salgo!- respondí tratando de sonar animada. - Bien Bella, vamos. Sonríe para tu hermano, y baja ya. - practique mi sonrisa en el espejo. Era terrible. Pero era algo.
- Aqui estoy Emm, necesitabas algo?- pregunté mientras preparaba mi bolso.
- Vas a algún lado?-
- Si. Alice me vendrá a buscar un rato e iremos a recorrer la ciudad, ya que ella tampoco la conoce demasiado.- Habíamos coordinado que diríamos eso. Anoche Al le contó a Emmett que llegó hace poco a la ciudad. No quiso entrar en detalles, porque cada vez que nombraba a Edwad o insinuaba algo de el, Emmett endurecía su rostro. Cuando se enterara se enojaría mucho conmigo, pero no puedo evitarlo. Tampoco creo que tarde mucho en contarselo, es mi hermano y tarde o temprano se dará cuanto que algo va mal.
- Es lo que quieres Bells?- preguntó sentándose en mi cama. - Digo, Al es una buena amiga, pero no será duro para ti...- Sabía a lo que se refería. Y sin duda sería mucho más duro de lo que el creía.
- Lo veremos Emmett. Si veo que no puedo, se lo diré. Ella lo entenderá.- Eso espero.- Que querías decirme hermanito?- pregunté mientras me apoyaba en mi escritorio.
- Quería decirte que hoy debo quedarme hasta más tarde en el estadio y quería saber si tenías ganas de venirme a buscar. Podríamos cenar en algún lugar y recorrer un poco la ciudad.-
- Claro Emm! Avisame cuando estas terminando e iré a buscarte!-
- Sabes donde es verdad?-
- Si Emmett, cuando llegamos me llevaste a que lo viera, recuerdas?- Me hacía reír. Era despistada, perot ampoco tanto.
- Bien pequeña, entonces te espero allí.- Respondió.
- Genial. Luego de verme con Alice, comenzaré con la búsqueda de empleo.-
- Tranquila con eso hermanita...- dijo mientras se acercaba para despedirse- sabes que no es necesario por ahora. Estaremos más que bien.-
- Lo sé Emm, pero debo trabajar. No quiero vivir a expensas tuyas. Además, me volviería loca sola aqui todo el día.-
- Creo que es una suerte que Alice viva cerca verdad?-
- Si Emmett, lo es.- le dije. Aunque no estaba muy segura.
Luego de terminar de desayunar. no mucho ya que estaba tan nerviosa que no podía comer demasiado, y dejar todo acomodado, sonó el timbre.
- Buenos días Bella, que gusto verte.- Saludo Carlisle. Alice era una tramposa. Sabía que no podría negarme con el. Estaba parado sonriendo pero con cautela. Pero mis ganas de abrazarlo fueron más fuertes.
- Carlisle!- le dije mientras lo abrazaba- Lo mismo digo.-
- Gracias- respondió devolviendome el abrazo con fuerza.- Como te encuentras hija?- El siempre me había llamado así, desde que eramos pequeños.
- Bien en general- le respondí mientras lo soltaba.- Alice te mando a buscarme verdad? Asi no me arrepentía...-
- La realidad es que yo le pedí que me deje venir por ti. Quería hablar contigo a solas. -
- Claro, quieres pasar? Haré unos cafés.- le dije corriendome para darle paso.
- Preferiría que hablemos camino al hospital si te parece. Debo atender dentro de un rato.-
- Alice me contó que te habías transferido.- le dije mientras cerraba la puerta y caminabamos hacia el auto.
Hablamos de varias cosas de nuestras familias, el empleo de Emmett hasta que dijo:
- Bella, creo que nunca podré agradecerte lo suficiente por lo que harás por Edward. Quiero que sepas que estoy al tanto de lo que paso entre ustedes, por eso también se que es el doble de esfuerzo para ti.-
Vaya... lo sabían. Pensé que solo Alice estaba al tanto.
