Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43159
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 28: Última oportunidad

Edward POV:

Bella y yo estábamos abrazados en la cama aun pero con la ropa puesta. Estaba tratando de recuperarme aun por lo que había pasado entre nosotros. Me sentía inmensamente culpable, pero... Feliz de tener a mi niña entre mis brazos y que yo fuese el único para ella.

-Te amo Edward- me dijo. La miré con intensidad.

-Yo más Bella, yo más...

-De verdad esta vez nos sobrepasamos

-Si, de verdad, si- dije riendo un poco y la apreté más contra mi pero sin llegar a lastimarla.

-Edward, no sé que va a pasar después de esto, no lo tenemos permitido

-Yo tampoco lo sé, pequeña, yo tampoco- admití preocupado. Otra regla rota-. Cada vez estamos peor, cada vez siento más deseo por ti y ya no puedo controlarlo, no me pude controlar hoy, estoy arrepentido

Ella hizo una mueca.

-¿Te arrepientes?

-Si, no debí llegar tan lejos

-Para mi fue hermoso, Edward

-Para mi igual, eres perfecta Bella... Y solo eres mía

-Tú mío, nunca lo olvides

-Nunca... Siempre vas a tenerme contigo, pase lo que pase

-No me gusta esa frase, me suena a despedida

-Bella, yo nunca tengo por qué despedirme de ti, siempre estaré contigo

-Vivo, ¿Verdad?

-Si mi amor, vivo

-Si te mueres, te revivo y vuelvo a matarte por el enojo, tú no me puedes dejar sola

No pude evitar carcajearme. Siempre que le decía la frase "Pase lo que pase", ella lo interpretaba como si fuera a morirme. Cuando yo decía eso me refería más a cuando tuviéramos que separarnos por alguna razón. No sabía por qué pero tenía el presentimiento de que sucedería algún día. Me entró el pánico de repente.

-Entonces puedo estar tranquila- dijo sonriendo.

-Si, mi cielo, nunca nos vamos a separar- prometí aferrándome a ella.

-Espero que sea cierto, amor... No quiero que lo hagas con otra, es que... Te he dejado frustrado

-No me has dejado frustrado, yo me detuve a tiempo, íbamos a cometer una locura, estoy más bien aliviado y jamás, escuchame, jamás, voy a estar con otra que no seas tú, eres el amor de mi vida, de mi existencia, más bien... Dudo que alguien más ame a su pareja como yo te amo a ti

Bella me miró con lágrimas en los ojos. Eran de emoción, lo sabía.

-Entonces, ¿Vas a esperarme hasta que nos casemos?

-Por supuesto, mi cielo, así como tú me vas a esperar a mi ¿O no lo harás?- pregunté en broma. Ella rió.

-Claro que si, tontito, al único que necesito es a ti... Ambos nos esperaremos hasta el matrimonio, perderemos la virginidad juntos

-Me suena bien- dije sonriendo y la besé lentamente, disfrutando de sus suaves y hermosos labios. Me perdí en ellos durante un momento y cuando abrí los ojos ya estábamos a punto de hacerlo de nuevo.

-Creo que debemos irnos de aquí- me dijo Bella mordiéndose los labios. Gruñí, esa manera de morder sus labios me provocaba.

Me levanté inmediatamente y ayudé a mi niña a pararse. Ambos nos acomodamos la ropa y decidimos bajar de nuevo a la fiesta, porque se acercaba la hora de partir el pastel.

Andrea POV: 


Esta fiesta estaba de lujo, pero... Muy aburrida también. No había visto a Edward quien me había gustado mucho. Ese hombre tendría que ser mío. No podía dejar ir a semejante ángel. Yo en la vida había tenido en mi cama a muchos hombres atractivos. Se suponía que yo estaba en un internado de Inglaterra, pero en las noches conseguía escaparme para tener citas. Una de esas cambió mi vida para siempre, me hizo entrar en el mundo donde estoy ahora. La mafia. No era jefa de ninguna organización, pero mi jefe era uno de los más peligrosos de toda Inglaterra. Además, él era mi esposo- me había casado con él a escondidas del internado y de mi padre- pero... No tenía que serle fiel y él tampoco a mi y fue por eso que decidí ir a Seattle. Digamos que... Mi querido esposo me dio un tiempo de vacaciones para que él disfrutara con Mike, su pareja. Si, mi amado marido era gay. Se casó conmigo solo para no perder el respeto y me mandó de vacaciones a Seattle para que supuestamente yo viese a mi padre. Eso era lo que les había dicho a los que trabajaban para él.

