Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43162
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

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Capítulo 23: Un mal día

Bella POV: 

Las mejores vacaciones que había tenido jamás hoy concluían. De nuevo entrabamos a la escuela... De verdad me sentía nerviosa en lugar de feliz como cada año. La razón de mi nerviosismo era que todos se enterarían de que Edward Cullen era mi novio y las zorras de la escuela intentarían bajármelo a toda costa. No dudaba del amor que Edward me tenía pero... Ellas eran muy guapas y él podría fijarse en otra.

Por eso era mejor no decir nada y que siguieran creyendo que él era gay. Pero, el testarudo de Edward me convenció para que actuáramos como lo que eramos en la escuela. Aun recordaba esa discusión que habíamos tenido cuando se fue a inscribir al instituto. La terminó ganando él ya que uso su mejor puchero y sus besos. El muy maldito sabía que me moría de amor por él y que caería con unos cuantos besos aunque fuesen pequeños.

Terminé de vestirme y observé a Edward quien también estaba listo. Se veía de infarto. Rosalie se lo comería con la mirada si lo viera. Aun le tenía coraje porque ella le robó el anillo a mi novio mientras dormía. La muy descara me lo confesó con una sonrisita cínica y además me dijo que así como le había quitado el anillo tan facilmente también podía obtener el amor de Edward.

Edward y yo tomamos nuestras mochilas y bajamos a desayunar. Solamente comimos cereal porque se nos estaba haciendo tarde ya que teníamos que esperar a que mis padres y mi hermana se fueran.

-Estoy emocionado Bella- confesó él mientras íbamos en camino a la escuela-. Nunca he ido a la escuela siendo un estudiante

-Te va a ir muy bien Edward- sonreí.

-Amor... ¿Qué clase nos toca? Es que no he revisado nuestros horarios...

Sin despegar la vista de la carretera busqué en mi mochila los dos papeles que tenían los horarios.

-A mi me toca Cálculo- dije leyendo mi hoja.

-¿Cálculo? Bueno... No importa, te sentarás a mi lado ¿Verdad?

-No... A ti te toca Español...

-¡¿Qué?!- gritó-. ¿Nos tocarán clases distintas?

-Si Edward, ¿No lo sabías?- pregunté mirándolo extrañada por un momento.

-No, es que pensé que... Posiblemente tendríamos las mismas clases- admitió avergonzado y en voz baja.

-Pues no las tendremos

-Entonces no quiero ir a la escuela- gruñó y se cruzó de brazos cual niño pequeño. Se veía muy tierno. Me eché a reír.

-Tenemos que ir, ya te inscribiste, no te puedes echar para atrás

-Pero no te puedes poner en peligro- protestó-. No quiero que te pase nada

-No te preocupes mi amor, nos veremos en clase de literatura y educación física, no correré peligro en las demás clases, lo prometo

-Confiaré en ti- murmuró.

-Debes hacerlo siempre- le advertí.

-Lo hago, pero que tú me prometas que no pasará nada no me hace confiar al cien por ciento, puedes prometerme que te cuidarás pero no eres adivina, no sabes que puede pasar

-Edward, solo es la escuela- me carcajeé-. Acostumbrate a esto, no seas sobreprotector

-No me pidas eso, de verdad, no me pidas eso

-Está bien, tú solo dejarás de serlo con el tiempo

-Dudo que eso pase- sonrió-. Aunque te moleste, te protegeré de todo peligro aunque implicara dejarte

Frené bruscamente. Casi nos golpeamos. Edward me miró furioso.

-¡¿Qué haces?!- me regañó.

-¿Esto es en serio?- pregunté al borde de las lágrimas-. ¿Me dejarías para protegerme de un estúpido peligro?

-Si, Bella, si lo haría... Yo quiero tu bienestar antes que mi felicidad

Negué con la cabeza.

-Yo no dejaría que te apartaras de mi

-Nada va a pasar, nena- me prometió tomando mi rostro entre sus manos. Depositó un suave beso en mis labios. Yo ya no pude contener las lágrimas. Era muy doloroso pensar en separarme de él.

-Eres un tonto- gruñí-. No quiero que vuelvas a decir semejante tontería

-No amor, perdón por ponerte así- dijo limpiando mis lágrimas-. Soy un tonto

-Si, si lo eres... No me gusta que digas esas cosas- me aparté de él para seguir conduciendo. El resto del camino nos mantuvimos callados. Edward lucía triste y me sentí mal por haberle dicho tonto. Pero... De verdad lo era, ¿Cómo se le ocurría mencionar que para protegerme podría hasta dejarme?

