Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43166
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

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Capítulo 8: Regla rota

Edward POV: 

 Me puse angustiado al ver partir a mi hermosa Bella del cuarto, me daba terror romper las reglas y sobre todo ¡Que ella se lastimara!

Ya que la casa se quedo vacia, fui a la sala a buscar el teléfono. Lo tomé, traía el papel con el número en la mano pero no la llamaría ahorita, no la iba a presionar. No me pude aguantar las lágrimas . Su ausencia era tan grande, mi dolor también. Busqué en la cocina lo que se suponía que era la ensalada. Comí muy poco y sin plato para que nadie sospechara nada. Luego me fui a la sala de nuevo para esperar. Pasaron lo que supuse que serían dos horas y me las arreglé con el teléfono.

 -¿Si?- contesto mi niña.

 -¿Mi amor estas bien?

 -Si Edward, yo estoy muy bien- en su voz había diversión. De repente oí una voz masculina que jamás había escuchado. Era un hombre, un muchacho para ser exactos.

 -¿En donde estas?

 -En un restaurante

 -¿Quién es ese chico que esta hablando?- pregunté tenso.

 -Oh, es Jasper, un amigo que me presentó Emmett- sonaba incómoda

 -Bella, cuídate. Regresa sana y salva por favor, te amo- le dije a pesar de tener celos. Yo confiaba en ella, además me importaba más su seguridad.

 - Si Ed, lo haré- prometió.

 -Ok, te amo, adiós- colgué como pude- ¡Dios! Tengo tanta angustia- susurré-. Nunca habia dejado a sola a Bella

 El dolor y la agonía iban en aumento. Para intentar distraerme traté de aprender hábitos humanos como ir al baño, cepillarme los dientes, bañarse, etc. El lavar mis dientes fue un fracaso total. Mi cara estaba llena de pasta. Pero el lado bueno es que busqué en una de las bolsas pequeñas de la maleta y encontré un cepillo de dientes. Había una nota que también decía que esas cosas eran para mi para que no tuviera complicaciones. Una vez que la leí la nota desapareció. Suspire aliviado de tener mi cepillo para mi solo por que si no ¡Que asco!. Por lo que sabia esas eran cosas muy personales. Lo que no me salió tan mal fue darme una ducha y hacer del baño. Me había puesto ropa muy cómoda para dormir y luego fui al cuarto de mi amada. Su olor estaba en cada milímetro de este lugar. Respire profundamente disfrutando de su fragancia. Me recosté en la cama quedándome completamente dormido al instante.

 Me despertó el sonido de la puerta. Era Bella quien estaba entrando. Sollozó un poco.

 -¿Qué te ocurre cariño?- le pregunté alarmado. Me levanté y fui con ella. Estaba llorando.

 -Juro que te lo voy a contar, pero por favor, mañana... No quiero que te alteres y que mis padres te descubran

 -¿Es algo grave?

 -Si, bastante, pero por favor, ya no me preguntes nada, quiero dormir

 -No Bella, me tienes que decir en este instante lo que ocurre- le exigí.

 -Quiero que me abraces, eso es lo que me ocurre ahora, ¿Es mucho pedir?

-Claro que no mi niña- dije abrazandola. Mi corazón latía rápidamente a causa de la preocupación y por tenerla así-. Siempre te abrazaré cuando lo necesites y quieras

-De verdad no se que hice para merecer a una persona como tú- me dijo llorando-. Tú eres tan bueno y me quieres

-Te amo- la corregí-. Amar y querer son dos cosas distintas...

-Bueno, me amas- sonrió-. Bueno... Vámos a dormir, de verdad estoy agotada

-Está bien cariño...

Bella se soltó de mi abrazo y fue a cerrar con seguro la puerta de su cuarto lo cual me puso nervioso. Ella al ver mi expresión se rió por lo bajo.

-No haremos nada así, no pienses mal, cerré porque no quiero que nos descubran

-Muy bien 

Ella fue a acostarse. Ya estaba en piyama por fortuna. La tapé y le di un beso en la frente. 

-Buenas noches nena- susurré.

-¿Qué haces?- preguntó al ver que yo me iba a acostar en el suelo.

-Acostandome

-No, no te acuestes en el suelo, duerme conmigo por favor...

-¿Qué?... Bella, eso no es correcto

-No me importa si lo es o no, no puedes dormir en el suelo, te exijo que vengas aquí

-Está bien- suspiré resignado. Yo era esclavo de esta niña y no le podía negar nada. A la vez estaba feliz por poder dormir cerca de ella.

Cuando estuve acostado le dije buenas noches a Bella.

-Estás muy alejado- se quejó ella al ver que yo estaba acostado casi en la orilla.

-No debo estar muy cerca, ya te dije que no es correcto

-Y yo ya te dije que no me importa- dijo volteándose hacía mi. Ambos quedamos frente a frente. Mi corazón palpitó como loco cuando ella me miró con intensidad. Se veía tan hermosa-. Acércate por favor, abrázame

Hice lo que me pidió y me acerqué para abrazarla. Ella hundió su carita en mi pecho. Sentí mis mejillas arder y mi pulso no volvía a la normalidad. Me tenía muy nervioso tenerla así. Pero... A la vez estaba sumamente feliz, la tenía entre mis brazos, protegiéndola. Sentía que en esos momentos Isabella estaba a salvo de cualquier cosa. 

Ambos nos quedamos dormidos un rato después. Yo no tuve sueños, ni pesadillas. Volvió a pasarme lo mismo que cuando pedí ese deseo. 

Oí aquella voz... Pero, esta vez no era amable. Sonaba furiosa.

-¡Haz roto la primera regla Edward!- gritó.

-¿Qué?- pregunté histérico-. Claro que no, ¿Qué regla he roto?

-No la has protegido con tu vida, la dejaste sola un par de horas

-Pero no podía ir- protesté-. Tenemos que guardar el secreto 

-Si, eso puedo entenderlo- dijo la voz un poco más calmada-. Pero aun así... Haz roto una regla... A ella le ha sucedido algo muy malo, te advertí que ella ya no tendría ángel guardián 

-¡¿Qué le ha sucedido a mi niña?!- exclamé. El pánico se estaba apoderando de mi ser.

-Qué sea ella quien te lo diga- contestó antes de que se acabara la visión. Yo grité como loco. Quería saber que rayos le había pasado a mi Bella.

En ese momento me desperté y me encontré con unos hermosos ojos café chocolate que me observaban con preocupación. 

-¿Qué ocurre Edward?- me preguntó angutiada- ¿Por qué has gritado?

-¡¿Qué te pasó mi niña?!- bramé. Las lágrimas se me salieron-. Dime que te ocurrió ayer por favor mi amor...

Ella me miró con tristeza.

-Sé que te pondrás mal... Pero debo decirtelo, te lo dire ahora que no están mis papás

-Dímelo, ya no puedo con esta angustia- supliqué mientras me levantaba. Bella también se levantó. Ambos nos abrazamos. Ella comenzó a sollozar.

-Edward... Yo... Estoy sucia

-¿A qué te refieres? 

-Ayer... En el restaurante cuando fui al baño, alguien entró, era Jacob, ese tipo me ha estado  vigilando  desde ese día en que salimos, pero ahora está en la delegación gracias al cielo

-¡¿Qué te hizo ese infeliz?!- grité. La furia comenzaba a invadirme. Este sentimiento no era bueno, pero no podía contenerme. Se trataba de mi niña. 

-Él... Intentó abusar de mi

Esas palabras me destruyeron por completo y me dejaron mudo por un momento. ¿Qué le habían hecho a mi princesa? Por primera vez en mi vida tuve ganas de asesinar. Quería asesinar a Jacob Black... Ese tipo era un malnacido. Me eché a llorar como un niño pequeño. 

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Hola de nuevo, no pude evitar dejarles un nuevo capítulo, espero que les esté gustando  :D 

Plis dejen sus comentarios o votos. De verdad, es importante para mi saber que piensan de este FIC o ver si les gusta.

Besos! 

 

Capítulo 7: Maleta Capítulo 9: Pareja

 
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