Mi vida era algo complicada en Londres y al parecer en Forks también lo sería pero de manera divertida. Edward sería mío costara lo que costara. Se lo iba a arrebatar a esa mujer que era muy guapa, pero que no era nada en comparación con su novio. Me haría pasar por una buena persona para enamorarlo y tendría que arreglármelas para que la tal Isabella pareciera mala. Pero... Para llevar a cabo eso tendría que pasar algún tiempo... Si lo hacía rápido sería aburrido. Primero, los haría sufrir y luego reconciliarse. Tenía que hacer que Edward pareciera el malo de la historia por ahora, después se reconciliarían. Yo me alegraría por ellos y me verían como alguien buena. Después, vendría la parte genial del plan. Hacer que Isabella pareciera la mala. Si no lograba nada con él, utilizaría un último recurso que era algo extremista pero lo usaría si ese tipo seguía amandola. Parecía poco probable que fuese a pasar pero debía considerar la opción por si todos mis planes salían mal y la situación se me salía de las manos. El último plan funcionaría sin duda alguna... Pero no tenía sentido utilizarlo ahora, no cuando todavía no me había divertido haciendolos sufrir.

De verdad nunca había sido una persona malvada, pero me daban ganas de serlo. Ya había vivido muchas experiencias y necesitaba algo nuevo. Además ese ángel, tenía que ser mío. No se como hizo, pero me enamoré de todo él, de su sexy voz, de su masculinidad, de su físico. Ese hombre estaría en mi cama, de eso estaba segura, pero por lo pronto no. No iba a tratar de enamorarlo siendo una descarada. Eso era algo estúpido e incluso vulgar.

Tomé el ultimo trago de mi bebida y me fui de allí. Ya no tenía nada que estar haciendo en esta fiesta. Además Jasper y Riley me habían traído y habían salido del lugar porque eran unos idiotas que no podían pasar ningún rato sin meterse en problemas.

Salí de la fiesta y los vi. Ese par estaba discutiendo. Pero cuando estaba por bajar había una chica que estaba llorando. Me acerqué a ella.

-¿Te echaron?- me burlé. Ella me miró con odio.

-No...

-A mi me parece que si

-Bueno si, pero no te sientas superior solo porque lograste entrar...

-No, no lo hago, de hecho la fiesta está aburrida

-Yo solo venía por verlo a él

-¿A quien?

-Edward Cullen, está guapisimo, no entiendo como se fijó en Bella Swan, ella no es fea, pero...

-Sé como te sientes- suspiré-. Yo también odio esa pareja

-Quisiera separarlos de algún modo- masculló-. Pero no se me ocurre nada,

-Yo puedo ayudarte- sonreí. Un plan se estaba elaborando en mi mente. Uno un poco cruel pero sin duda divertido. Iba a utilizar a esta niña para mis fines malvados.

-¿Cómo?- preguntó mirándome con recelo.

-Solo te puedo decir que puedo darte algo para que abuses de Edward y que puedas separarlos- susurré en su oído. Estar en la mafia tenía sus ventajas. Había tantas sustancias que podían drogar a alguien. Era hora de utilizar a uno de mis bebés.

-¿Ah si? ¿En serio?

-Si, pero debes seguir mis instrucciones a la perfección

-Lo que sea, con tal de separarlos- se rió.

Le conté absolutamente todo mi plan a la chica quien me dijo que se llamaba Tanya, pero obviamente me la llevé lejos del guardía para que no nos escucharan.

-Tienes una mente malvada- susurró.

-No, eso no es nada- le contesté riendo-. Es algo inocente

-Eres un monstruo, pero me agradas

-Tú me agradas también, estás dispuesta a aceptar... Eres igual que yo

Se encogió de hombros. Sonreí.

-¿Y cuando vamos a hacerlo?- me preguntó.

-En unos días, yo... Tengo que ir a Seattle por el material, no me tardaré más de una semana, lo prometo.

-Oye... ¿Y por qué quieres ayudarme? ¿Deseas a Edward?

