Mi ángel

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 15/02/2013
Fecha Actualización: 25/10/2013
Finalizado: NO
Votos: 19
Comentarios: 87
Visitas: 43160
Capítulos: 30

Edward es el ángel guardian de Isabella Swan. Él toda la vida la ha amado y nunca ha dejado de protegerla... Pero un día comprende que está perdidamente enamorado de ella. Siente desesperación al no poder estar con su amada quien ya se está convirtiendo en toda una mujer y que está comenzando a vivir. El deseo de Edward de convertirse en humano se hará realidad, pero, tiene un trato que cumplir, ¿Logrará cumplirlo y quedarse para siempre con Isabella?

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 20: Segunda regla no cumplida

Edward POV: 

Cuando ella me juró que era virgen, reaccioné. Le creí. Pero era tarde. Había desconfiado de ella.

No podía estarme sucediendo esto. Yo... Tuve que haber creído en Bella y no dejarme convencer por esa doctora. Al ver la expresión de dolor en la carita de mi niña me sentí agonizar. Yo no quería lastimarla.

-Bella, perdoname...- dije angustiado. La miraba con horror.

-No quiero que me dirijas la palabra- me contestó cortante. Quise tomarla por los hombros pero me apartó, lo cual aumentó mi agonía-. Tampoco me toques

-Bella, no me hagas esto- sollocé-. Perdoname mi cielo

-No me digas así, no puedo sacarte de mi vida, pero lo que puedo hacer es terminar con esta absurda relación donde no hay confianza... Yo confió en ti ciegamente, pero ¿Tú?...

No pudo terminar la frase porque salió corriendo del consultorio. Quise salir detrás de ella pero Rosalie se puso frente a la puerta sonriendome como una malvada. No pude evitar despreciarla. Ni siquiera había tenido ese sentimiento por el tipo que intentaba conquistar a Bella.

-¡Dejame salir!- grité.

-No, no vas a irte detrás de esa golfa...

Me dieron ganas de darle una bofetada. Me contuve. Era una mujer. Aun así podía amenazarla.

-Rosalie, si no te apartas, voy a romperte la cara, no me interesa si eres mujer- dije con la voz más dura que tenía. Hasta yo me sorprendí de lo siniestro que había sonado. Ella se apartó enseguida.

Cuando salí, vi que mi niña ya no estaba en el pasillo... Me dió un ataque de pánico y las lágrimas me nublaron la vista... ¿Dónde se habría metido mi pequeña? No podía dejarla sola... ¿Y si algo malo le sucedía? La idea era insoportable.

-¡Bella!- comencé a gritar desesperadamente sin importarme que esto fuese un hospital-. ¡Bella, mi amor!

De repente sentí como caí al piso y mi cabeza se estrelló fuertemente contra el suelo. Lo último que alcancé a ver antes de perder la conciencia fue un rostro de alguien a quien no reconocí.

Salí de la oscuridad para encontrarme en el lugar donde me habían llevado cuando pedí el deseo de estar con Bella y cuando rompí la primera regla. Esperaba oir la voz, pero de repente vi a un señor... Era alto, con cabello gris y unas cuantas arrugas. Me quise ir de allí. Tenía un mal presentimiento.

Estaba desesesperado ya que quería ir con mi Bella y suplicarle de rodillas que me perdonara. También estaba angustiado por su seguridad. Ella se había ido muy alterada

-¿Qué ocurre?- pregunté a aquel señor. Este me miraba muy enojado-. ¿Quien es usted?

-Me conoces bien- contestó. Él era el dueño de aquella voz que siempre oía cuando venía aquí-. Dejame decirte que el trato no lo estás cumpliendo... Has roto otra regla

-¡¿Qué?!

-Has lastimado a tu protegida, no creiste en ella... Te dejaste convencer por una mentira que no tenía sentido, tú mismo podías haberte dado cuenta de que su hermana estaba inventando todo, era tan fácil descubrirlo...

-Pero le creo a Isabella- sollocé-. Sé que hice mal en no creerle al principio pero cuando ella me juró que era pura todavía... Yo le creí

-Ese fue tu error- gruñó él-. Necesitaste que te jurara para que le creyeras... La lastimaste, rompiste aquella promesa que hiciste ante un altar... Creo que fue muy mala idea haberte concedido el deseo, considero que lo mejor es que vuelvas a ser un ángel y te asignemos otra persona

-¡No!- bramé-. ¡No quiero alejarme de ella! La amo y ella también me ama a mi, denme otra oportunidad por favor, se los suplico, juro que ya no volveré a hacerla sufrir

-Pero ya quebrantaste esa regla... Ya no pasaría nada si la lastimas de nuevo

-Pero ya no lo haré, yo no voy a lastimarla otra vez ni a romper ninguna de las reglas

El hombre pareció meditarlo unos segundos.

