LO QUE VEZ ES LO QUE SOY +18

Autor: odet_Swan
Género: + 18
Fecha Creación: 08/07/2014
Fecha Actualización: 04/11/2014
Finalizado: NO
Votos: 28
Comentarios: 102
Visitas: 76825
Capítulos: 40

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MI BLOG: εїз Mis Aventuras Twilight εїз 
 

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Isabella Swan, joven Doctora, brillante, ingeniosa aunque un poco molesta con la vida, se ve arrastrada a un mundo que jamás imagino por el Abogado Edward Cullen, hombre misterioso que despierta en Bella cosas que jamás imagino que sentiría por un hombre,  sin poderlo evitar sucumbe a la atracción que el ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Edwad empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.

 


Recuerden que esta historia esta basada en el libro de Pideme lo que quieres.

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Capítulo 37: LO MEJOR DEL JUEGO ES GANAR


HOLA MIS CHICAS HERMOSAS, ¿QUE TAL ESTAN? POR FIN LUNES OTRA VEZ, NUEVO CAPITULO "MENTE HABIERTA CHICAS" RECUERDEN EL TEMA DEL LIBRO PUEDE CONTENER ESCENAS MUY FUERTES"

 

QUIERO INVITARLAS A LEER LOS ESPECIALES DE CADA DOMINGO REFERENTE A HALLOWEEN, ENCONTRARAN BRUJAS, VAMPIROS, CAMBIANTES, HADAS, DUENDES ETC, ESPERO LES GUSTE. LAS ESPERO POR MI BLOG.

 

BESOS

 

 

 

 

 

POV EDWARD

 

Estaba desconcertado, al parecer Bella estaba igual que yo, hace un momento Ian estaba montado un juego muy interesante con nuestros amigos y al minuto siguiente abandonaba el local como un poseído…….no era normal en mi amigo, lo conocía mejor que nadie, cualquiera podría decir que estaba disfrutando a lo grande fallándose a esa mujer, pero un vistazo a su cara y podía ver claramente que no era lo que él quería hacer. Preocupado le había llamado por teléfono pero él no había querido soltar prenda, necesitaba en serio sentarme y platicar con él, no sé porque sentía que le estaba fallando como amigo,

 

-Ian se ha ido….tendremos que seguir con nuestro juego sin el- asentí a Derek, el había salido poco después que Ian, seguro para alcanzarlo, pero dudaba que aun así mi hermano estaría para juegos.

 

-los esperamos en la habitación negra- tomo de la mano a Sonia y desaparecieron por el pasillo, no sabía si ahora juagar a esto me llamaba mucho la atención, Derek e Ian habían organizado esta fiesta, era juego de ellos, pero ahora sin Ian no se me hacia tan atractivo, estaba preocupado, tome a Bella por la cintura y la pegue a mí, necesitaba su contacto.

 

-me preocupa Ian-

 

-a mi también mi amor- dije besando sus cabellos, aspirando su maravillosa esencia, era como un calmante para mí –si quieres podemos irnos, tal vez deberíamos asegurarnos de que este bien- negué con la cabeza, conocía a Ian, en una cosa nos parecíamos y era que no nos gustaba exponer nuestra vulnerabilidad ante nadie, por el momento necesitaba estar solo y yo lo comprendía.

 

-el estará bien, démosle esta noche para que se calme, mañana intentare hablar con él, hace días que lo noto muy raro, pero por ahora hay que darle su espacio- le di un beso a mi chica, y la tome por la mano para dirigirnos por el pasillo, necesitábamos distraernos un rato y que mejor manera de des estresarnos que eliminar un poco de nuestra tensión atreves de juego morbosos.

 

POV ISABELLA

 

Me sentía un poco mal, “culpable” esa el término adecuado, sentía que todo esto era mi culpa, yo le había pedido a Ian organizar todo esto por cumplir una estúpida fantasía mía, ¿pero porque es mi culpa? Ian pudo haberse negado, bueno por lo menos pudo haberse negado a follar a esa mujer, parecía todo normal, que estaba disfrutando, excepto por el final……fue…..perturbador, bueno al menos para mí, ver al alegre y chispeante Ian así, es algo que jamás quiero volver a experimentar, ¡Tonto Ian!....lo matare cuando lo vea, estoy casi segura que esto es por Amaia, creo…no, estoy casi segura que ella lo afecta más de lo que él cree,  si solo hace falta reunir la piezas del rompecabezas, esa obsesión que tiene por ella, el que me haya mandado a investigar, las flores……yo pensaba que en cuanto supiera que ella tenía un niño daría marcha atrás…..pero no….al parecer esa mujer caló hondo en el, tenía que averiguar mas, no solo con Ian, la próxima vez que viera a Amaia trataría de acercarme más a ella, trataría la forma de ayudar a mi querido hermano.

