Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43145
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 9: Pareja

POV Bella:
Lo primero que vi al despertar fue el hermoso rostro de Edward. No podía creer que fuese mío. Si, así lo sentía, él era mío. Era raro pensarlo luego de un día de conocerlo, pero así era. El día de ayer fue sin duda algo extraño. En el buen y en el mal sentido. El bueno es que había aparecido Edward en mi vida, pero el malo era... Que Jacob Black intentó abusar de mi.


FLASHBACK:

Me fui con mi familia al restaurante en Seattle en la camioneta de Emmett. Mis padres solo estaban platicando con los recien comprometidos por lo que no pudieron percatarse de mi inquietud. Mis pensamientos estaban con Edward y en que estaba haciendo. Yo sabía que no se la estaba pasando bien, de hecho, yo tampoco lo estaba haciendo. Sé que era una locura, pero lo necesitaba conmigo.

Separarme de él me producía una sensación extraña que no podía explicar, pero no era buena.

Después de unas horas llegamos a un lujoso restaurante. Al llegar a nuestra mesa vimos que allí se encontraba un tipo guapo, rubio y bastante alto. Tardé unos segundos en reconocerlo. Era Jasper Whitlock, el cantante que volvía loca a mis mejores amigas Alice y Helena. Sinceramente a mi también me volvía loca sus canciones. Casi me pongo a hiperventilar cuando Emmett nos presentó. Jasper me miró con una enorme sonrisa la cual casi me deja babeando y después saludó a mis padres con mucho respeto. Genial, este tipo era muy educado. Emmett tenía más amistades de lo que creía.

La cena transcurrió muy tranquila, pero yo estaba nerviosa por la mirada de Jasper. Sus hermosos ojos azules no dejaban de observarme y no pude evitar ruborizarme en ocasiones. Él era muy guapo, pero, no se comparaba en nada a mi ángel... Suspiré y volteé hacia el techo. Me quedé embobada pensando en Edward.

"Definitivamente estas vacaciones serán las mejores de mi vida" pensé

En ese momento todos comenzaron a conversar y sentí vibrar mi teléfono. Al ver que era el número de la casa sonreí de oreja a oreja y contesté. Jasper me miró intensamente.

-¿Si?

-¿Mi amor estás bien?- preguntó Edward. Sentí mariposas en el estomago.

-Si Edward, yo estoy muy bien- dije tratando de sonar relajada y divertida.

-¿Quién es?- cuestionó Jasper. Estaba tenso.

-¿En donde estás?- la voz de Edward mostraba más tensión todavía.

-En un restaurante

-¿Quién es ese chico que está hablando?

-Oh, es Jasper, un amigo que me presentó Emmett- contesté algo incómoda.

-Bella, cuídate. Regresa sana y salva por favor, te amo
Casi me pongo a hiperventilar, pero no dejé que se notara.

-Si Ed, lo haré- le juré

-Ok, te amo, adiós- dijo antes de colgar. Se me escapó un suspiro audible.

-No nos habías dicho que tenías novio- se burló Emmett alzando una ceja.

-Eh... Yo...

-¿Tienes un novio?- preguntó Jasper.

-No, es un amigo- contesté. El amigo de Emmett sonrió.

Esta situación me resultaba incómoda. Mis padres me miraban a la espera de una explicación.

-Es Jacob ¿No es así?

-No- respondí secamente-. No es Jacob, dije Edward, además  dejen de recordarmelo por favor, bien, voy al baño

Me levanté de la mesa. Cogí mi bolsa para que creyeran que iría a retocarme el maquillaje o algo.

Le pregunté a un mesero donde se encontraba el baño. El buen hombre me indicó donde y yo me dirigí hacia allá.
Entré al baño y me miré en el espejo. Fruncí el ceño. Quería irme a casa y ver a Edward. Cuando me pinté los labios estuve a punto de irme pero alguien abrió la puerta antes que yo. Me horroricé cuando vi que era Jacob.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté-. Este es el baño de mujeres y...

Mi voz se apagó al ver su mirada. Sus ojos estaban llenos de rabia. Se acercó a mi peligrosamente.

-¿Qué... Qué haces?- le dije caminando hacía atrás.

-Voy a hacerte mía de una vez, nadie me deja así como tú lo hiciste, nadie

En ese momento choqué contra la pared. Mi pulso se aceleró por el miedo. Ahora me encontraba atrapada entre la pared y su cuerpo. Jacob comenzó a besar mi cuello y grité.

-¡ Suéltame Jacob!

-No grites- me amenazó mientras dejaba mi cuello. Estampó sus labios contra los míos. Ya no había emoción ahora. Solo era asco y desesperación. Jaló mi cabello y yo grité más fuerte a causa del dolor. Luché para salirme de sus brazos. Lo único que conseguí fue que dejase mis labios y volviera a mi cuello.

-Que bueno que nos encontramos- dijo entre besos-. Isabella, no puedo estar sin ti, me tienes loco niña, hoy vas a ser mi mujer

-¡ Suéltame!- grité como loca. Jacob me ignoró y siguió besándome-. ¡Ayuda!

