- A Forks? Ahora? Asi de golpe?- 

- Si Emm, ahora, asi de golpe. La semana que viene comienzo a trabajar y va a ser muy difícil para mi viajar como antes.- Había conseguido empleo finalmente, en un instituto privado que quedaba cerca de casa. Una de las profesoras de literatura estaba por jubilarse y quería entrenar a una nueva quien la reemplazaría. Como todos los profesores experimentados ya tienen su propia metodología, decidieron contratar a una que no la tuviese, por lo que era la persona indicada para el empleo. 

- Lo se Bells, pero por qué te urge irte ya mismo?-

- Porque quiero darles una sorpresa a nuestros padres. Y porque los extraño mucho y por que si Emm, ya.- Le dije algo molesta.

- Estas huyendo Isabella, te conozco.- dijo entrecerrando los ojos.

-No huyo Emmett. solo necesito estar en casa unos días, que hay de extraño en eso?-

- Hace cuanto que no hablas con Edward?

- Ayer. Que con eso?-

-Y como esta todo?- Estaba logrando exasperarme. 

No me iba por Edward. Las cosas entre nosotros estaban tan bien como la situación lo permitía. Hablabamos todos los días, nos escribíamos, solo habíamos decidido no vernos durante unos días para poder pensar. El estaba un poco extraño, pero era normal, creo. Yo, por mi lado, estaba tomandome todo con mucha tranquilidad. Toda esta situación me había servido para darme cuenta de muchas cosas.

La primera era que no era una mujer debil. Durante años, aún antes de salir con Edward la primera vez, me había sentido vulnerable a todo. No tenía muchos amigos, no me relacionaba con cariño con nadie fuera de Alice, su flia y, por supuesto, la mía, pero siempre había temido relacionarme con los demas. Quizas el hecho de que mi madre me hubiese abandonado de tan pequeña me influyo mas de lo que pensaba, y por eso no permitía entrar a nadie en mi vida, por temor que me abandornara.

Otra de las cosas fue que durante años envidié la relación que tenían los Cullen. Esme era una mama maravillosa, que se desvivia por sus hijos. Carlisle, aunque trabajaba mucho, siempre tenía tiempo para ellos. Alice y Edward se amaban con locura y compartían todo.

Yo me dí cuenta que tengo exactamente lo mismo. Mi padre hizo todo por nosotros, siempre. Cuando se caso con Sue, ella nos amo como a sus propios hijos. Con Emmett, tengo la mejor relación que podría pedir. Y mis hermanitos, son una parte fundamental de mi corazón, aunque no fueran de sangre. 

Necesitaba hablar con mis padres y decirles todo esto que sentía. Necesitaba agradecerles por todo.

- Con Edward esta todo bien Emm. No nos estamos viendo demasiado, por una decisión de los dos, pero si estamos muy seguros de que nos amamos. No se que sucederá con nosotros Emm, pero no me asusta ya.- le dije sonriendo.

- No tienes idea lo feliz que me hace escucharte decir eso Bells. Realmente estaba muy preocupado por ti. -

- Lo se hermanito- le dije abrazándolo- Me mirabas como esperando que en cualquier momento me transformara en la depresiva que era. Pero ya ves que no. No es la misma situación, y no soy la misma Bella.-

- Brindo por eso peque!- dijo mientras me abrazaba con fuerza.- Bien, debo rime a trabajar, me avisas cuando llegas si?- 

- Claro que si Emmett! Tu te cuidas, no prendas fuego la casa, y vive solo a pizza estos días si?- le dije riendo.

- Bella, viví solo durante un año antes de que te mudaras conmigo,r ecuerdas?- pregunto frunciendo el ceño.

-Claro que lo recuerdo, por eso te lo digo.-

- Ja. Muy graciosa. Te amo Isabella.-

- Yo también Emmett. Eres el mejor y lo sabes. Te llamo cuando llego. Saludame a Jake si?.-

- Claro. Bells! - Llamo antes de irse.- Edward sabe que te vas?-

- No tuve oportunidad de decirselo aún. Pero lo haré.-

- Bien. Nos vemos.-

Luego de terminar mis cosas, salí para el aeropuerto. Iría a Seattle y luego viajaría hacia Forks en uno de los buses que van hacia allí.