 

Edward nos encamino hacia el pasillo por donde se había ido Derek, estaba ansiosa por llevar acabo mi plan, solo esperaba que Edward no se negara, andes de cruzar de todo el umbral mire hacia la entrada del local, lo que dijo Ian que Carlisle y Jasper se dirigían hacia aquí me trastorno, no quería que esto arruinara el humor de Edward, aunque él no lo dijera abiertamente sabia cuando le afectaba ver a su padre, sabía que estaba nervioso por la cena de navidad de sus padres, había escuchado una conversación que tenia por teléfono con Ian, donde le decía que le preocupara que Carlisle le hiciera mala cara mis padres, yo había insistido en que el podría ir a cenar a casa de los Cullen, yo podría organizar algo con mis padres y esperar a que el regresara, pero se negó, dijo que iríamos todos o no iríamos nadie, además Esme a insistido mucho.

 

Así que  cuando Derek se dirigió a la entrada fue porque Ian también debió de avisarle, aunque pareciera que iba a buscar a Ian, yo sabía que no era así, y sabía que mis sospechas habían acertado cuando Derek me guiño un ojo, al pasar con su amiga por mi lado. Estaba segura que Edward no había advertido ese gesto. Tome una respiración profunda, tenía que calmarme, por esta noche no podía hacer nada por Ian, solo rogar a los cielos de que estuviera bien y no cometiera un locura, la crisis sobre el encuentro familiar con Carlisle esta noche también había sido evitado, así que solo esperaba que Edward no se subiera por las paredes cuando le propusiera mi juego.

 

Por el largo pasillo pasamos varias puertas abiertas, había varias parejas sumergidas en sus juegos, cada uno más interesante que el anterior, aunque he pasado mucho durante este tiempo hay cosas que son extrañas para mi todavía……doblamos una esquina y Edward se detuvo en una habitación que tenía una cortina Violeta, él la descorrió y yo mire asombrada la escena….en medio de la habitación había un especie de columpio que tenia restricciones a los lados, estaba suspendido a mas o menos un metro del suelo y suspendido desde el techo con unas cadenas gruesas, había una mujer suspendida con las piernas abierta, sujetas a la cadena a cada lado…..un hombre estaba en medio de sus piernas realizándole una felación, ¡Santo Dios!, de repente él se puso de pie tomo el columpio por los lados y con un fuerte empuje hundió su pene en la mujer, yo di un respingo por instinto ¡que calor! El hombre comenzó a moverse con fuerza haciendo que el columpio fuera hacia a tras y hacia delante……ya no volvería a ver un columpio en un parque sin imaginarme la utilidad que podría tener….!me estoy convirtiendo en una morbosa!, definitivamente yo quería probar ese columpio alguna vez, escuche la risita de mi amor a un lado, el me conocía también que de seguro sabia lo que me estaba imaginando, me tomo de la cintura y seguimos nuestro camino por el pasillo

 

 

 

Entramos en la habitación. No podía ver nada, Edward no me soltó la mano cuando nos adentramos en la habitación, cosa que le agradecí, porque conociéndome me hubiera ido de bruces al suelo, un momento después mi amor encontró el interruptor de la luz, yo parpadee con el resplandor. La luz era tenue, le daba un aire de intimidad y lujuria a la estancia, mire curiosa a nuestro alrededor, había una cama redonda en el centro un sillón rojo en una esquina junto a una barra de bebidas, al fondo había una mampara con una pequeña ducha, sentí las manos de Edward en mi cintura, por los altavoces se empezó a colar una música lenta y muy sensual, me recargue en mi amor y comenzamos a movernos al compás de la melodía, el me mordisqueaba la oreja, mi cuello, mi hombro, estaba excitándome cada vez más,  podía sentir su enorme erección en la parte baja de mi espalda 

 

No sé cuánto tiempo paso hasta que la puerta se abrió y entro la mujer que hace un momento me estaba tocando entre las piernas, solo de imaginarme lo que esa mujer quería hacer conmigo hacia que comenzara a temblar de anticipación

 

-ahora vienen los demás, se han entretenido por el camino- anuncio ella con un brillo malicioso en los ojos, Edward me soltó y se dirigió hacia la cama, se sentó y me dirigió esa mirada hambrienta que siempre me ponía como una moto

 

-Sonia, desnuda a mi mujer- yo trague con fuerza, me encantaba cuando su voz de volvía ronca y profunda. Eso solo ocurría cuando estaba muy excitado o muy furioso. Yo no me moví de mi lugar, estaba en medio de la habitación, en ningún momento corte contacto visual con mi hombre. Me excitaba mirar sus ojos cuando alguien más me tocaba. Su mirada se nublaba por la pasión, sentí las manos de Sonia en mi cintura, ella subió sensualmente por mis pechos, y después volvió a mi cintura, sus manos volaron por todo mi cuerpo hasta que decidió ir a lo alto de mi espalda y deslizo lentamente a cremallera de mi vestido, lentamente cayó al suelo, quede solo con mis medias con liguero, sujetador y tacones, ya que mi tanga me la había todo Edward antes.

 

 

Sonia me toco cada centímetro de mi cuerpo, de repente Edward se levanto, se acerco a nosotras como un depredador, asalto mi boca con un beso voraz, sentí como me tomo por la cintura, tiro de mi para alzarme y tomarme de mis nalgas, los estrujo pero las retiro rápidamente apenas iba a rodear su cintura con mis piernas cuando sentí que me dejo caer en la barra que estaba en la pared Izquierda, sin previo aviso me soltó iba a protestar cuando sentí que bruscamente me habrían las piernas y Sonia no perdió tiempo para atacar mi vagina

 

Ella era exigente, me devoraba desesperadamente, yo comencé a jadear y a gemir….!dios! esta mujer era buena en esto, Mi amor nos observaba con atención, su mirada en llamas me ponía mas cachonda, reprimí un gemido de placer cuando mi hombre comenzó a desnudarse sin apartar su mirada de mi cuerpo. Me tense cuando sentí que Sonia media algo en mi vagina.

 

-Es un consolador Doble mi amor- eso me tranquilizo, yo confía en Edward, y sabia que este juego lo dirigía el, mis jadeos aumentaron con los movimientos del consolador, Sonia sabia como excitarme, trababa de no cerrar los ojos ante la maravillosa sensación, yo sabía a qué a Edward le encantaba que lo mirara, pero el placer era insoportable, de repente Sonia se subió a la encimera

 

 

sin sacar el consolador de mi cuerpo, se introdujo la otra parte ella misma y con maestría y técnica se tumbo sobre mí, me tomo por las caderas y me comienzo a follarme. El consolador doble entraba en mí y en ella al mismo tiempo, y nuestros jadeos inundaban la habitación. Su ritmo se intensifico mientras mi excitación se acrecentaba. Como si de un hombre se tratara, tomo mi cuerpo, mientras sin apenas moverme yo tomaba el suyo, hasta que las dos nos arqueamos y nuestros orgasmos nos hicieron gritar. Cerré los ojos un breve momento, disfrutando de mi éxtasis, cuando los volví a abrir, mi amor seguía parado a un lado, sin moverse…..Sonia saco el consolador doble de nuestros cuerpos, de repente se arrodillo abrió mas mis piernas y volvió a devorarme con su boca, yo me volví loca de nuevo, yo era el caramelito de estos juegos, a mi hacían y yo me dejaba hacer, disfruta mientras otros jugaban con mi cuerpo, con mis sentidos.

 

En menos de dos minutos estaba teniendo otro orgasmo, estaba fuera de mi, mi éxtasis era incontenible, al instante sentí las manos de mi amor recorriendo mi cuerpo, me quito el sujetador y los tacones y al  igual que hace un momento tomo mi boca salvajemente, me levanto de la encimera y me lanzo a la cama, se tumbo a mi lado y Sonia al otro lado, ambos siguieron torturando mi cuerpo, cuatro manos no me daban tregua, recorrían cara centímetro de mi…..estaba tan sensible que creía que tendría otro orgasmo con tan solo estos mimos, escuchamos que la puerta se abrió,  Edward dejo mis labios para ver a nuestros visitantes, estaba segura que si no eran los que el esperaba los echaría de aquí…..mi amor siempre al mando y siempre me cuidaba y eso me hacía que solo lo amara mas. Sonia también se detuvo, yo levante la cabeza y trate de enfocarme en los recién llegados, un estremecimiento recorrió mi espina dorsal, en el centro estaba Derek y a cada lado estaban Dan y Adam completamente desnudos.

 

 ¡Había llegado la hora de mi juego!, le había condado a Ian de mi plan y entre él y Derek lo habían organizado, no me extraño cuando Ian me dijo que conocían a Dan, después de todo Adam me había contado que él era un dominante y estaba en estos juegos desde hace mucho a parte del BDSM. Estaba esperando la reacción de Edward, el solo asintió con la cabeza dando su aprobación y regreso su mirada hacia mi……

 

-¿Te ha gustado Sonia?- me pregunto, apartando el cabello de mi rostro,

 

-Sí...-susurre, era que me gustara en el sentido de que me gustaba una mujer, de eso no había duda, me gustaba su forma de dominarme, de follarme, pero no me gustaba como mujer, al menos no como me gustaban los hombre….y hablando de hombres….pase mi lengua por mis labios resecos.