-No- mentí. Yo no tenía que decirle nada a esta mocosa-. Simplemente me quiero divertir

-Como dije, eres un monstruo

-Si, pero un monstruo muy lindo e inteligente

Bella POV:

Afortunadamente ya habían pasado días desde que fue la fiesta. Ya todo había regresado a la normalidad. Lo único diferente es que ahora mi amigo Brian y su novia Mizuki habían llegado a Forks. Se suponía que debían llegar hacia días y que estarían en mi cumpleaños, pero, se quedaron en japón unos días más para hacer unos trámites y darme un mejor regalo. Ellos iban a quedarse a vivir aquí en Forks, en lo que terminaban la escuela. Salté de alegría cuando me enteré y abracé a los dos cuando los padres de Brian y yo fuimos a recogerlos al aeropuerto. Mizuki era una excelente chica y se volvió mi amiga inmediatamente. Lo único malo de ella era que no sabía mucho el inglés y tenía ciertos problemas en las clases pero lo iba superando, estaba dando lo mejor de ella para lograr hablar nuestro idioma.

Las cosas con Edward cada vez iban mejor. Ninguno de los dos había vuelto a hablar de lo que estuvo por suceder en su habitación. Mi novio cada día me demostraba lo mucho que me amaba, no con regalos sino con muestras de cariño. Pero, eramos objeto de burla de nuestro grupo de amigos.

Hubo algo muy extraño que sucedió esta semana. Tanya se acercó a mi para pedirme disculpas. Parecía sincera.

-No te pido que seamos amigas Bella, pero si te pido que me disculpes... Es que me gustó demasiado tu novio, pero te juro que no me vuelvo a acercar

-Eso espero- contesté secamente-. Te perdono, pero no te acerques, quisiera que nos mantuvieramos igual que antes

-Lo cumpliré

-Está bien

Ese incidente tan raro tuve que contarlo a la hora del almuerzo. Alice y Helena me aconsejaron que no la perdonara.

-La perdoné, pero le advertí que se alejara de nosotros

-Bueno, eso está bien- sonrió Alice.

Después Edward y yo nos fuimos a nuestra clase. Tanya me sonrió timidamente como si estuviera agradecida de que la perdonara. Eso me dejó impresionada.

Cuando salí de esa clase me despedí de Edward y caminé hacia el aula donde me tocaría la siguiente hora.

Después de dos horas al fin iba a a ver a mi novio en educación física. Por fortuna mi penúltima y última clase la compartía con Brian y él me acompañaría ya que a Edward no lo veíamos por ninguna parte. Seguramente ya estaría en clase. Pero... Tenía un extraño presentimiento.

Estábamos por llegar al gimnasio cuando de repente llegó Zafrina, mi compañera en clase de cálculo y de filosofía.

-Isabella, estoy buscando a Tanya, ¿No la has visto? La necesito, vamos a exponer a la última hora y la clase ya va a empezar

-No, no la he visto

-El maestro me va a reprobar- gimió. Ella era la estudiante con el más alto promedio de toda la preparatoria-. Él no aceptará excusas

-Te ayudo a buscarla- ofrecí-. Vamos a los baños, tal vez pueda estar allí

-Si, si, está bien

Mi amigo, Zafrina y yo fuimos a buscar a Tanya en los baños. No había nadie. Cuando ya nos habíamos resignado a que Tanya no aparecería a Zafrina se le ocurrió buscar en el armario del conserje. Puse los ojos en blanco. Era una exageración. Zafrina gritó horrorizada. Yo y Brian nos alarmamos y fuimos a ver. Yo también solté un grito de terror al verlo. Tanya y Edward estaban... Bueno, no exactamente eso. Edward estaba acostado y sin camisa y Tanya encima de él completamente desnuda y besándolo.

-¡Bastardos!- les grité con todas mis fuerzas. Me eché a correr pero Brian me alcanzó.

-Bella, tranquila, tranquila- dijo abrazándome por detrás para que no huyera.

-¡¿Có....- no pude decir la palabra porque sollocé-. ¡¿Cómo me pides que me calme?!

En ese momento las personas comenzaron a salir de sus clases y me observaron. Me liberé del agarre de Brian y eché a correr hacia la salida. Por fortuna traía mi mochila conmigo pero por desgracia no tenía nadie quien me llevara. Me caí de repente y me eché a llorar de nuevo por aquel engaño. Le dije a Edward que no estuviera con otra. Él me prometió que no lo haría... ¿Por qué siempre rompía sus promesas?. De repente alguien me levantó. Era Brian y con él estaba su novia. Los abracé y lloré hasta cansarme.