- Carlisle, no tienes que agradecerme nada. No aún al menos. No sabemos como responderá. En cuanto a lo difícil... no te voy a negar que si no hubieses venido a buscarme, probablemente le hubiese dicho a Alice que no lo haría. No dormí en toda la noche, y siento que en cualquier momento me va a dar algo.-
- No me mal interpretes, estoy sumamente agradecido que lo hagas, pero dejame preguntarte ¿Por qué lo haces?-
- Porque es lo que corresponde. - Respondí casi mecánicamente. Al menos eso era lo que venía respondiendome cada vez que me lo preguntaba a mi misma.
Nos quedamos en silencio hasta que llegamos al hospital.
- Estas lista cariño?- me pregunto cuando bajamos.
- No Carlisle. En lo más mínimo.- me sudaban las manos.- No se que debo hacer, ni decir.-
- Tranquila, ya Alice pensó en eso.- dijo mientras ponía una mano en mi hombro.
Entramos al hospital, subimos al tercer piso y entramos a la sala de espera. Alli estaban Alice, Esme y un muchacho rubio, alto, bastante apuesto que miraba a Alice de reojo. Asumo que es Jasper.
- Esme, Alice- llamó Carlisle.
Ambas giraron para mirarnos. El rostro de Esme se transformó de preocupación a alegría.
- Bella!- dijo emocionada extendiendo sus brazos.
No lo pude evitar y corrí a sus brazos. Antes de que Sue entrara a nuestras vidas, esos habían sido los únicos brazos de madre que había conocido.
- Te extrañé tanto Esme- le dije sinceramente.- Lamento haberme distanciado tanto de ustedes.-
- No hay nada que disculpar cariño. Es lógico. Aunque no puedo negar que te extrañé mucho. Con mis hijos lejos, Emmett y tu distanciados... Realmente lo sentí tanto!- Era imposible no querer a esta mujer.
- Bueno mamá, dale espacio. Necesito explicarle como haremos las cosas.- Dijo Alice mientras ponia una mano en el hombro a su madre. - Hola Bells, gracias por venir. - Me abrazó e hizo que nos sentemos.
- Un gusto Isabella, soy Jasper Whitlock, amigo de Edward, aunque el no lo recuerde- dijo mientras me tendía la mano.
- Que tal Jasper- respondí el saludo y tomé su mano.- Siento que no te recuerde.- quisiera cambiar de lugar con el. Que no me recuerde sería lo mejor.- Bien Al, dame mi guión- le dije intentando parecer relajada.
- Es corto. Cuando Edward tuvo el accidente, tu habías viajado con tu padre, Sue y tus hermanos a ver a su familia. Estabas fuera de la ciudad, por lo que no pudimos comunicarnos contigo. Una vez que lo supiste, viajaste hacia aquí, estuviste unos días aquí, pero tenias que viajar a Forks a hacer unos arreglos para poder quedarte, y que apenas se despertó te avisamos pero no podías volver aún. Ya le dijimos que vivía aquí, por su empleo. -
- Bien. Sabe que vendría hoy?- Tenía el estomago hecho un lío.
- No. Porque, debo serte sincera Bells, hasta que no estuviste aquí, dude que lo hicieras.- Respondió sinceramente.
- Hiciste bien Alice. Si no hubiese venido Carlisle, lo más probable es que no hubiese venido.-
- Bella, no puedo imaginar lo que esto es para ti. Pero es la única oportunidad de Edward.- dijo Esme sentándose a mi otro lado.
- Lo se. Bien, hagamoslo de una vez.- dije poniéndome de pie. Me sentía fatal.- Alice les dijo mis condiciones?-
- Si Bella, y las respetaremos.- respondió Carlisle ahora.- Entramos? - preguntó señalandome la puerta de la habitación 307.
- Entremos.- dije mientras seguía a Carlisle hacia, lo que para mi sería el desastre.
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