 

-Edward….puedo pedirte algo?-

 

-Lo que quieras mi amor- me sonrió con cariño, solo esperaba que no comenzara a lanzar fuego cuando le dijera mis intensiones. Como pude me levante y me senté a horcajadas sobre Edward, tome una respiración profunda y le solté sin anestesia.

 

-Quiero que Adam te masturbe- desvié mi mirada solo un segundo a Adam, el asintió con la cabeza y dio dos pasos hacia nosotros, regrese mi mirada hacia mi hombre, por un momento tuve hasta miedo de mirarlo, estaba segura que comenzaría a flipar. Pero me arme de valor, lo mire a los ojos, quería que viera en mi el deseo de verlo con un hombre así como yo veía ese deseo en el cuándo me ofrecía a una mujer

 

-Edward….por favor- le di un beso rápido en la boca –soy tu mujer y tu eres mi hombre, soy tu placer y tu eres el mío- volví a besarlo con más pasión.

 

-quiero que cumplas mis fantasías como yo cumplo las tuyas- todavía podía ver su aversión a la idea, pero con lo que acaba de decirle se veía menos furioso, estaba meditando mis palabras

 

-mi amor, sólo será una felación, Te lo prometo- por un momento solo me miro y me miro y me miro, después serró los ojos y tomo varias respiraciones, cuando volvió a mirarme solo asintió con la cabeza, ¡Si! Tenía ganas de levantar los brazos en señal de victoria, pero me contuve, no quería abusar de mi buena suerte, me esperaba una gran bronca, pero accedió, no de muy buena gana, pero dijo que sí. Le di un rápido beso antes de bajarme de su regazo y colocarme a un lado de él, estaba acariciando sus pezones cuando me gire hacia Adam

 

-Adam, haz  que mi hombre disfrute- sin perder un segundo Adam se arrodillo en la cama y tomo el pene de Edward y comenzó a masajearlo, Derek y Dan estaban jugando con Sonia, pero ellos desaparecieron de mi mente, yo solo tenía ojos para mi amor y para lo que Adam le estaba asiendo.

 

Adam paso su gran mano, arriba y abajo por toda la longitud de Edward, mi chico serró, los ojos, intente no reírme, seguro estaba tratando de imaginar que no era un hombre el que estaba masturbándolo, aunque si esto era una gran tortura para Edward, estaba dispuesta a detener a Adam, lo que menos quería era obligar a mi novio hacer algo que no quería, pero una mirada a su rostro me decía que estaba disfrutando, comenzó a respirar entrecortadamente.

 

-Mírame- le exigí, el abrió los ojos, sus penetrantes ojos verdes estaban encendidos, -Abre las piernas- el obedece, me sentía poderosa, eran raras las ocasiones en las que podía ser yo la dominante, ahora estaba dirigiendo mi juego, mi fantasía y eso me gustaba, por el rabillo del ojo observe cuando Adam inclinaba la cabeza para tomar en su boca la longitud de mi amor, y al mismo tiempo yo me inclinaba para poseer su boca, me trague el gemido de Edward, una de sus manos voló hacia mi cabello haciéndome daño con su arrebato, pero no me importo, sabía que estaba extasiado, excitado, lo que Adam le estaba haciendo lo estaba volviendo loco y a mi también, nos separamos jadiando, mejor dicho yo me separe, Edward estaba reacio a liberarme, pero yo quería ver a Adam entre sus piernas, mi amor estaba descontrolado, su otra mano estaba entre los cabellos de Adam, Edward llevaba ahora el control, con frenesí penetraba la boca de Adam, sus ojos, estaban en llamas, pero jamás se apartaron de mi.

 

-Eso es mi amor…..disfruta…..fállalo- le susurre al oído, le mordí el lóbulo de la oreja, el se estremeció,  y cuando ya no pudo más, me jalo nuevamente del cabello y estrecho su labios con los míos, mis manos recorrían todo su cuerpo, sentí como se tenso y se estremeció, me trague su grito de pasión cuando llegó al clímax.

 

Sin decir nada, me toma de la cintura, Adam se hace a un lado, Edward se levanta conmigo en brazos y nos llevó a la ducha.

 

-mi amor ¿todo bien?- temía ahora a su reacción, ya sabía que los hombres no le iban, pero aun así yo quería verlo, quería realizar esta fantasía, pero ahora que ya había pasado, me preocupaba que hubiera sido demasiado. El agua comenzó a caer sobre nuestros cuerpos, Edward me recargo contra la pared y comenzó a besarme con pasión, a pasar sus manos desesperadamente por mi cuerpo.

