Explicaciones

- Edward!! Edward!! Se que estas aquí, baja en este instante!!- los grito de Carlise enojado, provenían de la sala, ambos nos despertamos sobresaltados.

- buen día mi amor- me saludo dándome un tierno beso en los labios

- será mejor que bajes- le dije yo, acariciando su prefecto rostro y sin poder ocultar la sonrisa que demostraba mi felicidad por tenerlo a mi lado.

Rápidamente se puso de pie y yo lo seguí, bajamos las escaleras y nos enfrentamos a la envenenada mirada de Carlise, mi madre y Esme también estaban allí.

- Isabella tu nada tienes que ver en esto, podrías dejarnos hablar con mi hijo a solas?-

- no!- dijo firmemente Edward  y tomo mi mano- ella es otra de las cosas de las que tengo que darte explicaciones- termino, Renne me dirijo una mirada de incredulidad, Esme sonrió, y Carlise intensifico su mirada.

- esta bien jovencito, entonces comienza por explicar lo mas importante, ¿en que demonios pensabas cuando te fuiste de la iglesia dejando plantada a la pobre Tania?- si hizo un silencio – Edward?

- ok, pero tu me has dicho que empezara por explicar lo mas importante y lo mas importante es que amo a Bella- dijo levantando nuestras manos enlazadas y besando la mía, nosotros seguíamos parados al pie de la escalera y ellos sentados en el gran sillón de la sala – de todas formas, creo que eso responde a tu pregunta padre-

- ya veo es peor de lo que imaginaba- Carlise se tomo el puente de la nariz con dos dedos, esto no iba a ser fácil, - bien, empieza por contar la historia desde el principio entonces-

- solo quiero saber una cosa antes de empezar-

- todavía te crees con derechos a pedir cosas- nunca había visto a Carlise tan enojado, en realidad nunca lo había visto mucho, el mi madre pasaban mucho tiempo de viaje y no tenían una relación muy familiar con nosotros, nos amaban eso si, pero no compartíamos muchas cosas.

- Carlise por dios, esto no es un juicio, tu no eres juez y que yo sepa nuestro hijo no esta acusado de asesinato- interfirió Esme – que es lo que quieres saber hijo?-

- tu no te metas - exigió Carlise a Esme

- lo siento cariño, pero tu has dicho que lo tres hablaríamos con el, pues entonces, tanto Esme como yo tenemos derecho a intervenir, a parte estas llevando haciendo demasiado escándalo sin haber escuchado aun sus razones- esta vez fue mi madre la que intervino

- anda Ed, que es lo que quieres saber?- siguió mi madre

- si saben algo de Tania- pregunto Edward apenado

- ella esta bien, esta en New Cork en la casa de unos tíos, esta triste pero a salvo, dice que no volverá por aquí esta muy avergonzada.-

- ok- dijo mi hombre perfecto mostrando un gran alivio-

- ahora comienza Edward somos todo oídos- dijo su padre ahora mas calmado.

- bien, siempre ame a Bella, desde el día que me presentaste a Renne y la conocí supe que en mi corazón nunca habría lugar para nadie mas, los años fueron pasando y mis sentimientos crecían a mi par, pero con una mentalidad mas madura podía entender las cosas de otra manera, nosotros éramos una familia no de sangre, pero una familia y todos éramos felices, si yo intentaba algo con ella y no funcionaba o alguno de los dos salía herido de esa relación  la familia se desmoronaría, intente buscar que otras muchachas lograran despertar lo mismo que ella en mi, una de esas chicas fue Tania, pero no lo logre,  y me rendí, algo dentro de mi siempre me dijo que Bells me correspondía, por lo que decidí seguir mi corazón, pero ella estaba con alguien mas,  y creí estupida y ciegamente que esa persona era lo que ella en verdad quería para su vida, y ahí comenzó mi calvario, pensé que la mejor forma de arrancarla de mi vida era casándome con Tania, lo que nunca imagine es que esa decisión no solo estaba matándome a mi si no también a Bella, además de ser injusta para Tania.- Carlise escuchaba atento, mostrando aun su enfado pero mas calmado que al principio de la charla, mi madre y Esme sostenían mutuamente sus manos y nos regalaban sonrisas mientras no dejaban de llorar, Edward estaba firme como un soldado, no porque estuviera nervioso sino porque quería mostrare a su padre lo seguro que estaba de sus palabras, yo estaba inmóvil, pero me sentía fuerte y segura, el reconfortante calor que provenía del agarre de Edward en mi mano, lograban aumentar esas sensaciones.

- y como es que te fuiste de la iglesia?, porque no lo hablaste con Tania? por que no le dijiste de tu decisión antes?, en vez de exponerla de esa forma ante tanta gente- pregunto su padre

Esta pregunta también hubiera querido hacérsela yo, así que reforcé mi atención.

- ok Rose y Emmet, habían tratado de convencerme un montón de veces de que no me casara con Tania, argumentando que Bella si me amaba, pero yo estaba ciego y terriblemente celoso de su novio, y nunca los escuche, estaba decidido a casarme, no había nada que lograra que yo retrocediera en mi decisión por eso no había terminado mi relación con Tania como corresponde. Cuando estaba en la iglesia apareció la ultima persona que deseaba ver por el resto de mi vida, Jacob, y me dio algo que respondió todas y cada una de las dudas que tenia respecto a lo que Bells sentía por el y por mi, y así fue como salí a buscarla a decirle que la amaba, lo siento papa, pero no podía casarme con Tania sabiendo que la única mujer que ame, amo y voy a amar por el resto de mi existencia me correspondía de la misma forma-

Edward había terminado de hablar, pero mi mente había quedado detenida en el momento que Edward había pronunciado el nombre de Jake, no solo porque era la primera vez que no lo llamaba indio sino porque el le había dicho o dado algo que hizo que Edward viniera a mi.

- ahora que escuche tus explicaciones, te entiendo hijo, pero tu entenderás que de todas formas, tu relación con Bella no puede seguir adelante- Esme y mi madre abrieron los ojos como plato ante las palabras de Carlise. – ella es prácticamente tu hermana, no es una muchacha cualquiera del instituto a la que puedes enredar y desilusionar a tu antojo-

Ahora quien tomaba la palabra por primera vez era yo, sujete con mas fuerza la mano de Edward y hable

- estoy cansada de que todos se empecinen en decir que somos hermanos, porque definitivamente no lo somos ni nos sentimos como tales, somos un hombre y una mujer que se aman, se, porque lo intentamos, que no puedo vivir sin el , no se que puede llegar a pasar en el futuro si nuestra relación no funciona, pero estoy dispuesta a intentarlo de todas formas, solo con cuando estoy con el me siento completa y feliz, así que les guste o no voy a estar con el hombre que amo.- Edward me sonrió.

- siempre lo sospeche, la forma en la que lo miras, la forma como reaccionabas cuando alguien decía que era tu hermano, pero pensé que seria mi imaginación o el deseo de madre de ver a mi hija junto a un buen muchacho a uno merecedor de ti, - dijo mi madre poniéndose de pie y acercándose a donde todavía nos encontrábamos parados Edward y yo - y esa es la imagen que tengo de ti Ed, si yo hubiera tenido que elegir a la persona que acompañe a mi hija el resto de sus días de todas formas hubieras sido tu- dijo ahora dirigiéndose a Edward, tomo nuestras manos enlazadas y dijo: - tienen mi bendición-

- demonios!- exclamo comenzando a verse derrotado Carlise – podrías ayudarme tu Esme?-

- lo siento, amo a mi hijo, y lo único que quiero y deseo para el es que sea feliz, si su felicidad esta junto a Bella, genial, tiene mi apoyo-

- veo que no tengo opción, mas que aceptarlo, pero no estoy de acuerdo, y a ti mi querido Edward, mas te vale que hagas la cosas bien, si no por primera vez en tu vida te daré una tunda de la que no saldrás vivo- Edward sonriendo por nuestro triunfo, me beso tiernamente los labios

- puedo pedirte por lo menos que no beses a tu hermana frente a mi? – volvió a hablar Carlise

- no es mi/su hemana/o!!- exclamamos al mismo tiempo Edward, Esme mi madre y yo, todos nos sonreímos hasta Carlise dejo asomar una leve sonrisa, que oculto rápidamente con su mascara de enojo.

                                    * * * * * * * * * * * * * * * * *

Carlise se había marchado al hospital, mi madre y Esme preparaban el almuerzo, Edward y yo estábamos sentados en el césped sobre una manta disfrutando del sol que nos regalaba el cielo de Forks en el jardín trasero,

- eres hermosa- dijo Ed mientras acariciaba mi cabello

- no lo soy, nunca fui y menos ahora he descuidado demasiado mi imagen, estoy horrible-

- estas algo delgada para mi gusto pero, de todas formas eres hermosa- dijo y me beso, la intensidad de este fue diferente a la de los que veníamos dándonos desde el día anterior, cuando me rescato, este beso era distinto,  llevaba un pedido diferente a los otros.

Corto el beso cuando la situación se había empezado a tornar inmanejable, nuestras, cobraban vida propia cuando nos besábamos de esa forma, y estábamos en el jardín y nuestras madres pronto nos llamarían para el almuerzo.  

- me es difícil controlarme- comento divertido

- que bueno, pero lo logras, yo no puedo hacerlo si tu no cortabas el beso yo hubiera seguido adelante sin importarme nada- y era cierto ya había podido probarlo en Los Angeles, una vez que mis sentidos se encontraban nublados por mi deseos, yo dejaba de pensar y me entregaba completamente a el.

- espera un segundo- dijo y se fue.

A los pocos segundos estaba de vuelta, - creo que esto es tuyo-

- mi diario!?!?, oh no Edward como pudiste?- de pronto sentí como el fuego inundaba mi rostro.