ENTRE EL ODIO Y EL AMOR

Autor: Yusale
Género: Romance
Fecha Creación: 23/05/2013
Fecha Actualización: 17/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 147
Visitas: 101041
Capítulos: 28

Por salvar la empresa de sus padres, a Bella no le queda otro remedio que casarse con el hombre que le quitó la virginidad y su primer amor, pero también el que le produjo su primera descilusión amorosa, Edward Cullen.

 

UN EMBARAZO DOS AMORES (TERMINADA)

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NO TE BUSCABA PERO TE ENCONTRÉ (TERMINADA)

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Capítulo 14: RECORDANDO A RENEE

-¿No pudiste llegar más tarde?- preguntó Edward molesto, sentado en una silla ubicada en una esquina oscura del cuarto.

-¿De qué hablas?- fue la pregunta de Bella ya que no entendía a lo que se refería.

-¿Porqué llegaste tan tarde?

-¿Tarde?, pero si apenas son las diez de la noche, además te mandé un mensaje del celular de Jake avisándote.

-¿Y porqué de su celular y no del tuyo?

-Por que el mio se quedó sin batería Edward.

Edward estaba muy molesto, no quería admitir que estaba celoso, se había preocupado cuando vio que no llegaba, y la llamó varias veces pero le salía la contestadora inmediatamente indicando que no tenía batería, y cuando cerca de las ocho llegó un mensaje avisando donde y con quien estaba no pudo evitar sentir como los celos iban creciendo en su interior.

-Que casualidad- dijo Edward sínicamente.

-¿Qué insinúas con eso?

-Simplemente eso, que sales con tu perro faldero y a tu celular casualmente se le acaba la batería.

-Primero, Jacob no es  mi perro faldero, es mi mejor amigo, segundo, me quedé sin batería alrededor de las tres de la tarde, y tercero, ¿estás insinuando que te estoy siendo infiel, cuando aquí el que tiene el curriculum de mujeriego eres tú?- dijo Bella levantando el tono de voz y bastante molesta.

-Buenas noches- dijo Edward de forma cortante.

-¿Cómo que buenas noches?, me reclamas y cuando comenzamos a discutir ¿simplemente te vas a dormir?

-No tengo nada mas que hablar sobre el tema- dijo Edward mientras se acostaba en la cama de lado.

Bella no podía creer que lo que acaba de ocurrir, este hombre había insinuado que ella le estaba siendo infiel con Jake, estaba tan molesta que si la cortaban no votaba sangre, quería cachetear a Edward, precisamente él viene a insinuarle eso, cuando sabrá Dios con cuantas mujeres la habrá engañado hasta el momento.

-¿Para dónde vas?- preguntó Edward serio.

-A dormir en otro cuarto- respondió Bella mientras abría la puerta del cuarto.

-Este es tu cuarto, no tienes que ir a dormir a ningún otro sitio.

-Así como tú te acuestas a dormir a mitad de una discusión, yo me voy a dormir a otro cuarto- dijo Bella mientras cerraba  la puerta de tras de ella.

Edward quedó hecho una furia, ¿porque demonios se fue del cuarto?, el no entendía que por muy molesta que ella estuviera se fuera del cuarto que compartían, pero iba a dejar que se fuera, para la próxima la traía sin que se diera cuenta.

Bella había tomado más de la cuenta que por muy molesta que estuviera se quedó dormida apenas puso la cabeza en la almohada, en cambio a Edward le costó un poco más conciliar el sueño, por lo que en la mañana le costó un poco despertarse, tal fue el caso que al bajar a desayunar Bella ya estaba en la cocina comiendo.

-Buenos días- saludó Edward tanto a Bella como a Emily.

-Buenos días- contestaron las dos mujeres.

Edward se fijó que Bella parecía triste, de seguro era porque estaban molestos pensó él.

-Hola Edward- dijo Paul.

-Hola Paul, ¿no vas al colegio hoy?

-No, porque tengo cita con el médico.

-Ah bueno, entonces no le hagas berrinches a tu mamá y te portas bien con el doctor- dijo Edward recordando que el niño no le gustaba ir al médico.

-No, ya soy un niño grande y no le tengo medio al doctor.

-Bella, ¿Te llevo al trabajo?, es que no veo tu carro en el garaje- preguntó Adam al entrar a la cocina.

-Si Adam por favor, es que dejé mi carro en el taller anoche.

Edward prestó total atención a la conversación, pero fingía no haberlo escuchado y estar pendiente de lo que Paul le mostraba, mientras Emily le colocaba el desayuno en frente de él en la mesa.

-Adam estoy listo, vámonos- dijo Edward levantándose de la mesa y dirigiéndose al carro una vez terminó de desayunar.

Bella los siguió callada, hasta que Adam le abrió la puerta.

-Gracias Adam- dijo Bella antes de entrar.

-¿Y tu carro?- preguntó Edward una vez adentro del carro.

-Lo dejé en el taller, ayer fui en el carro de Jacob a tomar- dijo Bella con voz monótona esperando volver a pelear, pero para su sorpresa no ocurrió.

El resto del camino fue en silencio, e incluso cuando llegaron al taller Bella se bajó despidiéndose sólo de Adam, porque seguía molesta con Edward, y él con ella.

Fue la primera en llegar como siempre, por lo que abrió el taller y se dio una vuelta por todo el, e incluso pasó del taller a la tienda por una puerta que las divide e inspeccionó todo, no sabía porque pero Bella se sentía deprimida, triste desde que se despertó esa mañana.

-Mamá si vieras todo lo que he logrado, el negocio va creciendo poco  a poco, mi papá y mis hermanos están bien, aunque te extrañamos mucho, y yo bueno en mi vida personal, ni idea de cómo describírtela, estoy casada con un hombre que no me ama y a quien odio unas veces y amo otras- dio un suspiro bien profundo después de ese pequeño saludo a su mamá.

Regresó al taller y allí encontró a Ángela preparando el café y a las empleadas que poco a poco iban llegando. Luego que un nuevo día de trabajo comenzaba, su amiga le entregó una taza de café caliente con una donut de chocolate.

-Dios Ángela ¿cómo haces para que te que quede el café tan rico?- preguntó Bella luego de dar un pequeño sorbo a su taza.

-No te sirve que te de el secreto porque igual se te quema hasta el agua- dijo Ángela riendo.

-Oye que solo fue una vez- se defendió Bella.

Se echaron a reír ambas e incluso las empleadas al recordar el incidente, Bella una vez decidió poner hacer el café en la cafetera y puso el agua pero se le olvidó hecha el café, y cuando llegó Ángela a prepararlo se asustó al ver como echaba humo, sobra decir que tuvieron que votar la pobre cafetera que no sirvió para más.

Hoy iba a ser un día relajante, no tenía mucho que hacer hasta que llegaran las fotos que tomo el fotógrafo, para ella revisarlas, decidir cuales le gustaban más y enviarlas para armar el catálogo de su nueva colección.

Por lo que se puso a revisar su correo electrónico, recibió varios documentos de pedidos de diferentes países, eso era una buena noticia, la exportación de sus diseños, contestó los correos y paseo de nuevo por el taller y la tienda, deteniéndose para hablar con cada una de las personas que trabajaba ahí para saber como estaba en el sentido personal.

Al mediodía llegó Leah de sorpresa para almorzar con ella.

-Hola Bella- Saludó la menor de los Swan.

-Hola Leah, ¿Quieres que almorcemos juntas?- preguntó Bella

-Si.

Algo le pasaba a Leah, se veía triste, algo apagada de ánimo, lo cual era extraño en ella, ya que de los tres la que siempre carga una sonrisa en la cara, la mas positiva era ella.

Se fueron las dos a un restaurante que quedaba cerca, se sentaron en una mesa y ordenaron, como eran clientes habituales ya sabían lo que querían.

-¿Qué te pasa Leah?- preguntó Bella.

-Es que extraño a mamá, me hacen falta sus caricias, su sonrisa, sus bromas, sus consejos, bajar a desayunar y que me recibiera su buenos días cantarín mientras veía que todos desayunáramos antes de irnos a nuestros deberes- decía Leah mientras algunas lágrimas salían por sus ojos.

-Hoy cumple tres años de muerta Bella y aún no me acostumbro a su partida- continuo.

Bella se sorprendió por la noticia, no se acordaba de la fecha, y entendió, por eso es que se levanto triste y habló con su mamá en su negocio, su subconsciente si se acordó.

 -Leah, a lo que nos vamos a acostumbrar es a vivir con su ausencia, es con eso con lo que tenemos que aprender a vivir, a mi también me hace falta, pero para eso nos tenemos los cuatro, para poder recordarla con felicidad y con apoyarnos mutuamente como ella  nos enseñó- dijo Bella tomándole una mano a su hermana pequeña.

-¿Te acuerdas el día de las galletas?- preguntó Leah.

-Si claro, nos fuimos Seth y yo a buscar galletas para los tres, y te dijimos que te quedaras en el cuarto, como no alcanzábamos en la alacena Seth se subió a un banquito y yo a sus hombros, cuando perdimos el equilibrio y yo caí encima de Seth fracturándole el brazo, mi mamá y Sue oyeron el golpe y lo llevaron al hospital, al regresar a la casa mi mamá nos ha regañado de tal forma que hasta mi papá se asustó de sus gritos, y nos castigó por dos semanas sin galletas- contó Bella.

-Si, y como yo estaba en el cuarto no me castigaron, y las galletas que me daban yo las compartía a escondida con ustedes- dijo Leah riéndose.

Y así pasaron el resto del almuerzo más una hora que se tomó Bella, contaron anécdotas de cuando eran niños, los consejos que Renee les daba, y lo que cada uno tenía de ella, Bella tenía los ojos color chocolate y lo blanca, Leah y Seth el cabello negro y el color de piel,  mientras que Leah le veía lo positivo a todo como ella, Seth era bromista, y Bella su dedicación a las cosas y personas.

Una vez terminado el momento Leah se fue y Bella regresó al trabajo, una de las muchachas le entregó un paquete que le había llegado, le agradeció y se fue a su escritorio y marcó el número de Seth.

-¿Qué puede hacer por ti el mejor hermano del mundo preciosa?- contestó Seth al segundo timbre.

-Dime donde esta ese mejor hermano y le digo que puede hacer por mi- dijo Bella entre risas.

-Oyeee- se quejó Seth.

-Hola mejor hermano del mundo- contestó Bella con una sonrisa- ¿cómo estas?

-Aquí tratando que la depre no me dé, por el día que es, ¿y tú?

-Bien, aquí llegando de comer con Leah y recordando a mamá, porque estaba deprimida y vino a desahogarse.

-¿y cómo la dejaste?

-Mejor, por lo que te llamo para saber ¿si nos quieres acompañar mañana al cementerio? – preguntó Bella ya que ambas hermanas habían quedado en ir juntas al cementerio.

-Por supuesto, te pasamos buscando por tu casa mañana a las nueve ¿te parece?

-Si claro, los espero mañana entonces- dicho eso colgó.

No le preguntó a Seth por Charlie, porque sabía que estaba en su cuarto sin salir, era el único día del año en el que no salía de su cuarto, se quedaba ahí en pijama todo el día recordando, viendo fotos y llorando a Renee.

Revisó el sobre que le llegó y eran las fotos, las vería sola ya que Ángela había pedido la tarde libre para hacer diligencias.

Abrió el sobre, había una carta y otros sobres diferentes, abrió la carta era del fotógrafo explicándole que le había enviado las mejores, cuales le gustaron mas a él y como estaban divididas las fotos en los sobres, y así se dispuso a verlas.

Estaba impresionada de lo buena que eran las fotos, y se le estaba haciendo difícil poder decidirse, luego de un rato las muchachas comenzaron a despedirse por lo que Bella fue cuando se dio cuenta que era hora de terminar, se despidió de cada una deseándoles un buen fin de semana y pensó en ver un ratito más las fotos e irse a la casa.

Llevaba un rato viendo las fotos cuando su teléfono comenzó a sonar y ella contestó distraídamente.

-Diga- dijo sin ver quien la llamaba.

-¿Volviste a salir con el pe… con Jacob y se te olvidó avisarme?- preguntó un Edward molesto.

-¿De qué hablas?, no he salido ni con Jake ni con nadie- dijo Bella sin entender a que venía la pregunta y la actitud de Edward.

-Entonces ¿Dónde demonios estas?

-En mi trabajo, ¿dónde más?

-¿A esta hora?

-Si Edward, ¿Y qué hora es pues?- preguntó Bella que luego de hacer la pregunta buscó el reloj y se sorprendió al ver que eran las ocho y treinta minutos de la noche, se metió tanto en  su trabajo que no notó lo tarde que se le había hecho.

-Son las ochos y media de la noche Bella, haz el favor de recoger y espera que Adam te vaya a buscar- dijo Edward quien ahora estaba aliviado al saber que estaba en el trabajo.

Cuando la llamó estaba entre molesto y preocupado, ya que pensaba que había salido de nuevo con Jacob, pero ayer al menos le había avisado donde y con quien estaba mientras que hoy no lo había hecho.

Mientras hablaba con Bella se dirigió a la cocina donde estaba Adam.

-Edward, mi carro está aquí, me puedo ir perfectamente en el.

-No, es muy tarde espérate en el taller hasta que Adam vaya a buscarte Bella- dijo Edward mirando a Adam quien al entender la conversación se levantó y se dirigió hasta la puerta para buscarla, seguido de cerca por Edward quien se subió en la parte de atrás del carro.

Dicho eso Bella colgó la llamada, no entendía la exageración de Edward, pero sabía que ya Adam venía en camino, por lo que se dispuso a guardar las fotos en el sobre según ella las había visto y aprobado, las metió en su cartera, el fin de semana las seguiría viendo, revisó el taller, que todo estuviera en su lugar, ya vendría mañana a buscar su carro y salió a cerrar.

-Dame lo que tienes- dijo una voz detrás de Bella, quien estaba de espalda cerrando, y sintió como el hombre le ponía algo en la parte baja de la espalada.

-Tienes bonito cuello, date la vuelta para poder observarte.

Bella lentamente se volteó, ella estaba muy nerviosa, solo esperaba que Adam llegara rápido a ayudarla.

-Eres muy hermosa muñeca, y ahora no solo me apetece tu dinero sino también tú- dijo mientras le rosaba el cuello con su aliento.

Bella vio hacia abajo y el hombre la estaba apuntando con una pistola, y esos ojos negros llenos de cosas que no supo ni quiso identificar, sentía como su cuerpo estaba temblando y como él la tocaba, tenía su cuerpo rígido, no quería que la tocara, quería que retirara su boca de su cuerpo, intento alejarse pero él no se lo permitió.

-Tienes una piel suave muñeca, me voy a divertir contigo.

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Hola mis niñas bellas, quiero agradecer a mi amiga Maya por dejarme su comentario, y a la persona del voto también por ello, asumo que el capítulo anterior no les gustó, pero bueno arriba ese ánimo y como es jueves aquí les dejé otro.

Que les pareció este capítulo?, ¿Creen que Edward y Adam lleguen a tiempo?, espero sus coimentarios ya sean buenos o malos, pero comenten porfa.

Chaito y cuidense.

Capítulo 13: LA ENTREVISTA Capítulo 15: GRACIAS

 
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