-Tranquila Isabella- me dijo Mizuki en inglés. En otro momento me hubiera sentido orgullosa, pero ahora no me sentía con cabeza para nada.

-Quiero irme a casa- sollocé. Brian asintió.

-Vuelve a tu clase cariño- le dijo a Mizuki.

-Pero...

-Vengo por ti al rato, solo llevo a Bella a casa

-Está bien- asintió. Le dio un pequeño beso a Brian y se fue no sin antes decirme de nuevo que estuviera tranquila y que más tarde me visitaría.

Brian me llevó a mi casa en su coche hasta mi casa.

-No puedo creer que me haya engañado- dije con voz rota.

-Tal vez es un malentendido

-¿Malentendido?- lo miré enojada.

-Bueno, de hecho no puede ser malentendido, lo que vimos fue bastante claro, pero me extraña... Edward parecía adorarte

-Parecía... Pero es muy bueno para fingir

-Ese maldito me las va a pagar, voy a golpearlo mañana

-No, no lo hagan, solo no dejen que se me acerque, eso es todo lo que pido

-Pero Bella...

-Así me ayudarás más, por favor tú y Mizuki no se separen de mi

-Espero que no se te acerque ese maldito infiel... Es un estúpido

-Si, lo sé, Brian... Él me prometió que no me engañaría, que era el amor de su vida

Brian gritó frustrado.

-No Bella, tengo que matarlo, nadie daña de esa manera a mi mejor amiga

-Eres un gran amigo Brian, te quiero

-Yo más Bella, y no me gusta verte sufrir, mataré a Edward con mis propias manos

-¡No!- grité llena de pánico. Yo amaba a Edward y no quería que Brian lo golpeara.

-No lo defiendas

-Ya la vida lo hará pagar por esto, no te preocupes- susurré y me bajé del coche. Me metí a mi casa y me dirigí a mi cuarto. Me puse a llorar como una pequeña niña. Un rato después mi telefono comenzó a sonar. Era Edward. Me quedé estupefacta. No contesté. Después de muchas llamadas decidí contestar al fin.

-¡¿Qué carajo quieres?!- bramé-. Déjame en paz estúpido, maldito infiel, alejate de mi

-Hermana, ¿Qué pasa?- preguntó Rosalie. Me sentí avergonzada.

-Yo... - no pude hablar. De nuevo sollocé.

-¿Qué tienes?

-Edward me engañó, Rose estoy muy mal...

-No te preocupes, voy para allá

-¿Para qué llamabas?- pregunté contrariada.

-Iba a decirte que le avisaras a mis papás que iba a quedarme hasta tarde en la oficina, pero al diablo con eso, yo me regresaré más temprano, estaré contigo y no discutas- colgó. Sonreí. Quería abrazar a mi hermana, que me consolara. Ella me entendería. Antes de conocer a Emmett tuvo un novio que le juró amor, le regalaba muchisimas cosas pero después la engañó. Ese chico se llama Royce.

De repente tocaron a la puerta. Seguramente serían mis padres o algo así... Pero, mis padres tenían llaves. Me asomé por la ventana y vi el Volvo estacionado. Ni loca abriría.

-¡Bella, mi amor!- gritaba con todas sus fuerzas-. Abreme, pequeña, te lo suplico, puedo explicarte mi amor, puedo explicarte

No respondí.

-¡Voy a romper esta puerta si no me abres!

Me sentí asustada así que me escondí debajo de la cama. El suelo ya estaba limpio porque yo y Edward lo habíamos limpiado hace días. No paré de sollozar. De repente se oyó como destrozaban la puerta. Me dio un ataque de pánico.

"Dios, si me quieres un poco que pase lo que sea lo mejor para mi" recé en mi mente "O sea, que Edward no me encuentre"

Edward entró en mi habitación. Me buscó como loco.

-Bella, no te escondas, por favor, no lo hagas- suplicó sollozando. Esas eran lágrimas hipócritas. Ya no quería oírlo. Deseaba que no me encontrara, pero obviamente este no era mi día ya que se fijó abajo de la cama. Joder.

-Mi cielo, allí estás

-Lárgate de aquí- le dije llorando amargamente.

-Escuchame princesa, no puedes esconderte de mi... Te tengo que explicar

Salí de mi escondite y lo encaré.

-¡¿Explicarme qué?!