No le había dicho a nadie que iría. Quería sorprenderlos.

Cuando llegué a casa, eran las 11 am. Mi padre estaba en el trabajo y mis hermanos en el instituto, por lo que me encontraría a Sue sola. 

Era una gran oportunidad para hablar con ella de lo que sentía.

Entre tratando de hacer el mayor silencio posible. Agudice mi oido para ver si descubría donde se encontraba, hasta que escuche ruidos en la cocina.

Lentamente fui hacia allí y me pare en la puerta. Estaba cocinando, seguramente mi padre vendría a comer en un rato.

- Como esta la mas amorosa de las madres?- pregunté. Sue se asusto y dejo caer la cuchara que tenía en la mano.

- Dios mío Bella! Me asustaste!. dijo mientras me acercaba hacia ella para abrazarla.- Que hermoso verte niña!- Nos abrazamos con fuerza.

- Lo mismo digo. Te extrañe ma!- 

Ella me solto y me miro. Sabía porque.

- Me dijiste ma?- pregunto con los ojos llenos de lágrimas.

- Si.- le dije timidamente.- Te molesta?-

- Claro que no hija! Como me va a molestar?- dijo abrazandome de nuevo.- Me encanta que lo hagas. Solo me sorprendió. Tu nunca me llamaste así.

- Y como llamarte si es lo que eres? Eres mi madre. Lo has sido desde que etraste a esta casa. Tanto para Emmett como para mi.-

Sue seco sus lágrimas, me abrazo y me lleno de besos, como cuando era niña.

- Eso es porque ustedes son mis hijos. Quizás no hayan nacido de mi, pero lo son y los amo de esa manera.- Sonrío mientras me soltaba.- Bueno, basta de drama! Me hace muy feliz verte aquí pequeña, esta todo en orden?- pregunto mirándome entrecerrando los ojos.

- A parte de haberme convertido en un ser absolutamente cursi?- reí- A grandes rasgos si.- Conteste.- Por qué preguntas?-

- Veamos, llegas de sorpresa, me dices mamá y te ves... bien? - me hizo reír.

- Y todas esas cosas hacen que dudes de mi salud verdad?- dije sentandome. Era lógico. Nunca había sido una chica muy feliz y expresiva que digamos. Creo que era normal que se sorprendieran de verme bien.- Estoy en paz Sue, es eso. Me ves distinta porque por primera vez en mi vida, me siento en paz y estable.- Era raro oirlo, hasta para mi debo admitir.

- Creo que mudarte con Emmett fue una gran idea.- dijo mientras volvía a cocinar.- Cambiar de aire te sirvió mucho hija.-

- Si... hablando de eso.. hay algo que te quiero contar.- Necesitaba hablar con mis padres de esto. Si Edward llegaba a llamar a casa, debía prepararlos.

- Conociste a alguien?- pregunto emocionada.

- Si y no.- Era verdad. Conocí a un nuevo Edward.

- Oh Bella!!! Que feliz me hace! Cuentamelo todo! - dijo emocionada mientras se sentaba a mi lado.

- Bien... sucede que...- y comence a contarle toda la historia. 

Sue me escuchaba en silencio. Lo que amaba de esa mujer era la capacidad que tenía de controlar sus emociones. Acostumbrada a Alice que gritaba por todo, Emmett que se alteraba por todo y mi padre que tenía unas reacciones increíbles, Sue era tan calmada que eraun placer hablar con ella.

- Y asi es que el ya sabe toda la verdad y ahora estamos tratando de ver que haremos.- Concluí.

- Tengo un par de preguntas.- dijo acercándose a mi.- Como pudiste ocultarnos todo lo que había pasado en un principio?- estaba algo molesta.

- No quería que se enojaran. Bastante tenían con la loca depresiva, como para encima, cargar con enojo hacia Edward. -

- Bella, nunca, peroe scucha bien, nunca vuelvas a guardar algo así para ti sola. Si no quieres hablarlo con tu padre, lo entiendo, pero no me lo ocultes. Sabes que puedes contarme todo. Se que Emmett estuvo contigo, ahora entiendo muchas cosas, pero no quiero que sientas que debes protejernos de tu dolor. Somos tus padres y te amamos. - Tomo mi mano y comenzó a acariciarla con cariño.

