Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43163
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

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Capítulo 29: Planes

Bella POV:

 

Edward se puso como loco al oír mi respuesta. Lamenté haberle dicho que la primera vez me había dolido un poco.

 

-Te lastimé, te lastimé, te lastimé- repetía-. Soy un idiota

 

-Edward, cállate ¿Quieres?

 

-Pero mi cielo, te lastimé

 

-Ya te dije que es normal, amor, ¿Qué no lo sabías?

 

-Sí, pero... Yo no quería que te doliera a ti

 

Me acerqué a él. Acaricié su mejilla para tratar de calmarlo.

 

-Para mí fue lo más maravilloso que he sentido en la vida, el dolor solo duró unos pocos segundos, no fue nada del otro mundo

 

-¿Me lo juras? ¿El dolor fue leve?

 

-Sí, amor, el dolor fue leve

 

Edward respiró con algo de alivio pero la angustia no desaparecía de sus ojos. Suspiré y me abracé a mi novio pero de repente me di cuenta de que aun seguíamos sin ropa. Me separé bruscamente antes de que volviese a excitarme. Me tapé rápidamente el cuerpo y mis mejillas se encendieron. Recogí mi ropa y me fui al baño a cambiarme. Cuando llegué a mi cuarto de nuevo mi novio ya estaba vestido también. Quiso acercarse a mí pero en ese momento abrieron la puerta de la casa.

 

-¡¿Bella?!- gritó Rose. Me pregunté qué tan rápido conduciría. Ella trabajaba en Port Angels.

 

Edward y yo bajamos. Rose nos miró con los ojos muy abiertos pero después con furia.

 

-¡¿Por qué engañaste a mi hermana?!- le bramó a Edward-. Eres un imbécil, solo porque tienes cara bonita crees que puedes hacer lo que quieras, pero la vida no es así, maldito infiel, eres un cerdo... Dijiste que amabas a mi hermana, que jamás te fijarías en otra, pero claro, estabas mintiendo... Seguramente la querías para llevártela a la cama, pero no lo conseguirás, la virginidad de mi hermana será para alguien que si la valore

 

-Rosalie- la interrumpí y fui a abrazarla-, Ya no le grites, todo fue un malentendido

 

-¡¿Un malentendido?!

 

-Si- suspiró Edward-. Fue un malentendido, aunque tienes derecho a insultarme, soy un idiota por dejarme engañar, deja que te explique cómo estuvieron las cosas

 

-¿Y por qué tengo que creerte? Bella, no caigas tan fácil, ya sabes lo que me pasó con Royce

 

-Cierto- susurré. Edward me miró con dolor.

 

-Princesa, tienes que creer en mí, por favor- me suplicó.

 

-Sí, sí creo en ti- le dije-. Pero... Tú no lo hiciste cuando yo te decía que era virgen

 

-Eso fue por mi culpa- admitió Rose apenada-. Y por favor discúlpenme, pero ahora no estamos hablando de eso... Estamos hablando del error de Edward

 

-Rosalie, yo no engañé a tu hermana, todo fue un malentendido- protestó mi ángel-. Quisieron separarnos, es una chica que está en nuestra escuela, ella me dijo que quería hablar conmigo y después...

 

-Lo besó y yo iba pasando- dije rápidamente. No quería decirle a Rose lo que realmente había pasado porque si no, no creería en Edward-. Pensé que me estaba engañando y me vine a casa porque me sentí muy mal, después vino Edward a explicarme las cosas

 

Rosalie nos miró seria y después suspiró.

 

-Bueno, esos son los típicos malentendidos, descuiden, me pasó también... Entonces no ha sido nada grave ¿Verdad?

 

-No- contestó Edward-. Tranquila, yo jamás engañaré a tu hermana

 

-Eso espero, si un día tienen un malentendido en donde te encuentren haciendo cosas con otra te quedas sin hijos, te lo juro

 

Edward palideció y yo me reí. Estaba de acuerdo con mi hermana. Si Edward me traicionaba dejaría que Rosalie lo pateara donde quisiera. Rosalie se echó a reír también por la expresión de Edward.

 

-Y yo te dejaré que lo hagas- le respondí riendo aun. Edward tragó saliva pero se recuperó y sonrió.

 

-Bueno, digan lo que quieran... Yo sé que nunca van a hacerme eso porque jamás te traicionaré

 

-Eso espero- murmuramos Rosalie y yo al mismo tiempo.

 

-Oye Rose, ¿Por qué ibas a quedarte tarde en la oficina?- pregunté.

 

-Tenía que resolver un asunto del pasado con mi nuevo jefe- respondió llenándose de amargura de repente.

 

-¿Nuevo jefe?

 

-Sí, Victoria se fue, ya no es mi jefa, ahora lo es alguien muy desagradable

 

-¿Quién?

 

-Alguien de mi pasado, no sé cómo carajo fue a ser jefe de mi oficina, pero bueno... Lo es

 

-¿Y quién es él?

 

-Royce

 

-¡¿Qué?!

 

-Sí, Bella... Es él... Me vio y dijo que estoy hermosa y que nunca pudo olvidarme-gruñó.

 

-No le creas- le aconsejé con el ceño fruncido.

 

-Claro que no, ya sé lo que quiere, pero... Es divertido ver como babea por mí- se rió-. Me voy a divertir con esto

 

-¿Le seguirás hablando después de lo que te hizo?

 

-Si... Portarme grosera sería como darle a entender que me importó demasiado lo que me hizo, en su momento sufrí pero se lo agradezco ya que encontré a Emmett después, aunque él ya no esté conmigo, sé que es el amor de mi vida

 

Su rostro había pasado de la diversión a la tristeza. Abracé a Rose.

 

-Hermana, no te preocupes- le dije-. Vas a recuperar a Emmett

 

-No, su relación con Lauren está prosperando, ella luce muy enamorada y Emmett... Está comenzando a quererla, me lo dijo él mismo

 

La solté y la miré con pena. Emmett definitivamente era un tonto. Yo sabía que amaba a Rosalie y no descansaría hasta demostrarlo. De repente se me ocurrió un plan.

 

-Rose, puedes darle celos a Emmett, dale una "oportunidad" a Royce o algo así

 

Rosalie soltó una carcajada.

 

-Tal vez lo considere

 

-¿Considerarlo? No lo pienses Rosalie, dale celos, demuéstrale que lo estás superando así como él a ti

 

-Bella- me regañó-. Yo no soy nadie para vengarme de él, además si le trato de dar celos va a pensar que no lo quiero ya

 

-Eso es verdad- admití-. Bueno Rose, si no recuperas  Emmett, date una oportunidad con otra persona

 

-Eso es lo que voy a hacer- contestó.

 

-Pero Emmett es el amor de su vida- gruñó Edward-. No debes dejarlo ir

 

-Pero yo lo herí demasiado- replicó Rosalie-. Me voy a resignar

 

-No, no vas a hacerlo, te ayudaremos nosotros

 

-Edward, déjalo- le pedí-. No podemos hacer nada

 

-Claro que podemos y lo haremos... No deberías hablar así, no debes resignarte a perder a la persona que amas... Primero comprueba si no te quiere, puede que te lo diga con palabras, pero no le creas

 

-Tienes razón- susurró Rosalie mirándolo avergonzada-. De verdad no esperé que me dijeras eso, estuve a punto de joder su noviazgo

 

-No quiero hablar de eso- murmuró mi ángel mientras me abrazaba.

 

-Ahora más que nunca entiendo que mi obsesión no era real, nunca lo fue... Soy una estúpida

 

-No digas eso Rosalie- la regañé-. Todos nos equivocamos, estoy segura de que Emmett te sigue amando aunque no lo diga, él no quiere perderte

 

-Pero es muy orgulloso- dijo mi hermana-. Nunca va a aceptar que me ama

 

-Podemos hacer que cambie eso- sonrió Edward. Era una sonrisa malvada. Algo planeaba.

 

-Me asustas Edward, ¿A qué te refieres?- preguntó ella.

 

-Debemos darle un susto... Hacerle creer que tu vida está en peligro, si con esto no admite que te ama, lo dejarás por la paz

 

-Eso es algo brillante- sonreí.

 

-Ni lo sueñen, no pienso hacer una locura así, debo pagar por mis errores

 

-No te resignes- gruñí-. Lucha por Emmett, ese imbécil tiene que perdonarte, extraño a Oso, quiero que vuelva a venir a la casa, quiero sus bromas, no seas egoísta

 

Rosalie se rió y Edward se puso tensó. Estaba celoso.

 

-Bien, lo haremos, pero... ¿Cómo vamos a "poner mi vida en peligro"?

 

-No lo sé- dije sinceramente.

 

-A mí ya se me ocurrió algo- intervino Edward-. Vamos a darle un gran susto a tu ex novio, necesitamos sangre falsa, un teléfono y la magnífica actuación de Bella

 

Rosalie POV:

 

El atractivo novio de mi hermana tenía una mente algo siniestra... ¿Cómo se le ocurría darle un susto así a Emmett? Pero bueno, tal vez no se asustara. Tendría que probar este plan. No me quería quedar con los brazos cruzados.

 

Bella se echó a reír por la ocurrencia de Edward. Yo lo miré y supe que hablaba en serio, se atrevía a hacerme ese gran favor.

 

-Estás loco Edward- le dijo mi hermana.

 

-No, no estoy loco... Ese plan será brillante, le haremos creer a Emmett que alguien te hirió... Primero Bella lo llamará diciéndole eso, que Rosalie fue asaltada y le dispararon en un órgano importante y que ya no le queda mucho, si viene, a Rosalie le colocaremos sangre falsa en ese supuesto órgano que puede ser en el pecho o en el estómago, lo que sea...

 

-Ese plan es estúpido- dije riéndome-. No creo que caiga

 

-Va a caer porque va a caer- me aseguró-. Si algo no soportamos los hombres es ver a nuestra pareja lastimada

 

Bella se sonrojó ligeramente y yo sonreí. Tuve envidia. Quería que mi Emmett volviese a protegerme de todo como antes. Lo amaba y lo necesitaba. Por un error estúpido lo perdí.

 

-Bueno, hablaremos luego sobre esto, yo me iré a descansar- les avisé. Mi cabeza estaba hecho un lío.

 

Subí las escaleras y llegué a mi cuarto en el cual me encerré. Me dejé caer sobre la cama y dejé que las lágrimas salieran. Ya estaba acostumbrada a hacer esto desde que me di cuenta de mi error de dejar a mi Oso.

 

Estaba tratando de decidir si seguiría el plan de Edward. Por una parte creía que no era lo correcto. Yo debía pagar con creces mis errores, en realidad solo debía pagar mi único error... Dejarlo.

 

Por otro lado- el egoísta- me decía que luchara por él. Era tanta mi necesidad de tenerlo a mi lado que no me importaba en lo absoluto hacer esto. Con esto podría comprobar si Emmett me amaba o no.

 

A la mañana siguiente supe lo que iba a hacer. Lucharía por él. No importaba que tuviese que hacer. Quería esa boda, esos hijos, esa vida... Esa vida con mi Osito. La que juntos habíamos planeado.

 

Terminé de arreglarme y bajé a desayunar temprano como siempre. Yo siempre era la primera en irme.

 

Después de una hora y media de conducir llegué a mi trabajo. Yo era secretaria en bufete de abogados. No había estudiado una carrera porque simplemente la escuela no me gustaba, pero ahora que ya no tenía a Emmett, superarme era una manera de pasar el tiempo.

 

-Hola preciosa- me susurró Royce al oído haciendo que me sobresaltara. Lo miré seria.

 

-Buenos días, Royce, ¿Cómo amaneciste?

 

-Cansado, no dormí, estuve pensando en ti

 

-Oh, eso está bien- repuse mientras me acomodaba en mi escritorio. Me daban igual las palabras de Royce.

 

-Quiero invitarte esta noche a cenar- me dijo. Lo volteé a ver y le sonreí falsamente.

 

-Tal vez, ¿Por qué no? Pero hoy no podré, tengo un compromiso

 

-¿De nuevo?

 

-Sí, pero te prometo que si salen bien las cosas iré contigo a cenar

 

En realidad con la palabra bien, me refería a mal. Si Emmett no admitía que me amaba yo trataría de perdonar a Royce.

 

-Es una promesa entonces- sonrió antes de meterse a su oficina. Suspiré. Este tipo era insoportable a pesar de lo guapo que era. No había cambiado casi nada en personalidad.

 

En ese momento llegó Lauren y detrás de ella Emmett. Él parecía enamorado de ella porque la besaba en el cuello y la abrazaba por atrás. Contuve mis ganas de llorar.

 

-Buenos días Rosalie- me dijo Lauren.

 

-Buenos días- les dije a ambos. Se me ocurrió una idea. Tenía que dramatizar. Hacer como un tipo despedida para que sospechara que algo iba a pasarme-. Emmett... Si no es molestia, quisiera hablar contigo

 

-No veo de que...- contestó con tono arrogante.

 

-No tienes nada que hablar con mi novio- gruñó Lauren.

 

-Por favor- supliqué. Emmett suspiró frustrado.

 

-Bien, ¿De qué quieres hablar? Creí que ya todo estaba claro

 

-Solo necesito decirte algo, hoy me desperté con la certeza de que debemos hablar aunque sea un minuto

 

-¿Me vas a rogar? Ja, no va a funcionarte, pero bueno, te escucho, vamos a hablar

 

Me levanté de donde estaba y fui hacia Emmett. Lauren fue a su escritorio pero me mataba con la mirada.

 

Emmett y yo salimos de la oficina y comencé a hablar.

 

-Emmett... Sé que no me vas a perdonar y lo merezco, yo ya traté de pedirte disculpas y no funcionó, pero... Al menos sé que lo intenté

 

-Yo te perdono- murmuró. En sus ojos había odio-. Pero no me pidas regresar

 

-No, no lo haré, sé que no me amas ya

 

-Que comes que adivinas

 

Esas palabras me dolieron. Sentía ganas de echarme a correr pero debía seguir.

 

-Sí, ya sé que amas a Lauren o empiezas a hacerlo... Yo, te deseo una feliz vida con ella, cuídala, respétala, no me cae bien, pero ella es buena chica o eso creo

 

-¿A qué viene todo esto? Antes te morías de celos

 

-He decidido que voy a dejarte en paz... Te amo demasiado como para impedirte ser feliz... Te deseo la mayor felicidad del mundo, en serio...

 

-Vaya, hasta que por fin me dejarás estar tranquilo- se burló. Una lágrima resbaló por mi mejilla pero la aparté de un manotazo.

 

-Sé feliz Osito

 

-No me digas así

 

-Perdón, se feliz Emmett... Yo, me apartaré, ya no me verás más y te evitarás la molestia de verme

 

-¿Te vas a ir?- preguntó serio. Yo sabía que estaba desesperado.

 

-Ya te dije que hoy amanecí con la certeza de que debía decirte algo... No sé, también tengo la impresión de que ya no nos veremos más, hasta luego Emmett...

 

Hice ademán de irme pero él me sostuvo por el brazo y me hizo mirarlo.

 

-¿A qué te refieres con todo esto? ¿Te vas a largar de la ciudad como una maldita cobarde? ¿Te vas a cambiar de trabajo?

 

-Suéltame, que me estás lastimando

 

-No, no te suelto, me respondes ahora Rosalie Swan

 

-No, no me cambiaré de trabajo ni me iré de la ciudad, así que no me digas cobarde que no lo soy

 

Me aparté bruscamente de él y me metí a la oficina de nuevo. Quería echarme a reír a carcajadas pero no podía. Lauren iba a sospechar algo.

 

-¿De qué hablaste con él?- me preguntó. Le sonreí falsamente.

 

-Le voy a devolver las cosas que él me regaló- contesté-. Es que quiero que te las de a ti, quiero hacer obras de caridad, he oído que eres pobre, muy pobre, una arrastrada muerta de hambre

 

Lauren se tragó su rabia porque Emmett entró de nuevo a despedirse de ella. Yo me entretuve acomodando unos papeles y luego fui a llevárselos a Royce.

 

-Hola Rose- me saludó en cuanto entré. Le sonreí.

 

-Hola- contesté.

 

-Oye... ¿Te ocurre algo? Es que... Te noto un poco triste, estás más hermosa que nunca pero te ves deprimida

 

Joder... ¿Tanto se me notaba?

 

-No es nada- mentí.

 

-Sí, si es algo... No quiero ser entrometido, pero... Es por un hombre ¿Verdad?

 

-Sí- suspiré-. Es por alguien a quien amo, pero no te preocupes, estoy bien

 

-Es por eso que me has estado rechazando ¿No es cierto?

 

-Sí, es por eso, pero no te preocupes, estaré bien

 

-Necesitas desahogarte, me tienes aquí, estoy dispuesto a escuchar tus problemas, siéntate

 

Vacilé. No sabía si era correcto hablar con Royce de aquel tema. Pero... Ya no éramos los mismos niños de antes, él al parecer era maduro ahora. No tenía nada de malo que me desahogara un poquito solamente.

 

Me senté tal como Royce ordenó.

 

-Te escucho

 

-Se llama Emmett- suspiré-. Él es el hombre de mi vida, pero lo dejé por una tontería, un error, una obsesión

 

-¿Qué? Explica mejor, ¿Qué ocurrió?

 

-Lo dejé porque comenzó a gustarme otra persona, o eso fue lo que creí... Yo no quería traicionarlo

 

-Pero lo hiciste...

 

-Claro que no- gruñí-. Terminé con Emmett para no engañarlo, estaba loca por el muchacho...

 

-¿Muchacho?

 

-Si- suspiré-. El novio de mi hermana

 

-¿Isabella? ¿Te enamoraste del novio de esa niña? ¿Cuántos años tiene el muchacho? ¿Quince como ella?

 

-Mi hermana no tiene quince- me reí-. Tiene dieciocho...

 

-¿Qué? Wow... No lo sabía, pero bueno, ese no es el punto... ¿Cuántos años tiene el muchacho?

 

-Los mismos que ella- confesé.

 

-Él es muy joven para ti- dijo serio.

 

-Lo sé, y me di cuenta de aquello, no te voy a mentir, traté de seducirlo pero con eso solo me di cuenta de que él ama a mi hermana con locura, que jamás verá a otra... Simplemente se adoran los dos y ahí fue cuando reaccioné, Emmett me quería a mí, pero lo dejé ir solo por fijarme en lo bueno que está el novio de Bella

 

Royce se rió por mi última frase.

 

-Así que... ¿Muy bueno?

 

-No bueno, pero si hermoso, parece ángel, su cara es perfecta, pero... Yo no lo amo ni lo amaré nunca... Al que amo con todas mis fuerzas es a Emmett, pero él está con otra

 

-Ya no sé qué decirte- dijo con pena-. Te diría que lucharas por él pero sería hipócrita de mi parte... Yo quiero intentar una relación seria contigo

 

-Es muy pronto para eso ¿No crees? Apenas nos reencontramos

 

-Sí, lo sé... Solo me queda decirte que luches por ese tipo y que si no regresan, yo... Te estaré esperando

 

-Lo pensaré- murmuré con una pequeña sonrisa.

 

Me levanté de donde estaba y me despedí de Royce. Salí de la oficina y me llevé un susto de muerte al ver que Emmett estaba frente a mí... ¿Habría oído todo? No, no parecía probable.

 

-¿Qué... Qué haces aquí?- tartamudeé. Él sonrió.

 

-Buscando el baño

 

-¿Acaso oíste...?

 

-¿Oír qué?- preguntó con frialdad.

 

-No, nada, olvídalo- suspiré aliviada.

 

Emmett se encogió de hombros y se fue cantando algo. Quise llorar. Era nuestra canción.

 

Volví a mi lugar y vi que Lauren venía. En vez de dedicarme una mirada de odio como me esperaba se rió. La odié más que nunca. Se debía sentir orgullosa de estarme quitando lo que alguna vez fue mío.

 

El día pasó muy rápido por fortuna. Tuve que soportar también como Emmett recogía a Lauren y la besaba. Se despidieron de mí y se fueron.

 

En ese momento tomé una decisión. Ya no le daría ese susto a Emmett. No tenía caso. Al parecer iba en serio con Lauren.

 

Regresé a mi casa y me encontré con mi hermana y su novio en la entrada. Ambos me miraban con sonrisas malvadas. Sabía en que estaban pensando. Gruñí.

 

-No, no voy a hacerlo- les aclaré.

 

-Oh, claro que lo harás- respondió Edward jugando con la botellita de sangre falsa que tenía entre las manos.

 

-No, no lo haré- repliqué.

 

-Lo harás, quieras o no- me dijo Bella.

 

-Dejenme en paz por favor... No va a valer la pena hacer eso

 

-¿Por qué no?

 

-Él no me ama

 

-¿Quieres apostar?- Isabella estaba sonriendo.

 

-No, no quiero, ¿Ahora me dejas en paz?

 

-No, no te dejaremos en paz, vas a darle ese susto a Emmett, admitirá que te ama y luego volverás con él

 

-Dios mío, ya, dejen eso por favor- supliqué.

 

-No pierdes nada con intentarlo

 

-Claro que si... Emmett pensará que estoy loca

 

-O que te ama y agradecerá que realmente no te ocurrió nada

 

-Verán que se enojará mucho- les advertí. Está bien, haría lo que ellos me pedían-. Me pagarán quinientos dólares si pierden esto

 

-Eso es un hecho- sonrió Bella.

 

-No, mejor les pido un auto... Un Porche amarillo

 

-Lo que quieras, Rosalie- sonrió Edward. Maldito millonario.

 

-Trato hecho- sonreí. Si no iba a tener a Emmett al menos iba a tener un auto nuevo.

 

Un rato después estaba cambiándome de ropa. Me puse ropa deportiva ya que Bella me había contado el plan de nuevo. Le diríamos a Emmett que salí a correr y que luego me asaltaron, después me dispararon  y que solo alcancé a llegar aquí y que llamaba a Emmett con desesperación.

 

Llegué a la sala y vi que mis padres ya habían llegado del trabajo. Me miraron divertidos. Seguramente mi hermanita ya se había encargado de ponerlos al tanto de lo que haríamos.

 

-Todo saldrá bien- me susurró en el oído mamá. Me abrazó.

 

-Nos iremos de aquí- me dijo Charlie-. No quiero ver esto, no soy buen actor

 

-¿Por qué necesitas actuar?

 

-Tengo que fingir llorar y la verdad es que no quiero, Reneé, te invito a cenar

 

-¿En serio?

 

-Sí, con tal de no estar aquí...

 

Y quince minutos después mis padres se fueron no sin antes advertirnos que limpiáramos todo. Puse los ojos en blanco.

 

Bella llamó a Emmett.

 

-Da lo mejor de ti, amor- le dijo Edward antes de que le contestaran a mi hermana. Yo resoplé por la tontería que estábamos por hacer.

 

-¡Emmett!- bramó Isabella-. Ven rápido a mi casa, algo le pasó a Rose

 

Aunque el teléfono no estaba en altavoz pude oír un ¡¿QUÉ?! Muy fuerte.

 

-Mi hermana se está muriendo- sollozó-. Ya hemos llamado a una ambulancia pero no llega... La asaltaron Emmett, la asaltaron...

 

Después de eso le colgaron. Bella sonrió ampliamente.

 

-Dice que viene para acá- anunció.

 

Mi corazón latió como loco. Edward me dijo que me recostara en el sofá. Comenzó a llenarme de sangre falsa en el estómago. Miré su trabajo. Estaba bien hecho. Incluso comencé a marearme y percibir ese olor como de óxido y sal el cual yo notaba cuando perdía sangre. Nunca se lo había dicho a nadie y no quería hacerlo, me tacharían de loca.

 

Comencé a practicar mi cara de enferma y un llanto para que Emmett cayera. Mi nerviosismo aumentó cuando oí que su auto llegó. Esto, iba a decidir si lo perdía o no.

 

Emmett POV:

 

Me había encelado bastante cuando vi que Rosalie se metió a la oficina de su jefe. Miré a Lauren, ella me ayudaba para darle celos a Rose. Ella era mi prima. La tenía que besar para poder hacer que Rosalie se encelara. Yo sabía que mi princesa me amaba y lo iba a demostrar. Me moría de ganas de suplicarle que volviese conmigo pero tenía orgullo. Muy en el fondo deseaba hacerle pagar lo que me hizo.

 

-Ve a escuchar esa conversación- me aconsejó Lauren-. Podrás descubrir si te ama o no

 

-Hum... No entiendo para qué, pero está bien, iré

 

Me acerqué a la puerta de la oficina en donde ella había entrado. Escuché su conversación con ese imbécil. Estaba arrepentida por lo que me hizo, me amaba, mi princesa me amaba. No pude evitar sonreír como imbécil. Dios, tenía tantas cosas que hacer. Debía prepararle algo, hoy la llevaría a cenar y le pediría que volviéramos.

 

De repente oí que se abría la puerta de la oficina y salió Rose. Moría de ganas de besarla pero me contuve y le hablé frío como lo venía haciendo desde que terminamos.

 

Me fui a mi casa sin evitar cantar nuestra canción. No podía evitar sentirme más enamorado que antes. Mi Rose me amaba, estaba arrepentida. La muy tontita creía que yo la había superado. Puse los ojos en blanco. Como si eso pudiese pasar. Esa rubia llegó a mi vida para quedarse y nunca irse.

 

Llegué al trabajo. Desde mi oficina hice la reservación en el restaurante al que ella le gustaba mucho ir. A partir de ahora viviría por hacerla feliz. Ella era mi todo. No importaba lo que había pasado con Rose. Yo también tuve un momento en el que dudé de mis sentimientos hacía ella. Ambos éramos humanos y cometíamos errores. Pero esos errores nos demostraban ahora que nuestro amor era muy fuerte. Esa niña solo sería mía. Yo podía ver como ese tal Royce la miraba y no le permitiría a ese idiota quedarse con mi hermosa rubia.

 

Pasé por Lauren cuando ella salió. Me estaba conteniendo para no ir a besar a Rose.

 

-¿Ya decidiste que vas a hacer?- me preguntó Lauren cuando la llevé a su departamento.

 

-Ya, la llevaré a un restaurante, al que ella le gusta, iré a arreglarme y la llamaré

 

-Perfecto primo- me sonrió-. Bueno, espero que tengas suerte, ya me cansé de ser enemiga de Rosalie, ya no quiero que me diga cosas feas, a mí no me gusta llevarme mal con la gente- hizo un puchero. Si había una persona buena en este mundo era mi prima. Ella siempre estaba dispuesta a ayudar y era demasiado amable y simpática.

 

-Lo sé- suspiré y besé su frente-. Muchas gracias por ayudarme con todo esto

 

-No hay de que

 

Una hora después me encontraba en mi casa arreglándome. Estaba por llamar a Rose pero me llegó una llamada. Era Isabella. El corazón me latió rápido... ¿Por qué me llamaba? ¿Había ocurrido algo?

 

-¿Si?

 

-¡Emmett!- gritó-. Ven rápido a mi casa, algo le pasó a Rose

 

-¡¿Qué?!- bramé. No, mi Rose, no.... Yo no era nada sin ella-. ¿Qué le sucedió?

 

-Mi hermana se está muriendo- sollozó-. Ya hemos llamado a una ambulancia pero no llega... La asaltaron Emmett, la asaltaron...

 

-¡No!- grité como loco. No podía ser cierto-. Voy para allá Bella, dime si llegó la ambulancia para ir al hospital, si no llamas voy a tu casa- colgué.

 

Las lágrimas me impedían ver bien. Por primera vez en años recé para que todo esto fuese un sueño. Mientras conducía recordé las palabras de Rose. Ella me pidió disculpas, me dijo que fuese feliz y que tenía la impresión de que ya no nos veríamos más... ¿Acaso era por esto? ¿Ella presentía que le pasaría algo? No, no podía estar sucediéndome esto.

 

"Qué esto sea una broma, que esto sea una broma" repetía una y otra vez en mi cabeza.

 

Conduje rápidamente hacía la casa de mi Rose. Seguía rezando para que nada le ocurriera.

 

Me bajé corriendo del auto y corrí hasta la puerta. No toqué. Simplemente la rompí sin importarme nada. Isabella y Edward estaban alrededor del sofá. Mi cuñadita lloraba sobre el cuerpo de su hermana. La aparté y entonces lo vi. Rosalie estaba sangrando demasiado. Lloraba. Me arrodillé para quedar a su altura.

 

-¡¿Qué te pasó, mi amor?!- le pregunté histérico. Ella sollozó.

 

-E... Emmett- dijo con la voz quebrada.

 

-Nena, óyeme, ¿Qué pasó?

 

-Me asaltaron, fui a correr

 

-¡¿Por qué fuiste a correr?!

 

-Quería distraerse- me explicó Edward. Lo quise mirar con odio pero no pude. Solo podía llorar.

 

-Sé feliz con Lauren- me sonrió Rose. Parecía cansada, a punto de irse...

 

-¡No!

 

-Emmett, miénteme

 

-¿Qué?

 

-Di que me amas, miente

 

-No voy a mentirte... Yo te amo, te amo como un loco... ¿Dónde está la maldita ambulancia?

 

-Ya no hay tiempo- susurró Bella-. Además no la llamamos, hay que resignarse

 

-¡¿Están locos?!- exclamé-. ¿Pero qué mierda les pasa?!

 

-Yo... Yo lo pedí así- suspiró Rosalie.

 

-Escúchame Rosalie Swan- gruñí mientras sostenía su cabeza entre mis manos. Estaba lastimándola ya que jalaba su cabello pero no podía controlarme-. Tú no vas a irte ¿Me entiendes? Te mato si lo haces, eres mi vida, mi princesa, te quedas aquí

 

-Bésame una vez más

 

-No lo haré si no me prometes que estarás bien

 

-Yo... Lo prometo, pero bésame

 

Lo hice. Con todo el dolor del mundo la besé. Joder, incluso en estos momentos se sentía tan bien sus suaves labios sobre los míos.

 

En ese momento ella dejó de responder a mi beso.

 

-No, no, no, ¡No!

 

Rosalie estaba inconsciente o muerta. No, eso no.

 

-Rosalie, nena, no me dejes ¡No!- le supliqué llorando como un bebé-. Te amo, mi vida, yo te amo, no me dejes, yo sin ti no soy nada, iba a pedirte de nuevo que fueses mi esposa, iba a decirte que Lauren no es mi novia sino mi prima, ella me ayudó a darte celos... Quería pasar mi vida a tu lado, quería que fueses la madre de mis hijos, quería envejecer a tu lado, Rose no te vayas... Quiero que sepas que nunca te dejé de amar, que este amor que siento por ti es tan grande que hasta duele

 

De repente escuché la risa de Bella...

 

-¡Lo sabía!- exclamó mientras hacía un bailecito de triunfo. Sollocé. No sabía de qué coño estaba hablando.

 

-Vaya, las dos se van a llevar un premio por su actuación- se rió Edward. Los miré sin entender nada. Me levanté y en ese momento vi que Rose se levantaba también con lágrimas en los ojos. Ella estaba bien, la sangre era falsa.

 

-Me amas Osito- susurró.

 

Me quedé petrificado unos segundos... ¿Rosalie actuó todo el tiempo? Me sentí feliz. Rose estaba bien, pero... Me las pagaría. 

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Bueno, aquí les dejo otro cap. Espero que me disculpen por no haber actualizado es que estuve ocupada con la escuela y con los otros fics los cuales tenía abandonados jeje. Ojalá que les guste el cap. Tenía que darle su momento de protagonismo a esta parejita... ¿Qué sucederá en el sig cap? ¿Emmett perdonará a Rose? jejeje. Bye, las dejo con la duda.

 

Saludos a YOYOCULLENMASEN, ANDREABELLA y JAZ_CULLEN. Perdón por no contestarles hoy sus mensajes pero es que no tengo cabeza para nada. He estado pasando por una especie de "Depresión" ya ni siquiera escribir me ayudaba. Pero bueno, ya estoy tratando de salir de eso... Así que me tendrán aquí molestando con capítulos del fic jeje. 

 
Capítulo 28: Última oportunidad Capítulo 30: LO QUE LLEVO DEL CAPÍTULO-- SIN NOMBRE

 
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