Los Angeles: “Arrepentido”

Desperté recostada en el hombro de Edward, claramente porque Rose había preferido sentarse junto a Emmet en el asiento de adelante.

- buenos días señorita- me saludo sonriente- en unos minutos aterrizaremos.

Yo solo asentí con la cabeza, no podía entender el porque de sus cambios de animo, si seguía de buenas en estos días le pediría explicaciones.

- ey Bells!! Al fin te despiertas, se podría haber caído el avión y ni modo que tu te despertaras- bromeo Emmet asomando su cabeza sobre el respaldo del asiento de adelante y Rose hacia lo mismo.

- jaja muy gracioso- conteste a Emmet-  ey Rose! donde nos quedaremos? Dije ahora dirigiéndome a mi amiga.

- tu madre y Carlise nos habilitaron sus cuentas bancarias sin limite, así que imagina que no escatime en gastos – dijo la interpelada con un brillo en los ojos que me hizo caer en la cuenta que esta semana se venia de puro lujo. – de todos modos es una sorpresa.

Pasados los quince minutos habíamos desembarcado, esperamos nuestro equipaje y cruzamos el hall del aeropuerto, en medio de unas cuantas bromas de Emmet sobre mi cabello y mi falta de equilibrio.

Pronto estuvimos fuera, nos esperaba en la acera un auto súper lujoso con un chofer.

- valla Rose, no pretenderás andar toda la semana en este auto tan llamativo- me queje, si bien mi madre y Carlise eran dueños de una gran fortuna, a mi nunca me había gustado hacer alarde de eso, y este auto hacia exactamente lo contrario.

- Bells tranquila, solo nos llevara hasta la casa, allí hay dos autos que rente por esta semana, para poder movernos.

- ok!- conteste mas aliviada.

El viaje del aeropuerto nos tomo solo unos minutos.

La casa era mas que linda, pequeña acogedora algo que seguramente estaba mas cerca de lo que yo hubiera escogido, que de lo que hubiera escogido Rose, pero no importaba eso allí me sentiría a gusto.

- Vamos Bells, quiero verla por dentro, me dijo Rose mientras me tomaba del brazo para arrastrarme al interior de la casita. Edward y Emmet se quedaron bajando el equipaje.

- recorrimos la casita rápidamente ya que esta para mi satisfacción personal era bastante pequeña, contaba con una pequeña sala, cocina comedor y dos habitaciones con baño incluido.

- oh no Rose? solo dos habitaciones?- exclame cuando me di cuenta del problema que podría acarrear ese hecho- ni sueñe en dormir ni una sola noche con Emmet.-

- ni una?- pregunto mi amiga

- ni una, olvídalo y esta fuera de discusión ok?- le dije

- ok- dijo y bajo la mirada.

Me desperté temprano los primeros rayos de sol se filtraban por la ventana, Rose aun dormía, seguramente como todos los demás, tome unos de los libros que había en un estante en nuestra habitación y fui a la cocina para preparar el café. Cuando el café estaba listo volví a mirar el sol por la pequeña ventana de la cocina y me sentí tentada de sentarme a leer al sol, en Forks casi no había días como este, por lo que se me antojaba más que a cualquier otra persona sentir la calidez del mismo.

En el jardín trasero había una piscina, junto a esta descansaban en la orilla cuatro reposeras, era muy lindo el paisaje, me senté en una de las reposeras tome un sorbo de café, mire a mi alrededor y me sentí en armonía con lo que me rodeaba. Deje la taza en elsuelo y abrí el libro.

Habría leído tres o cuatro páginas cuando alguien interrumpió mi momento, 

- reforzando la reserva de vitamina d? – pregunto de forma divertida Edward.

- que haces levantado tan temprano?- pregunte.

- puedo?- pregunto señalando la reposera que estaba junto a la mía

- como quieras- le respondí y el se dejo caer en ella.

-  que lees? Pregunto curioso

- te importa?- respondí; no sabia cuanto iba a durar su buen humor conmigo, ya me estaba acostumbrando a vivir con su indiferencia, no quería caer nuevamente en la oscura tristeza que me provocaba, por lo que intente mantener las distancias.

- si todo lo que se refiere a ti me importa- dijo encogiéndose de hombros.

- vale si, lo demuestras todo el tiempo, no se como no me doy cuenta cuanto te importo- dije irónicamente.

- lo siento Bells, es que todo esto se me ha ido de las manos- sus ojos mostraban verdadero arrepentimiento. Será que recuperaría a mi “hermano” nuevamente.

- me has hecho mucha falta- dije encogiéndome de hombros, y era cierto podía vivir con la idea de que no correspondiera mi amor, pero no podía vivir, sin nada de el, aunque fuera como hermano, aunque eso no me alcanzara, lo necesitaba.

- entonces me perdonas- dijo con una sonrisa que le llego a los ojos, el conocía mi debilidad por el, sabia que aunque muy a mi pesar siempre terminaba por perdonarlo.

- si- le dije y le di un débil golpe en el hombro – puedo preguntarte algo?- continué.

- lo que quieras-

- y porque este cambio tan repentino? Por que ahora?-

- quieres la verdad?- pregunto

- exactamente- conteste, suspiro profundamente como si estuviera, juntando valor para hablar.

- es que ya no tengo la fuerza suficiente para mantenerme alejado de ti Bells, tu sabes cuanto te quiero-  dijo tomando mis mejillas entre sus manos,

- entonces no lo hagas- logre decirle, mi corazón comenzó a latir arrítmicamente y mis mejillas quemaban con el contacto de su piel, nada había cambiado en mi interior seguía tan enamorada de el como siempre, su rostro comenzó a acercarse al mió dejando un mínimo espacio entre nuestros labios, yo casi no podía respirar estaba embriagada de su dulce aliento

– quizás me arrepienta luego de lo que estoy por hacer- dijo y nuestros labios se rozaron,

- Bells!! Edward!! Ya entren salimos en quince minutos hay muchas cosas para hacer hoy- nos llamo Rose desde la cocina. Edward se alejo rápidamente de mi y soltó mi rostro.

- lo siento mucho - dijo bajando la mirada.

- esta bien no ah pasado nada- le mentí, se estaba arrepintiendo de lo que no paso  y eso dolía aun mas que su indiferencia.

- pero Bells no entiendes…-

- tranquilo Ed, hagamos de cuenta que esto nunca paso ok?- dije ocultando lo triste que estaba por su arrepentimiento y sonando lo mas desinteresada que podía. Tome el libro, la taza y me fui al encuentro con mi amiga.

Le agradecía la interrupción, si ella no nos hubiese llamado, si nos hubiésemos besado, ahora el arrepentimiento de Edward, seria aun mas insoportable.

Rose y Emmet nos esperaban sentados en la cocina, entre yo y segundos después Edward, mi amiga había escrito una lista con las tareas que teníamos asignadas cada uno.

Tome el papel de la mesa y solo tenia dos columnas, las tareas de Rose y Emmet y las de Ed y Bells, fulmine a Rosalie con la mirada.

- lo siento Bells pero pensé que ya que no puedo pasar las noches con el no te molestaría que pasara el día, así que organice todo para que tu no tengas que moverte a pie y Edward pueda cumplir con sus tareas y ayudarte a ti con las tuyas-

- muy considerado de tu parte Rose- le gruñí, repentinamente me invadió el mal humor – ahora ya que tu organizas la vida de todo el mundo, puedo ir a cambiarme o tendré que ir a hacer todo lo que tu dices en pijamas?- ella solo miro el suelo.

Me fui a la habitación entre y cerré de un portazo. Tome molesta unos jeans y una blusa de la maleta y me cambie, tome mi cepillo y desenrede mi cabello. Aun molesta fui a la sala donde solo me esperaba Edward recargado sobre el respaldo del sillón.

- y Rose?- pregunte de mala manera

- ya se fueron, ella estaba algo triste. Estuviste muy dura con ella- me dijo

- lo se- dije ahora un poco mas calmada, me sentía culpable por haberme enfadado con Rose ella aun no sabia nada de lo que había ocurrido mas temprano entre Ed y yo y tampoco era culpable de eso.

- tendrás que disculparte, no puedes hacer cargo a los demás de mis errores- comento encogiéndose de hombros.

Bien sabia que era por su estupida idea de intentar besarme y luego arrepentirse que yo estaba enfadada, pero no iba a permitir que siguiera lastimándome, bastante tenia ya con escuchar que fue un error lo que paso para también tener que soportar que la defienda

- podrías… podrías al menos disimular tu interés por Rosalie, y no defenderla- el solo me miraba confundido – puedes estar enamorado de Rose pero te pido que no seas tan obvio, por lo menos no después de haber intentado besarme,- solo me detuve para tomar aire, el quiso hablar y no lo deje – eres un desgraciado… eres tan amigo de Emmet y amas a su chica, me das asco Cullen- continué

- quee?!?!- exclamo divertido – yo enamorado de Rose? Por favor Bella- torció el gesto, ahora su expresión se volvió mas nostálgica – tu no sabes nada.-

- y pues que tengo que saber?- pregunte

- nada déjalo así, pero te aclaro que no estoy enamorado de Rose, ella es mi amiga, y Emmet también nunca le haría algo así a el-

- entonces quien?- le pregunte acercándome a el.

- yo… yo estoy enamora…- no puedo terminar de decirlo porque el sonido de mi celular lo interrumpió. Mire el numero y era Rose.

- hola Rose, siento mucho haberte tratado tan mal-

- no ha pasado nada Bells, solo quería saber si ya han ido por las invitaciones tenéis que repartirlas todas entre hoy y mañana.-

- ya estábamos saliendo, no te preocupes, terminaremos a tiempo-

- ok! Byee Bells-

- adiós, y de verdad lo siento-

- lo se Bells no te estreses, nos vemos luego-

-ok.-  corte la llamada. 

- bien vamos, tenemos que repartir todas la invitaciones entre hoy y mañana- le dije tomándolo de la mano para sacarlo de la casa, miro nuestras manos enlazadas y sonrió.

Chicas espero que les guste como va. se esta poniendo interesante verdad? les mando millones de besos. gracias por leerme!!!