ROSALIE POV
Miles de emociones cruzaron por el rostro de Emmett. Quería asesinarme, lo sabía.
-Emmett, no me mates- supliqué-. Te puedo explicar
En vez de explotar como yo creí que haría, avanzó hacia mi y me abrazó con fuerza.
-Tonta... ¿Por qué me has hecho esto?- sollozó Emmett. Parecía un bebé-. ¿Te das cuenta de que casi muero del susto?
-No fue idea de ella- me defendió Edward-. Fue mía
Emmett me soltó y miró con seriedad a Edward.
-Gracias por querer que vuelva con Rose, pero comprenderás que nunca me vas a agradar
Volteé a ver a Edward quien asentía con expresión triste. Quise defenderlo.
-Edward nunca tuvo la culpa de nada- le dije a Emmett-. La culpable fui yo
-Si, tú fuiste la culpable- contestó mirandome de nuevo. Ahora lo hacía con furia-. Ahora ve a cambiarte, te espero afuera... Tenemos muchas cosas que decirnos
Asentí.
-Si, necesitamos hablar...
-Anda, ve
Salí corriendo hacia mi habitación. Me cambié la ropa manchada por un pantalón de mezclilla, unos zapatos bajos y una camisa de tirantes. Me peiné un poco y bajé. Emmett me esperaba afuera. Me despedí de Edward y Bella. Les agradecí lo que habían hecho por mi a pesar de que me esperaba un buen regaño por parte de Oso.
Un rato más tarde Emmett y yo estabamos llegamos a su casa. Lo miré extrañada.
-¿A tu casa? Creí que ya no querrías traerme aquí
-Pues lo estoy haciendo... Necesito hablar contigo
-Está bien
Ambos nos bajamos del auto y entramos a la casa. Una vez adentro me invadieron los recuerdos. Emmett y yo habiamos estado muchas veces aquí. No solo lo habíamos hecho sino que tembién jugamos, nos reímos, vimos televisión, platicabamos de nuestros problemas. Suspiré. Esta casa era especial.
-No quiero que vuelvas a hacerme esto, nena- me dijo Emmett acercandose. Su respiración estaba alterada.
-No, no lo vuelvo a hacer- susurré antes de que él alzara mi cabeza y comenzara a besarme de una manera desesperada. El corazón me latio a una velocidad increíble. Estaba demasiado nerviosa.
-Te amo Rose, casi me enfermo del susto... Creí que te perdía...
-Nunca me vas a perder- le prometí-. Jamás miraré a nadie más que a ti... Te amo como una loca
-Y yo como un loco, ya te lo dije... Siempre va a ser así, nunca dejaré de amarte preciosa
Las lágrimas se me volvieron a escapar. Estaba demasiado feliz. Recuperé a mi oso.
Esa noche fue la mejor reconciliación de toda mi vida. Él y yo nos amamos como nunca lo habíamos hecho. Realmente quería pasar el resto de mi vida a su lado.
POV Bella:
Minutos después de que se fuera Rose llegó mamá. Nunca olvidaré su reacción al ver la puerta rota.
-¡¿Qué carajo le hicieron a mi puerta?!- exclamó mamá.
-Culpa de Emmett- dijimos Edward y yo al mismo tiempo.
-¡Mi puerta!- gritó casi llorando.
-Reneé, cálmate- le pidió papá.
-¡No me calmaré! ¡Quiero mi puerta!
Charlie se puso colorado de verguenza. Seguramente era porque Edward estaba aquí.
-La tendrá de vuelta- le prometió Edward a mi mamá-. Yo me encargó de que mañana le pongan la misma puerta
-Pero no será la misma- sollozó-. Además, tú no la rompiste
Edward tragó saliva nervioso pero nadie lo notó.
-Mañana te pondremos esa puerta- les dije a mi madre-. Y se resolverá el problema
-Voy a matar a Emmett cuando lo vea- masculló mamá antes de subir las escaleras.
-Disculpa a mi mujer, Edward- le pidió Charlie a mi novio. Edward soltó una risita.
-No se preocupe, mi madre se hubiera puesto peor- contestó. Yo estaba de acuerdo. Esme no soportaba que rompieran cosas de la casa. Dos días antes de mi fiesta casi mata a Carlisle porque sin querer rompió un florero. El pobre estuvo deprimido porque Esme no quería ni verlo.
Yo pensé que el padre de Edward no lloraría, pero si lo hizo. Se le escaparon las lágrimas cuando Esme le cerró la puerta de la habitación en sus narices. Yo quise llorar también. Sentía mucha pena por Carlisle.
Sonreí un poco ante tales recuerdos y regresé al presente donde Edward me veía con preocupación.
-Te has quedado ida, Bella- me dijo abrazandome. Mi padre ya había subido-. ¿En qué pensabas?
-Me acuerdo de cuando Carlisle rompió el florero...
-Esme no lo quiso ni ver- recordó riendo.
-Sí, y ahora mi madre no querrá ver a Emmett
-No te preocupes, yo arreglaré esa puerta
-Pues si, es tu deber
-Sí... Esto, no le digas por favor- me pidió nervioso. Me reí de él.
-No, no le diré nada...
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