LO QUE VEZ ES LO QUE SOY +18

Autor: odet_Swan
Género: + 18
Fecha Creación: 08/07/2014
Fecha Actualización: 04/11/2014
Finalizado: NO
Votos: 28
Comentarios: 102
Visitas: 76808
Capítulos: 40

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MI BLOG: εїз Mis Aventuras Twilight εїз 
 

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Isabella Swan, joven Doctora, brillante, ingeniosa aunque un poco molesta con la vida, se ve arrastrada a un mundo que jamás imagino por el Abogado Edward Cullen, hombre misterioso que despierta en Bella cosas que jamás imagino que sentiría por un hombre,  sin poderlo evitar sucumbe a la atracción que el ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Edwad empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.

 


Recuerden que esta historia esta basada en el libro de Pideme lo que quieres.

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Capítulo 38: PANICO

HOLA CHICAS HERMOSAS AQUI LES DEJO UN NUEVO CAPITULO ESPERO LES GUSTE, QUIERO DEDICARSELO CON TODO MI AMOR A MI TIGRESA MAYA, "GRACIAS AMIGA POR TENERME INFINITA PACIENCIA Y POR SIEMPRE ESTAR AHI PARA AYUDARME" BESOS

 

 

 

 

POV EDWARD

Me estacione en la entrada del polideportivo, Ian estaba recargado en su Aston Martín con su bolso deportivo en mano, como lo predije dudaba que con este tiempo mi amigo anduviera en su moto, era un loco, pero no tan loco, desde ayer el clima estaba más frío que lo normal, la agua nieve de esta mañana dificultaba mucho los caminos, Bella se había negado a que el chofer fuera con ella al aeropuerto a recoger a sus padres, la cabezona se empecino en conducir, así que se llevaría mi Lotus, no confiaba para nada en esa cosa que llamaba auto, le dije que solo me dejara en el polideportivo y más tarde Ian me daría aventón a casa, apenas y me estacione Bella salto del auto y se apresuró hacia nuestro amigo.

-¡Ian!- Llego a su lado, no escuche muy bien lo que él le contesto, tomo a mi chica por los hombros le dio la vuelta bruscamente y comenzó a empujarla hacia el auto. Yo disimule mi risa mientras sacaba mi bolsa del maletero.

-Ian....no seas animal- le gruño ella, pero mi amigo no se amínalo.

-te dije que estoy bien, y no estoy de ánimo para lidiar con tus hormonas preocuponas hermanita, vuelve al auto antes de que. Te conviertas en una bellapaleta- mi prometida "que bien se escuchaba eso" MI PROMETIDA, le iba a gruñir pero Ian no la dejo, la empujó hacia mis brazos y yo más que feliz la recibí.

-eres un Idiota, Ian, no sé porque, me preocupe.....- Ian le dio un beso en la mejilla, antes de girarse y caminar hacia el polideportivo, casi en la puerta giro su cabeza y grito.

-te preocupas por mi hermanita, porque me amas, y sin mi tu vida seria aburrida- triunfante cruzo la puerta y yo no puede aguantar más las ganas de reír. Mi Bella me fulmino no la mirada así que decidí callarme.

-es......te juro que a veces me dan ganas de.....-

-¿matarlo?-

-¡Si!-

-es el efecto Ian, cariño, no dejes que te afecte, ahora mejor ponte en marcha con este mal tiempo no quiero que aceleres- le di un beso y la ayude a entrar en el auto.

-te amo, futura señora Cullen- ella sonrió y se sonrojo, desde esta mañana no me podía resistir

 

-yo también te amo- en cuanto perdí de vista el auto, entre en polideportivo, me fui directamente a los vestidores, cuando entre y no vi a mi amigo súpe que ya estaba en la cancha, no me daría prisa, este tipo de terapias entre Ian y yo eran como ir a un confesionario, necesitamos sacar lo que teníamos dentro o no podríamos avanzar, esto era incluso mejor que ir a un psicólogo, nos funcionaba bien.

 

Por ser casi navidad el polideportivo estaba casi desierto, esto era incluso mejor, muchos de los hombres y mujeres que venían aquí eran conocidos de Ian y míos, y muchos eran también conocidos de juegos, así que entre menor gente hubiera, más tranquilos estaríamos.

 

Cuando llegue a la cancha Ian estaba calentando, yo comencé hacer los mismo, ninguno de los dos dijo, nada, el ambiente era tenso y relajado al mismo tiempo, ambos sin duda estábamos tratando de lidiar con nuestros demonios internos, después comenzamos a jugar, y todo en silencio, no sé cuánto tiempo paso, me tocaba el balón a mí, Ian estaba tratando de taparme el paso, pero lo esquive, anote dos puntos, y no es que lleváramos la cuenta, era como un ejercicio y no habría un ganador, fui a recuperar el balón  y se lo lance a Ian

 

-ayer deje que un hombre me tocara- le solté, Ian se quedo estático en su lugar por un segundo, su rostro era inexpresivo, mi amigo mejor que nadie sabe cuáles eran mis limites en los juegos, ambos hemos experimentado cosas que la mayoría de los hombres ni siquiera han oído hablar, y hay cosas que hemos hecho que jamás le contare a Bella, la perturbaría. Sé que esto del morbo la tienta, pero hay juegos que jamás dejare que ella juegue. Después de lo que parecieron horas el comenzó a botar el balón y a aproximarse a la canasta, yo lo bloquee pero el anoto dos puntos.

