Los Angeles: Muerta en vida.

Le había pedido a Jake que se fuera al hotel, para poder calmar las cosas con Edward y explicarle que lo amo a el y para pedirle unas hora antes de romperle el corazón a mi Jake, a mi amigo, a la persona que me mantenía viva mientras su indiferencia parecía matarme.

No hacia ni media hora que se había marchado cuando llego como si nada hubiera pasado, en cuanto atravesó la puerta le dije que necesitaba hablar con el pero Emmet quiso hablarle antes, y se lo llevo a la habitación, no entendí nada, había algo mas importante que lo que yo necesitaba hablar con el, los seguí unos pasos pero me detuve, estaba por darme la vuelta cuando comenzaron a hablar

- que fue lo que paso recién Cullen? Una escenita de celos?- le pregunto Emmet, la curiosidad me gano, tenia que saber que tan enojado estaba Edward.

- sabes que no es asi-

- entonces? Pues parecías celoso, se supone que Bella no es mas que una chica mas para apuntar a tu lista de chicas con las que te acostaste.

- sabes que eso es justamente lo que ella significa para mi – mientras escuchaba sentía que se habría un gran agujero en mi pecho.

- Ed entones déjala ser feliz con el indio, no le hagas una escenita, cada vez que la veas con el-

- sabes que lo detesto y aunque ella no signifique nada mas que buen sexo, no soporto tenerlo cerca-

- anda, ahora ve a hablar con ella y déjale las cosas claras, no querrás que termine con su novio, por tu culpa?-

- si hablare con ella, pero en realidad me hubiera gustado acostarme con ella un par de veces mas. Maldito indio, por su culpa me quedare con las ganas de mas-

Cuando sentí los paso de Edward y Emmet acercándose a la puerta me fui corriendo a mi habitación, sentía que el mundo me daba vueltas, mi alma estaba desgarrada, me tire en la cama dispuesta a dejar que las lagrimas me ahogaran cuando oí su voz.

- Ey Bells, lamento lo que ocurrió, de que querías hablar?- pregunto con su perfecta y estupida cara inmutable. 

- ah, lo siento solo quería decirte que no dejare a Jake- le dije queriendo sonar lo mas desinteresada posible, su gesto se torció levemente.

- lo supuse- contesto desinteresado – pues si es todo lo que tenias para decirme…- y se fue cada paso que lo alejaba de mi hacia que el dolor me consumiera necesitaba irme.

Ahora ya no quedaba nada en el mundo capaz de hacerme funcionar como un ser entero, Edward había roto mi alma y este dolor se convertiría en parte de mi existencia. Tome la maleta del armario tire todas mis cosas dentro y la llame a Rose para que me sacara de allí, no podía seguir un minuto mas bajo el mismo techo que Edward.

- Rose llevame al hotel- le ordene entre lagrimas

- porque Bells?- mi amiga no estaba al tanto de nada.

- porque lo escuche, escuche lo ultimo que hubiera deseado oir, de sus labios, y duele Rose no sabes cuanto.-

-Pero cuéntame Bells- exigió mi amiga mientras me ayudaba a cerrar la maleta.

- ahora no Rose, por favor- le suplique me sentía muerta en vida y necesitaba un poco de aire.