ENTRE EL ODIO Y EL AMOR

Autor: Yusale
Género: Romance
Fecha Creación: 23/05/2013
Fecha Actualización: 17/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 147
Visitas: 101036
Capítulos: 28

Por salvar la empresa de sus padres, a Bella no le queda otro remedio que casarse con el hombre que le quitó la virginidad y su primer amor, pero también el que le produjo su primera descilusión amorosa, Edward Cullen.

 

UN EMBARAZO DOS AMORES (TERMINADA)

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NO TE BUSCABA PERO TE ENCONTRÉ (TERMINADA)

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Capítulo 9: MIGRAÑA

-¿Cuándo vas a aceptar salir conmigo Bella?- preguntó Gerard con una sonrisa donde muestra sus perfectos dientes blancos.

-Eso no va a ocurrir ya que está casada conmigo- dijo Edward apareciendo en el cubículo.

Edward tenía unos minutos ahí, quería escuchar más sobre la migraña de Bella, y entendió dos cosas, ese doctorcito la conocía desde hace tiempo, se podría decir que conocía su caso, y lo segundo, que no le gustó para nada gustaba de SU esposa.

-¿Cómo te sientes cariño?- preguntó tomando su mano y sentándose a su lado.

Gerard por su parte vio el anillo de compromiso y el de casada en el dedo anular de Bella, y vio en el de Edward también el anillo, por lo que se sorprendió, desde que conoció a Bella le había pedido salir con él, y ella siempre lo rechazó, alegando que era mejor no mezclar las cosas, y que siguieran siendo paciente – doctor, o a lo mucho amigos, pero eso no había impedido a Gerard continuar pidiéndoselo, pero ya no podría más, aunque le gusta mucho Bella, no es de los que se mete entre pareja.

-Lo lamento, no sabía que estabas casada- se disculpó Gerard sinceramente.

-No te preocupes- respondió Bella con una sonrisa- Edward te presento a mi doctor Gerard.

Edward no pensó lo mismo, y cuando iba a replicar, sintió un apretón en la mano donde tenía la de Bella, se giró para verla y por su gesto prefirió dejarlo pasar, pero iba a estar pendiente de ese.

-Edward Cullen- dijo tendiendo su mano libre hacia el doctor.

-Gerard Simmons- respondió el saludo de mano.

-Bueno ya te he puesto el calmante, vendré cada cierto tiempo para saber cómo progresas- dicho eso Gerard se fue dejándolos solos.

Bella cerró por un momento los ojos y se acomodó en la cama  mientras Edward se sentó en una silla cercana y llamó a Adam para que le trajera su laptop, por lo visto estarían ahí un buen rato y podía trabajar mientras tanto, al colgar decidió que era momento de preguntar.

-Bella.

-¿Humm?- fue la respuesta.

-¿Desde cuándo sufres de migraña y porque?

Bella abrió los ojos y giró su cabeza para verlo, él la esta viendo esperando la respuesta a su pregunta, ella suspiró y comenzó hablar.

-Supongo que debo contarte, ya que lo mas probable es que me veas varias veces así.

Giró su cara y quedar de frente al techo y comenzar así la historia.

-La primera vez que me dio migraña estaba acostada en mi cama en casa de mis padres, esa noche había preferido quedarme ahí, para no dejar a mi familia sola, y no estar sola yo, ya que fue el día siguiente al entierro de mi mamá.

-Me desperté porque sentía un dolor de cabeza algo fuerte, pero no le di importancia, no se si recordaras que no me gusta tomar pastillas para el dolor de cabeza.

Edward asintió con la cabeza muy atento a la historia, pero se dio que Bella no lo veía por lo que contestó en voz alta.

-Si, lo recuerdo.

-Bajé a la cocina para ver cómo iba Sue con el desayuno, y saber que iba a preparar de almuerzo y cena, una costumbre que tenía Renee, y yo lo quise hacer para que todo estuviera bien, dentro de lo que cabe, desayuné con Sue y Jacob que llegó en ese momento, y luego fui a llevarles la comida a mis hermanos y a mi papá que no habían salido de sus cuartos.

-El día transcurrió normal, por así decirlo, pero mi dolor de cabeza en lugar de disminuir, aumentaba, hasta llegar un punto donde sentía que mi cerebro latía como mi corazón, y con cada latido mi cerebro iba creciendo, algo que me estaba matando, no aguanté más y le dije a Jake que me trajera al hospital.

-Cuando llegamos me atendió Gerard, le expliqué los síntomas y me dijo que tenía migraña, cosa que no entendía porque nunca sufrí de eso, me hiso exámenes de todo tipo, y todos salieron bien, no había nada anormal.

