BOPV

No había dormido casi nada, y mis amigas estaba igual, teníamos un vergüenza terrible que no pensábamos salir de la habitación hasta que los chicos vinieran por nosotros, los bolsos estaban listos para huir en cuando hubiera oportunidad.

Chelsea y Gianna estaba complemente relajadas, asegurando que los Señores Cullen era un amor que no había por que preocuparse, pero nosotros no estábamos tan seguras de eso, pues nos conocieron en un estado completamente deplorable;

Después de alegar y alegar; con toda la vergüenza que teníamos, nuestras nuevas amigas no convencieron de salir de habitación para desayunar, por suerte y no había nadie en el primer piso, así que entre todas entramos a la cocina por algo sencillo, pues la intención era salir corriendo. Luego de un momento bajaron los chicos, tenía una casi o peor quela nuestra, aunque ellos se les notaban que estaban preocupados, y no era para menos.

-Hola amor- Edward se acerco a mí y me sujeto de la cintura.

-Hola Edward, por favor llévame a casa-

-Vamos flaquita, no es tan malo como crees-

­-¿Como?, Edward tus padres están aquí, y para colmo nos conocieron de la peor forma posible-

-No te preocupes Bella, enserio no es la peor forma, sino pregúntale a Chelsea- Gianna comentó comiéndose una tostada.

-Cállate Gianna, la tuya fue peor-

-Si, Bellita- Emmett entre carcajadas hablo- ¿quiere que te cuente la historia?-

-NO- dijeron Gianna y Chelsea a coro, y todos se soltaron a reír.

-Me alegro que estén tan contentos- una voz desde al puerta de la cocina nos hizo callar abruptamente, Carlisle, el padre de Edward estaba mirándonos con algo que no pude descifrar en su mirada.- ¿Ahora alguien podría tomarse la molestia de presentarnos como es debido?-

-Papá, estas son Isabella, Alice y Rosalie, con una chicas de la barrio y son nuestras novias desde hace unos días- Jasper estaba hablado complemente nervioso.

-Que bien chicos, a su madre le va encantar saber que trajeron a sus chicas a la casa cuando ustedes estaba solo-

-Nosotros, lo sentimos señor- estaba tan avergonzada que casi no podía hablar.

-Isabella, ¿verdad?-

-Bella, corregí de manera automática- sonrojándome de manera furiosa por mi estupidez.

-¡OH!, que bien muchacha muy bonito nombre-

-Gracias Señor- no sabia de donde sacaba tanta valentía.

-Carlisle- corrigió casi de la misma forma que yo, me miró detenidamente y mientras mi cuerpo parecía que iba a petrificarse por la tensión que tenia-Muchacha relájate no soy un vampiro- y luego se puso a reír amenizando el ambiente.

-Papá casi matas a Bella de un susto-Edward me tomaba la cintura riendo de buena gana.

-Mata esa sonrisa, todavía no ha bajado tu madre- pero la señora Cullen izo acto de presencia dando una colleja a su esposo.

-Deja de asustar las niñas-

-Mujer eso me dolió-

- Te lo mereces, ahora bien, ustedes son Rose, Al y Bells, las novias de mis chicos- se nos acerco por la espalda para darnos un beso en la mejilla- lo que no entiendo es como tres chicas tan lidas, se prestaron para que este trío de salvajes les gastaran bromas- nos dijo a mis amigas y a mi, que en este punto parecíamos manzanas, de lo rojas que estábamos.    

-Simple tía, son igual de salvajes que estos- Tanya hablo con la boca llena de cereal de colores

-Tanya no seas cerda- se quejo Irina, lazándole un pedazo de pan que fue directito al ojo de Kate.

-¡Auch!- se fregó el ojo y tomo un pedazo de tocino y lo lanzo dándole de lleno a Demetri en la cara, que estaba parado detrás de Irina por que no entrabamos todos sentados en la mesa, él la miro con desdén buscando algo que la lanzarle de la mesa pero Esme lo detuvo.

-¡Ya basta!, nuestras invitadas van a creer que están en el zoológico- todos no pusimos a reír ante semejante demostración de “cariño”.

-Entre tantos gorilas, seguro- murmuro Gianna como quien no quiere la cosa.

El desayuno termino entre bromas pesadas y no tanto, nunca me imagine que los padres de Edward fueran unas personas, tan dulces y cariñosas, hablaron de todos y todo, igual nos hicieron preguntas, aseguraron que los chicos tendría que pagar muy caro su atrevimiento, haciendo en casa las tareas que no les gustaban, nos reímos mucho cuando dijo que Emmett le tocaría podar las flores de el jardín y que Jasper tendría que la lavar la ropa de sus hermanos, pero lo mas me causo gracias fue oír  que obligaría a Edward a acompañarla de comprar por lo que le quedara de la  vacaciones, cosa que él odiaba.

Después de eso llego la hora de ir casa, los chicos no acompañaron, sus primos se fueron apenas se enteraron de que sus padres habían llegado de viaje.