 

-¿y cómo te lo estas tomando?- pregunto al fin, tomo el balón y me lo lanzo.

 

-Ella me afecta de formas que jamás pensé que lo haría, si alguien me hubiera dicho que yo dejaría a otro hombre tocarme……-negué con la cabeza, ayer no podía creer lo que había hecho, pero el ver la mirada de pasión de Bella me encendió, quería complacerla, era lo único que pensaba cuando acepte su petición, pero al final termine disfrutándolo, daba igual si el que estaba entre mis piernas era un hombre o una mujer, todo lo que me importaba era mi mujer, verla disfrutar. Quiero ser todo para ella al igual que ella es todo para mí.

 

-se dé que hablas- él se adelanto para arrebatarme el balón, pero lo esquive a tiempo, hice un doble giro a la derecha y lance, -hay cosas que a estas alturas jamás pensamos hacer, los tiempos cambian Edward, y creo que también es momento de cambiar nosotros ¿no lo crees?-

 

-¿me contaras lo que te pasó a noche?-él se inclino y puso su manos en sus rodillas tomando aliento, con tanto esfuerzo ya estábamos, sudorosos y jadeando, era bueno quemar energías de esta forma

 

-una mujer- se enderezo y fue tras el balón –todo lo malo que le pasa a un hombre siempre es por culpa de una mujer- lo dijo muy serio, de hecho hasta ahora me daba cuenta que no mostraba su habitual sentido del humor, me sentí culpable por no haberme dado cuenta antes.

 

-¿y me dirás el nombre de esta mujer?- me lanzo el balón y yo se lo regrese él lo tomo y comenzó a recorrer la cancha, lanzo con fuerza y el balón reboto en fuera de la canasta.

 

-¡Esto es una mierda! ¿Sabes?- dijo casi gritando, con los brazos extendidos -¡No se qué hacer!, ¿puedes creer eso? Por primera vez en mi maldita vida no tengo la menor idea de que hacer para no cagarla- sentía pena por él, en un momento dado yo sentí lo mismo con respecto a Bella.

 

-No hay un manual para eso Ian, meterás la pata de eso no hay duda- tome el balón y se lo lance con fuerza el lo tomo –pero lo importante aquí es, que estés dispuesto a intentarlo, si esta mujer significa mucho para ti ¿Qué te detiene?-

 

-¡Muchas cosas Edward!- grito, arrogo el balón y camino hacia las bancas, tomo una toalla y se seco el sudor, después tomo un botellín de cerveza me lanzo uno y el rápidamente de un trago se tomo el suyo

 

-¿Qué es lo que te preocupa tanto Ian? ¿Qué se asuste? ¿Qué no comprenda nuestro estilo de vida?-

 

-ella me importa ¿vale?  Y si tengo miedo de todo eso, que pasa si se da la vuelta y corre y si…….-

 

-esos “y si…” son el problema Ian,  tienes que hablar con ella, mostrarle quien eras…..tienes que ser tu, si piensas que cambiar ara que ella te acepte estas muy equivocado- yo intente alejar a Bella de mi lado porque no quería perjudicar su vida, ahora me daba cuenta de mi gran error, mi chica me ama tal y como soy.

 

-¿Qué pasa si yo no quiero meterla en mi estilo de vida?-

 

-entonces no lo hagas, son cosas que tienes que hablar con ella- a mi punto de vista ambos tenían que llegar a un punto medio, -Hay cosas que no pienso permitir que Bella intente, Ian tú lo sabes, debe de haber algo más que no me estas contando- el desvió la mirada a la chancha, de repente se puso de pie.

 

-Ahora regreso- dijo y salió rumbo a los vestidores, conocía a mi amigo como la palma de mi mano, sabía que algo no andaba bien, pero no le presionaría si no quería contarme, cada uno tiene derecho a guardar  alguno que otro secreto, pero si el se decidía a pedir mi ayuda aquí estaría él lo necesitara. Como el siempre decía, las mujeres podrían ir y venir, pero los amigos son para siempre, solo esperaba que esta mujer fuera lo que mi amigo necesita para sentar cabeza. Me encantaría que el cociera la felicidad que Bella me da.

 

 

POV IAN

 

 

-"Maldición".........¿porque me pasa esto a m?- grite con exasperación, ni arrojándome agua en la cara lograba despejar mi mente.-¿preocuparme?, claro que tengo muchas cosas de las que preocuparme, "pero ya sabias esto ¿no? eres un Idiota Ian-

Como si fuera tan sencillo  solo hablar de cambiar mi estilo de vida, el que Amaia conozca los juegos que me gustan es el menor de los problemas, ella no es igual a las demás mujeres que conozco, ella no es la mujer que necesita diversión por un día, eso ya lo sabía, ella no es el estilo de mujer que necesita juegos morbosos cada noche, tal vez me pueda adaptar a eso, pero mi vida daría un giro de trescientos sesenta grados, Amaia no solo era una mujer normal que tenía un trabajo y esas cosas, estamos hablando que de por medio esta un niño, ¡Joder!, ¿Cómo me había olvidado del niño? La culpabilidad todavía me corroía, anoche fui a su casa a buscarla, casi la follo en la cocina, no recuerdo haber sido muy silencioso en el baño y no pude acordarme del Niño en ningún momento hasta esta mañana que su madre lo menciono, ¡por dios!, ni siquiera el nombre me sabia, investigue todo de su vida, menos el nombre de su hijo, mire mi reflejo en el espejo

-eres un jodido hijo de puta Ian-

-se siente usted bien señor- pregunto un hombre que venía saliendo del cubículo

-¿usted cree que estoy bien?- le pregunte exasperado, el me vio con cara de estar demente, me di la vuelta para encararlo

-¿Necesita algún médico señor?-

-¿tiene hijos?- pregunte ignorando su pregunta

-N...no señor....¿está seguro que no necesita ayuda?-

-¡claro que necesito ayuda! ¿Qué no ve?-El pobre hombre retrocedió unos pasos como si yo tuviera lepra, en eso entro otro hombre y antes de que pudiera hacer o decir algo.....lo intercepté

-¿usted tiene hijos?-  ese hombre me vio con cara de que le estaba hablando en otro idioma y negó con la cabeza

-¡Joder! ¿Qué soy el único padre aquí?- grite exasperado- ¿y como se supone que debo de enfrentar esto?- comencé a caminar por la habitacions

-un hombre por lo general tiene nueve meses para aceptar la idea de ser padre, yo apenas tengo horas para enfrentarme a eso y tendré un niño que hasta ya camina-

-¿Como se supone que uno supere eso he? Mi mejor amigo habla de no tener miedo a  una relación, que cambie mis hábitos sexuales, pero ¿Cómo se supone que trate con un niño?- me encogí de hombros, está a punto de soltarme a reír, -claro que mi amigo no sabe nada del niño porque no se lo he contado, pero como no tiene hijos dudo que pueda ayudarme-

-Se..ñor.......yo creo que debería tranquilizarse- dijo uno de los dos hombres.

-es fácil para usted decirlo, no tiene hijos, ¿sabe lo que se me viene encima?-

-tendré que enseñarle cosas.......¿qué cosas?.....si ya sabe caminar, cantar no es lo mío y creo que es muy pequeño para los deportes, ¿que pasara cuando se enferme?¿la escuela? ¿y si no nos llevamos bien?-Me sentía como un león en una jaula, sentía que las paredes se serraban a mi alrededor- jamás en mi vida había tenido un ataque de pánico, pero creo que estaba apunto, si no podía congraciarme con el niño, perdería Amaia, y no quería eso, quería intentarlo, pero no sabia como.

-señor, si me deja agregar algo- interrumpió el segundo hombre que era la primera vez que hablaba

-Adelante, otra cosa que agregar a mi lista de problemas ¿que mas me faltaría?-Pregunte con Ironía

-no soy padre.......pero he escuchado, que todo esos problemas que usted menciona, se verán compensados cuando ese niño le llame "papa"....¿no cree?-Me quede helado al escuchar la afirmación del hombre a mi mente llego una pequeña vocecita que decía......."Así papa", "Vamos a jugal papi" Solo el imaginar que un pequeño me llamara así me hacia estremecer, Un pequeño del cual sería responsable, que tendría que educar y proteger, pero sobre todo querer

-Papa- repetí la palabra en voz alta.....

-esos pequeños torbellinos podrán sacarnos de las casillas......pero al final del día debe ser fantástico que veas al dormir a ese pequeño y sepas que tu eres responsable de esa sonrisa ¿no crees?- dijo el hombre y por primera vez sentí como toda la presión que pude haber tenido en un momento antes se esfumaba

-papa- repetí como no creyendo lo que decía, recordaba los momentos que viví con mi padre, ese hombre era mi héroe......¿podría ser yo eso para ese niño? seamos sinceros no soy el mejor de los ejemplos, pero hace unos días jamás pensé que me enamoraría, ¿podría hacer? un niño es mucha responsabilidad.. ¿yo quiero esa responsabilidad? entonces la respuesta llego sola...........!SI podría!, me esforzaría por ser lo que mi padre fue conmigo

-Gracias- me acerque al primer hombre y lo abrace, al instante se alejo, el segundo si acepto mi abrazo y correspondió

-Buena suerte amigo, estoy seguro que será buen padre-

-eso espero yo también-después de palmearle el hombro salí decidido

Con una perspectiva diferente regrese a la cancha, Edward estaba lanzando solos a la canasta, y no fallo ningún tiro, podrán pasar los años pero seguirnos siendo buenos en esto, cuando me vio, sonrió y me lanzo el balón, yo lo acepte y desde media cancha lance y acerté.

-Esta mujer me importa, sé que no te he dicho el nombre, pero creo que es porque todavía no me siento seguro con respecto  a mi relación con ella- Edward asintió con la cabeza, -estamos en el plan inicial, donde apenas necesitamos preguntarnos por nuestros segundos nombres o cual es el color favorito, no sé si esto funcionara, pero quiero intentarlo- Edward tomo el balón y me lo volvió a lanzar.

-soy tu hermano Ian, somos hermanos de locuras  y de experiencias, unas buenas y otras malas, pero aquí estaré si lo necesitas, Bella a noche se sintió culpable porque pensó que te obligo hacer algo que no querías, yo recuerdo que después de conocer a Bella no podía desear a nadie más, es eso lo que te paso ¿no es cierto?-

-hablare con mi hermanita, ella no tiene la culpa de nada, yo soy el idiota aquí-

-anoche le propuse matrimonio- yo lo mire asombrado, ese era “el súper paso”, me alegraba por mi amigo, se merecía ser feliz y mi hermanita era una gran mujer,

-pensé que solo vivirían juntos- me encogí de hombros y después comencé a reír –al parecer es una buena cosa haber visto a mi hermanita esta mañana, eso me dice que ella ha aceptado tu proposición, de no ser así, ahora estaría volando a la Antártida- al parecer si algo tenía en común con mi hermanita Bella era los ataques de pánico, aunque esta era la primera vez que tenia uno. Edward también rio ante mi afirmación

-ayer pensé que saldría corriendo por el parque, ya estaba preparado para noquearla si lo intentaba, tenía planeado amarrarla a nuestra cama hasta que dijera si- Edward se puso serio –el secreto es, no dejar que te digan no, las cosas se ponen feas en ocasiones, más que nadie tu nos has visto discutir, ya sea por algo grande o pequeño, tu no dejes que esa mujer te diga no, no la dejes escapar si es lo que deseas- yo asentí con la cabeza, pero no quería seguir hablando de mí, no quería tener otro ataque otra vez

-¿y para cuanto tengo que preparar la despedida de soltero?-

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"respira" me sentía extraño, y estúpido, parecía un chico en su primera cita de amor, era una tontería mi subconsciente lo sabia pero no podía evitarlo, la plática con Edward esta tarde me sirvió mucho, con el baloncesto había eliminado algo de la tención de mi cuerpo, pero aun asa seguía nervoso, ahora me encontraba en la entrada del edificio de mi chica, tenía un plan para esta noche, solo esperaba que todo saliera según lo planeado, Edward tenía algo de razón, necesitaba mostrarme yo y no pretender ser alguien más, Amaia tenía que ver al verdadero Ian, no al abogado de negocios experto en mujeres, además mi gatita no era como las mujeres de mi entorno diario, toque el timbre y espere, esta tarde hable con ella por teléfono, quedamos que sería algo casual, yo la esperaría aquí abajo, al principio me sentí mal porque no me permitiría subir, pero me dijo que ahí estaría Nate y que primero teníamos que hablar antes de dar el siguiente paso, respetaba eso, entendía su preocupación y en cierta forma era lo mejor, si yo subía dudaba mucho que lográramos salir después, Me conozco muy bien y sé que al verla le hubiera saltado encima como un depredador, el recuerdo de ella, sus besos, sus manos en mi cuerpo, todo me encendía. cuando la puerta delantera se abrió, contuve la respiración, mi chica salió y me dedico una hermosa y tímida sonrisa, cualquiera que la viera dudaría que tras de ese semblante de mujer seria y responsable se escondía una mujer sexy y apasionada y era toda mía.....sonreí con suficiencia, ella era toda una tigresa y me encantaba que solo conmigo mostrara esa faceta, aparte de un manotazo la idea de que otros hombres estando antes que yo, eran pensamientos mal sanos que despertaban mis instintos asesinos, pero tenía que comprender que ambos teníamos un pasado así que teníamos que caminar de aquí para delante, no contaba nuestro pasado o las parejas que hubiéramos conocido, solo nuestro futuro, abandone mis pensamientos cuando ella cerró la puerta y bajo los dos escalones, no lo dude dos veces y la abrace, estrelle mis labios con la ansiedad que sentía en ese momento, y mi pasión fue completamente correspondida,

-Hola- susurro una vez que nos separamos ambos estábamos jadeando

-Hola nena- le sonreí, -te extrañe- me aparte un poco para recorrer su cuerpo con la mirada, me encantaba todo en ella, estaba vestida con pantalones vaqueros negros, botas altas, una chaqueta color vino, su cabello estaba suelto, deje mis cabellos se deslizaran por sus sedosos risos, no estaba demasiado maquillada ella no lo necesitaba, me encantaba su naturalidad—

-¿estás lista?- por un breve instante pude ver en sus ojos algo de incertidumbre, temor, preocupación, no supe en realidad bien lo que era, fue solo un breve instante, ella asintió con la cabeza, le sonreí en respuesta, me sentía un poco mejor la saber que no era el único nervioso, casi sin pensarlo, le ajuste un poco más la bufanda que llevaba, estos días estaba haciendo más frio de lo normal, me hubiera gustado traerme el auto, pero no quería hacerla sentir incomoda mostrándole mi Aston Martin, ahora maldigo el momento en que lo compre para impresionar a las mujeres, quería mostrarme tal cual soy, así que he traído mi Harley, se que estaba haciendo frio, parecía tonto usar una moto con este clima, pero no iríamos lejos, además si el tiempo empeoraba más tarde podría dejar la moto en el restauran de Manolo y regresar en taxi.

 

La tome de la mano y nos encaminamos a mi moto

 

-bonita- dijo mi chica al verla, yo le sonreí, tome el casco y se lo puse, ella sola podría abrochárselo, pero este era un buen pretexto para tocarla y dios es testigo que necesitaba tener mis manos sobre ella regularmente -creo que desde la universidad no me he subido en una moto-

-no te preocupes Gatita, deja todo en mis manos que estas con un profesional- le guiñe un ojo, las motos eran lo mío, no había duda, me subí y después le ayude a ella, me abrazo con fuerza, y recostó su cabeza en mi espalda, que bien se sentía estar así. No tardamos mucho en llegar al restauran, no era muy lujoso, era acogedor, familiar, el dueño era amigo de la universidad de Edward y Mío, seguido veníamos aquí solo para pasar el rato, además tenía una colección de vinos excelente, sin contar que lo Italiano era perfecto para crear un ambiente romántico y acogedor, o eso es lo que leí, en todo caso espero que funcione. No es un secreto que ni yo ni Edward somos expertos en esto del romance, pero estamos aprendiendo, bueno si Edward pudo, yo también podré,

 

