Mi final

Edwrad POV

El amor perdido sentido para mi después que Bella invitara al indio a Los Ángeles cuando yo por fin me había animado a estar con ella. Después de descubrir que yo no le importaba tanto como el idiota de Jacob, y de buscar la forma de que ella no se viera obligada a elegir entre el y yo. Volví a Forks decidido a tratar de arrancarla de mi vida.

Primero le había pedido a Em que me dejara quedar en su casa, y luego decidí volver con Tania y casarme con ella, siempre supe que Tania era superficial, infantil y bastante molesta, pero era una buena chica y la conocía bien, por otro lado era la única mujer que podría aceptar casarse conmigo de un día para otro; pero de todas formas no lograba sacar a Bella de mi corazón, la extrañaba muchísimo, no la veía ni hablaba con ella, desde que estuvimos en Los Ángeles, sabia que estaba con el indio porque me lo habían dicho Rose y Em las miles de veces que trataron de convencerme de que ella no lo amaba a el si no a mi.

Y ahora, allí estaba yo, poniéndome mi traje de bodas, a unas cuantas horas de mi final, mi madre me esperaba en la sala, había viajado desde Londres, para acompañarme en el altar, hacia varios años que no la veía, desde que mis padres se separaron había pasado algunos veranos con ella, pero después Bella apareció en mi vida, y me costaba mucho alejarme de ella por lo que veía poco y nada a mi madre.

Un golpe en mi puerta me saco de mis pensamientos

- ya estas listo bebe?- pregunto mi madre al otro lado de la puerta.

- si puedes pasar Esme- le dije

- no vuelvas a llamarme Esme, solo dime mama, ok?- pregunto mientras entraba a mi habitación.

- solo si tu te limitas a llamarme hijo o Edward, nada de bebe-

- ok. es un trato entonces hijo –

- perfecto mamá-

Yo estaba parado frente al espejo tratando de arreglar, mi cabello y mi madre estaba sentada al borde de la cama.

- Edward… estas seguro de lo que vas a hacer?- pregunto mi madre

- si ma, porque lo preguntas?-

- es que eres muy joven, además no creo que estés enamorado de esa chica- valla, que perceptivas son las madres, ella no sabia nada prácticamente de mi, jamás me había visto en compañía de Tania y había notado que no la amaba.

- por que lo dices?-

- porque cuando hablas de ella no veo brillar tus ojos, no noto la adoración en tus palabras, como cuando hablabas de…-

- no la nombres mamá- le suplique interrumpiéndola, mi madre se acerco a mi y tomo mi rostro entre sus manos

- lo sabia siempre estuviste enamorado de ella. Ahora hijo dime porque te haces esto, explícame porque vas a casarte con una muchacha de la que no estas enamorado?-

Tenia que decirle la verdad, necesitaba llorar el amor no correspondido por Bella, la sentencia de una vida sin amor al lado de Tania,  y allí estaba mi madre, con sus brazos abiertos para contener mi pena.

- es que… - tome un poco de aire y deje de contener mi llanto- ella no me ama- pude decirle.

- como lo sabes? –

- luche desde que la conozco para no amarla tan desesperadamente, para que mi vida no girara entorno a la suya, estuve con otras muchachas tratando que alguna de ellas lograra hacerme sentir por lo menos una milésima parte de lo que Bella me hacia sentir, pero nunca lo logre, ninguna era tan especial como ella, hace poco mas de un mes me canse de pelear contra mis sentimientos y me deje llevar, estuve con ella durante tres días, fui el hombre mas feliz del mundo, me sentía completo, ella es como la pieza que le falta al rompecabezas de mi vida- mi mamá seguía parada frente a mi mirándome con ojos dulces, pero que reflejaban la desolación de los míos.

- y que fue lo que paso? Porque no estas preparándote ahora mismo para casarte con ella?- pregunto

- ella tenia novio, yo pensé que iba a dejarlo, parecía corresponderme, pero me equivoque, y con un poco de mi ayuda  ella lo eligió a el-

- porque no peleaste por ella, porque te resignas a una existencia infeliz?-

- porque la amo mas que a mi propia vida, y no quiero ser un estorbo para ella-

- Edward puedo entender que no quieras interferir en sus decisiones pero casarte?  Condenarte y condenar a Tania a ser infelices el resto de sus vidas no me parece justo-

- ya no hay caso mamá, esta decidido- le dije limpiando mis lagrimas, ella solo bajo la mirada al suelo.

- quiero que sepas que no estoy de acuerdo, pero te amo hijito, y voy a acompañarte si es tu decisión- dijo tomándome del brazo.

- lo es. Me hace bien que estés aquí-

Los dos salimos rumbo a la iglesia.