 

-me vas a matar- dijo con un gruñido, para continuación, empalarme sobre su excitado pene de un solo empellón, mi grito resonó por toda el pequeño cubículo, y estaba segura que las personas que estaban en la habitación de alado pudieron escucharlo, pero no fue un grito de dolor, sino de sorpresa, Edward estaba realmente fuera de si, el morbo de la situación que acababa de experimentar lo tenía muy excitado, necesitaba descargar esa adrenalina.

 

Así que bajo el chorro de la ducha me hizo suya, aprisionada contra la pares,  mis piernas estaban enredadas firmemente en su cintura, movía las caderas con frenesí al igual que él, esto era pasión pura, no había necesidad de palabras, solo necesitábamos sentir, nos amamos con pasión hasta que encontramos juntos la liberación. No sé cuánto tiempo pasamos abrazados después de nuestro clímax, nuestras respiraciones se acompasaron, pero no nos separamos, Edward seguía teniéndome apretada contra la pared, le agradecía no haberme dejado inmediatamente en el suelo, dudaba que mis piernas me hubieran podido sostener.

 

-Te amo- susurro, yo lo hice levantar su rostro para que me viera directamente a los ojos, me encantaba perderme en su mirada después de la pasión.

 

-yo también te amo- lo bese con ternura, tratando de transmitirle todo lo que sentía por el –Gracias- el frunció el seño

 

-¿Por qué?, si es por este increíble polvo….me siento alagado- se rio entre dientes y su risa me resulto contagiosa porque también termine riendo

 

-te doy las gracias por amarme y por haber cumplido mi fantasía- el me observo, su risa se había esfumado y me miraba inexpresivo. Me encantaba esa mirada, igual que si mirada de chico malo o su mirada de manda mas o su mirada tierna…….para que me hacia tonta me gustaba Edward y punto

 

-no debes agradecerme por amarte Bella, te amo y punto, tu eres todo para mi, mi sueño hecho realidad- ¡wow! Como no amar a este hombre – y respeto a tu fantasía…..-no lo deje terminar me abalance sobre él y lo bese, no quería escuchar que se había arrepentido o que no le di opción para negarse.

 

-será mejor que salgamos o terminaremos como unas pasas- dijo mi amor, separándose de mí, cerro la llave del agua, me indico que me quedara donde estaba, salió del cubículo y regreso poco después con unas grandes toallas, nos secamos mutuamente, después me ayudo a salir, me entrego mi vestido, eso quería decir que el juego había terminado para nosotros por ese día y no me molesto que así fuera, estaba satisfecha y feliz.

 

Como solo me puse el vestido ya que Edward se guardo mi sostén en uno de sus bolsillos termine rápido, en lo que Edward terminaba de vestirse observe la escena que estaba teniendo lugar en la habitación, Danna se había unido al grupo, estaban en medio de la cama Derek la follaba mientras Dan follaba a Sonia y Adam follaba  por detrás a Dan, al parecer mi amigo todavía no se decidía a estar con una mujer, no nos despedimos de ellos, Edward tomo mi mano y nos dispusimos a salir, antes de cruzar la puerta gire la cabeza, Adam me observaba le dije adiós con la mano y le lance un beso, estaba agradecida con mi amigo por haberme ayudado, esperaba tener un día libre esta semana para invitarlo a comer.

 

Llegamos a la calle, Edward me ayudo a ponerme mi abrigo, de mi bolso saque los guantes, una bufanda y un gorro antes de salir, estábamos en medio del invierno y hacia un frio de muerte, además yo era una friolenta. Sabia que me veía rara con semejante vestido y taconazo y el gorro y los guantes, pero tenía frio y lo que pensara el mundo como siempre no me importaba yo quería estar calentita.

 

-¿estás muy cansada?- negué con la cabeza –¿te apetece caminar conmigo un rato?- yo asentí con la cabeza, Edward hablo unas palabras con el chofer y después entrelazamos nuestros brazos y comenzamos a caminar, el aire helado golpeaba mi rostro, se sentía bien, estaba completamente relajada, caminamos calle abajo, sin rumbo fijo, algunos transeúntes pasaban presurosos a nuestro lado, nosotros no teníamos prisa, observaba sin ver algunos negocios que a pesar de la hora estaban abiertos, esta zona de la ciudad era mas que nada turístico.

 

-¿quieres uno?- pregunto Edward señalando un puesto de perritos calientes, yo lo mire asombrada, mi chico no parecía de los hombres que disfrutaran de los pequeños placeres callejeros, era de restaurantes caros y cenas laboriosas, le sonreí encantada y asentí con la cabeza.