-es hermoso- exclamo mi chica cuando entramos, era genial, al entrar era como transportarte. A Italia, todo el ambiente era relajado, la música, la decoración, los meseros, todo era como transportarte a otro país, Manolo era un genio, cuando creo esto, tome a mi chica de la cintura y nos guiaron a nuestra mesa, era solo para dos personas en un lugar apartado, necesitábamos intimidad. Le ayude a mi chica a sentarse y pedí una botella de vino tinto, no podías comer comida italiana sin un buen vino, cuando el camarero se retiró tome la mano de Amaia y le sonreí

 

- A este paso, vas a tenerme rendida a tus pies, antes de que acabe la velada-bromeó mi gatita mirándome con sus hermosos ojos que reflejaban felicidad-

-sólo pretendo que me conozcas, quiero mostrarte al verdadero Ian -acaricié su mano sin desprender nuestras miradas- No al frío abogado mujeriego e insoportable que finjo ser tras esa mascara-aseguré contundente pero muerto de miedo por los nervios, que intentaba mantener a raya

 

-Me encantaría seguir conociéndolo, aunque en nuestras pequeñas charlas en el gimnasio descubrí que no eras el tonto que pensaba- fruncí el ceño aparentando enfado, logrando que una risa escapase de sus labios-. Vamos tigre, reconoce que tu actuación en el hospital y nuestro primer encuentro en el gimnasio, fuiste demasiado Casanova y seductor, lo que más odio en los hombre, menos mal que luego cambiaste el chip-rememoró divertida y no me quedó de otra que unirme a sus risas pues tenía toda la razón, estaba en mi pose seductor quita bragas. fuimos interrumpidos por el camarero, que nos trajo el vino, poco después pedimos la comida, de repente no se porque senti que el ambiente había cambiado, Amaia me tomo de la mano y se removio incomoda en la silla.

-Ian.....- carraspeo nerviosa y yo me puse tenso, trate de hacer a un lado mis miedos al verla ponerse tan seria "No entres en pánico" me dije a mi mismo

-Anoche......Anoche no usamos protección-

aguante la respiración, !Joder!, esto sí que no me lo esperaba, es mas ni había pensado en eso, !Maldición!, "si serás Idiota Ian" además no pude evitar sorprenderme, no recuerdo jamás haber estado con una chica sin usar condón, por muy bien que conociera a esa chica, y no pude contener una pequeña sonrisa, por extraño que pareciera si hubiera sido en otras circunstancias estaría comenzado a subirme por las paredes, pero tan solo bastaba ver los hermosos ojos de la mujer que tenía enfrente de mí para que no me importara, ella era diferente,

!Señor! mi corazón comenzó a latir con fuerza, no me preocupaba el hecho de que tuviera alguna enfermedad, ella era enfermera, además anoche aunque se mostro muy apasionada, yo se a ciencia cierta que hace tiempo que no esta con alguien, un hombre puede darse cuenta de eso, y estoy seguro y me apostaría mi preciosa moto a que mi gatita tiene tiempo que no tiene relaciones, por otro lado podría quedarse embaraza, estaría estallando en cólera ahora, seria la reacción que tendría pero extrañamente no me importaría

"Santo Infierno!" !Amia podría haber quedado embarazada, y en lugar de preocuparme estoy con una estúpida sonrisa en la cara pero ver la preocupación en el rostro de mi chica me hizo reaccionar

-Amaia.....yo me hago pruebas regulares- tome una respiración profunda, se que anoche le dije que yo acaba de estar con alguien pero quería asegurarle que siempre he sido cuidadoso

-siempre he utilizado protección- apreté mas fuerte su mano, le asegure a ella y le di un dulce beso en los labios

- si anoche lo olvide, fue porque tu lograste encenderme como nadie lo ha hecho- ella sonrió y se sonrojo

-yo...-trato de hablar pero la silencie, necesitaba decirle esto, necesitaba que entendiera que ella era especial

-y si esto trae consecuencias.....si tu quedaste embarazada- mire su vientre, y no pude evitar sonreír, el tener un pequeño mini yo, no me asustaba tanto ahora

 

-lo enfrentaremos juntos.....para eso estamos aquí Nena, para encontrar un punto medio y esto funcione-

-hay muchas cosa de que hablar Ian, tengo miedo......por mi y por Nate- trate de tranquilizarla pero ahora fue el turno de ella para impedirme hablar

 

-yo hace dos años que no estoy con nadie - ¿dos años? no pude evitar asombrarme, sabía que tenía tiempo pero ¿dos años?. !Joder! yo ya hubiera tenido una convulsión espontanea.

 

-como comprenderás no tomo nada- yo todavía no podía salir de mi asombro, ¿dos años? era increíble, si otra persona me hubiera dicho esto me habría soltado a reír a carcajadas, ella me tomo más fuerte de la mano -pero te juro que en estos momentos no estoy en mis días fértiles, así que no corremos riesgo de que haya quedado embarazada-el escuchar el miedo en su voz me hizo reaccionar

-si ocurriera Amaia, no me importaría- le asegure, ella me sonrió -te juro que estoy hablando en serio, quiero que esto funcione, en mis sueños más locos pensé que me encontraría en esta situación pero quiero intentarlo-

-yo.....- mi gatita se puso más tensa, yo apreté su mano para animarla a continuar, necesitaba que me dijera lo que pasaba por esa cabecita suya y esperaba que sus planes fueran iguales a los míos, -yo quiero intentarlo también, pero hay tantas cosas......no creo que quedarme embarazada ahora sea buena idea, es muy rápido-

Yo no pude evitar que la decepción me embargará, yo creo que ella lo noto, porque soltó mi mano y me tomo por las mejillas

-estoy dispuesta a intentar tener una relación contigo Ian, pero no podemos adelantarnos o apresurarnos, ya no soy solo yo, tengo una niño que depende de mí-

Pasó una de sus manos por mi barbilla, mi cuello, la sensación de sus manos era maravillosa y estaba haciendo mi cuerpo reaccionar, pero me ordene tener control, no era momento

-tengo miedo Ian, por mí, por Nate-

-yo lo sé-me apresure a tranquilizarla -pero quiero estar contigo y quiero están con Nate, no se mucho de niños, pero he de ganármelo a toda costa, aprenderé-

-lo que menos quiero es hacerles daño a ti o a tu hijo-

Ella me sonrió,

-por eso digo que no tenemos que adelantarnos, necesitamos tomar las cosas con calma y ver hacia dónde vamos........mañana aré una cita con mi medico si es que tú no quieres usar los condones- ella se sonrojo mucho esta vez cuando afirmas - o es que se nos llegan a olvidada otra vez-

 

-lo más seguro es que se nos vuelvan a olvidar- ambos sonriamos, sentí como nos relajábamos, ya habías todo una barrera, ya habíamos tenido la charla responsable sobre enfermedades y probables embarazos, ahora pasemos a otro asunto.

-Háblame de Nate- ella se tenso un momento, algo brillo en sus ojos, pero no supe identificar que fue. -¿su padre….?- no sabía ni como plantar la pregunta, ella tomo un sorbo de vino, se veía nerviosa.

-no sé quién es el padre de Nate- no pude evitar mi asombro, por mi mente cruzaron varias, probabilidades, a lo mejor fue un encuentro de una noche, era lo más lógico, yo no dije nada, porque no sabría que decir.

-Es una larga Historia, de muchos detalles te enteraras poco a poco, a Nathan, lo adopte, la mujer que lo tuvo lo abandono, me enamore del pequeño en cuanto lo vi por primera vez, era tan pequeñito e indefenso- se me encogió el corazón al escucharla, me entro una oleada de rabia contra esa mujer, no entendida porque hacían eso, ni los animales dejaban a sus crías, total si no querían hijos, podrían hacer todo lo posible para evitarlo. –ella se drogaba y Nate estuvo muy enfermo, incluso ahora le quedan las secuelas, en esta temporada le afecta la vías respiratorias-

-eres una mujer admirable nena- ella me sonrió pero pude ver sus ojos llenarse de lagrimas pero parpadeo para contenerlas –no te voy a negar que fue difícil, yo soltera, tratando de que los servicios sociales no me lo quitaran, con lo frágil y enfermo que estaba, tenía miedo de perderlo, pero salimos adelante, no me arrepiento de nada, amo a Nathan con todo mi corazón aunque no sea su madre….-

-Eres su madre Amaia- la interrumpí, no me resistí  y la abrace –una madre o un padre no lo hace el lazo de sangre- para muestra estaba mi amigo y Carlisle, el maldito hombre que no le importa su familia

-Nate es lo más importante para mí, renuncia a todo por el, yo entiendo que muchos hombres no se acercaban a mi por tener un niño pequeño…….- le tape la boca, no quería escuchar nada de ella con otros hombres

-yo de verdad quiero ganarme a Nate, entiendo lo importante que es la familia- sonreí a recordar a mis padres soy hijo único y he tenido unos fantásticos padres, en todo caso yo soy la oveja negra, y Edward es como mi hermano,

-no voy a andar en tu pasado, aceptare todo lo que tú quieras contarme, y te contare todo lo que quieras saber de mi, todavía hay muchas cosas de las que hablar, no tiene que ser todo esta noche- ella me sonrió –háblame de Nate, cuéntame de él, te seré sincero no tengo nada de practica con niños así que aceptare toda la ayuda que puedas darme-

-debe ser un niño listo como su mama- afirme, Mi chica me sonrió y me tomo fuertemente de la mano

-esto es importante Ian.....Nate es mi vida y quiero que lo entiendas-me sonrió tímidamente

-lo sé gatita, por eso quiero ganarme a tu hijo, pero necesito saber más de el- le asegure -además con una mami tan guapa debe ser celoso- ella sonrió con cariño

-Mi Nate es un niño muy listo y de hermosos sentimientos- dijo ella con orgullo-va a clases de carate, le gustan las mascotas y le encantan las galletas de chocolate-

-tres cosas, sencillo, puedo recordarlo, me será de ayuda todo lo que me digas gatita, no es fácil ganarse a un crió-

-Le encantan los aviones- continuo ella

-las alturas no son lo mío- dije, también que íbamos, porque no los carros o las motos de ese tema si sabía ¿aviones?, no, definitivamente ahí me agarraban en curva, Mi chica rió......

-¿de verdad quieres hacer esto?- pregunto cambiando esa hermosa sonrisa por una sonrisa seria

-lo de los aviones no ya te dije que le temo las alturas- intente bromear para tratar de restarle tensión a este asunto sabia que para ella tampoco era sencillo, esto definitivamente no era fácil para ninguno y si no lo hacíamos bien el que pagaría con esto es el niño necesitaba esforzarme

-Todo saldrá bien gatita ya lo veras- le dije abrazándola y dándole un beso en la coronilla-Me ganare a Nate. ¡ te lo prometo!-

-de eso no tengo dudas- dijo ella con tristeza -¿que pasa si esto no funciona?.- la separe de mi para tomar su rostro entre mis manos -tengo miedo que al final desaparezcas y Nate y yo suframos por este error-

-No voy a ir a ningún lado Gatita- de di un beso tierno en sus labios

-Te prometo que todo va a salir bien-

.