-Qué yo no hice nada con Tanya

-¡Pero yo los vi!- bramé-. Yo los vi

-Me inyectó para que me durmiera, mi niña, tienes que creer en mi, yo a la única que deseo es a ti, a ella no la quiero y jamás tendría algo con ella

-No te creo, ahora lárgate y no vuelvas a hablarme, desgraciadamente te seguiré viendo pero no me hablarás nunca

-No- sollozó-. Yo tengo que cuidarte, estar contigo, no me hagas esto, deja que te explique, no me alejes así de ti, me matarás

-No me tienes que explicar nada que todo está muy claro... Te acostaste con Tanya, más bien intentaste hacerlo, ella estaba encima de ti, se besaban, además no voy a matarte, tienes a tu novia, ve con ella

-Mi novia eres tú... Ni siquiera eres eso, eres algo más, eres mi prometida, la que será mi esposa, la madre de mis hijos, yo deseo una vida a tu lado, eres el amor de mi vida y no voy a dejarte ir por un estúpido malentendido... Si yo supiera que te engañé no te estaría buscando, aceptaría mi error, pero yo no te engañé

-Yo ya no estaré contigo, eres un maldito infiel, vete Edward ya no quiero oírte más- le dije tranquila a pesar de estarme muriendo por dentro. Mi ángel intentó caminar hacía mi. Me subí a la cama para tratar de escaparme pero cuando estaba por bajar de ella Edward me atrapó. Sostuvo mis brazos con fuerza pero sin lastimarme.

-Ya te atrapé, ahora déjame demostrarte que a la unica que deseo es a ti

-No sé como lo harás- dije nerviosa. Sus labios estaban a pocos centímetros de los míos.

-Mirame a los ojos Bella, hazlo- me ordenó. Lo miré. Sus hermosos ojos dorados me miraban con tanto amor, con dolor. Dolía mirarlo-. Eres lo más hermoso que yo tengo, jamás te voy a traicionar de esa manera... Te quiero a mi lado, eres mi vida, mi mujer, te necesito para respirar, necesito que estés bien para poder vivir

Sus palabras hicieron que mi pulso se acelerara como jamás en la vida lo había hecho. Mi corazón latía tan fuerte que hasta dolía. Comencé a respirar agitadamente.

-Su... Sueltame- supliqué.

-Nunca- me dijo antes de besarme con desesperación. Al principio me negué a corresponderle y puse resistencia. Edward se separó de mis labios-. Bésame, sé que quieres, bésame Isabella ¡Bésame! No nos hagas sufrir más ¡Responde al beso!

Edward estaba gritando. Me daba miedo verlo así. Estaba furioso. Nunca lo había visto así. Su ternura había desaparecido. En sus ojos había furia. Una furia que me espantaba y que deseaba calmar. Por primera vez lo besé por obligación, pero esa sensación duró muy pocos segundos. Le correspondí de verdad, me entregué en cuerpo y alma a este beso. El mundo desapareció. Edward y yo estábamos en nuestra burbuja.

Sin dejar de besarnos Edward y yo nos acostamos lentamente en la cama y él comenzó a acariciar mis pechos lo cual me hizo jadear de sorpresa. Mi novio jamás me había tocado de esa manera. Ni siquiera en la fiesta.

-Te amo, Bella... Te amo, eres la única en mi vida- dijo besando mi cuello ahora.

Ya no volvimos a decirnos nada. Ninguno de los dos pudo acordarse de otra cosa que no fuese este momento. Ya nada existía, nada, solo las caricias que nunca antes nos habíamos dado, los gemidos de placer que ambos dejamos escapar de nuestros labios por lo excitante del momento.

Cuando estuvimos completamente desnudos nos miramos intensamente a los ojos. Ambos estábamos sudando y con la respiración muy agitada. Edward me miró inseguro por unos momentos pero yo asentí para darle valor.

Muy lentamente entró en mi, tratando de no lastimarme. Segundos después me entregué a él.

-Te amo- dijimos ambos al mismo tiempo cuando terminamos.

Edward POV:

Ver dormir a mi niña era lo más hermoso del mundo. Me sentía feliz a pesar de que debería invadirme la culpa. Habíamos perdido ambos la virginidad y no en el mejor momento, pero... Tenía que demostrarle a mi princesa que solo la deseaba a ella y que siempre sería así. Recordé con mucho coraje a Tanya y como hizo para llevarme hasta el cuarto del conserje donde intentó coquetearme pero yo la rechacé y ella me inyectó sin que lo pudiera evitar. Cuando me desperté y salí de aquel pequeño lugar estaba en la enfermería.