-De pronto me pregunta sobre mi vida, que le cuente que he hecho estos último años, no entendía porque la pregunta, y él me dijo que era para poder entender mi caso, así que comencé a contarle, que estudié en Paris, sobre mis prácticas ahí, luego que al regresar quise montar mi propia empresa y lo hice, de la enfermedad de mi mamá, y de su fallecimiento, de todo lo que viví en ese tiempo.

-Admito que el desahogarme me ayudó, y él entendió lo que ocurría, me dijo que mi cuerpo estaba agotado, estaba estresado, y de alguna manera tuvo que botar todo ese estrés que tenía acumulado durante estos años, y la forma que consiguió fue cuando ya me estaba tranquilizando y con la migraña.

-Por lo que cada vez que estoy molesta o estresada me comienza la migraña, a veces la puedo controlar, por eso ahora si tomo pastillas, pero hay otras como hoy que no puedo, y ella se desarrolla de tal manera que vomito, o me mareo, o todo se pone negro.

-No me gusta venir al hospital, porque siempre es lo mismo, me dan calmantes, pero ya veras, dentro un rato vendrá Gerard y me hará dormir, no se porque cuanto tiempo, eso depende de lo que él crea conveniente.

-¿Y para qué te pondrá a dormir?- preguntó Edward.

-Para relajarme por completo y lograr que se me pase la migraña, cosa que no pasará por completo, él me preguntará como me siento, yo le diré que bien, me dirá que no mienta, y así estaremos hasta que me den de alta aún con migraña, me mandará reposo, algo que no haré, me pedirá que si aumenta regrese y por último preguntará si quiero salir con él- contó Bella, y lo último lo dijo con una sonrisa en los labios al recordar que siempre era lo mismo entre ella y Gerard.

-Bueno eso último ya no- dijo Bella tratando de burlarse de la situación., pero a Edward no le agradó para nada ese último comentario.

-¿Quieres salir con él?- no puedo evitar preguntar serio.

-En todo este tiempo nunca le he dicho que si, y no lo voy hacer ahora que estoy casada- dijo Bella molesta por su comentario, pero seguía sin verlo.

-¿A todos los ponen a dormir?, digo a los que sufren de migraña.

-No, es sólo conmigo, descubrimos que si duermo la migraña baja un poco, no se me quita por completo, pero si disminuye algo.

-¿Tú familia sabe de las migrañas?

-Seth y Leah lo supieron ese mismo día, mi papá con su dolor, en su mundo, se enteró meses después cuando me dio un episodio fuerte estando con él.

-¿Y porque estabas tan estresada hoy?

-La semana que viene debo ir a un desfile a Nueva York, y aún estoy en los preparativos, sin mencionar que acabo de despedir a una de las chicas de la tienda, ahora debo buscar otra y una del taller se enfermó y está de reposo por dos semanas.

-No me habías contado que te vas para Nueva York la semana que viene.

-La notificación la tengo desde antes de irme a Italia, después a mi regreso no tenía que darte explicaciones y luego se me olvidó.

Adam vino a dejarle la laptop a Edward, luego entró Gerard y Bella tenía razón, como la migraña no disminuía le pusieron un sedante para dormirla por dos horas, así que mientras ella descansaba, él trabajó en su laptop y por teléfono atendiendo las llamadas más importantes sin salir del cubículo donde estaba ella dormida, su cuñado que apenas terminó la reunión lo llamó para saber de su hermana, y contarle de que fue todo un éxito y los clientes habían aceptado su trato.

Seth había insistido en ir a verla pero Edward lo convenció de que mejor la dejaban descansar por hoy, prometiendo que si empeoraba u ocurría algo importante le avisaba, el celular de Bella también sonó, y él al ver quien la llamaba prefirió quitarle el sonido al teléfono, si ella le preguntaba le diría que era para que se recuperara por completo, pero en realidad no quería que hablara ni con Black ni con el franchute ese.

Edward estaba realmente preocupado por ella, y asustado, nunca la había visto tan pálida en su vida, ni cuando lo consiguió en el bar con otra chica, pero ya le estaban volviendo los colores al rostro y eso produjo un suspiro de alivio en él.

De pronto comenzó a oír que ella despertaba, se fijó en la hora y habían pasado las dos horas que habían dicho.

-Hola- dijo Bella con voz pastosa.

-Hola, ¿cómo te sientes?

-Algo mejor, pero continua la migraña, disculpa que te siga molestando, pero ¿podrías darme un vaso con agua?  Por favor.

-Si claro.

Edward se levantó dejando su laptop a un lado para ir a servirle el vaso de agua, cuando entró Gerard a la habitación.

-Hola bella durmiente, ¿cómo te sientes?- preguntó Gerard con sonriendo pero todo profesional.

Edward no pudo evitar sentir la cercanía de ellos, definitivamente eran al menos amigos, y no le agradó que su esposa tuviera como amigo alguien que quisiera salir con ella.

Antes de que Bella respondiera, Edward la ayudó a tomarse el agua, y en seguida le tomó la mano.

-Bien, ya me puedo ir- dijo Bella con una sonrisa que esta vez sí le llegó a los ojos.

-Mentirosa – le dijo Gerard – dime la verdad.

-Sigo teniendo migraña pero ya no tanto como antes- dijo con resignación.

Gerard sonrió al recordar sus juegos de aquí en adelante, con la diferencia de que ya no podría pedirle salir con ella. Después de mucha insistencia por parte de Bella durante dos horas logró darle de alta, le ordenó reposo de un día y volver de inmediato si empeoraba la migraña.

Estaban en el carro ya camino a casa y lo que se oía era la música que estaba puesta, pero estaba vez el silencio era cómodo, Bella decidió verificar su celular y notó con sorpresa que tenía unas treinta llamadas perdidas, varias de Pierre, otras cuantas de Jake, Ángela y su familia, le pareció extraño no haber escuchado ni una vez el teléfono sonar, por lo que al verificar notó que estaba en silencio, y eso le pareció raro.

Giró la cabeza y vio a Edward.

-¿Por qué mi celular está en silencio?- preguntó

-Comenzó a sonar y estabas dormida, además de que necesitabas descansar, por lo que me pareció oportuno colocarlo en silencio- respondió Edward lo más inocente posible.

Bella no le creyó ni un poco pero decidió que lo dejaría pasar.

-Mon cherí- saludó Pïerre del otro lado del teléfono.

-Hola Pierre, disculpa que te dejara plantado hoy- dijo Bella realmente apenada.

-No te pegocupes, después de varios intentos llamé a Jacob y me explicó lo de la migraña. De todas manegas nos podemos veg mañana.

-Si claro, nos vemos mañana, me avisas si para el almuerzo o para tomarnos algo juntos.

-Pog supuesto.

-Chao Pierre, que descanses.

-Igual, aunque mi descanso depende de mi acompañante- dijo riéndose.

Ambos colgaron y Bella solo reía, al menos Pierre no iba a pasar la noche aburrido y solo en un hotel, luego de eso llamó a Jacob quien supuso que fue Edward el que no atendió las llamadas, y se alegraba de que estuviera mejor.

Al llegar a la casa ya eran las ocho de la noche, Bella tenía mucha hambre ya que prácticamente solo tenía el desayuno en el estómago, si es que también no lo vomitó, Edward le abrió la puerta del carro y la tomó del brazo, aunque se veía mejor él no se quería arriesgar, estaban por entrar a la casa cuando su estómago corroboró lo que sentía.

-Me parece que tienes hambre- dijo Edward en forma de burla.

-Pues para que negarlo si mi estómago ya habló- dijo Bella y en eso el estómago de Edward también sonó.

-Pero no soy la única- dijo Bella también burlándose.

Entraron a la casa y fueron directo a la cocina, ahí estaban todos cenando.

-Buenas noches y buen provecho- saludó Bella.

-Buenas noches Bella, ¿cómo te sientes?- preguntó Emily levantándose para servirles la cena.

-Estoy mejor, gracias- respondió con una sonrisa sincera.

-Ya les sirvo la cena- dijo Emily mientras se movía de un lado para otro de la cocina.

-No te preocupes Emily, termina de comer yo nos sirvo- dijo Edward acercándose.

-No se preocupen, de todas formas ya estaba terminando.

Emily y Sam se preocuparon por ella, cuando Adam les contó lo sucedido y sobre todo lo pálida que la había visto.

-Bella, mi mami dijo que estabas esfelma, ¿Estas mejol?- preguntó el pequeño Paul acercándose a ella.

-Si Paul, ya estoy mejor- dijo Bella mientras se colocaba a su altura, porque él la había llamado con el dedo.

-Te hice este dibujo  pala que te mejoles- dijo Paul en un susurro – como no tenía pala floles.

Al ver el dibujo se alegró, supuso que era ella recibiendo un ramos de flores de Paul, y decía que te mejores Bella de Paul, ella le dio un beso en el cachete.