.

.

Seguimos platicando por varias horas, de las cosas que nos gustaban y de lo que teníamos en común, no recordaba haber hecho esto con alguna mujer, por lo general era una copa y después a lo que ambos íbamos, a los juegos, o cuando era una cena de negocios, era solo eso, de ahí en más, no recordaba habérmela pasado también con ninguna otra, pero tenia un plan esta noche, era demostrarle a Amaia que podría ser el hombre que ella necesitaba, pero eso sin dejar de ser yo y no podría demostrárselo de otra forma que haciendo algo que le mostrara una parte de mi……

Así que pedí la cuenta, la tome de la mano y la guie a la puerta, pero no salimos la empuje hacia un costado a un pasillo que yo sabía que estaba ahí, esta era la razón por la que había escogido este restauran, tener amigos que les gustaran los mismos juegos que a ti era una ventaja.

-¿Ian……?-pregunto mi chica, pero no le conteste, seguí caminado, ella nunca se resistió, unos metros más adelante estaba una gran puerta de madera antigua, la empuje y nos arrastre dentro, apenas y entramos al empuje contra la pared, cerrando la puerta de una patada,

-¿Qué..?- estrelle mis labios con los suyos, ella no se resistió, la habitación olía a fresco a roble, era la habitación de los vinos, por lo general cuando queríamos jugar nos íbamos al despacho de Manolo, estuviera el ahí o no, pero no quería llevar  a mi gatita  a ese escritorio donde me había follado a tantas otras, ni tampoco estaba seguro si la compartiría con alguien o no, todavía no llegaba a esa parte con Amaia, por el momento era toda vía, además compartir una pareja no era la única forma de jugar, es por eso que esta mañana que hable con mi amigo, le advertí que utilizaría este lugar, se extraño claro, pero no hizo más preguntas,

Separe los labios de mi chica un momento, deje nuestras frentes unidas, ella había enredado sus brazos en mi cuello, y una de sus piernas en mi cadera, definitivamente si era una gata salvaje, mi chica era tan apasionada.

-¿dime algo que te guste? Cualquier cosa- ella me miro confundida, sus labios hinchados, sus ojos brillando de pasión.

-No entiendo-

-Cualquier cosa Gatita, nombra cualquier cosa- le mordí el lóbulo de la oreja y ella se estremeció.

-Ro….rojo- susurro, introduje una mano por debajo de su blusa de seda y de su sujetador y tome uno de sus pezones entre mis dedos, ella jadeo del asombro,

-repítelo- le ordene y pase mi otra mano por su fantástico culo y lo apreté contra mí, sabía que ella podía sentir mi excitación en su vientre.

-Rojo-saque mi mano de debajo de su blusa y la tome por la barbilla, me incline un poco, haciendo que mi miembro quedara entre sus muslos, gire un poco las caderas restregándome en contra de ella, mi gatita emitió un gemido que bien podría pasar por un ronroneo.

-esa es tu palabra Nena, si algo de lo que yo haga no te gusta tienes que decirla y parare de inmediato ¿entiendes?- ella asintió con la cabeza, pude sentir que se tenso un momento, pero yo volví a girar mis caderas y apretar su culo nuevamente,

-no tengas miedo gatita, estas a salvo conmigo, pero quiero que quede claro que eres mía- le bese una mejilla con ternura –tu cuerpo es mío Gatita- tome uno de sus labios entre mis dientes y tire de él con algo de fuerza, ella gimió más fuerte,

Había experimentado en mi vida muchas cosas, he probado demasiados juegos, pero ahora me encantaba lo que estaba haciendo con mi chica, necesitaba que ella confiara en mi, y esta era la mejor manera, no es que tuviera un escena planeada en mi cabeza, más allá de pedir a Manolo esta habitación, estoy inventando esto sobre la marcha, pero solo me bastaba ver a Amaia para que ella sacara al Hombre dominante que había en mí, no es que me gustara el Sado, además jamás tendría valor para tocar a una mujer de esa forma tan violenta, pero siempre hay otras formas de jugar con la dominación, y yo era el depredador aquí y quería a Amia le quedara claro.

-Soy tuya Ian- con eso me basto para perder la cordura, ella se restregó contra mí y me jalo con fuerza atrayéndome contra ella y fue mi gatita la que comenzó a besarme con pasión, me encantaba que hiciera eso, ella me encendía, pero necesitaba frenar la situación, comencé a quitarle la blusa y ella no se resistió, en cuanto le saque por su cabeza ella iba a tomarme de nuevo por el cuello, pero yo se lo impedí, le gire y quedo contra la pared. Tome sus brazos y los coloque por encima de su cabeza.

-Mantenlos ahí- le ordene, ella asintió con la cabeza.

Lentamente comencé a deslizar mis manos por todo su magnifico cuerpo, llegue a su culo, Como me encantaba su culo, respingón, le apreté las nalgas y ella gimió. Me acerque a su oreja y le susurre

-tienes un culo fantástico gatita- ella se estremeció, le di besos por todo lo largo de su cuello hasta llegar a su hombro, -y algún día lo follare gatita, eres toda mía, y te are el amor en todos los sentidos-

-si- susurro, deslice mis manos hacia delante y desabotone el botón de sus vaqueros, rápidamente deslice mi mano hasta alcanzar su centro del placer, gemí al notar que estaba húmeda, si llegue a pensar la estaba asustando mi lado domínate rechace la idea, estaba excitada y mucho

Al sentir mi mano ella comenzó a mover las caderas, buscando mas fricción, con la otra mano, alce su sujetaron y tome uno de sus pechos masajeándolos, ella comenzó a jadear y a gemir, restregaba su culo contra mi polla.