En ese momento alguien abrió bruscamente la puerta. Eran Jasper y un empleado. Ambos apartaron a Jacob de mi. El amigo de mi cuñado casi le parte la cara a Jacob por el golpe que le dio. Incluso quedó inconsiente.

-¿Estás bien presiosa?- me preguntó preocupado. Se acercó a mi. Jacob aun seguía tirado en el piso y el empleado trataba de despertarlo.

No pude más y me abracé de Jasper para llorar. Tenía pánico. De repente me faltó el aire y me desmayé.

Me despertó un olor a alcohol el cual provenía del algodón que me estaban pasando por la nariz. Observé quien lo hacía.

Era mi madre quien estaba inclinada hacia mi. Ahora me encontraba acostada en la parte trasera de la camioneta de Emmett. Mi padre, mi hermana, su novio y Jasper estaban afuera del auto mirándome.

-Hija, ¿Estás bien?- preguntó mamá mientras me ayudaba a incorporarme un poco. Asentí.

-Si, pero, ¿Qué pasó?

-Te desmayaste- contestó Jasper-. Estabas muy asustada, no te preocupes ese chico ahora mismo está llendo a una delegación y me encargaré de que no salga de prisión en una buena temporada y si puedo lo dejo ahí

-Muchas gracias- le dijo mi padre-. Gracias por llegar a tiempo, no sé que hubiese pasado si ese desgraciado...

-No me lo agradezca

-¿Cómo llegaste ahí?- le pregunté yo.

-Te seguía con la vista y vi que cuando entraste al baño un chico entró después y eso hizo que me levantara y fuera hacia allá

-Es que le gustas a mi amigo- se rió Emmett. Jasper y yo nos pusimos como tomates pero no dijimos nada-. Pero bueno, no es tiempo de bromear, que bueno que estás bien nena...

-Si- suspiró Rosalie y se acercó a mi. Me tomó de las manos y me miró con intensidad-. De verdad quise matar a ese desgraciado, con mi hermana nadie se mete

No pude evitar querer más a Rose. Ella simplemente era la mejor hermana. Minutos después nos despedimos de Jasper y nos fuimos de allí.

El camino hacia Forks se me hizo una eternidad. Quería llegar con Edward aunque no quería decirle lo sucedido. No deseaba hacerlo sentir mal. Pero... Merecía saberlo y hablaría con él pero era un hecho que no lo haría hoy, no cuando mis padres iban a estar en casa. No conocía bastante a Edward pero sabía que haría un escándalo en cuanto se enterara.

Al llegar a casa subí rápidamente a mi habitación. Le había dicho a mi familia que quería estar sola y me comprendieron. Me puse mi piyama la que por suerte había dejado en el baño. Recordé todo lo sucedido con Jacob y comencé a derramar lágrimas. Salí de allí y fui a mi habitación.
La luz estaba prendida. Vi que Edward estaba dormido. Se me escapó un sollozo al imaginar como reaccionaría si se enterara de esto...

-¿Qué te ocurre cariño?- preguntó despertándose. Se levantó y vino hacia mi.

-Juro que te voy a contar, pero por favor, mañana... No quiero que te alteres y que mis padres te descubran

-¿Es algo grave?

-Si, bastante, pero por favor, ya no me preguntes nada, quiero dormir

En verdad estaba cansada pues ya era de madrugada o eso creía yo.

-No Bella, me tienes que decir en este instante lo que ocurre- me pidió. Su mirada mostraba preocupación.

-Quiero que me abraces, eso es lo que ocurre ahora, ¿Es mucho pedir?

-Claro que no, mi niña- contestó abrazándome. Me sentía tan protegida en sus brazos-. Siempre te abrazaré cuando lo necesites y quieras

-De verdad, no sé que hice para merecer a una persona como tú- sollocé-. Tú eres bueno y me quieres

-Te amo, amar y querer son dos cosas distintas...

-Bueno, me amas- dije sonriendo-. Bueno, vamos a dormir, de verdad estoy agotada

-Está bien cariño...

Yo salí de sus brazos y cerré con seguro la puerta. Edward me miró nervioso. Me reí levemente.

-No haremos nada, así que no pienses mal , cerré porque no quiero que nos descubran

-Muy bien

Después de eso me fui a acostar. No me importaba dormir con la luz prendida. Cuando me acosté Edward me tapó y me dio un beso en la frente lo cual me dejó nerviosa.

-Buenas noches nena- musitó.

-¿Qué haces?- cuestioné cuando vi que intentaba acostarse en el suelo.

-Acostándome

-No, no te acuestes en el suelo, duerme conmigo por favor...

-¿Qué?... Bella, eso no es correcto

-No me importa si lo es o no, no puedes dormir en el suelo, te exijo que vengas aquí

-Está bien- dijo suspirando. Se acostó a mi lado pero sin tocarme. Me quejé de que estaba muy lejos de mi pero él respondió que era incorrecto.