Llegamos a la escuela y busqué un espacio libre. Por fortuna lo encontré. Bajamos de la camioneta y nos dirigimos hacia el interior de la escuela. Una vez adentro Helena y Alice fueron a saludarme. Helena tenía una camiseta de Jasper pero con una gran X. Me reí.

-¡Por fin ya entramos a clases!- exclamó Alice.

-Si, ya era hora- gruñó Helena. De repente sus ojos se enfocaron en Edward.

"No puede ser" pensé preocupada.

En vez de que pasara lo que me temía, Helena simplemente saludó a Edward como si nada. Al parecer no le había gustado o tal vez si, pero era muy buena amiga para demostrarlo.

Cuando los cuatro oímos la campana nos apresuramos a ir a nuestras clases. Por fortuna a Edward le tocaba con Alice y él sabría a donde ir. Me despedí de beso de él ante la mirada atónita de los alumnos.

-¿Quien es ese?- me preguntó Mike cuando estábamos en el salón. Él había cambiado un poco en el verano. Lucía un poco más musculoso y bronceado y su peinado era distinto.

De hecho, todos los que conocía habían cambiado un poco, pero no me preocupaba eso ahora. Me preguntaba como estaría Edward...

-Es mi novio- respondí con amabilidad.

-¡¿Qué?!- exclamó y en ese momento llegó el maestro. Agradecí al cielo por eso.

La clase fue aburrida. Fue la típica clase del primer día... Temarios, explicaciones de como iba a calificar, advertencias, pase de lista y cosas así.

Antes de meter mis cosas revisé mi horario. Maldición. No me tocaría clase con Edward hasta después del almuerzo. Y el almuerzo era al terminar la tercera hora.

Así que me esperaban dos horas más antes de poder ver a Edward lo cual me ponía ansiosa. Me dirigí hacia mi siguiente clase que era de filosofía.

Fue una verdadera tortura. El profesor no parecía entender que este era el primer día de clases. Nos dio una clase como si estuviéramos a mitad de semestre. En fin, fue algo horrible. Por fortuna esa clase la compartía con Helena y también la siguiente que era español.

-Ahora cuentame de tu camiseta- le dije a Helena-. Tú amas a Jasper

-Alice me contó todo- respondió-. Y yo quiero a mi amiga y la apoyaré... Bella, ¿Cuándo planeabas decirme que lo conociste y que él quiere contigo?

-Esto... Para mi no tiene importancia

-Claro que lo tiene, Bella, Alice no te lo dice pero se siente un poco triste, tú pudiste gustarle a Jasper y ella no

-¿Tiene envidia?

-No, no la tiene, pero es que ella quiere encontrar el amor, y siempre soñó con conocerlo a él y que se enamoraran en cuanto se vieran, nuestra amiga sufrió una gran decepción

-Yo... Me siento mal

-No te sientas mal, tú no tienes la culpa, después de todo tú no escondes tu belleza, pero ese es el problema de Alice, ella es super guapa pero no se arregla lo suficiente

-Pues ella no necesita arreglarse- fruncí el ceño-. Ella es hermosa como sea, Jasper no debería fijarse en la apariencia

-Pues no, pero... ¿Cómo esperaba gustarle a él si a la iglesia va como si fuese una monja?

-Lo hace porque quiere que el que se enamore de ella no lo haga de su físico sino de lo que es por dentro, a ella no le importa arreglarse bien por alguien

-Bueno, quizás tienes razón- admitió. En el camino nos encontramos con Edward quien al verme me abrazó con fuerza.

-Bella... De verdad como te extraño... No me gusta la escuela, no quiero estar sin ti

-Cálmate amor- susurré en su oído mientras lo abrazaba. De verdad yo también había extrañado a mi ángel. Lo amaba y lo necesitaba conmigo a todo momento.

-No puedo...

-Claro que puedes, ahora vete a clase- le ordené soltándolo. De repente vi a Tanya quien me observaba furiosa.

"Va a arder Troya" pensé asustada.

Tanya se acercó a Edward y se lo llevó con el pretexto de que les tocaba la misma clase. Me enfurecí y quise arrastrar a mi novio de regreso pero quien terminó arrastrándome fue Helena hacía la clase de español la cual fue algo divertida. La profesora me cayó bastante bien.

Después de una hora al fin mi esperado receso. Tenía mucha hambre así que no dudé ni un segundo en correr a la cafetería. Yo y Helena nos encontramos con Alice allí. Compramos comida y buscamos a Edward pero este no estaba. Comenzaba a angustiarme y Alice se pudo percatar de eso.

-Bella, calma, ya aparecerá

De repente se escucharon murmullos. Miré hacia la puerta de la cafetería. Edward y Tanya iban entrando. Ella lo tenía tomado del brazo. Mi novio se veía incómodo y buscaba algo con la mirada. Cuando me vió se soltó del brazo de Tanya y corrió hacía mi. Sonreí con satisfacción cuando este me abrazó. Miré por encima del hombro de Edward. Tanya estaba que echaba chispas. Me reí.

-Te extrañé, pequeña- musitó Edward.

-Yo también cariño

Los murmullos subieron de volumen. Enrojecí y solté a mi novio. Todos estaban mirándonos.

-Eh, deberíamos comer- sugerí. Alice y Helena se rieron.

Los cuatro nos sentamos en una mesa y yo acompañé a Edward a comprar su almuerzo.

Una vez de regreso en la mesa y que comenzamos a comer, Alice comenzó a mirarme con preocupación.

-Vas a tener problemas con Tanya- me dijo.

-Lo sé- suspiré-. A ella le gusta Edward

-¿Qué?- preguntó mi novio.

-Bueno, ya decía que tres años sin problemas con ella ya era mucho- se rió Helena.

-Si, ya casi terminamos la preparatoria y no habíamos tenido problemas hasta ahora- me quejé.

-Ya que...

-¿Cómo que ya qué?- pregunté enfadada-. Esa tipa tratará de matarme

-No te hará nada, no lo permitiré- me prometió Edward.

-Cómo si pudieras evitarlo... Compartimos tantas clases- dije sarcástica y enfadada con todo el mundo.

-Bella, estás comenzando a ser algo molesta, por favor calmada- me pidió Helena seria.

Suspiré. Era cierto. Estaba comenzando a ser molesta.

-Perdón, Edward

-No te disculpes Bella- me sonrió él pero con tristeza-. No has dicho nada malo, solo me has recordado que casi no compartimos clases

-De veras lo siento- me disculpé-. Pero es que me enfadé, no quiero a Tanya de enemiga

-No importa si la tienes o no de enemiga, yo te cuidaré

-Confío en ti- le sonreí.

"Solamente en clase de filosofía y de educación física, Tanya me puede tomar por sorpresa en las demás clases" dije para mis adentros.

Oímos en ese momento el toque para volver a clases.

-Bien, yo me largo a filosofia- anunció Helena. Alice sonrió.

-Yo también tengo esa clase

-Bueno, nos vamos

Todos nos levantamos. Edward y yo nos despedimos de Alice y Helena y partimos rumbo a nuestra clase. Edward me llevó la mochila, la cual estaba un poco más pesada ya que en cada clase nos estaban entregando el libro. Llegamos justo a tiempo a la clase. Por desgracia la compartiamos con Tanya quien no dejó que Edward se sentara a mi lado.

"Maldita zorra" pensé durante toda la hora. Me daban ganas de golpearla, pero no lo haría... Ella era la hija del director.

Edward me lanzaba miradas de desesperación y sobre todo cuando la profesora nos dijo que formaramos parejas para realizar los proyectos del semestre.

-Yo quiero estar contigo- le dijo Tanya a Edward.

-Disculpa Tanya, pero yo iré con Isabella- replicó él.

-No lo permitiré

-Pues no sé como lo impedirás, ¡Yo voy con Isabella y punto!- exclamó mi novio e hizo que todo el salón lo observara atentamente, incluyendome.

-¿Algun problema?- le preguntó la maestra.

-Si... Yo quiero ir con ella en el equipo- respondió Edward señalandome.

-¿Y cual es el problema?

-¡Que yo lo quiero en mi equipo!- gritó Tanya.

-Señorita Denali, debería dejar que el señor...

-Cullen- le dije yo.

-Si, el señor Cullen, escoja en que equipo estar, no puede encapricharse con él

-Yo lo quiero conmigo

-Pues eso no se hará, señorita, elija otro compañero

-Le diré a mi papi que te despida- la amenazó Tanya. Me quedé con la boca abierta al igual que todos-. Quiero que Edward Cullen sea mi pareja

-No funcionan conmigo tus amenazas, niña malcriada- respondió con dureza la profesora Jane-. A mi tu padre no me puede despedir

-Claro que puede...

Bien, esto ya comenzaba a ponerse bueno. Tenía la sospecha de que la maestra Jane- quien nunca quiso decir su apellido- era algo de Tanya, una tía o algo así.

-Bueno, pues si podría, pero no me afectaría, tu padre me seguirá manteniendo, soy su esposa después de todo

-Pero yo su hija

-Y también mía, así que puedo hacer lo que me venga en gana, no vas con Edward Cullen y punto, me cansé de tus caprichos

La cara de Tanya se volvió de un color rojo. Quise reirme pero no debía sino tendría problemas.

En el salón los murmullos no se hicieron esperar. Todos estaban impresionados porque Tanya era hija de la profesora Jane, quien parecía muy jóven.

-Te dije que no dijeras nada- masculló Tanya.

-¿Por qué no lo puedo decir?

-Porque me das vergüenza- contestó Tanya. Se le salieron las lágrimas y salió corriendo del salón. La maestra se quedó pasmada unos momentos y después nos miró.

-Muchachos, formen parejas, nos vemos mañana- nos dijo antes de salir corriendo detrás de su hija.

Al salir de esa clase me sentí abrumada. Presentía que lo que acababa de pasar me involucraría a mi y a Edward después.

-¿Quien se hubiera imaginado que la profesora Jane es la madre de Tanya?- le comentaba Jessica a Lauren.

-No lo hubieramos sabido si Tanya no se hubiera encaprichado por ese semejante ángel- contestó ella mirando a mi novio con descaro.

-Me largo a mi clase- mascullé.

-Adios mi amor- me dijo Edward y me dió un beso en los labios. Suspiré. Sus pequeños besos me dejaban atontada.

Caminé a mi clase de francés con paso rápido. Tenía deseos de que acabara este día para ya irme a mi casa. Realmente hoy no era un día bueno o al menos eso consideraba. Que Edward viniese a esta escuela no era lo más conveniente pero no le diría nada a mi novio porque no quería herir sus sentimientos. Sentiría que me causa problemas o algo así.

La clase de francés no estuvo nada mal y me ayudó a desestresarme un poco. A mi me encantaba aprender idiomas. En esa clase recordé a Brian. Él iba a llegar este fin de semana. El mes que le habían dado de vacasiones lo pasó en japón porque la madre de su novia enfermó y ella tuvo que cuidar de su hermanito. Ahora venían a pasar solo una semana aquí. Todo eso yo lo sabía porque últimamente me mandaba mensajes.

Al salir comencé a maldecir en voz baja. Tenía educación fisica. Yo era sumamente torpe en los deportes y nada me salía bien. Por suerte jamás me había lastimado ya que tenía bastante suerte y pasaba algo que hacía que yo no resultara herida de ninguna manera. Me reí al entenderlo. Yo casi nunca me había lastimado en mi vida gracias a la sobreprotección de Edward.

Llegué hasta el gimnacio y en la puerta se encontraba mi novio quien se veía muy nervioso.

-Hola mi amor- dijo al verme. Me abrazó.

-Hola pequeño

-Por favor no te alejes de mi, no quiero que ningún balón...

-Descuida, intentaré cuidarme

Edward puso cara de preocupación y me carcajeé.

-No soy tan torpe- le dije.

Ambos entramos al gimnacio y el profesor nos dijo que nos iba a dejar que usaramos la ropa que traíamos puesta para su clase.

Por desgracia puso a jugar a todos los hombres basquetbol y a las mujeres a correr por toda la cancha.

Edward no quería apartarse de mi pero lo convencí para que lo hiciera. En la tercera vuelta sentí que me faltó el aire. Joder, no traía mi inhalador porque pensaba que el asma había desaparecido. De repente alguien me detuvo. Era Tanya. Esperen... ¿A qué hora había llegado? ¿Y por qué estaba aquí? Mierda, compartiamos esta clase probablemente.

-Ni creas que te vas a quedar con ese hombre- me dijo enojada-. Él ya me lo dijo todo, no es gay y es tu novio ¿No es cierto?

-Si, si lo es

-Él me había dicho que era gay, pero pensandolo bien, no me mintió del todo

-¿Por qué?

-Tú pareces un hombre- contestó. Me hirvió la sangre. Tenía ganas de decirle que ella era fea pero no podía. Ella era sumamente guapa-. Eres horrible

-¿Desde cuando tienes problemas conmigo?- la cuestioné-. Siempre me has ignorado y ahora te acercas a mi, ¿Qué te sucede? ¿Cuál es tu problema?

-Estás con él- me interrumpió-. Ese es mi problema

-Todos tenemos derecho a encontrar un novio- le dije-. Y él es el mio

-Pero él es hermoso y tú... Fea, asquerosa, qué se yo

-Estoy consciente de eso, pero... Sé que él me quiere aun así

-Pues eso es lo que me molesta

-¡Ya dejanos en paz!- le grité-. Todo el día has estado molestando...

-No todo el día- se rió-. Solo cuando nos vemos

-Si, sobre todo en la clase de literatura, no sabía que la maestra Jane era tu madre- me burlé.

-¡No lo digas!- me gritó.

-¿Qué? ¿Qué tiene de malo?

No pude evitarlo se me abalanzó y comenzó a golpearme. Oí el grito de Edward antes de que Tanya me diera un golpe que hizo que cayera para atrás. Para mi mala suerte, estabamos en las gradas, y para colmo hasta la antepenultima. No pude evitar caer y golpearme la cabeza fuertemente. Por fortuna me desmayé.

Edward POV:

Estaba intentando jugar Basquetbol cuando de repente vi que mi niña y Tanya discutian arriba de las gradas. No sé que pasó y está última comenzó a golpear a mi novia. Grité histerico cuando ella cayó pára atrás y comenzó a rodar por las gradas. Corrí hacia ella pero no pude evitar que se golpeara. Cuando la tuve entre mis brazos vi que estaba inconsiente. Mi corazón latió como nunca debido a la angustia.

-¡Bella!- exclamé desesperado al ver la sangre saliendo de su nariz. La cargué rápidamente-. Bella, mi amor, reacciona- sollocé.

-Llevala a a la enfermería- me dijo el profesor. Se veía muy preocupado.

-¡Si algo le pasa a Bella te vas a arrepentir!- le grité a Tanya antes de echarme a correr hacia la enfermería. Por fortuna yo ya conocía esta escuela y llegué rápido.

La señora Wilson- la enfermera- me dijo que la acostara en la camilla. Así lo hice. Ella me pidió que saliera pero me negué.

-Pero hijo, estás alterado, será mejor que vayas afuera a calmarte

-Me niego a apartarme de ella- le dije molesto.

-Está bien, pero sientate

Hice lo que me pidió. Estuve sentado mientras la enfermera atendía a mi princesa. No pude dejar de llorar. Bella todavía no se despertaba. Si algo le pasaba yo ya no pordría seguir viviendo.

Definitivamente ya no volvería a alejarme de ella nunca más. La cuidaría de todo y de todos.

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Hola!! Perdón por no actualizar tan rápido como antes pero de verdad, no he tenido tiempo y aparte nunca quieren prestarme la computadora jaja. Espero que les guste el primer día de clases de Edward y Bella :D jajaja 

 

Saludos a: 

 

VASTY242: Perdón por dejar en suspenso jejeje, pero pues es el chiste XD. Respecto a Harry... Si se merecia esos golpes por abusivo jaja. Hablando del suspenso... Todavía no llega, estos capítulos para mi son los más "Aburridos", ya se va a venir lo bueno, según yo. Espero que no me odien por las cosas que pasarán.

 

JAZ_CULLEN: Espero que te guste lo de la escuela aunque no haya sido un día bonito. Creo que con lo que pasará vas a desear que estén de vacasiones de nuevo. La escuela va a ser un autentico infierno para ellos (JAJAJA soy malvada)

 

ISAKRISTEN: Me alegra mucho que te gusten los capítulos. Ya sé que algunas cosas sacan de onda pero pues son cositas que se me van ocurriendo como lo de que Alice inventó que Edward es gay XD. Pero todo eso es porque Tanya es una fastidiosa. Así como está ella van a llegar una malvada más pero se sabrá hasta el proximo cap.

 

Saludos también a todas las que se pasen por mi fic. Gracias por leer, comentar y votar, de verdad lo aprecio muchisimo :D

 

Y les voy a adelantar algo del siguiente cap, de verdad creo que les gustará:

 

Alguien tocó la puerta.

 

-Yo voy, quedate aquí- dijo Bella. Asentí y ella se fue del cuarto.

 

Estaba ansioso porque no la tenía cerca de mi pero esperé. No quería que me descubrieran. 

 

De repente llegó Bella a la habitación. Me miró con los ojos muy abiertos y con la respiración agitada.

 

-¿Qué te ocurre, mi amor?

 

-Te busca alguien

 

-¿Quien?

 

-Carlisle Cullen- susurró. 

 

Capítulo 22: Las mejores vacaciones de mi vida Capítulo 24: Mi padre

 
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