-Está bien, vamos a regresarte al mundo humano... Te suplico que no vuelvas a quebrantar ninguna regla, aun menos la de que otro humano se entere de lo que tú fuiste... Si llegas a romperla de nada valdrá que nos supliques, no te vamos a dar otra oportunidad... Esa es la regla más importante de todas

-¿Por qué es la más importante?

-Aun no es tiempo de que la gente se entere de la verdad, yo tampoco lo entendía muy bien antes, ni ahora lo comprendo del todo, pero debes seguirla...

-Está bien, ya no voy a quebrantar ninguna regla jamás... Quiero estar con Isabella, mi amor por ella es inmenso...

-Eso espero jovencito- sonrió.

-Quiero regresar- me quejé-. Debo buscar a Isabella, me angustia no saber de ella...

-Ve a buscarla entonces

-¿No sabe donde está?

-Si, pero me temo que no voy a decirtelo, si tanto la amas y conoces, la vas a encontrar- dijo antes de que todo desapareciera. Cuando desperté seguía acostado en el suelo, pero alguien estaba intentando levantarme, era un doctor.

-Joven, ¿Se encuentra bien?

-Si- contesté levantandome rápidamente.

-Necesita una revisión, se ha desmayado- dijo preocupado.

-¡Edward!- oi gritar a Rosalie detrás de mi. No lo soporte más y huí sin importarme nada. Al salir del hospital me detuve unos segundos a pensar en dónde podría estar mi prometida.

Cuando ella era pequeña y tenía tristezas siempre iba... A casa de su abuela. Sonreí mientras me dirigía hacia allá a toda prisa. Ella tenía que estar allí... Si no estaba y le había sucedido algo malo, yo me moriría de dolor. Sin ella yo no era nada. No deseaba tenerle un amor egoísta, pero hasta cierto punto lo tenía... Yo no quería vivir sin Bella, para mi era indispensable estar a su lado, casi tanto como respirar.

Al llegar a la pequeña casa, toqué el timbre. Segundos después me abrió la señora Hale.

-Señora... Dejeme hablar con Isabella por favor- imploré.

Ella me miró con asombro.

-¿Cómo sabe donde vivo?

-Su nieta me ha contado cosas de usted- mentí. Yo sabía donde era su casa simplemente porque yo había sido el ángel guardián de Isabella-. Sé que ella está aquí... Necesito verla por favor

La amable señora pasó de mirarme con asombro a mirarme con tristeza.

-No sé si ella quiera verte

-Por favor digale que estoy aquí... Que la amo y que le suplico que me perdone- dije sin poder contener el llanto.

-Pasa muchacho- me dijo abriendome más la puerta. Isabella estaba sentada en el sofá dandome la espalda. Pasé a la casa y me acerqué a mi niña.

-Amor... Por favor perdoname- le rogué mientras volteaba su rostro. Ella estaba llorando. Aun así me miraba con dolor y furia.

-No confiaste en mi- me acusó.

-Hablemos- susurré.

-Eso estamos haciendo...

-Yo... Yo voy a dejarlos a solas- dijo la abuelita de Bella mientras salía de la casa. Miré a mi niña con tristeza.

-Por favor Isabella, tienes que perdonarme, soy un tonto... Sé que te lastimé, pero de verdad no quise hacerlo, mi preocupación por tu salud pudo conmigo

-Sé que no quisiste lastimarme- dijo al fin, después de mirarme un largo rato-. Pero aun así, me duele

-Yo lo sé mi vida- sollocé. Me arrodillé ante ella y la tomé de las manos-. Y nunca me voy a perdonar esto que he hecho... Cometí un error muy grave, he quebrantado una regla... Bella, tengo pánico de irme

-¡¿Otra regla?!- exclamó y tomó mi rostro entre sus manos-. No Edward, dime que no hablas en serio

-Estoy hablando en serio, por eso te he encontrado hasta ahora, caí inconsiente y me fui a aquel lugar- contesté en voz baja-. Me dijeron que quebranté otra regla, te lastime... Pero, no es por eso que estoy arrepentido, estoy arrepentido porque te hice daño a ti... - al decir esto no pude evitar sollozar otra vez-. Eres tan inocente, nunca me has dicho mentiras, ¿Cómo pude ser tan tonto para creerle a esa doctora?

Isabella me miró durante un par de segundos los cuales me parecieron una eternidad. Me estaba volviendo loco... Necesitaba saber que pasaba por su mente.

-¿En qué piensas Bella?- le pregunté-. Dime algo por favor, dime si puedes quererme después de esto

-Eres un idiota-gruñó-. ¿Cómo crees que voy a dejar de amarte por esto?