 

-paraguas para dos- murmure mientras el señor del puesto preparaba nuestros hot doc. Mi amor me miro confundido así que me apresure a explicarle

 

-Rose es una romántica- Edward frunció el seño, ¡Valeeee! –sé que mi amiga no tiene esa pinta, pero lo es, créeme, me tortura viendo series y películas románticas la mayor parte del tiempo, en ocasiones hasta las repeticiones unas dos o tres veces, había una serie en particular que le encanaba, trataba de una chica que ve fantasmas y el protagonista un día la invita a cenar a paraguas para dos- dije señalando la sombrilla grande de colores que estaba sobre nuestras cabezas, -se me hizo muy romántico y por eso lo recordé- mi chico asintió con la cabeza y me sonrió, pago nuestra cena y seguimos nuestro camino, nos sentamos en una banca en un patio de juegos para niños comunitario, mis ojos se desviaron a un columpio y pensé en la escena que vimos, moví mi cabeza desechando esa idea, me estaba convirtiendo en una morbosa, le di una mordida a mi perrito caliente y gemí con deleite, ¡love comida chatarra!

 

-no pareces de los hombres que coman a menudo comida como esta- Edward se comió su Hot doc de tres mordidas y sonrió.

 

-las apariencias pueden engañar- sonrió y me guiño un ojos, yo también sonreí, capte la indirecta, Edward parecía el hombre correcto de la tierra con esos trajes caros, y de seguro nadie se imaginaria la vida sexual que le gustaba. Termine mi perrito caliente y tire la servilleta en una papelera que estaba a un lado, me arrime a mi chico y me abrace a él, estaba haciendo frio y trataba de absorber su calor.

 

-jamás un hombre me había tocado- yo me tense ante su declaración, pero no dije nada, no habría sabido que contestar –claro que en los juegos me he rosado con otros hombres pero era sin importancia, roses ocasióneles, pero hoy he permitido que un hombre me tocara íntimamente- levante temerosa mi rostro hacia el ¡Dios no dejes que vea dolor en su mirada!, tal vez me había sobrepasado al pedirle que hiciera eso por mí.

 

-Lo si…siento….nunca…- le prometería que jamás volvería a pedirle nada semejante, lo último que quería era herir su orgullo, no me había puesto a pensar que dejar que un hombre lo tocara fuera demasiado para el…..pero Edward callo mis palabras con un beso.

 

-hay muchas cosas que nunca jamás en la vida había hecho……solo contigo- él se rio –has entrado en lugares que nadie jamás ha logrado entrar……el ver en tus ojos el deseo y el amor por mí en ocasiones me hace preguntarme qué he hecho para merecerte- mi corazón se estaba derritiendo por este hombre, cuando decidía ponerse en plan romeo no había héroe literario que le ganara. Se puso de pie y se arrodillo enfrente de mí, tomo mis manos entre las suyas. En sus ojos había tanto amor que hasta me dieron ganas de llorar.

 

-me vuelves loco y sé que yo te vuelvo loca a ti, algunas veces tienes ganas de matarme, sé que soy terco, obstinado y difícil casi todo el tiempo, y como dije en ocasiones no sé como una mujer tan maravillosa como tu esta a mi lado- quería contestarle pero un nudo en mi garganta me lo impedía – se que también eres obstinada, terca, cabezota y loca….pero eres mi loca, mi amor, mi mujer, mi otra mitad, haz decidido dejar una gran oportunidad de trabajo por mi, has superado tus miedos por estar a mi lado, tu vida a dado un giro de trescientos cincuenta grados con mis juegos y todo eso es por el amor que me tienes, podremos discutir en ocasiones pero jamás he dudado de tu amor por mi- el tomo una respiración profunda, uso una de sus manos para sacar algo de dentro de su abrigo, mi corazón casi se paraliza, en mi cabeza sonaron campanas de alerta, pero estaba en shock no podía moverme, coloco en mis manos una caja de terciopelo rojo, mis manos me temblaban, el la abrió y dentro había una hermosa sortija con una esmeralda, el color verde era el mismo de sus ojos cuando brillaban por la pasión. Yo lo mire boca abierta, estaba tratando a toda costa de no entrar en pánico y salir corriendo.

 

-este era tu regalo de navidad…..solo un detalle para solidificar mi compromiso contigo, no sería más que un símbolo de nuestro amor, el tomo la sortija y la alzo señalándome la inscripción en el interior “Lo que ves es lo que soy”, cubrí mi boca con una mano, estaba tratando de controlar las lagrimas, pero me resulto imposible.

 

-has cambiado todo lo que soy Bella, ya no soy lo que solía ser y si yo te llegara a perder alguna vez……- no pudo continuar, negó con la cabeza, yo tampoco imaginaba mi vida sin el, ¿entonces a que le tenia miedo?, el me estaba demostrado que me amaba.

