Capítulo 6: BENEFICENCIA DE LA LUCHA CONTRA EL CANCER DE MAMAS

Ya ha pasado una semana desde que se casaron, Edward le arregló una oficina para Bella en la casa, y ella aún no se acostumbra a ese cambio en su vida.

Se habían hecho una rutina,  desayunaban juntos para luego cada uno irse a su trabajo, para regresar en la noche a cenar juntos, todo esto en silencio, no hacían como las parejas normales que se contaban lo sucedido o lo que esperaban del día, pero ellos no son una pareja de recién casados normales.

En cambio en la cama era otra cosa, ahí si funcionaban bien, sus cuerpos reaccionaban a las caricias del otro, y el sexo era excelente. Porque eso era para Bella, sexo y no más, ya que hacer el amor implicaba eso, amor, y ese sentimiento entre ellos no existe.

Ya se ubicaba en la inmensa casa y le agradaban los que en ella trabajaban, Emily es la cocinera y junto a su esposo Sam atendían la casa, ellos tienen un hijo de tres años llamado Paul, es inquieto pero divertido, por último está Adam que es el chofer y hermano menor de Emily, todos viven encima del garaje, cada uno tiene un piso como casa.

En este momento iban para la beneficencia en la lucha contra el cáncer de mamás, tanto Bella como su familia desde la enfermedad de Renee acuden cada año, ella siempre va con Jacob pero este año por estar casada le pareció lo más conveniente decirle a Edward, quien para su sorpresa aceptó.

Él estaba elegante con su traje gris oscuro, una corbata azul y verde y camisa blanca, ella iba con un vestido largo de color gris, sin mangas y con detalles en pedrería.

-¿Esto va a ser así siempre?, sin hablar ni en la comida ni en el carro- dijo Edward rompiendo el cotidiano silencio en el carro.

-¿De qué quieres que hablemos?- dijo Bella girando su cara para mirarlo.

-No lo se, ¿de qué hablan las parejas casadas usualmente?- preguntó Edward.

-Te recuerdo que es la primera vez que me caso, asi que ni idea, asumo que de su día en el trabajo o de sus amigos- respondió Bella.

-Con tal que no me hables todo el día de Black- dijo Edward en tono despectivo.

-No se qué tienes contra Jake, es mi mejor amigo- dijo Bella algo molesta.

-Los hombres y las mujeres no son amigos.

-Que tú te hayas llevado a la cama a tus “amigas” no quiere decir que el resto del mundo seamos iguales a ti- dijo Bella ya bastante molesta y haciendo comillas con las manos en la palabra amigas.

Edward iba a responder cuando fueron interrumpidos por Adam avisando que habían llegado. Adam se bajó y le abrió la puerta a Edward, mientras este daba  rodeaba el carro, uno de los asistentes de la fiesta le abría la puerta la a Bella, quien respiró profundo para calmarse y le tomó el brazo a su esposo al momento del salir del vehículo.

En la entrada del salón estaba Cindy Donnelly, una mujer de unos cuarenta y pocos, estatura 1,50 m más o menos, trigueña, con los ojos grises y el cabello corto, ella es la presidenta de la fundación y anfitriona de la noche, al ver a Bella le sonrió, la abrazó y la saludó con un beso en la mejilla.

-Hola Bella, pensé que no venías esta noche, como me enteré que te casaste- dijo Cindy sonriéndole sinceramente.

- Buenas noches Cindy, si me casé, pero por nada del mundo falto esta noche- dijo Bella con una sonrisa- te presento a mi esposo Edward Cullen.

-Un placer- saludó Cindy tendiéndole la mano a Edward.

-El placer es mío- respondió Edward besándole la mano.

-Los felicito, hacen una hermosa pareja- dijo con franqueza Cindy- tu familia ya llegó, espero disfruten la velada.

Se despidieron de Cindy y entraron al lugar, todo era amplio con la tarima en el fondo pero a la vista de todos, las mesas a su alrededor, una pista de baile amplia, del lado  izquierdo de la tarima barra de bebidas con su bar ténder y música suave de fondo.

Estaban buscando a los hermanos de Bella y a Charlie cuando una voz femenina llamó su atención.

-Hola Edward- dijo una muchacha de 1, 80 m, morena, con el cabello liso pintado de rojo hasta la cintura, con senos de silicona, y con un cuerpo que de seguro es modelo, el vestido que llevaba le resaltaba cada atributo de su voluptuoso cuerpo.

Saludó a Edward con un beso en la mejilla, mientras que a Bella la ignoró por completo.

-Estas más guapo cada día, de haber sabido que venías te habría pedido que me acompañaras- dijo la morena con una sonrisa en los labios.

Eso a Bella le molestó, definitivamente la muchacha la ignoraba a propósito, de seguro era una de sus “amigas” pensó Bella.

-Gracias por el alago Marlene, y de todas formas no hubiera venido contigo ya que acompaño a mi esposa- dijo Edward con una sonrisa educada.

A Marlene se le borró la sonrisa cuando dijo la palabra esposa.

-De verdad te casaste, es una lástima, ¿cómo hiciste para atraparlo?- dijo Marlene ahora si dirigiéndose a Bella.

-La cama no fue te lo aseguro- dijo Bella con una sonrisa de suficiencia en los ojos.

Marlene quiso matar a Bella, por su comentario y por haber conseguido lo que muchas estaban deseando ser la afortunada esposa de Edward, ¿qué tendrá esta? Se preguntó.

-Si te aburres me avisas- susurró Marlene a Edward mientras se despedía de él.

-Asumo que tu amiga estará deseosa de que la llames- dijo Bella dejando en claro que había oído lo que le había dicho.

-No tengo intención de llamarla para lo que las dos piensan - dijo Edward serio, ya que le había molestado toda la situación, e incluso la insinuación de Bella.

Bella decidió respirar profundo y calmarse porque le empezaba a doler la cabeza, no debería importarle lo que el haga con sus amigas, ¿por cuanto tiempo seguirá siendo el esposo fiel?, se preguntó, y en eso ve a Leah sentada en una mesa que también era la que ellos compartían.

Se acercó y saludó a cada uno, a parte de ellos también estaba un actor con su esposa, y dos asientos de personas que aún no llegaban.

Estaban por comenzar a servir la cena cuando una voz poco agradable saludó.

-Hola Edward.

La que faltaba, pensaron al mismo tiempo Edward y Bella.

-Hola Tanya, Hola Carmen- saludó Edward – Carmen te presento a mi esposa Bella Cullen.

-Un placer Bella, no se puede negar que eres hija de Renee y de Charlie tienes de ambos- dijo Carmen amablemente mirando a Charlie.

-¿Cómo es que estas aquí y no en tu luna de miel?- preguntó Tanya.

-En estos momentos ninguno puede abandonar su trabajo- contestó Edward.

-Pero claro, si Bella estuvo de viaje hace poco por Italia con Jacob Black.

Bella no pudo evitar sorprenderse de que Tanya tuviera información de su vida, pero luego recordó, Esme, de seguro ella le contó.

-Tanya, me alagas y me sorprendes que estés al pendiente de mi vida (búscate una, pensó), y es por ese viaje que no puedo abandonar de nuevo mi empresa tan pronto- dijo Bella con una voz tranquila pero fingida.

-Ni que tuvieras una marca importante de diseño.

-Pero es mía y va creciendo.

Los demás ocupantes de la mesa eran simples espectadores del cruce de palabras entre las dos mujeres, los que se estaban divirtiendo con ello eran Seth y Edward.

-¿Eres diseñadora?- preguntó la esposa del actor.

- Si, diseña carteras y zapatos, y para tener poco tiempo le va muy bien- contestó Leah muy orgullosa de su hermana mayor.

-¿cómo se llaman tus diseños?

-Belli Bells- respondió Bella ahora.

-Que nombre tan insignificante para una marca- dijo Tanya despectivamente.

Y las tres mujeres decidieron ignorar tanto su comentario como a ella, ya que era evidente que con cada palabra el veneno que salía de su boca era por pura envidia.

-Yo se que marca es, me encantan tus zapatos, las carteras aún no las he visto.

-Bueno podrás ver dos diseños únicos hoy, ya que los donó a la beneficencia- dijo Leah.

-Mi amor, si me gustan las carteras te hago una señal, y pujas por ellas- dijo la muchacha viendo a su esposo con ojos de si por favooooor, quien sólo sonrió y le dijo que si.

Siguieron hablando de todo un poco mientras cenaban, al terminar prosiguió las palabras de bienvenida y agradecimiento por parte de Cindy Donnelly, dando comienzo de esa manera a la subasta.

Este año tenían una gran variedad de elementos a subastar, como cuadros de artistas nacionales, un viaje a Paris por cuatro días y tres noches, un crucero por el caribe de cinco días, que fue adquirido por Edward, poniendo de excusa que sería una de las tantas lunas de miel que tendrá con su esposa, las dos carteras que Bella había diseñado exclusivamente en conmemoración a la fundación, y pues si, estas fueron compradas por el actor, y para molestia de Tanya, su esposa no era la única que las quería, ya que se pujaron las carteras  entre cinco compradores.

Una moto que para sorpresa de todos la compró Seth, y otros artículos  subastados, la noche paso tranquila y divertida, si se alejaban de Tanya claro, y Bella bailó con Seth, Charlie, Edward y hasta con el actor quien le dijo que ahora tenía a una nueva clienta en su esposa.

No pudo evitar notar las mujeres que se le acercaban a Edward con claras intenciones de quiero que me lleves a la cama esta noche, pero decidió no demostrar que lo notó.

Ya estaba muy cansada y le iba a pedir a Edward que se fueran cuando Leah le pidió la acompañara al baño. Estando ahí aprovechó a refrescarse un poco cuando fue interceptada.

-No creas que te vas a salir con la tuya- dijo Tanya detrás de ella con rabia en su voz.

Bella respiró profundo y se volteó.

-Me decías- dijo Bella alzando una ceja.

-Recuerda que él se aburre rápido, y serás tú la que esté en su cama esta noche, pero pronto comenzará a buscar variedad, y ahí estaré yo.

-Puede ser cierto, pero la que lleva el título de su esposa y señora soy yo, tú de ser el caso sería el de su amante- dijo Bella con una sonrisa de superioridad.

-No por mucho Swan.

-Cullen, recuérdalo Denali.

Tanya dio la media vuelta y salió del baño, ¿qué rayos tienen los baños para que las mujeres quieran atacarla en él?, se preguntó, y el bendito dolor de cabeza que se había calmado estaba haciendo su aparición de nuevo.

-No dejes que te amargue esa bruja- dijo Leah.

-¿La escuchaste?

-Si, Bells somos hermanas y nos conocemos, y es por ello que no creo ese motivo que me diste cuando me avisaste que te casabas con él, con la persona que te hiso daño hace tiempo, la que evitabas a menos que no te quedara de otra, la que odiabas y aún odias, pero sino me lo quieres contar es por algo, y yo respeto tu decisión, pero no dejes que esa arpía resentida te dañe el matrimonio- dijo Leah mirando a los ojos de Bella, para luego darle un beso en la mejilla como cada vez que hace Bella cuando le da un consejo a su hermana menor.

Al llegar a donde estaban todos le pidió a Edward que se fueran, les dijo a todos que estaba cansada y en parte era cierto, pero Edward vio que estaba molesta, ¿qué habrá pasado ahora? Fue lo que se preguntó.

Durante el camino Bella pensaba en las palabras de Leah, pero no podía evitar molestarse por lo que dijo Tanya, ella tenía razón, cuando tiempo pasará hasta que Edward decida buscar de nuevo a sus amigas, y eso le molestaba mucho, sólo esperaba no darse cuenta, pero demonios claro que se iba a dar cuenta.

Al llegar a la casa fue directo a la cocina y se tomó dos pastillas para evitar que la migraña apareciera, luego subió al cuarto y se comenzó a desvestir.

Edward simplemente la observaba, desde que se subieron al carro, ella estaba pensativa, molesta, ¿qué habrá pasado? Se preguntó, para él había ido bien la velada, a pesar de las insinuaciones de Tanya, y de una que otra mujer que conocía, pero ella parecía no darle importancia a eso, la vio ir a la cocina tomarse las pastillas y subir al cuarto.

-¿Me vas a decir que ocurre?- preguntó ya molesto por su actitud.

-Definitivamente voy a tener que acostumbrarme a que tus amiguitas me ataquen- dijo Bella en tono molesto.

-¿Quién te atacó?, ¿Te hicieron algo?- preguntó preocupado de que alguien la lastimara.

-No solo se ataca físicamente, si es eso lo que estás pensando.

-Bella tengo un pasado y ¿qué?, eso es algo que no puedo cambiar- dijo ya alzando la voz por no entender qué demonios había sucedido.

-Claro que el pasado no se puede cambiar, sino yo misma cambiaría varias cosas del mío- dijo ya lista con su bata de seda morada puesta.

-Buenas noches- dijo metiéndose debajo de las sabanas y dándole la espalda por completo a Edward.

Edward sin comprender nada, se quitó el saco y la corbata y decidió bajar a su oficina, necesitaba sumergirse entre papeles para calmarse, estaba molesto por la actitud de Bella, no entendía que había ocurrido, pero a la vez estaba excitado, verla así de molesta y con esa bata de seda, que le  cae suavemente por su piel, dejando al descubierto sus piernas blancas y hermosas, mierda si seguía por ese camino iba a tener que masturbarse, y para ¿qué hacer eso cuando tiene en la cama a su mujer?

Por lo que estuvo revisando papeles durante dos horas hasta que el cansancio le indicó que era hora de dormir, se cambió con cuidado para no despertarla, la admiró un momento para acostarse a su lado y quedándose profundamente dormido. 

vestido de Bella

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Hola mis chicas hermosas, estoy muy alegre porque me dejaron varios votos y también varios comentarios, les agradesco a todas, a las lectoras silenciosas, a las que me dejaron sus votos, y a las que me dejaron los comentarios, mis chicas  Maya y Kimberly por ser dejarme saber lo que piensan así como a las nuevas chicas Karoly y Cibel.

Espero me puedan me hagan saber lo que piensan del capítulo, diganme ¿€quien quiere matar a Tanya?, jajajaja.

Chaito y cuidense