Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43169
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 4: Sobreprotección

Edward POV:

Estaba adolorido. No podía salir de la oscuridad que me embargaba y eso me desesperaba. Me preocupaba que Bella hubiera salido lastimada o tenido algún mal sueño durante mi ausencia. De pronto sentí que me impactaba en el suelo. Me quedé quieto durante unos momentos. Comencé a soltar quejidos de dolor. De pronto oí su preciosa voz mas clara que nunca.

-¿Qué rayos hace en mi habitación? - gritó asustada.

Levanté la cabeza para ver a la persona mas hermosa del mundo. Sus pequeños ojos color chocolate me observaban con curiosidad. Yo la miraba con todo el amor que sentía hacia ella y también quería reírme de su reacción.

-Hola... Sé que te preguntas que hago aquí pero descuida, todo estará bien- me dirigí a ella por primera vez muy emocionado-. De momento no puedo explicarte nada

-¿Qué?-su cara no tenia precio- ¿Vivirás aquí?- preguntó mientras posaba la mirada en algo detrás de mi

-Algo así- admití.

-Pero...¡No puede! Es usted un extraño....- hablaba con dificultad ¿No sería uno de sus ataques de asma?

-De hecho no lo soy, pero no puedo explicarte nada Bella

-¿Como sabes mi nombre?- más pánico había en su voz

"¡Genial!" pensé con sarcasmo.

-Confidencial-contesté levantándome.

-¡Vistase!- me gritó mientras se tapaba los ojos.

 

-¿Disculpa?- me confundió lo que dijo. Voltee a ver mi cuerpo y ¡Estaba desnudo!-. Oh, ya me di cuenta- me reí y mire hacia la maleta que estaba detrás mio -. Perdona

 

-Bien, te dejo solo- mi niña se salio de su cuarto y me entró el pánico.

 

-No bella- grité con horror. Abrí la maleta y me puse unos pantalones de mezclilla y una camisa blanca, al menos el señor no me había dejado sin ropa. No me puse los zapatos por que tenia urgencia de encontrar a Bella. Bajé las escaleras sumamente angustiado.


-¿Bella?

-Aquí- contesto ella desde la cocina. Corrí frenéticamente hacia ella.

-¿Estas bien?- me acerqué a ella y la abrace. Era la primera vez que la tocaba. Sentía una sensación agradable en mi piel- ¿No te lastimaste?

-No- se rió, luego se apartó de mi, dejándome un gran vacio. Luego me miro de arriba a abajo percatándose de que ya me había vestido.

 


-Bella perdón por mi reacción pero es que nunca te había dejado tanto tiempo fuera de mi vista- ¡Dios! se lo había dicho. De verdad era un imprudente.

 

-Mira extraño, no sé como sabes mi nombre y por que motivo estas aquí... Esto empieza a asustarme

-Me llamo Edward Cullen, ya no somos extraños - sonreí y ella se me quedó viendo algo atontada ¿Tan raro seria mi aspecto?

-Quiero... Que...- habló de nuevo con dificultad-. Me expliques que haces en mi casa

-Pero...- comencé a protestar.

-¡Te echaré fuera si no me dices!- gritó enojada.

-¡No!-el pánico me volvió a invadir. Sentía un pulso rápido en mi pecho que supe al instante que era el corazón-. Está bien, está bien te diré - No tenia otra opción. No quería separarme de ella nunca

- Estoy esperando- cruzó sus pequeños brazos.

-Bien... No sé como decirte esto pero ¡Yo soy tu ángel de la guarda!

-¿Que?- estaba a punto de echarse a reír.

- Hablo en serio- suspiré -. Era un ángel, "tu" ángel

Ahora si ella estallo en carcajadas.

-No hay nada gracioso en esto Bella- la miré un poco molesto.

-Bueno... ¿Qué pasa si te creo?, ¿Por qué te puedo ver?- preguntó aun riéndose

-Por un deseo que pedí para estar contigo- tomé su cara entre mis manos. Su piel era tan suave y delicada.

-¿Te digo lo que pienso?- habló con voz débil.

-Si- yo también estaba nervioso por su cercanía. Mi respiración se agitó y la de ella igual. Estaba a punto de besarla, pero de pronto ella se apartó.

-Eh... ¿Quieres algo de desayunar?

-Hum... Si- contesté decepcionado. Yo quería besarla-. Eh...¿Qué era lo que pensabas?- pregunté de modo casual.

-Ah- se rió-. Solo pensaba que... Un chico como tu no debería estar aquí, deberías estar en la agencia de modelos

-¿Qué? ¿Qué es una agencia de modelos? ¿Qué es exactamente?

-¡Wow! ahora te creo que no eres humano ¿Cómo no puedes saber lo que es eso?

-Precisamente por que no era humano no lo sé... Pero ahora lo soy

-Tú deberías estar en una ¡eres muy guapo!

-¿En serio?- sonreí. Bella me consideraba guapo, eso me ayudaría de alguna forma.

-Si... ¿Qué es que no te has visto en un espejo?

-No... ¿Me voy a poder reflejar en uno?- estaba incrédulo. Milenios había estado viviendo y no conocía mi imagen. Me emocioné de repente.

-Siéntate, prepararé el desayuno

-No uses la estufa, te puedes quemar- le advertí preocupado mientras me sentaba a la mesa. Ahora no podía intervenir para que no le pasara nada.

-No exageres- dijo mientras la prendía y comenzaba a preparar algo. Estuvo callada durante todo el proceso pero de repente dio un grito.

-¡Ay! Maldito aceite - se agarró el brazo.

-¡Bella!- grité asustado-. Corrí hacia ella y le revisé frenéticamente el brazo-. Respondeme ¿Qué te paso?


-No, no es nada, solo me salto el aceite hirviendo encima

-¿Ya pasó mi amor, ya paso-. La abracé a punto de llorar. No me gustaba verla lastimada de ninguna manera.

-¿Mi amor?, Explica eso- se apartó.

-Yo te amo Bella, siempre lo he hecho. Desde que naciste te he amado- ella abrió mucho los ojos a causa de la sorpresa-. Por eso estoy aquí... Deseé ser un humano para poder estar contigo

-¡Por Dios! no puedes estar diciendo eso ¡Mírate! eres el muchacho más perfecto de todo el planeta... ¿Y dices que me quieres? debes estar bromeando... Mira Edward, si esto me lo dices para llevarme a la cama

-No bella...

-Espera- apagó la estufa. Luego me tomo de la mano y fuimos escaleras arriba. Entramos al baño y ella me dijo

-Bien, es hora de que te veas

Me puse delante del espejo descubriendo quien era en realidad.

 

 

Capítulo 3: Un extraño en mi habitación Capítulo 5: Confesión

 
14444099 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10761 usuarios