-Y yo ya te dije que no me importa- contesté volteando hacía él lo cual no debí hacer ya que quedamos frente a frente. Mi corazón se aceleró como nunca y me puse a fantasear con muchas cosas no muy inocentes-. Acércate por favor, abrázame

¿Yo había dicho eso?, Rayos... ¿Qué me pasaba?. Edward me abrazó y yo decidí aprovechar. Escondí mi cara en su pecho y pude respirar su aroma el cual era embriagador. Pude sentir como su pulso estaba acelerado al igual que el mío y sonreí.
Me quedé dormida rápidamente sintiéndome más segura que nunca.

FIN DEL FLASHBACK:

Ahora que veía a Edward tan calmado dormido me entró la culpa. No quería decirle. De repente él comenzó a moverse desesperadamente pero sin despertar. Intenté despertarlo pero no pude.

-¡¿Qué le ha sucedido a mi niña?!- gritó y se despertó.

-¿Qué ocurre Edward?- le pregunté muy angustiada-. ¿Por qué has gritado?

-¡¿Qué te pasó mi niña?!- exclamó. Se le escaparon unas lágrimas-. Dime que te ocurrió ayer por favor mi amor...

Lo miré triste. Me partía el alma decirle esto.

"Oh, mi pobre ángel" pensé afligida

-Sé que te pondrás mal... Pero debo decírtelo, te lo diré ahora que no están mis papás

Por suerte yo había escuchado cuando ellos se habían ido y podía estar segura de lo que estaba diciendo. 

-Dímelo, ya no puedo con esta angustia- se levantó y yo también lo hice. Su expresión me hizo llorar y me abracé a él.

-Edward... Yo estoy sucia

-¿A qué te refieres?

-Ayer... En el restaurante cuando fui al baño, alguien entró, era Jacob, ese tipo me ha estado vigilando desde ese día en que salimos, pero ahora está en la delegación gracias al cielo

-¡¿Qué te hizo ese infeliz?!- bramó. Su rostro se deformó por la ira.

-Él... Intentó abusar de mi

La expresión de mi ángel fue como si le hubiesen dado un gran golpe. Me soltó. Estaba boquiabierto, como si el aire se le hubiese ido. Temí por él. Cuando salió del shock se derrumbó y se puso a llorar.

-No, no puede ser, no puede ser- sollozó-. ¡No!

-Cálmate Edward

-¡No me pidas eso!- exclamó histérico-. ¡Voy a matarlo! ¡Lo voy a hacer pagar por lo que te hizo!

-Ya está en la cárcel- le dije llorando-. Ya no te preocupes

Edward me abrazó de nuevo y se aferró a mi con fuerza. Ambos lloramos durante un par de minutos.

-No voy a dejar de preocuparme, te hicieron daño hermosa, entiéndeme por favor

Su voz todavía estaba llena de histeria.

-Dime que no te llegó a hacer nada- suplicó viéndome a los ojos.

-No, no alcanzó a hacerme nada, solo... Me besó a la fuerza
Pensé que con eso se calmaría pero no. Comenzó a llorar con más fuerza.

-Soy un idiota, ¿Por qué dejé que fueras?, todo es mi culpa

-No, fui yo quien quiso ir, no te eches la culpa

-Yo... No vuelvo a dejarte sola nunca más, voy a protegerte de todo y de todos

-No exageres

-No estoy exagerando- dijo furioso-. No voy a dejar que nadie toque a mi princesa

Joder. Se supone que en un momento así no debería derretirme por sus palabras. Pero aun así lo hice. No pude evitar suspirar.

Edward me soltó un poco para mirarme a los ojos. Nuestros rostros estaban muy cerca uno del otro. Casi nos podíamos respirar. Estaba ansiosa por besarlo. Cuando nuestros labios se encontraron mi corazón quiso salirse de mi pecho. El beso empezó suave y lleno de ternura.

Edward sin dejar de besarme tomó mi rostro entre sus manos y profundizó el beso. Con esto confirmé algo... Lo amaba, si, era una locura, pero... Lo amaba o por lo menos ya estaba enamorada.

Cuando a ambos nos faltó el aire nos soltamos. Edward me miró sonriente. Yo también le sonreí.

-Te amo- dijimos los dos al mismo tiempo.

-¿Me amas?- me preguntó asombrado.

-Si, no sé como, pero es así...

No dijo nada. Se acercó a mi y me llenó de besos toda la cara, por último besó mis labios.

-Ahora, vamos a ser pareja Bella... Así no podré separarme de ti nunca, nadie te hará daño- lo último lo dijo con rabia.

Me quedé viéndolo asombrada... ¿Seríamos pareja?.

-Pareja- musité.

-Si mi amor, pareja

............................................................................................................................

Espero que les guste. Saludos a todas las que leen este fanfic ;D. 

 

Capítulo 8: Regla rota Capítulo 10: Enojada

 
14443650 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios