ENTRE EL ODIO Y EL AMOR

Autor: Yusale
Género: Romance
Fecha Creación: 23/05/2013
Fecha Actualización: 17/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 147
Visitas: 101027
Capítulos: 28

Por salvar la empresa de sus padres, a Bella no le queda otro remedio que casarse con el hombre que le quitó la virginidad y su primer amor, pero también el que le produjo su primera descilusión amorosa, Edward Cullen.

 

UN EMBARAZO DOS AMORES (TERMINADA)

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NO TE BUSCABA PERO TE ENCONTRÉ (TERMINADA)

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Capítulo 7: UN EX

Bella sintió la luz del sol entrar por la ventana, debía admitir que la vista de ese cuarto era hermoso, era una vista que daba a la ciudad, por lo que se desperezó, no quería hacer nada ese día, hacer zapping delante del televisor o leer un buen libro son opciones aceptables para un domingo.

Edward aún dormía, ¿a qué hora se habrá acostado?, se preguntó ya que no lo sintió, se levantó y se fue al baño, tenía necesidades que hacer, luego de una ducha refrescante bajó a la cocina, tenía hambre y hoy era el día libre de todos, por lo que decidió hacer el desayuno.

No es que fuera una experta pero se sabía defender, hiso jugo de naranja, café, tostadas francesas y omelet, sonrió al ver lo que había preparado, ya que le recordó a su ex novio Pierre, fue un novio francés que tuvo los dos últimos años de universidad, aún mantenían comunicación, pero no lo veía desde el funeral de Renee, vino directo desde Londres para acompañarla en ese momento.

Cuando el desayuno estuvo listo se sentó a comer, era suficiente para los dos, mientras desayunaba pensó en lo ocurrido anoche y no podía negar que le molestaba el saber que Edward en algún momento se cansaría de sólo tener sexo con ella, pero decidió que trataría de no darle tanta importancia, y simplemente disfrutaría de los beneficios de estar casada con Edward Cullen hasta que dure.

Quizás si hubiera aceptado la proposición de Pierre no estaría ahí en ese momento y Charlie buscaría otra forma de salvar la empresa, pero el pasado pasado está, y no se puede cambiar, si eso se pudiera quizás su madre estaría con ellos aún, quizás Edward lo habría lastimado, pero eso no se puede saber.

Al terminar de desayunar fregó los platos sucios, y le dejó a Edward el desayuno armado de tal forma que si estaba frío lo calentara.

Como hacía un bonito día prefirió salir al jardín y sentarse en un árbol que había visto, desde ese árbol se podía seguir disfrutando de la vista de la ciudad, tenía un libro que le había recomendado Ángela llamado Algo más que vecinos.

Se sentó al pie del árbol con las piernas cruzadas, puso su celular aún lado y abrió el libro.

“La noche de finales de octubre era fresca pero agradable”, comenzó a leer, estaba tan absorta leyendo que no se fijó como las horas pasaban, hasta que su celular la sacó de su burbuja.

-Alo- contestó distraídamente.

-¿Dónde estás?- preguntó Edward.

-En la casa.

-Te he buscado y no estás aquí- dijo Edward con voz de no juegues conmigo.

-¿Me buscaste en el jardín?, estoy sentada debajo de un árbol- contestó Bella molesta porque no le haya creído y en seguida ella le colgó la llamada.

-Gracias por el desayuno- dijo Edward como saludo, no se veía molesto ni arrepentido por el regaño gratuito que le dio a Bella.

-De nada- dijo Bella pensando que a este juego podemos jugar los dos.

-Tengo que salir, regresaré dentro de unas horas, ¿quieres hacer algo hoy?

-No, sólo descansar, he tenido una semana muy dura.

¿Se irá a ver con alguna de sus amigas? Se preguntó, pero prefirió desecharlo de inmediato, no voy a dejar que me perturbe.

Y así sin más dio la media vuelta y se fue, otras parejas se darían el beso de buenos días, y se despedirían con un beso, pero ellos no, definitivamente no son un matrimonio normal, pensó Bella antes de volverse a meter en el libro.

No supo cuánto tiempo pasó hasta que su estómago le hiso caer en la realidad, y su celular volvió a sonar, esta vez se fijó en quien era y sonrió.

-¿cómo está el mejor amigo del mundo?- saludó con una sonrisa.

-Cada vez más irresistible, ¿y cómo está la ingrata de mi amiga?.

-Con hambre, dime que traes comida- dijo Bella sabiendo que Jacob la llamaba para visitarle.

-Por supuesto, y aparte una sorpresa.

-¿Sorpresa?, ¿qué es?

-Si te lo digo ya no es sorpresa, nos vemos en 15 minutos, ¿por cierto Cullen está?

-No.

Dicho eso ambos colgaron, Bella se levantó y se fue para la casa, a los quince minutos el intercomunicador informaba que había alguien en la entrada, Bella abrió el portón para que el carro de su amigo pasara, y lo esperó en la puerta de la casa.

Vio que alguien venía con él, parecía un hombre pero no estaba segura, al estacionarse salió la sorpresa caminando con una bolsas de comida en las manos, en efecto era una hombre, una persona que apreciaba mucho y hace tiempo no veía.

Bajó los tres escalones de la entrada corriendo y lo abrazó, la sorpresa correspondió el abrazo, este estaba lleno de alegría y cariño.

-Mon chéri- saludó el francés.

-Pierre, hola ¿pero qué haces aquí?- preguntó Bella con alegría e intriga.

-Estoy de negocios y quise pasag a visitag a los amigos- dijo Pierre.

-Claro, cuando hay santos nuevos los viejos no hacemos milagros- dijo Jacob con una sonrisa en los labios.

Bella le dio un golpe en el hombro y lo saludó con un beso, pasaron a la sala y de ahí a la cocina, ya que traían el almuerzo y era la hora de comer.

-Wao, si que trajeron de todo- dijo Bella.

-Claro, pizza, comida árabe, tacos, burritos y comida china- dijo Jacob-  hay para los cuatro, ¿Edward está?

-No salió hace rato, pero bueno si de aquí a que terminemos ustedes no se han comido todo se le deja, ahora tú cuéntame todo, habla- dijo Bella señalando a Pierre mientras ella y Jacob servían la comida.

-Vine pog una semana de negocios, llegue el viegnes en la noche, ayeg pase pog tu casa y supe que estabas en una beneficencia, pog lo que Jake me pogpuso sogpendegte hoy- dijo Pierre sonriendo.

-Pues si que me sorprendieron.

-Y claro como ya eres una señora casada, me ignoraron para el baile de beneficencia al que siempre voy- dijo Jacob tratando de parecer ofendido y molesto.

-Para la próxima le digo a Leah que te invite.

-Cuéntame, ¿cómo es eso que estas casada?

-Pues si, todo fue muy rápido me casé con mi primer novio, me propuso matrimonio y a las dos semana nos casamos en una ceremonia íntima- dijo Bella tratando de parecer emocionada e ilusionada por su nueva vida.

-Quiego conoceg al afogtunado que logo que tu dijegas que si.

-Espero que lo puedas conocer, a ver si a ti también te agarra idea- dice Jacob riéndose.

Edward iba camino a su casa, estaba bastante molesto por la trampa que le montó Esme junto con Tanya, había dejado a Bella todo el día sola, ya eran las seis de la tarde y no sabía donde estaría ella ya que no la ha llamado ni ella a él. Estaba entrando por el portón cuando vio una carro estacionado, definitivamente era el carro de Black, ¿qué demonios estarían haciendo esos dos solos y en su casa?

Al llegar a la puerta escuchó risas en la sala, eran de varias personas, abrió la puerta y entró nadie había notado su llegada, pero se sorprendió ver a Bella bailando de forma exagerada con un hombre un poco más alto que ella, de cabello negro y piel blanca, los tres reían sin parar, Edward no pudo admirar lo hermosa que se ve cuando ríe, algo que él no ha conseguido y eso le hiso sentirse más molesto de lo que ya venía.

Se aclaró la garganta para llamar su atención, provocando que detuvieran el baile, Edward se acercó a Bella la agarró por la cintura y la besó, de todas formas tenían que aparentar que eran un matrimonio feliz, y eso hacen las parejas en forma de saludo.

-Hola cariño- dijo Edward dulcemente luego de separarse de ella.

-Hola Edward, te presento a un amigo, Pierre él es mi esposo- dijo Bella haciendo las presentaciones.

-Edward Cullen- se presenta Edward tendiendo la mano.

-Pierre Bouvier- dijo Pierre respondiendo el saludo.

-Black.

-Cullen.

-Asi que tú egues el afogtunado que logo que Bella le dijega que si, ¿cuál es tu sequeto?, pogque yo no lo logue- dijo Pierre con una sonrisa sincera en los ojos.

Es un ex-novio francés, y de paso le había pedido matrimonio, pensó Edward y ese razonamiento no le agradó en absoluto.

-Como tus palabras lo dicen es secreto, además de que te serviría si ya es mi mujer- dijo Edward con suficiencia.

Bella rodó mentalmente los ojos debido al comentario de Edward, ni que estuviera celoso pensó para si, mientras Jacob disfrutaba de la escena de celos y Pierre entendió que el hombre es posesivo y disfrutó del momento y se aprovecharía de ello.

-Bueno hoga de aveggonzagte- dijo Pierre con una sonrisa maliciosa.

-No Pierre- dijo Bella sonrojándose sabiendo de antemano lo que haría.

-¿Bella te ha contado de un día de paseo en la togue Eiffel? – preguntó mirando a Edward.

-No- respondió este en voz seca.

-Un día estábamos de paseo pog la togue Eiffel y de pogto comenzó a lloveg, y nosogos a cogueg, Bella no vio el cambio de altura de la calle y se ha caído de culo mojándose toda, como mi apagtamento estaba más cegca fuimos ahí, y cuando se cambió tenía un morado en cada nalga del tamaño de esta- terminó Pierre de contar la historia riéndose, acompañado por las risas de Jacob y Bella.

-Oye, que tuve que colocarme una pomada porque me dolían mucho- dijo Bella sobándose donde debió tener los morados y con cara de niña.

Edward supuso que la historia terminó con ellos dos teniendo sexo, ya que si le vio los morados fue porque la vio desnuda, y así siguieron las historias, ellos tres estaban disfrutando de lo lindo, en cambio él estaba comenzando a detestar el acento francés y a su dueño.

-Tengo que terminar un trabajo, si me disculpan, Black pasa mañana por mi oficina tengo que hablar contigo sobre un contrato- dicho eso, Edward se retiró a su oficina.

Estaba cabreado, ¿qué coño hace un EX de su mujer aquí?, y ella de lo más feliz con él, no podía concentrarse en nada, sino en su rabia.

Mientras que en la sala los hombres se reían de los celos de Edward, y Bella no podía creer esa actitud ridícula, pero ya vería cuando ellos se fueran.

-Definitivamente, no soy el único al que Cullen le tiene arrechera- dijo Jacob no soportando la risa.

-Soy un egcelente amigo,  hice que tu esposo me odiaga- dijo Pierre también riéndose.

-Bueno mejor nos vamos no sea que salga con una pistola y nos mate.

-La que lo voy a matar soy yo, por esa actitud ridícula- dijo Bella.

-Bueno Bella, nos vemos mañana paga almogsag- se despidió con un beso en cada cachete.

Sus amigos se fueron y Bella había pasado un día alegre, se había divertido con ellos y sus locuras, por eso Pierre y Jacob se la llevaban bien, ya que eran igual de bromistas, pero ahora estaba molesta, y se dirigía a la oficina de Edward para reclamarle su actitud infantil para con sus invitados.

Abrió la puerta de golpe y él estaba sentado frente al computador, parecía imperturbable.

-Me puedes explicar ¿qué demonios te pasó?, ¿Por qué fuiste grosero con Pierre?- reclamo Bella molesta y con el tono un poco elevado.

Edward alzó levantó la vista del computador y la miró, serio, indiferente a su reclamo.

-Veo que te la llevas muy bien con tu EX – dijo Edward recalcando la última sílaba.

-Claro que me la llevo bien con Pierre, me ayudó a comenzar de nuevo en una parte de mi vida- dijo Bella pensando para si, cuando me engañaste, pero prefirió dejarlo así.

-¿Cuántos aparte de él te propusieron matrimonio?- preguntó tratando de calmar la rabia que crecía dentro.

-Eso no es de tu incumbencia, tengo y un pasado y ¿qué?- dijo Bella ya gritando.

Bella no entendía esa actitud suya, ni que la quisiera, lla además no creería él que ese iba a mantener célibe después de él.

Por su parte Edward se paró de la silla, definitivamente debía tener cuidado con lo que dice, por segunda vez Bella utiliza sus mismas palabras en su contra, pero definitivamente verla furiosa es un placer, se ve tan sexy y ya se estaba poniendose caliente, aunque estaba molesto.

-Veo que la pasaste muy bien hoy- dijo irónicamente.

-Si, la pasé excelente tanto con Jacob como con Pierre, total estuve sola hasta que llegaron.

Esas palabras le molestaron, tanto como le consiguió el doble sentido, cosa que no era la intención de Bella, pero él no lo sabía, como recordar por qué la tuvo que dejarla sola.

-¿Y lo piensas volver a ver?

-Claro que lo voy a ver, está aquí por trabajo y voy a aprovechar su estadía.

-¿Vas a aprovechar su estadía?, ¿Qué quieres decir con eso?- preguntó Edward molesto caminando hacia ella.

-Simplemente eso.

Edward no aguantó más y la tomó por la cintura y la cabeza, comenzando a besarla, mientras Bella intentaba alejarse de él, pero no le fue posible ya que Edward es más fuerte, sin mencionar que comenzó a excitarse al sentir su pene erecto tocando su vientre.

Comenzaron a quitarse la ropa desesperadamente, Edward la deseaba y ya, anoche también quería hacerla suya pero no pudo, y hoy no se iba a quedar de nuevo con las ganas, además quería demostrarle que ella le pertenecía y que nadie la iba hacer sentir tan mujer como él.

Los dos estaban desvestidos y él comenzó a besar, lamer y morder las tetas de Bella, provocando que ella echara hacia atrás la cabeza y de esa forma acercar más los senos a su boca, Edward bajó su mano acariciando a su paso la piel caliente y suave de ella, hasta llegar a su clítoris y supo que estaba mojada lista para él.

La cargó, al llegar al escritorio con una mano despejó el lugar donde la sentó, quedando él de pie y ella abrazándolo con sus piernas, sin preámbulos la penetró y de sus bocas salió un gemido de placer.

-Edward- consiguió decir Bella al tiempo que le dio una nalgada a él.

-Si…- fue la respuesta de Edward.

-Du…ro…-dijo ella.

Y Edward la complació, la embestía duro consiguiendo gritos de  su parte, y eso lo excitaba cada vez más, podían pelear todo lo que quisieran, todos los días, a cada momento, e incluso se podían odiar, pero rayos durante el sexo era otra cosa, eran buenos, se deseaban, se complacían, y llegaban a tocar el cielo juntos.

-Edward… no… aguanto… córrete… conmigo… córrete- dijo Bella entrecortadamente.

Dicho y hecho, comenzaron a sentir ambos como el orgasmo llenaba su cuerpo, Bella por su parte lo arañó inconsciente de que lo hacía, mientras eso a Edward le produjo un placer indescriptible, él no permitía que lo arañaran, o que le dejaran alguna marca, pero mierda eso le encantó.

Quedando los dos exhaustos por lo que acababan de hacer, él no la soltaba, no podía moverse, y ella por su parte trataba de recomponer su respiración. Cuando estuvieron recuperados, ella se bajó del escritorio y recogió su ropa.

-No quiero que vuelvas a ser grosero ni con Jacob, ni con Pierre, ¿me entendiste?- dijo molesta antes de tirar la puerta al salir.

-Sigue siendo una fierecilla, después del sexo, y eso me encanta.

 

Pierre Bouvier

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Hola chicas lindas, primero quiero agradecer sus comentarios y votos, no saben cuanto me alegró leerlos, y quiero agradecerles a Laly, Meli y Kristy por escribirme, mil gracias por ser la primera vez que lo hacen, me alegra que nuevas chicas se entusiasmen a dejarme mensajes, por lo que les informo que subo los capítulo los días jueves.

Ahora si ¿qué les pareció el capítulo?, yo adoro a Pierre, ¿verdad que es bello? y con ese acento Dios que se me bajan las bragas, jajajaja, pero nada como los celos de mi Ed.

Chaito y cuidense

 

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