 

-soy todo lo que ves, y soy todo tuyo, es por eso que cambie el significado de este anillo…...!Te amo! Mi amor, mi Bella, quiero que seas mía para siempre, para amar y proteger, en la salud y en la tristeza, Hoy y siempre, tu y yo, pase lo que pase……¿te casarías conmigo mi Bella?- ¡dulce señor!, cuanto amaba a este hombre, me lance a sus brazos, Edward perdió el equilibrio ambos terminamos despatarrados en el suelo, éramos un enredo de manos y piernas, no me importaba donde estábamos, me coloque a horcajadas sobre el tome su rostro entre mis manos y no dejaba de repartirle pequeños besos en toda su cara.

 

-¡Te Amo! Edward Cullen- le di un bese en su nariz –eres difícil en ocasiones, eso no lo voy a negar –bese su ojo derecho –me desesperas la mayor parte del tiempo- bese en el otro ojo –eres mi Iceman- bese en su mejilla –Mi amor- bese en la otra mejilla –pero eres todo mío- bese sus labios. Nos miramos a los ojos unos segundos el esperaba la respuesta su pregunta.

 

-somos un desastre en ocasiones, podríamos lograr explotar el departamento, pero te amo tanto que me duele, eres  todo para mi también Edward, te amo tanto que asusta- volví a besar sus labios, tome el anillo que tenia todavía entre sus dedos, lo observe un segundo, era hermoso y tan perfecto, eran común, pero nosotros no lo éramos, el que tenga una esmeralda en vez de un diamante lo hace especial, pero su inscripción era lo que lo hacía único. Volvi mi mirada hacia mi amor.

 

-somos lo que somos y nos pertenecemos el uno al otro, Te amo, hoy y siempre……!Si!, acepto casarme contigo….- Edward sonrió resplandeciente y me beso con tanto amor, que estaba dispuesta hacerle el amor  aquí mismo, pero no…..me resistí, hacerlo en un lugar publico no seria bueno ya que terminaríamos detenidos por faltas a la moral, podríamos pagar la multa pero mañana llegaban mis padres y no estarían muy felices si se enteraban de las perversiones de su hija

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POV IAN

 

Me sentía en vuelto en una neblina, era tan placentero que no quería ni moverme, esto era el cielo, esto era un sueño, uno como jamás había tenido, estaba tumbado boca abajo, no quería ni abrir los ojos, esta placentera inconsciencia era de lo más maravilloso, temía que si movía cualquier musculo ligeramente el hechizo se rompería. Sentí un ligero rose en mi espalda, gemí de placer, si hubiera podido estaba seguro de haber ronroneado.

 

-no te vayas, espérame- claramente escuche la voz de un ángel, definitivamente estaba en cielo, quería contestarle de que la esperaría hasta el fin de los tiempos pero la oscuridad se cernió sobre mi arrastrándome al paraíso estaba tan cansado que esta paz era bienvenida.

 

Un horrible zumbido me sobresalto…..no esto no era el cielo, era el infierno, todos mis pecados estaban en mi espalda que me sacaron de mi paraíso y me lanzaron del paraíso directamente al purgatorio, como pude hice que mis músculos se movieran, el terrible zumbido siguió con su tortura, tantee la mesilla de a lado, mi maldito teléfono no se callaba, estaba tentado mandarlo a la mierda,

 

-diga- conteste malhumorado, ni siquiera pude abrir los ojos para ver quien era, necesitaba cafeína con urgencia.

 

-¿estás ebrio?- la voz de Edward y para mi sorpresa no parecía enojado.

 

-sé que me amas Cullen, ¿pero no podrías esperar un poco más para escuchar mi melodiosa voz?, por si no sabias es Domingo, tal vez tu no, pero los demás necesitamos dormir-

 

-Ian, es casi medio día- me informo, yo no podía creerlo, ¡Mierda! Me levante como pude, todos mis relajados músculos protestaron. La habitación estaba oscura, me restregué los ojos con una mano, Edward hablaba pero no prestaba atención a lo que decía, poco a poco mis ojos se acostumbraron a la penumbra y por fin me pude ubicar donde esta, ¡Doble mierda!, esta no era mi habitación, las imágenes comenzaron a agruparse en mi mente,  ¡Amaia!, la busque a mi lado pero no estaba “claro que no estaba idiota, eran casi las doce

 

-¡Ian!- grito mi amigo reclamando mi atención

 

-¿Qué decías?-

 

-de verdad me estas preocupando, ¿estás bien? Anoche…..-

 

-¿ahora quieres que hagamos confidencias Edward?-

 

-quiero apoyarte, tienes días raro, ¿es tan malo que quiera ayudarte o me preocupe por ti?- tome una respiración profunda, lo entendía, mi hermano solo quería ayudar, al igual que yo quise apoyarlo cuando la paso tan mal por Bella.