-eres ardiente gatita- mordisquee sus hombro sin hacerle daño, no voy a negar que mi lado agresivo quería dejarle unas cuantas marcas para que cualquiera que las viera supiera que tiene un hombre en su vida, que a ella jamás se le olvidara que yo era su dueño, retire mi mano de su pecho y ella protesto, pero no importo, con fuerza tire de sus pantalones hacia abajo, se quedaron atorados en su rodillas, por las botas que llevaba, estos sería más fácil si llevara falda, pero no podía lamentarme ahora, tendría que trabajar con lo que tenia, desvié mi vista por la habitación y vi unas cajas grandes de madera en una de las esquinas, no lo pensé dos veces, la tome por la cintura con un brazo mientras que con el otro seguía masajeando su clítoris. La levante y no me consto ningún trabajo colocarla en la sobre la caja boca abajo, así tendría una vista maravillosa de su culo,

Retire mi mano de su vagina, tome sus manos y las puse en tu espalda, por un momento me fije es sus ojos, no quería ver temor en ellos, pero no lo había, sabía que ella estaba excitada, le encantaba esto, de un tirón baje sus bragas y rápidamente me desabroche los vaqueros,

-Fállame Ian- introduje un dedo en su pasaje para asegurarme que estaba preparada para mi, y mi gatita no me decepciono, así que de un solo empellón me introduje en el cielo, ella estaba tan caliente y tan apretada que no pude evitar gemir alto, mi chica también grito, pero no de dolor, aunque sabía que las paredes de esta bodega eran gruesas no eran a prueba de sonido, y cualquiera que pasara podría oírnos, pero sabría que nadie entraría, a menos que esquivaran a Manolo, el había organizado que este lugar fuera mío por un rato, además entrara quien entrara no importaba, dudaba que pudiera detenerme.

Comencé a bombear con fuerza, ella movió las manos y yo me detuve. Ella protesto moviendo las caderas

-Las manos gatita- le di un azote en su trasero, ella dio un respingo

-Ian…….-

-¡las Manos Amaia!- dije más firme y amenace con salir de dentro de ella, mi gatita movió con rapidez los brazos y los puso en su espalda.

-no te detengas, por favor- suplico, después de un segundo, comencé a bombear de nuevo en ella, nuestras respiraciones se volvieron erráticas, yo trataba de controlarme, pero oír a mi chica gemir con fuerza y estando tan perdida en la pasión me estaba costando trabajo evitar correrme.  Sabia que le estaba costando trabajo mantener las manos en su lugar, pero me excitaba que estuviera cumpliendo mis órdenes, cambie el ángulo de las penetraciones, me incline hacia delante, mi pecho pegado a su espalda, pero sin ralentizar mis embestidas,  la tome por el cabello para apartárselo de la cara, quería ver su rostro cuando se corriera, con mi otra mano, comencé a acariciar su clítoris, eso la volvió loca,

-¡Ian!- grito mi nombre cuando alcanzo el clímax, el sentir como me apretaba, fue lo que necesite para lanzarme a mi propio orgasmo, hundí mi cara entre sus cabellos ahogando mis propios gritos. Para no aplastarla coloque mis brazos a los lados de sus cuerpos, ¡Joder! Esto no se había sentido también antes, estaba sin fuerzas,

Después de unos segundos y recurriendo a todas mis fuerzas me levante, ahora que ya había pasado el momento, me preocupaba haber sido muy brusco, me acomode los pantalones, la ayude a levantarse, la gire hacia mí, acunando su cara entre mis manos, necesitaba saber que estaba bien,

-¿Amaia……?- ella no me dejo hablar estrello sus labios contra los míos, y si no se tenia volvería a follarla aquí mismo. Así que hice a copio a toda mi fuerza de voluntad y la separe de mi,

-Gatita, tenemos que irnos alguien puede venir- ella se rio y comenzó a subirse los pantalones.

-a mi no me engañas tigre, tenias todo esto planeado- pillado en la matada –a caso crees que si creyera lo contrario y corriera peligro de que alguien podría entrar hubiera estado tan campante tirada sobre esa caja- ella me sonrió, alcanzo su blusa y se la puso.

No pude evitarlo la bese, no sé cuánto tiempo pasamos solo así, abrazados y dándonos pequeños besos, era la calma después de la tormenta, cuando estuvimos presentables, la tome de la mano y salimos de la bodega de los vinos. Llegamos a la entrada y nos dieron nuestros abrigos, por el rabillo del ojos vi a mi amigo Manolo cerca de recepción, yo lo salude con una inclinación de cabeza, comprendía en mensaje, si le hubiera hecho una seña se habría aproximado a nosotros, pero por ahora no quería avergonzar a mi gatita, todavía no sabía todo sobre mi y las cosas que jugaba, necesitaba abordar el tema poco a poco, Por ahora solo le agradecía haberme ayudado, ya correspondería con el de otra forma

Capítulo 37: LO MEJOR DEL JUEGO ES GANAR Capítulo 39: EXTRAÑA NAVIDAD

 
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