BPOV

Después de charlar, con los chicos todavía no sabíamos que hacer.

Así que saque a Isabella, la malvada.

Rose y Emmett se habían unido al grupo hace un momento dados de la mano, se los veía felices.

-Chicas, ¿recuerdan la broma que les jugamos a Jane y Alec?- dije diciéndoles a Al y Rose.

-Claro, como olvidarla- dijo Rose.

-¿Fue la noche que nos quedamos de niñeras de eso monstruos?- dijo Ali recordando.

-Si, esa noche, creo que es la apropiada en este momento, no es muy pesada y nos quedara genial- dije.

Edward me miraba incrédulo, nunca había conocido esta etapa mía, mientras que Emm y Jas tenia cara de interrogante.

-Bueno, y ¿de que va la broma?- pregunto Jas.

- Es sencillo- respondí.

Les explique a los chicos de que iba la broma y estuvieron de acuerdo, entonces fueron por lo necesario a la despensa.

Cuando al fin estábamos listos.

- Esme nos matará si se entera- dijo Emm y luego soltó una carcajada.

-No te rías Emmett que con lo que hizo Rose no es suficiente- dijo Jas.

-Ya, ya, pero fue el mejor amanecer de vida- dijo levantando las cejas y besando a Rose.

-EWW, ya por favor que me da nauseas- dijo  Al y todos nos echamos a reír.

Bueno subimos las escaleras y fuimos por el pasillo de las habitaciones.

Parte de plan era que los chicos entraran a la habitación de manera que lo habían hecho para que nos diéramos cuenta de los bigotes “tramposos”.

Nosotros estábamos listas afuera.

- Tres, Dos, Uno- conté

--Donde esta?, Donde esta?- entro diciendo Edward

-¿Qué hacen chiflados?- dijo Tanya

- Es que Emmett, metió un ratón a la casa para jugarle una broma Jas, pero se le escapo y lo seguimos hasta aquí- dijo Edward.

Oímos los gritos y luego salieron corriendo de la habitación las tres.

Nosotras que estábamos en el pasillo, le lanzamos medio kilo harina a cada una de ellas.

Y todos nos reímos a carcajadas limpia prácticamente tirados en el suelo, era demasiado gracioso verlas, las pijamas que llevaban eran como unas camisolas blancas, hasta a altura de la rodilla, con la cabeza despeinada y rojizas, con la cara, manos, brazos y piernas blancas, parecían de esos fantasmas que se sacan de la películas donde hay psiquiátricos de por medio.

Ellas por otra parte no podían ni hablar por la cantidad de harina que tenían en la boca.

Cuando al fin pudieron hablar.

-Ustedes- dijo Irina señalándonos, pero no pudo terminar la frase.

-Salvajes- dijo Kate los chicos.

-Miren lo que nos han hecho- dijo Tanya volteando a ver a sus hermanas, pero cuando se miraron las unas a las otras, terminar riendo a carcajada limpia.

Después de la broma, limpiamos todo el desastre y nos arreglamos para salir, teníamos que ir al Súper para abastecer la despensa de Esme otra vez.

-Alice- llamó Kate.

-¿Qué pasa enana monstruosica?- era gracioso que Alice le dijera así puesto que casi era de su tamaño.

-¿Podemos hablarte en privado?-dijo Irina.

-Claro-dijo

Ya me olía yo, Alice + Trillizas = Problemas.

Luego de esa charla Alice salió dando brinquitos, y las trillizas sonriendo de manera exagerada.