EDWARD POV
-Edward!! Deja todo lo que estas haciendo! Conseguí la nota, para ahora mismo!- me grito a mi amigo/fotógrafo mientras juntaba las cámaras.
- Lo has conseguido?- pregunté acercándome hacia donde estaba.
- Ya ves que si hermano.Jasper Whitlock puede eso y mucho más! - contesto riendo.
Desde que había conseguido este empleo, me desvivía por conseguir las entrevistas más difíciles. En este medio cuesta mucho hacerse un nombre y un lugar, pero con mucho esfuerzo lo fui logrando y hoy, después de un año, estaba entre los periodistas deportivos gráficos más reconocidos en el ambiente. La fórmula? Que nada ni nadie te mueva de tus metas. Y tener al lado a una persona igual de fría que uno. Cuando se trataba de ir a por algo, con Jasper eramos el equipo imparable.
Así logramos la entrevista con el corredor de autos más popular de los últimos años, Brad Cooper. Era un hombre de unos 45 años, que había resurgido luego de estar fuera de las pistas por un accidente muy grande, durante 20 años. Su manager no dejaba que de entrevistas. Pero con un poco de presión y la promesa de la primera página durante las próximas dos semanas, Jazz consiguió la exclusiva. Además, mi amigo tenía algo así como un don cuando de convencer gente se trataba. No se como hacía, pero era muy persuasivo.
Prendí la radio mientras conducía hacia al autodromo. Jasper venía detrás en su auto, ya que luego de hacer la nota, cada uno iría a su casa.
Estaba cerca cuando empezó a sonar una canción lenta. No le presté atención hasta que paré en el semáforo. Y enseguida sentí una puntada en el estómago. Era la canción que sonaba cuando nos besamos por primera vez.
Habíamos salido de la fiesta, la acompañé hasta la puerta de su habitación, y alguien estaba torturándose con música romántica a todo volumen. Recuerdo que me reí porque Bella dijo que no entendía como, si estabas deprimido, ese estilo de música podía levantar tu ánimo. Reimos, pero luego nos quedamos callados, y la besé.
Escuché bocinas y aceleré. No podía pensar en eso. Esa etapa de mi vida había terminado. Bella pertenecía a mi pasado. Si bien siempre me sentí mal por lo que paso con Irina, a largo plazo fue lo mejor. Si la relación seguía... no se si iba a poder terminarla.
-Fue lo mejor Edward, no necesitas esto ahora.- me dije mientras bajaba de mi auto. - Esta es tu vida ahora.- Y así quería que se quedara.
--------------------------------------
- Así es chico, cuando quieres algo, y sabes que no lo puedes tener, se convierte en tu obsesión. Mi obsesión era volver a las pistas, y ya ves. Aquí estoy. Y para quedarme.- concluyó Brad Cooper.
- Genial Brad, con eso terminamos.- Le dije mientras apagaba el grabador.- Muchas gracias por recibirnos.-
- No chicos, gracias a ustedes por interesarse en un viejo.- contesto riendo.
-Un viejo? Te he visto conducir Brad, muchas veces, créeme, no creo que seas solo "un viejo".- le rebatí.
-Te gusta la velocidad Edward?- preguntó.
-Si le gusta? El hombre es un desquiciado. Conozco poca gente que conduzca tan rápido como el. Por eso yo viajo solo.- respondió Jasper fingiendo terror.
-Bueno chico, si te gusta la velocidad, porque no das una vuelta con mi bebe? - pregunto señalándome su auto. Estaba teniendo una epifanía. Conducir un auto de carreras era uno de mis más grandes sueños.
- De verdad?- contesté poniéndome de pie inmediatamente- claro!!- parecía un niño emocionado.
Fuimos hacia el auto, me senté en el asiento de cuero, mientras Brad me daba algunas indicaciones, que, debo confesar, escuche a medias.
- Cuando dobles, recuerda desacelerar Edward, sino el auto irá contra la banquina.-
- No te preocupes Brad, no dañare a tu bebe.- dije riendo.
- Oh, no. No hay manera que dañes a mi bebe. Esta construido casi como un tanque de guerra. Me preocupas tu.- señalo seriamente.- Ajústate el cinturón. Te va cómodo?- pregunto.
La realidad es que estaba bastante flojo, pero ya no quería perder tiempo.
-Si, esta todo genial. Jazz!- Lo llame.- Asegúrate de sacar varias fotos de esto amigo!-dije mientras cerraba la puerta.
Puse en marcha esa máquina increíble y aceleré.
La sensación era increíble.
120kmh
130 kmh
!50 kmh
Era más de lo que podía imaginar.
Estaba completamente extasiado con la velocidad a la que estaba conduciendo, cuando llegue a la segunda curva. Quise desacelerar, pero ya estaba doblando, perdí el control y el auto comenzó a girar alocadamente.
-Demonios! - Grite antes de intentar frenar, pero no podía pisar el freno a causa de las vueltas que daba el auto.
El auto comenzó a derrapar hasta que pude pisar el freno y frenar en seco.
Lo que no calculé es que el cinturón de seguridad me quedaba grande, bastante grande, lo suficiente como para no detener el golpe en la cabeza que me dí contra el volante haciendo que pierda el conocimiento inmediatamente.
|