Le sonreí como el idiota que ella dijo que era. Sus palabras me emocionaron. Me levanté un poco y me senté en el sofá sin dejar de sostener sus manos. Intenté besarla pero ella apartó la cara, lo cual me dolió mucho.

-No me beses por favor, estoy molesta aun

-Pero me amas, me lo has dicho...

-Si, si te amo, pero estoy enojada contigo

-¿Entonces no me perdonarás?- cuestioné triste, pero a final de cuentas me lo merecía.

-Te perdono Edward- dijo seria. No pude evitarla sentirme feliz pero... Algo no iba bien-. Pero... No pienso volver contigo, creo que debemos intentar ser amigos hasta que volvamos a tener confianza, creo que nos precipitamos mucho al ser pareja

-Bella- susurré y más lágrimas cayeron por mis mejillas. Me estaba matando de dolor todo esto. Yo no quería perder a mi niña. Ella lo era todo para mi-. No, no me hagas esto...

-Solo te estoy pidiendo un tiempo Edward, no vamos a separarnos ni nada, es solo que primero quiero llevar una relación de amistad, tenernos confianza, conocernos mejor

-Pero yo te conozco- protesté llorando amargamente. Ella acarició mi mejilla con ternura. También Bella estaba llorando.

-Ya lo sé... Pero a mi me falta conocerte

-¿No estás segura de lo que sientes?

-Claro que si, te amo, pero... Me lastimaste mucho, no has confiado en mi y en una relación la confianza es básica, no sé si estoy haciendo lo correcto al querer que seamos amigos, pero considero que es lo mejor...

-Me va a resultar doloroso- suspiré-. Pero, está bien, si es eso lo que quieres... Te daré ese tiempo... Solo te pido que no me alejes de ti, que me perdones

-Claro que te perdono Edward- sollozó-. Te amo demasiado... Sé que no volverás a desconfiar de mi... Además no le vamos a dar ese gusto a Rosalie de...

Sin poder evitarlo la besé con desesperación. Yo no la quería lejos de mi. No quería ser su amigo mientras ambos nos amaramos. Ella se quedó paralizada al principió, pero insistí y terminó correspondiendome. Nuestras respiraciones eran muy agitadas. Mi corazón latía desbocado. Tomé su rostro entre mis manos y la besé con más intensidad hasta que ella me apartó un poco.

-Edward, no hagas eso- pidió con la voz entrecortada-. Por favor, no lo hagas, harás que me arrepienta de mi decisión

-Arrepientete... No es buena idea ser amigos, no cuando nos amamos así... Me va a resultar díficil no besarte, no abrazarte

-Pero tú habías dicho que...

-Olvida lo que dije... Perdón por sonar egoísta, pero no puedo estar sin ti

-No estarás sin mi, por favor Edward, respeta mi decisión

Su tono tan serio me desarmó. Tendría que hacerle caso aunque me doliese en el alma no poder ser su pareja. Asentí.

-Está bien Bella, disculpame, me dejé llevar- musité-. Voy a respetarte, te voy a demostrar que puedes volver a confiar en mi... Es una promesa

-Gracias Edward- contestó abrazandome. Se apartó rápidamente-. Perdón...

-Los amigos se pueden abrazar- le recordé mientras intentaba poner algo parecido a una sonrisa.

-Lo sé, pero este es un caso diferente... Tú sabes que podemos caer

-Esperaré con ansias eso- admití. Bella me miró con el ceño ligeramente fruncido-. Perdoname...

-No importa- dijo relajada. Se limpió las lágrimas y sonrió-. Bueno, creo que nuestra amistad comienza ahora...

-Está bien

Isabella y yo nos dimos un apretón de manos. Moría por atraerla hacia mi y besarla de nuevo para hacerla desistir de esta locura, pero... No lo haría. Tenía que ganarme su confianza. Yo la amaba con toda mi alma y yo siempre sería lo que ella necesitara... Y en este momento debía ser su amigo.

............................................................................................................................

Ya sé, ya sé, ya sé... Van a querer matar a Bella por ser tan tonta jajaja.... Pero, bueno, todo sucede por algo, varias cosas van a pasar jajaja, espero que no me odien... No los dejaré separados tanto tiempo se los prometo : D

 

Saludos a todas!!! Gracias por leerme ... Las quiero :) Espero que les guste este capítulo. Trataré de subir el próximo lo más rápido que pueda. 

 

Pd: Siento que este cap haya sido corto, pero pues era todo lo que debía pasar, el siguiente capítulo será contado por Bella.

Capítulo 19: Desconfianza Capítulo 21: Vuelve conmigo

 
14443860 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios