ENTRE EL ODIO Y EL AMOR

Autor: Yusale
Género: Romance
Fecha Creación: 23/05/2013
Fecha Actualización: 17/01/2014
Finalizado: SI
Votos: 27
Comentarios: 147
Visitas: 101040
Capítulos: 28

Por salvar la empresa de sus padres, a Bella no le queda otro remedio que casarse con el hombre que le quitó la virginidad y su primer amor, pero también el que le produjo su primera descilusión amorosa, Edward Cullen.

 

UN EMBARAZO DOS AMORES (TERMINADA)

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NO TE BUSCABA PERO TE ENCONTRÉ (TERMINADA)

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Capítulo 16: TE ODIO

Disculpen la demora abajo les explico.

Capítulo 16: TE ODIO

-Hasta que terminamos- dijo Seth mientras se sentaban en la mesa de un restaurante.

-No te quejes, todos los años es lo mismo, deberías estar acostumbrado a estas alturas- le reclamo Leah.

-Además, esta vez hemos terminado antes, apenas son las dos de la tarde- dijo Bella mientras recibía la carta de la mano del mesero.

-Bueno, está bien me callo- dijo Seth haciendo un puchero mientras leían la carta y se decidían a pedir.

-¿Le dijiste a Edward?- preguntó Seth una vez se fue el mesero.

-No- respondió Bella.

-¿Por qué?, se que no le hemos dicho a nadie que nos hacemos los exámenes pero, pensé que le dirías a Edward por ser tu esposo- dijo Leah.

-Lo se, pero cuando me dijo que iría a Nueva York  por una semana en lugar de Seth, porque él tenía una cita médica y no quería posponerla, no vi motivos para contarle.

-Bueno, tú decidirás cuando le cuentas o si no lo haces- dijo Seth para terminar con esa conversación, porque él sabía que aunque se casaron bajo circunstancias diferentes, ellos se amaban, solo que aún estaban peleando con el pasado y eso cuesta.

Llegó el mesero con la comida y se dispusieron a comer entre bromas por parte de los tres hermanos.

Desde que Renee murió el doctor que la atendió les aconsejo a los hermanos Swan que se hicieran exámenes anuales, sólo por prevención, nada más, ya que el cáncer es influye más cuando se tienen parientes que sufrieron de ello y era mejor prevenir, estuvieron de acuerdo en hacérselos, pero también decidieron no contarle a nadie, para no preocuparlos y que no se estresaran durante el tiempo que le dieran los resultados, la única persona que sabía que una vez al año ellos se hacían exámenes pero no sabía para que, era Jane la secretaria de Seth, ya que ella es quien les solicitaba la cita, y hoy miércoles les tocó.

-Deberíamos salir un día los tres- dijo Leah.

-¿Y esto que es?, además te recuerdo que el sábado fuimos al cementerio juntos, y también almorzamos juntos, como estamos almorzando juntos hoy- dijo Seth en forma burlona.

-ja, ja, ja, muy gracioso tú, me refiero a salir a tomar algo, a bailar, a divertirnos-  concluyó Leah.

-Siiii, e invitamos a Ángela- dijo Seth con una sonrisa pícara.

-Y tal vez le puedas decir a Jacob, Bella- continuo Leah.

-Si salimos y yo soy la lamparita, dos parejas y yo yupiiiiiiii- dijo Bella con sarcasmo pero riéndose.

-Dile a Edward.

-Si todo sale bien, Edward debería llegar el sábado así que podríamos salir este mismo fin o la semana que viene, si es que quieren reponer el tiempo perdido- dijo Seth, moviendo las cejas sugestivamente.

-Bueno esta bien, yo le digo- dijo Bella.

El resto de la comida fue entre burlas entre ellos mismos, y como se tomaban el resto del día libre decidieron caminar, ir al cine, comer helado, pasar tiempo de hermanos.

Durante toda la semana Edward llamaba a Bella en las noches, hablaban  e incluso hacían el ciber sexo, a Edward le tocaba ir a varias fiestas que ofrecían en la ciudad, así como también le comentaba que todo iba bien con los clientes.

Era viernes y Bella se encontraba trabajando, tenía nuevos clientes extranjeros, por lo que estaban ocupadísimos cumpliendo con los pedidos que irían a Europa y a varios países de Latinoamérica.

Anoche no había hablado con Edward porque tenía la fiesta de un cliente a la que debía acudir, por lo que se acostó temprano, pero no sin antes analizar un poco lo que había sido de su matrimonio, cierto que se habían casado para salvar las empresas en quiebra, pero no podía negar que Edward se había portado bien, había sido atento con ella, delicado, las veces que habían salido la pasaron bien, cuando lo llamó por la migraña, él sin pensarlo acudió a su ayuda, se quedó con ella en el hospital, y hasta se ocupó que descansara al día siguiente.

Aún tenía que aguantar la situación de Edward con Jacob, la cual no entendía, tendría que preguntarle a su amigo, para ver si él conocía los motivos de Edward, o insistirle al mismo Edward, pero también notaba como este intentaba llevar las cosas algo bien, por así decirlo, con Jake, por el simple hecho de que él forma parte de la vida de Bella y siempre será así.

Cuando la obligó a esperar a Adam porque se le había hecho tarde, y estuvo con ella, a su lado cuando fueron a la delegación, e incluso lo cariñoso que fue cuando casi deja la piel en el baño, y bueno, en la cama, Dios eran excelentes, él la hacía sentirse deseada, sexy, mujer. Recordó que aparte de esa noche en Nueva York, Edward  no le había dado ninguna muestra de estarle siendo infiel, ella aún no confiaba en él era cierto, pero quizás podía hacer el intento de confiar.

Y se hiso una pregunta importante, ¿qué tanto sentía por Edward Cullen?,  no podía negar que aún lo odiaba por lo que pasó hace tiempo atrás, no quiso recordar ese momento, por lo que lo pasó por alto, pero no pudo negarse a sí misma que lo quería, es más, lo amaba, si, Isabella Marie Swan, no, mejor dicho Isabella Marie Cullen aún seguía amando a Edward Anthony Cullen, su esposo, y por eso iba a intentar que su matrimonio funcionara.

Y ahí estaba concentrada en su trabajo, pero no podía negar que deseaba que llegara el sábado, día en el que su esposo llegaba de su viaje de negocios en Nueva York, ya era pasado el mediodía y faltaba menos que antes para su llegada.

-Bella te llegó esto- dijo Ángela sacándola de su concentración y entregándole un sobre manila.

-¿Y esto?

-Lo  acaba de entregar un mensajero, no trae remitente.

-Bueno, gracias Ángela.

Revisó el sobre por todos lados y no decía quien lo enviaba, eso le inquietaba, pero la curiosidad la carcomía por lo que decidió abrirlo.

Se puso pálida, al ver como lo que traía el sobre iba cayendo en el escritorio, fue viendo de uno en uno las fotos que le habían enviado, Edward estaba en una fiesta con esa mujer ya que estaban en traje de gala, sentados en una mesa hablando, en otra estaban riendo, bailando, abrazados, en dos fotos se estaban besando, en otra subiéndose a un carro, en otra llegando a un hotel, en otra ambos fuera del auto y en la última entrando los dos al hotel, también había un artículo de periódico donde aparecía el susodicho con la mujercita esa.

 

FIESTA EN LA MANSIÓN CASTILLO.

La mansión Castillo es una de las mansiones de lujo con exquisitos jardines e interiores, el cual está ubicada  en la ciudad de Nueva York en la zona más alta de las colinas de Westchester County, concretamente en North Salem.

En la noche de ayer esta mansión se vio llena de gente de alta sociedad, debido a la fiesta que se realizó en ella, gracias al Señor David Perry, quien recibió a sus miles de invitados con agasajos, la fiesta duró hasta altas horas de la noche, la comida deliciosa, bebida fina no faltó, de hecho se podría decir que con todo lo que había se podía matar el hambre en algún pequeño país de Africa.

La alta sociedad se vistió de gala, y no hubo persona importante que no asistiera, tanto es así que nuestro ahora señor casado Edward Cullen estuvo presente, y estuvo acompañado toda la noche de una hermosa mujer que no era su esposa precisamente, y hubo quienes dicen haberlos vistos muy acaramelados, ¿Será que nuestro ex - soltero codiciado ha vuelto a las andadas?

Y el artículo continuaba hablando de la fiesta, pero no volvían a mencionar a Edward, sus lágrimas peleaban por salir, pero ella no se lo permitía, ¿Por qué con ella?, si iba a engañarla ¿Por qué demonios había sido con Vivian?, la misma mujer con quien ella lo vio años atrás en ese club, con esa zorra.

-Haló- contestó distraídamente su celular.

-Hola Isabella.

¿Para qué la llamaba esa mujer?, ¿Por qué ahora?

-¿Qué deseas?

-Quería saber cómo tomaste la noticia de nuestro Edward, para que veas que somos reemplazables para él en un momento de lujuria- dijo Tanya con voz burlona.

Bella le colgó el teléfono, no tenía ánimos para oír esa voz tan molesta, ella se sentía traicionada, de nuevo, había creído en él, había pensado en que su matrimonio tuviera éxito, había decidido confiar en él, había creído muchas cosas  y por lo visto se había equivocado otra vez.

Se dirigió al baño y se echó agua en la cara, respiró varias veces y se repetía así misma, no vas a llorar por él otra vez, se lo dijo un sin número de veces, al sentirse un poco más calmada como para que las muchachas no lo notaran salió y al llegar a su escritorio tomó su celular marcó el número de Jacob y al tercer timbre él atendió.

-¿A qué debo la llamada de la segunda mujer importante en mi vida?- saludó Jake.

Bella respiró para que no se le quebrara la voz.

-Hola Jake, me alegra ser una de tus mujeres importantes- dijo sinceramente, al menos era importante para otro hombre que no fuera un Swan.

-¿Qué te pasa Bella?- preguntó Jacob al notar la voz de su amiga.

-Si que me conoces ¿cierto?, pero llamaba para ver si te gustaría salir a tomar algo conmigo, quiero distraerme, tomar, bailar y no pensar.

-Claro, donde hay licor y baile ahí estoy yo.

Bella se rio, definitivamente eso era lo que necesitaba, no iba a votar una lágrima más por otro engaño de Edward Cullen.

-Dile a Seth y yo llamo a Leah, y nos vemos en el taller cuando salgan de la empresa.

-Mande jefa- y aunque él sabía que no la veía hiso un gesto militar con la mano, gesto que Bella se imaginó.

Colgó y llamó a su hermana, también la invitó y quedó en llegar poco antes de que cerrara el taller, al terminar de hablar con Leah se le ocurrió algo.

-Ángela.

-Dime.

-¿Tienes planes para hoy en la noche?

-No.

-¿Quieres venir con nosotros a un club esta noche?

-¿Nosotros?

-Si, Jacob, Leah yo y… Seth- Bella dijo el nombre de su hermano de último totalmente precipitado.

-Si claro- dijo Ángela haciéndose ilusiones con el último nombre que oyó.

Bella no se pudo concentrar el resto de la tarde, las fotos las metió todas de nuevo en el sobre y las guardó en su cartera, quizás era un poco masoquista al querer tener consigo ese recordatorio de traición, pero no sabía que hacer con ellas por los momentos.

.

.

.

-Ok, antes de comenzar a beber hay que rifar quien será el conductor designado- dijo Seth.

-Conmigo no cuenten, fue mi idea, yo voy a beber- dijo Bella.

Acababan de llegar al club de su amigo Jasper, habían ido los cinco en un mismo carro, para que fuera una sola persona la que no bebiera, Bella hiso unos papeles, tres estaban en blanco y uno decía te Eres Tú, al tomar cada uno su papel le tocó a Leah ser la conductora de los cuatro futuros borrachos.

-Genial, así que me deben una salida para yo poder tomar- dijo Leah resignándose.

Los chicos se levantaron y fueron a pedir las bebidas para los cuatro, una vez de regreso Leah tomó a Ángela y a Seth jalándolos a la pista de baile, ya que según ella al menos bailaría hasta desfallecer.

-¿Qué ocurre Belli Bells?- preguntó Jake.

Bella miró a Jacob unos minutos debatiéndose si contarle o no, para luego decidir contarle otro día, hoy quería olvidar.

-Otro día Jake, hoy quiero olvidar.

-Esta bien, otro día me cuentas que hiso Cullen ahora- dijo serio- y ahora brindemos porque consiga a una mujer que me ame o al menos hasta llevármela a la cama- dijo sonriendo y brindando.

Durante el resto de la noche Bella bebió, bailó con Jake, con Seth, con Ángela y con Leah, había olvidado la cuenta de cuantos Martini llevaba, pero se estaba divirtiendo con sus amigos y familia,  vio como Seth y Ángela cada vez más bailaban juntos, o se sentaban juntos al llegar a la mesa e incluso le pareció ver uno que otro toqueteo entre ellos.

Por otra parte tuvo que incitar a Leah para que invitara a Jake a bailar, que si quería algo con él lo intentará de una vez, si él le decía que no del todo, lo dejara por la paz e intentara conseguir en otra persona el amor que ella se merece, pero que no iba a ser el fin del mundo.

No sabía que hora era, y había salido un momento a tomar un poco de aire, no se dio cuenta cuando sacó su celular y menos cuando había marcado el número de teléfono y ahora estaba repicando.

-Hola cariño - respondió Edward al segundo timbre.

-VETE A LA MIERDA EDWARD CULLEN- fue lo que gritó Bella como saludo.

-¿Qué te pasa Bella?- preguntó Edward sin entender que le ocurría a ella.

-ME PASA QUE TE ODIO.

-¿Estas borracha?- sin creer que ella estuviera en ese estado.

-No te importa.

-¿Dónde estás?- preguntó Edward serio y molesto.

-¿Para qué?, ni que fueras a venir a buscarme, te recuerdo que estamos en ciudades diferentes- dicho eso Bella colgó, se sentía un poco mejor, haberle gritado eso servía de catarsis, pero aún seguía doliendo la traición.

Entró al club de nuevo y vio que en la pista estaban  Seth bailando con Ángela y Jake con Leah una canción lenta, por lo que se dirigió a la barra y al ver a Jasper le pidió un Martini.

-Aquí tienes Bella, ¿Qué te ocurre?- preguntó Jasper.

-¿Por qué me tiene que ocurrir algo?

-Porque sólo te he visto tomar así dos veces, la primera vez habías terminado con Edward, la segunda, te acababas de enterar de la enfermedad de Renee, así que dime.

-Sabes, te envidio Jasper.

-¿A mí? Y ¿Por qué?

-Si a ti, porque tienes una esposa que te ama, Alice por ti daría la vida, y tu pequeña hija te adora y eres su príncipe azul.

-Vamos Bella, los problemas que tengas con Edward de seguro los pueden resolver.

-Si claro- dijo con sarcasmo Bella.

-¿Y por qué estás atendiendo en la barra hoy?

-Se me enfermó  unos de los bar tender y me tocó suplirlo.

Jasper le sirvió otro Martini a Bella mientras atendía una pedido  que le hicieron la dejó sola.

-Hola te invito otro trago- dijo un hombre alto, musculoso, de cabello negro, tez blanca, ojos grises.

-No gracias- respondió Bella de forma seca.

-Te he visto toda la noche y tus amigos te dejaron sola, yo te puedo hacer compañía.

-No, estoy bien así.

-Mi nombre es Matthew preciosa, por lo que imagínate tú y yo divirtiéndonos lo que resta de noche.

-La señora ya te dijo que no- dijo una voz seria detrás de ellos.

Bella se sorprendió  al oí esa voz, ¿qué hacía él aquí?

-Amigo no te metas, esto es entre la dama y yo.

-Pero la dama ya te dijo que no y varias veces.

-¿Y quién eres tú para acudir a ella?

-Su esposo.

 

Vivian Owen

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De verdad mil disculpas por no haber públicado la semana pasada pero es que aún tenía problemas con mi laptop y pero listo mi esposo bello me la arregló así que un millón de gracias a él por eso.

Kristy, gracias por tu comentario y espero que este te guste.

A todos mis lectoras gracias por pasarse por aquí para leer mi historia, espero que este capítulo se de su agrado y si quieren dejarme comentarios se los agradecería muchísimo.

Chaito y cuidense.

Capítulo 15: GRACIAS Capítulo 17: EXPLÍCAME

 
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