Un nuevo comienzo

Mi imaginación seguía funcionando de maravilla, allí sola, con lo que estaba buscando a solo un paso, en el exacto momento en el que el hombre que amo estaba dando el si, podía sentí sus brazos rodeándome la cintura, aunque fuera mi imaginación se sentía perfectamente reconfortante.

- te amo- susurraba el perfecto Edward de mi imaginación. El viento y la llovizna seguían golpeando la piel de mi rostro.

- abre los ojos- siguió susurrando. Yo en cambio los apretaba con más fuerza, como si de esa manera lograra que su imagen no escapara de mi mente.

- Bells, por favor, abre los ojos aquí estoy- volvió a decir pero esta vez el dulce susurro paso a ser una orden. Abrí mis ojos, y allí estaba el en carne y hueso sosteniéndome de la cintura para que no salte.

Me gire para verlo a la cara, no podía creerlo, allí estaba, no era producto de mi imaginación, estaba ahí para salvar mi vida,

- Bells te amo- volvió a decirme ahora entre lagrimas, yo no podía contestarle – ven alejémonos de aquí esta muy alto- dijo tomando mis manos y tirando suavemente de ellas para alejarme del borde del precipicio. Yo estaba muy confundida.

- Bells lo siento tanto, pensé que hacia lo correcto alejándome de ti – lo dude unos segundos, y lo bese con desesperación, el correspondió mi beso y mientras lo hacia me sostenía muy fuerte entre sus brazos, mientras lo besaba no podía contener las lagrimas. Ambos estábamos llorando.

- y que hay de tu boda- pregunte entre sollozos

- ya no habrá boda- dijo acariciando mis mejillas

- pero…-

- te amo Bells, es lo único que importa, ya no habrá nada ni nadie que logre separarnos, solo me aleje de ti porque pensé que de esa forma te estaba ayudando, pero no volveré a hacerlo hasta que tu me lo pidas-

- nunca te lo pediré-

- eso es lo que mas deseo, no tienes una idea de lo que significas para mi, mi vida gira en torno a la tuya-

- pero tu dijiste…-

- jamás he dicho mentira mas grande- me interrumpió - yo pensé que era a Jacob a quien amabas y que solo te sentías atraída por mi, para no hacerte tener que elegir te tendí una trampa con la ayuda de Emmet, y tu caíste-

- pero te resulto tan fácil alejarte de mi- le dije

- tomar esa decisión fue lo mas difícil que he hecho en toda mi vida- me dijo y volvió a besarme.

Yo solo llevaba una camiseta y sin darme cuenta había comenzado a temblar del frió el se quito la chaqueta y la puso sobre mis hombros, estábamos sentados en una roca lejos del lugar que había sido testigo de mi casi suicido, el acariciaba mis mejillas recogiendo con sus dedos pulgares mis lagrimas.

- Bells que estabas por hacer?, te has vuelto loca?-

- no se, quizás, pero no podía soportar la idea de perderte para siempre, no podía seguir viviendo con eso-

- puedo entenderte cuando leí tu nota, supe que si llegaba demasiado tarde te seguiría, no podría vivir en un mundo donde tu no existas-

Sus palabras sanaban cada una de mis heridas, llenaban mi alma de satisfacción, escucharlo decirme que me amaba hacia que llegaran a mi corazón decenas de descargas eléctricas que lograban que este volviera a recuperar su frecuencia normal. El agujero de mi pecho parecía cerrarse tras sus besos. Aquello parecía un nuevo comienzo.

Nunca había sufrido tanto en mi vida como en estas últimas semanas, pero ahí acurrucada en sus brazos victima de sus besos me sentía fuerte, segura como nunca me había sentido.

Estuvimos un rato más sentados allí diciéndonos cuanto nos amábamos, y dándonos los besos que no nos habíamos dado en años, luego cuando comenzó a anochecer nos subimos a su auto y nos fuimos a casa, tenia que hacerle muchas preguntas, pero ya tendríamos tiempo para eso, lo mas importante es que ya no había secretos ya no tenia que contener mis ganas de gritarle cuanto lo amaba.

Gracias a todas por sus comentarios me encata saber que les gusta!! un besote grande grande!! gracias por leerme