- Lo se ahora mami.- le dije con amor.- Pero en ese momento no podía. Que otra pregunta?-

- Crees que de verdad Edward cambió? -

- Si. Si lo vieras también lo creerías. Ni sus padres lo reconocen. Es otro hombre. Tierno, dulce, considerado. Realmente es otra persona. Y lo amo así.-

- Nunca dejaste de amarlo verdad?-

- No. Ni un solo día de mi vida.-

Suspiro.

- No tienes miedo?-

Le repetí lo mismo que le había dicho a Emmett y le dije lo que había descubierto de mi misma.

- Entonces, cuentas con mi apoyo hija. Para todo.- dijo sonriendome.- Puedo preguntarte algo mas?-

- Claro!-

- Estas embarazada?-

Empece a reirme con fuerza.

- Por qué dices eso?-

- Tuviste relaciones con el Bells. Te cuidaste? Se cuido? Estas como... radiante.-

- No Sue, no estoy embarazada.- Respondí acariciando su mano. Me gustaría tener niños, pero no aún. Yo nunca había dejado de cuidarme, aunque no estuviese con nadie, por una cuestión de orden hormonal. Mi medica me había aconsejado no dejar las pastillas ya que era muy irregular y no era bueno para mi salud.- Yo si me cuido.-

- Mejor entonces. Estas radiante por ti misma, lo que es fantastico.-

Continuamos hablando hasta que llego papá. Se llevo la sorpresa del siglo cuando me vio en la cocina con Sue. Luego de estar abrazados durante casi una hora, decidió que se quedaría en casa para pasar tiempo conmigo.

El fin de semana paso demasiado rápido para mi gusto. Hice muchas cosas. Salí a pasear con mi hermano y mi papá, fuimos a un bar con Leah y cociné mucho con mi madre. Fue justo lo que necesitaba.

El sábado por la mañana hable con Emmett quien me conto que el viernes a la noche Edward había ido a casa a verme, y Emmett le había contado que estaba con mis padres. 

Se que tuvieron una charla extensa, en la cual se disculpo con mi hermano por todo. Emmett también dijo sus cosas, pero luego volvieron a hablar como en los viejos tiempos. Quizas tardaría algo mas de tiempo, pero volverían a ser los mejores amigos. 

Llamé a Edward, quiene staba apenado pensando que me había ido por su culpa, le conté el porque de mi venida y le preometí que apenas llegara lo iría a ver.

El domingo a primer hora de la tarde me encontraba en Seattle despidiendome de mi familia.

- Los voy a extrañar mucho!- dije abrazándolos uno a uno.

- Y nosotros a ti hija.- dijo mi papa abrazándome con fuerza.- Saluda a tu hermano por mi y dile que extraño a mi muchacho mucho si?-

- Lo haré papi.-

- Llevas todo lo que te mando para el?- pregunto Sue abrazándome también.

-Si ma, llevo todo.- le dije mostrandole el segundo bolso que llevaba.

El viaje fue corto, y yo me sentía dichosa. 

El tiempo con mi familia había sido perfecto. 

Cuando salí de buscar mis bolsos, comencé a buscar a Emmett que iría a buscarme.

Estaba en puntas de pie tratando de ver si lo encontraba cuando sentí que alguien tocaba mi hombro.

- Busca a alguien señorita?- pregunto una voz que conocía a la perfección.

- Edward!- lo abracé mientras dejaba los bolsos en el suelo.- Que haces aqui?- dije soltándolo Condujiste?! Sabes que no puedes! Estas...- de repente no pude seguir hablando ya que comenzó a besarme.

- Siempre funciona.- dijo cuando nos separamos.- Te extrañe amor.- 

- Y yo a ti.- Y no solo estos dos dias. Llevabamos casi una semana sin vernos. - pero no me respondiste.- 

- No conduje. Emmett esta afuera en el auto.- dijo revoleando los ojos.- Vamos antes que nos venga a buscar.

Tomo mis bolsos y salimos.

Mientras caminabamos me tomo la mano. 

Estaba feliz de estar con el.

Por primera vez, no tenía miedo.