-Alguien te inyectó algo para que te durmieras- me dijo la enfermera preocupada cuando le pregunté que había pasado. De repente entró Alice a la enfermería y me cacheteó. Me gritó hasta de lo que yo iba a morirme. Me angustié porque nunca había sido así y le pregunté por Bella. Atrás de esta estaba la novia de Brian quien me fulminaba con la mirada.

-Tú...- me señalo-. Tienes problemas

-¿Qué?

-Con Bella, ella se ha ido por tu traición, la engañaste, pero ya no más señor, ya no más

Y se fueron de allí dejandome perplejo y más preocupado que nunca. Después de salir de la enfermería intenté hablarle por teléfono a Bella y no respondía. Como ella no me respondió le llamé a Brian y este me dijo unos insultos increíbles y me amenazó de muerte. Ahí temí lo peor. Le pregunté a Brian lo que había pasado y este me gritó todo lo ocurrido. Una tal Zafrina le preguntó a Bella y a su amigo por Tanya y los tres fueron en su búsqueda y nos encontraron a mi y a ella a punto de tener relaciones.

En cuanto me lo explicó todo vine hacía aquí a suplicarle a Bella que no me dejara y que me permitiera decirle lo que había ocurrido en realidad. Por fortuna pude convencerla de lo mucho que yo la amaba y que solo la necesitaba a ella, que su cuerpo era el único que podía provocarme. Hacer el amor con ella fue lo más placentero que había sentido.

De repente comencé a llenarme de miedo... ¿Y si la lastimé? Era su primera vez. La miré lleno de temor. Tenía que despertarla, preguntarle, pero antes de poder hacerlo me desmayé.

Al despertar lo primero que vi fue el rostro triste de Frank- así le llamaba también ahora-. Me sentí desesperado por no tener a mi niña entre mis brazos y porque sabía lo que él iba a decirme.

-Estás haciendo todo muy mal muchacho, haz quebrantado una de las reglas más importantes, la castidad...

-Me van a regresar a ser un ángel ¿No es así?- pregunté a punto de llorar.

-No, no has quebrantado la regla más importante y has cumplido al pie de la letra otra, la de enamorarla, pero si sigues así, lo más probable es que termines diciéndole a un humano lo que eres... Y hablando sobre el amor que Isabella Swan siente hacia ti... Es verdadero y podríamos hacerla sufrir demasiado si te desaparecemos repentinamente ahora, así que te doy una última oportunidad, pero... Todo trae consecuencias, las tienes que enfrentar a partir de ahora, esto de ser humano se te está yendo de las manos, tu amor hacia Isabella se está transformando en algo enfermizo... Por favor, habla de esto con Carlisle para que te oriente y te diga que hacer a partir de ahora- suspiró-. Me has decepcionado Edward, de verdad que lo has hecho... Depositamos muchisima confianza en ti, y has quebrantado casi todo el trato, si lo quiebras, ya no podrás estar con Isabella y te arrepentirás toda la eternidad

-Pido perdón por mis errores- musité muy arrepentido-. Le doy muchisimas gracias por la oportunidad

-No es a mi a quien debes dárselas- me recordó-. Ahora te pido que hagas mucha oración para ya no volver a cometer semejante tontería como la que has hecho hoy

Asentí.

-Y... Tengo que decirte que esta oportunidad no es por ti ya, es por Isabella, ella no merece sufrir, menos ahora

-¿A qué se refiere?

-Dentro de un tiempo lo sabrás- contestó antes de que yo regresara a la habitación de Bella. Ella me observaba fijamente. Sus hermosos ojos color chocolate, mostraban dolor.

-Edward, no debimos hacer esto- me dijo mientras se levantaba. Comenzó a llorar de nuevo. Me levanté detrás de ella, llorando también.

-Ya lo sé Isabella, quiero que me perdones por esto

-No debimos hacerlo por lo del trato, te van a llevar de regreso

-Me han dado otra oportunidad, pero es la última

Bella sollozó y la abracé. Ahora mismo no podía sentir deseos de hacerle el amor de nuevo aunque ambos estuviesemos desnudos. Me invadía la angustia.