 

-¿quieres tener una sesión de helado, chocolates y películas románticas para contarnos nuestras penas tomados de las manos y gastar cientos de pañuelos de papel tratando de controlar nuestras lagrimas?-

 

-¿Qué tal una sesión  de baloncesto y cervezas?-

 

-eso es tentador, ¿pero que no tenias que recoger a los padres de Bella?- levante la vista al ver que la puerta se abría, mi hermosa gatita portaba una bandeja de comida, aunque no tenía hambre de comida precisamente.

 

-Bella quiere ir sola, tiene que darle una noticia a sus padres y entiendo que quiera algo de privacidad.-

 

-¿Qué noticia?- le sonreí a mi gatita, ella se acerco y puso la bandeja en la cómoda, iba a irse pero yo la tome por la mano para detenerla.

 

-no me cuentas tus secretos y quieres que te cuente los míos- dijo divertido

 

-¡vale! Lo pillo, esa sesión de chicos será muy larga ¿cierto?-

 

-nos vemos a las dos en el polideportivo-

 

-yo llevo las cervezas- corte la llamada y lance el teléfono hacia ninguna parte de la cama, tire de mi Chica, cayo sobre mi y no perdí tiempo en devorar sus labios.

 

-te aseguro que no soy un oso perezoso, lo que pasa que me dejaste molido gatita, debiste de haberme despertado- ella me sonrió e increíblemente se sonrojo.

 

-te veías adorable dormido, no quise molestarte- ella se sentó sobre mi regazo, seria tan fácil tumbarla y hacerle el amor de nuevo, pero me resistí.

 

-¿adorable?....jamás me habían descrito de esa forma.....¿que tal sexy?- moví mis cejas picaronamente, ella se rio de nuevo, amaba esa risa, en el poco que tengo de conocerla ninguna vez la había escuchado reír, me aria la encomienda de provocar su risa lo mas posible.

 

-si, estabas muy tentador tendido sobre mi cama, creme que me costo dejarte sexy, pero necesitaba llevar a Nate a casa de su amiguito- ¡tripe mierda!, ¡el niño!, dios todo poderoso hasta ahora pensaba en el niño, estaba seguro de que había palidecido, anoche no me detuve a pensar en que el niño nos pudo haber pillado en la faena.......pero quien puede culparme, jamás había follado con una madre....una madre súper sexy eso si, pero aun así no tengo justificación para haber venido aquí y no haberme preocupado mas por el entorno de Amaia, después de todo esta era su casa, levante la vista hacia la puerta, pensando que en cualquier momento Nate entraría y me pillaría en la cama de su madre.

 

-así que ¿Nate.....-

 

-Hoy es cumpleaños de un amiguito, irán de excursión al zoológico no regresara hasta mas tarde- ambos nos quedamos en silencio ¿ahora que?

 

-¿Ian....-puse mi dedo sobre sus hermosos labios, tenia miedo de lo que fuera a decir, no teníamos que apresurarnos.

 

-necesitamos hablar gatita......tomaremos las cosas con calma ¿ok?- ella asintió pero podía ver su preocupación, sus grandes ojos reflejaban cuanto le preocupaba esto.

 

-tengo miedo.....por mi....por Nate- le di un beso y la abrace con fuerza.

 

-Lo se.....solucionaremos esto, tranquila, esta noche crees que alguien se pueda quedar con Nate?- estaba dispuesto hasta hablar a las mas prestigiosa agencia de niñeras si fuera necesario, pagaría lo que sea. Pero no hizo falta mi chica asintió con la cabeza

 

-te invito a cenar esta noche, hablaremos y pondremos las cartas sobre la mesa ¿qué te parece?, encontraremos una solución, pero no me pienso dar por vencido sin luchar- dije con convicción, ella me recompenso con una sonrisa y un gran beso.

 

-esta noche tendremos una cita- dijo después cambiamos de tema, sabíamos que nuestro futuro juntos dependía de un hilo muy fino, pero estaba seguro de encontrar un camino a seguir, siempre lo había hecho, si de algo estoy seguro es que siempre hay opciones, la encontraría, era a lo que me dedicaba, encontraría una manera, pero no renunciaría a Amaia, no renunciaría a esto, jamás había estado en la cama de una chica sin follar, sin hacer otra cosa que dejarla alimentarme, me asustaba hasta los huesos, pero quería esto y lo obtendría. 

Capítulo 36: JUEGOS PELIGROSOS Capítulo 38: PANICO

 
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