-Esto es mejor que las flores, ellas se marchitan pero este dibujo siempre estará conmigo, gracias Paul es hermoso.

Dicho eso Edward tomó la cena de Emily que era un emparedado de pavo con ensalada y jugo de guayaba y se fueron al comedor, ahí estuvieron tranquilos comiendo y hablando de trivialidades, hasta que Bella se sintió cansada y decidió subir al cuarto.

Estaba pensando en darse una ducha reparadora y luego llamar a su familia, al entrar al cuarto su celular sonó vio que era su hermana por lo que mientras preparaba todo para bañarse decidió contestar.

-Hola flaca- saludó Bella.

-Hola grandota- respondió Leah.

-Claro y a mí que me coma el tigre- dijo Seth con voz fingida de molestia.

-Yo no soy adivina para saber que me tienen en alta voz y que tú estás ahí- dijo Bella.

-Y yo- dijo Charlie- hola Bella.

-Hola papá.

-¿Cómo estás?, ¿Cómo sigues?- preguntó Charlie.

-Con algo de  malestar, pero estoy mejor.

-¿Dónde estas horita?

-¿Sigues en el hospital?

-¿Y Edward?

Preguntaban Seth y Leah sin parar, mientras Edward parado en la puerta disfrutaba de la interacción de ellos como familia, él era hijo único, su madre siempre estaba ocupada con las reuniones sociales y su padre, aunque se la llevaban bien y podía contar con él cuando lo necesitara, muchas veces estaba ocupado.

-YAAAA, DEJEN A SU HERMANA EN PAZ- gritó Charlie.

-Pero no nos grites papá- dijo Leah haciendo un puchero.

-Cierto, sólo nos preocupamos por nuestra hermana y queremos saber todo lo ocurrido- habló Seth ahora.

-Chismosos- susurró Bella con una sonrisa.

-YO NO ESTOY gritando- dijo Charlie bajando la voz al final de la frase.

Y los cuatro comenzaron a reír.

-Bueno hermosa te dejamos para que descanses- dijo Charlie como forma de despido.

-Chao Bella- dijo Seth.

-Chao grandota, me despides de mi cuñadito- dijo Leah.

-Chao Leah- dijo  Edward.

Bella se sorprendió ya que no lo había sentido en ningún momento.

-Chao a todos, nos vemos- se despidió Bella terminando la comunicación.

-¿Desde cuándo estabas escuchando?- preguntó Bella.

-Disculpa, entré para cambiarme y estabas concentrada en la conversación, y como no me sentiste no quise interrumpirlos- se excusó Edward mientras comenzaba a cambiarse.

-Bueno me voy a bañar.

Se metió al baño, se desvistió y entró a la ducha, no sabía cuan cansada estaba hasta que sintió el agua tibia caer por su cuerpo, dejó que el agua relajara cada musculo. Al terminar se colocó la bata de baño y fue al cuarto donde vio a Edward acostado viendo al techo, se colocó su ropa íntima y la bata de dormir.

-Edward- dice bella.

-Hummmm.

-Gracias por todo hoy, por irme a buscar, y por estar conmigo todo el tiempo.

-De nada, eres mi esposa y eso es lo que hacen los esposos ¿no?

-Bueno pero de todas maneras gracias.

Dicho eso ella se colocó de lado dándole la espalda, pensando lo atento que fue Edward, y al menos las gracias le debía, mientras que Edward analizaba todo lo de hoy, la llamada de Bella pidiéndole ayuda, encontrarla en su carro tan mal, el doctorcito ese que a pesar de todo sabe como ayudarla con la migraña, y lo tranquilo que estuvieron ambos sin discutir, quizás porque ella no estaba como para eso, pero no discutieron y eso era algo, así como también se relajó al saber que habían conseguido el contrato que estaban buscando, Seth era igual de bueno que él para los negocios, y por ello confió en él cuando tuvo que salir de emergencia, por algo son amigos.

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Hola mis chicas lindas, que les pareció el capítulo ¿EH?, tan bello Edward cierto, cuidandola, ¿creen que Edward sienta algo por Bella o la ayudó como dice él porque son esposos y es lo que hacer los esposos?, diganme que piensan, espero con ansias sus comentarios porque esos son los que nos ayudan a seguir con la historia y nos inspiran.

A mis lectoras silenciosas gracias por leerme de verdad, y a Memi y Adriana gracias por comentarme por primera vez, y a mis chicas hermosas que siempre me escriben muchos besos.

Chaito y cuidense.

Capítulo 8: LUNES Y MARTES DE PERRO Capítulo 10: DIA DE REPOSO

 
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