-¿Por qué todo tuvo que pasar así?- preguntó llorando aferrada a mi.

-Fue mi culpa, mi cielo, todo es por mi causa, no me supe controlar contigo, me invadió el deseo, pero a partir de ahora ya no haremos esto, nos vamos a controlar y vamos a casarnos acabando el instituto como habíamos planeado ¿Está bien, mi amor?

-Jurame que no me engañaste con Tanya

-Tienes derecho a no creerme puesto que una vez yo no confié en ti, aun así quiero que creas en lo que te digo, sé que es un pecado jurar, pero tengo que hacerlo, yo te juro que jamás te engañé con Tanya y que ni siquiera se me pasó por la mente, ella me tendió una trampa... Después de la clase de literatura me dijo que necesitaba hablar conmigo y me acompañó de camino a mi siguiente clase desgraciadamente el cuarto del conserje quedaba de paso y se detuvo allí, se me insinuó pero la rechacé y de repente sentí como me inyectaba, eso fue lo último que recuerdo, Bella, creeme y si no, mañana mismo iremos con la enfermera

-Ya, ya, te creo- sonrió-. Ya no digas nada

-Tengo que hacerlo, no quiero que te quede ninguna duda de que tú eres a la única que deseo y que necesito... Bella, si hubiese estado consciente cuando me viste allí con Tanya ¿Tú crees que no te habría perseguido? ¿Cuando me viste, me estaba moviendo o algo? ¿Le estaba correspondiendo a Tanya?

-No, realmente no- dijo después de unos segundos de estar callada-. Perdón Edward

-No me pidas perdón, soy yo quien debe pedírtelo, por ser un tonto y dejar que intenten separarnos... Esto es por culpa de que tenemos clases separadas, definitivamente mañana soborno a alguien para que tengamos el mismo horario, ya no te quiero alejada de mi, de ahora en adelante seré tu ángel guardián de verdad

-No, no es necesario...

-No discutas Bella, es lo que haré, nadie me hará cambiar de opinión

-Está bien Edward

-Amor...- la llamé.

-¿Si?

-Cuando... Tú sabes- dije ruborizamos-. Lo hicimos... No te lastime ¿Verdad?
.....................................................................................................................

Jajaja Creo que el cap me quedó más intenso y exagerado de lo que tenía planeado (Y narraron más personajes) Quizas luego lo corrija. Estoy más dormida que despierta en este momento así que si el cap tiene incoherencias y locuras estoy totalmente justificada jajaja. Aunque lo corrija la idea es la misma, debo aclarar, no cambiaré nada de lo que pasó con Edward y Bella, aunque cierta persona se enojará un poco y querrá matar a la parejita jajaja.

Espero que les guste esta historia todavía a pesar de lo que está pasando. Quizas me odien u.u (Realmente espero que no, pero lo merezco, soy más mala que Andrea xD)

Por último quiero mandarles un gran saludo a todas las que me leen. Realmente agradezco que sigan mi historia. Si tengo lectoras silenciosas igualmente se los agradezco ;)

ANDREABELLA: Espero que no te enojes por lo que pasó... Pero es algo que tenía que suceder. Ya me imagino como los regañarías y creeme que me he reido bastante al hacerlo. Me imagino a tu personaje entrando a una habitación y que encuentre a Bella y a Edward en la movida y los sermoneé y castigue jajaja. Si esto fuese un anime, esa escena la pondría como un capítulo especial, fuera de la trama. Capaz que lo hago al final aunque esto sea un Fic xD. Me da gusto saber que te gustó el capítulo... Jajaja coincido contigo con lo del auto ¡También quisiera que me regalaran uno! (Pero sin tanta seguridad, es abrumador que te sobreprotejan tanto jaja) Con que esté blindado me conformo (Jajaja no pido nada ¿Verdad?) Ay... Deberían existir los chicos como Edward jajaa. También me da gusto que compartas mi opinión sobre Jasper. Si, es un bastardo (Jajaja como me encanta utilizar esa palabra para insultar aunque no deba xD). Ojala te guste el momento en que narraste y tu historia en Londres jajaja. Un marido mafioso gay XD, pienso que no se ve todos los días. Lo siento, estoy algo loca y más ahorita porque tengo sueño y es madrugada y bla, bla, BLA... Bye, te cuidas.

Capítulo 27: La fiesta Capítulo 29: Planes

 
14443859 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios