Bella POV:

Mi cita había resultado ser un desastre, aun dormida seguía sintiendo coraje hacia Jacob Black por quererse pasar de listo anoche. Sonó mi alarma, ya era hora de levantarme. Abrí los ojos y me levanté, pero al voltear al suelo me quede pasmada ¡Era un muchacho desnudo acostado en el piso de mi cuarto! Su piel era blanquísima, su cabello color bronce. Pero estaba de espaldas y no le podía ver la cara. Tenía el cuerpo más perfecto del mundo ¡parecía dios griego! De repente el extraño soltó leves quejidos de dolor.

-¿Qué rayos hace en mi habitación?- pregunté asustada. Mi voz había subido dos octavas a causa de la sorpresa.

El muchacho levantó la cara y cuando lo hizo me quedé en shock. Tenía la cara más hermosa del mundo. Sus facciones eran perfectas y varoniles, sus labios carnosos y rojos. Lo más precioso eran sus ojos de un color dorado intenso. Parecía un ángel. Él me miraba divertido. 

-Hola... Sé que te preguntas que hago aquí pero descuida,  todo estará bien- su voz aterciopelada era la más perfecta y sexi que había oído-. De momento no puedo explicarte nada

-¿Qué?-mi expresión era de incredulidad - ¿Vivirás aquí?- cuestioné observando la enorme maleta que había atrás de él.

-Algo así- admitió.

-Pero... ¡No puede! Es usted un extraño....- me costaba hablarle bien teniendo a semejante ángel enfrente.

-De hecho no lo soy, pero no puedo explicarte nada Bella

-¿Cómo sabes mi nombre?- grité.

-Confidencial- contestó mientras se ponía de pie, dejándome ver toda su perfecta anatomía.

-¡Vístase!- grité mientras intentaba taparme los ojos

-¿Disculpa?- preguntó confundido- Oh, ya me di cuenta- se rió-. Perdona

-Bien, te dejo solo- salí del cuarto apresuradamente.

-No, Bella- gritó él, pero ya estaba afuera. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina. Afortunadamente no había nadie en casa. Mis papás habían ido a trabajar y Rosalie había salido con su novio Emmett. Ellos dos hacían una magnífica pareja, ella era muy hermosa y él muy guapo.

Me estaba sirviendo un vaso con agua cuando oí que el intruso bajaba las escaleras.

-¿Bella?- parecía angustiado.

-Aquí- grité y llegó corriendo.

-¿Estás bien? - vino hacia mi y me abrazó- ¿No te lastimaste?

-No- respondí riendo, me aparte de él y observé que ya estaba vestido.

-Bella perdón por mi reacción pero es que nunca te había dejado tanto tiempo fuera de mi vista

-Mira extraño, no sé como sabes mi nombre y por qué motivo estás aquí... Esto empieza a asustarme, por favor explícame 

-Me llamo Edward Cullen, ya no somos extraños - me sonrió y yo me quede embobada viéndolo.

-Quiero... Que...- dije con dificultad. Mirarlo dolía, era insoportablemente hermoso- Me expliques que haces en mi casa

-Pero...

-¡Te echare fuera si no me dices!- grité furiosa.

-¡No!- el pánico se asomó en sus ojos- Está bien, está bien te diré

- Estoy esperando- crucé los brazos. 

-Bien... No sé como decirte esto pero ¡Yo soy tu ángel de la guarda!

-¿Qué?- me quise reir. Esto era tan comico.

- Hablo en serio- suspiró frustrado-. Era un ángel, "tu" ángel

Esta vez estallé en carcajadas.

-No hay nada gracioso en esto Bella- me miró algo enojado.

De verdad que este tipo tenia problemas. Estaba loco y le faltaba un tornillo.

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Espero que les guste esta nueva historia. Es un fic que ya tenía escrito desde hace mucho :D Plis comenten para ver que les parece.