Hola mis chicas hermosas aquí les dejo un nuevo capítulo, tarde pero seguro.

Esta capítulo se lo dedico a TIKA, KIMBERLY, MAYA Y ODET, por sus hermosos cometarios.

Capítulo 8: LUNES Y MARTES DE PERRO

-Jessica tú eres la encargada de la tienda sino estamos Ángela o mi persona- dijo Bella.

-Si lo se, y eso me enorgullece, porque es señal de que he hecho bien mi trabajo y les agrada- dijo Jessica viendo tanto a Bella como a Ángela.

Ángela estaba de brazos cruzados, sentada al lado de Jessica viéndola con cara de póker, sin decir nada, estaba ahí para respaldar la decisión de Bella, aunque no era necesario ya que esta es su empresa, pero como la mano derecha de Bella, su asistente, la segunda al mando, Bella le pidió estar ahí y hablar si lo creía necesario.

-Si, pero me has decepcionado- dijo Bella.

-¿De qué hablas?

-Debo poder confiar en TODO mi personal Jessica, saber que si yo no estoy, ellos me van a representar a mi, y harán las cosas como si fuera yo.

-Y eso he hecho- dijo Jessica sin entender nada.

-Explícanos entonces esto- dijo Bella encendiendo un video en su laptop, donde se veía a Jessica teniendo relaciones con un hombre rubio, alto, en la tienda.

Después otro video donde la susodicha, se llevaba de la tienda una cartera que no era de ella precisamente, sino de la tienda. Jessica al ver los dos videos se sorprendió y se llevó las manos a la boca conteniendo un suspiro de asombro.

-Chicas yo…-

-No quiero explicaciones, eso ocurrió el tiempo que no estuve, ¿creíste que no me daría cuenta?

-Además si quieres tener relaciones con tu novio, o con quien quieras, para eso están los hoteles o tu casa, no el lugar de trabajo, sin mencionar que el robo no es permitido aquí- dijo Ángela hablando al fin con voz cortante.

-Está demás decir que estas despedida, no te voy a acusar de robo, la cartera te la puedes quedar, es obvio que la necesitas, Ángela te llamará cuando esté lista tu liquidación, ahora fuera.

-Ángela por favor, acompáñala hasta la tienda para que recoja sus cosas, y está pendiente que no se lleve nada que no sea de ella- dijo Bella viendo a Jessica con mirada fría- y dile a todas, incluso a las del taller que al mediodía las quiero aquí.

Jessica al ver esa mirada en Bella no quiso decir nada, le daba miedo, por lo que se paró y se fue seguida muy de cerca por Ángela.

Lo que iba de semana había sido una porquería para Bella, y para colmo de males apenas era martes, una de las muchachas del taller se enfermó y tiene dos semanas de reposo,  justo una semana antes de la Semana de Moda del Calzado y Accesorios, y ahora esto, el lunes en la tarde Ángela le mostró los videos de seguridad, y Bella se horrorizó por la película porno que tuvo que ver en su tienda, y luego ver como una persona de su confianza le robaba.

Ya había salido de lo del despido y ahora necesitaba tener todo preparado, la nueva colección tanto de los zapatos como de las carteras, como siempre a última hay correcciones en los diseños que aún no se han fabricado. Gracias a Dios tiene a Ángela con ella, porque si no se habría vuelto loca.

Aún le falta ver a las modelos que van a ir para Nueva York a desfilar, ver que ropa resalta los zapatos y que carteras van con ellos, reservar las habitaciones tanto de ella, como de Ángela y de las muchachas que la acompañarían.

Abrió la primera gaveta de su escritorio y se tomó dos pastillas, la migraña comenzaba hacer presencia y no se podía dar el lujo de que aumentara, continuo con su trabajo, las modelos irían mañana para ver cuales le gustaban para lo que deseaba en la pasarela, y la música del celular indicó una llamada de algún miembro de su familia.

-Hola hermanita- saludó Seth.

-Hola Seth, ¿a que debo el gran honor de tu llamada?- dijo Bella.

-Huy, ¿es que ahora uno no puede llamar a su hermana mayor para saber cómo está?- preguntó tratando de sonar ofendido.

-Si claro- dijo Bella con voz irónica- ¿qué quieres?

-Bueno está bien, resulta que la semana que viene también tengo que ir a Nueva York, y quería saber si podemos compartir una habitación.

-Nooo, después tengo que escuchar como tienes sexo con mujeres- dijo Bella con cara de horror.

-Bueno si comparto la habitación con Ángela no escuchas- dijo Seth con voz pícara.

-Ella es mayor para ti- dijo Bella tratando de regañarlo.

-A mi me gustan las mayores, son experimentadas, y yo le puedo dar mi juventud en el sexo.

-Seeeth- regañó Bella.

-Bueno esta bien, anda compártela conmigo- dijo Seth poniendo ojos de perrito aunque sabía que su hermana no lo veía.

-Esta bien, le digo a Ángela que te tome en cuenta para mi habitación- dijo Bella mientras Ángela le hacía señas de que ya todas las muchas estaban ahí como lo pidió – Seth me tengo que ir, seguimos hablando luego.

-Chao, mejor hermana del mundo- dijo Seth con una sonrisa y colgó.

Bella se levantó de la silla y fue a donde estaban todas las muchachas reunidas, respiró hondo, y comenzó hablar.

-Muchachas se que les parecerá extraño que las haya reunido a todas y en la hora del almuerzo, quería hablarles de algo que ha ocurrido, como se habrán dado cuenta, despedí a Jessica Stanley por motivos que no quiero explicar, pero, me parece que a cada una de ustedes las he tratado bien, cuando necesitan un permiso se los he dado, siempre y cuando me digan las verdaderas razones, no he tenido problemas para ello, si tienen algún problema personal, económico o familiar pueden contar conmigo y si en mis manos está ayudarlas pues con gusto lo hago.

-Yo necesito tanto en el taller como en la tienda gente de confianza, personal que cuando yo no esté, o no esté Ángela la empresa no se caiga, me parece que el sueldo que les doy no será un súper sueldo, pero no está mal, si les parece que es poco con gusto escucho sugerencias, opiniones, no sólo del sueldo sino también del ambiente de trabajo.

Todas las empleadas estaban atentas a lo que Bella decía, no entendían que había ocurrido con Jessica como para que Bella les estuviera diciendo eso, muchas habían acudido a ella cuando les hacía falta para completar la matrícula de la universidad, o la hipoteca, o cuando un familiar que vivía lejos falleció Bella no tuvo inconveniente en darle unos días libres.

Bella era una buena jefa y el ambiente de trabajo era agradable, todas se sentían cómodas, por lo que una de las chicas al no entender lo que ocurría decidió hablar.

-Disculpa Bella, pero ¿porque nos dices esto?, que yo sepa ninguna de nosotras ha tenido ningún inconveniente- dijo Brooke.

Bella vio a Ángela y esta con una señal de cabeza le indicó que les contara.

-Bueno Brooke, es que me siento decepcionada, resulta que uno de los motivos por los que despedí a Jessica fue por a la tienda.

Todas se sorprendieron con la noticia.

-Es por ese motivo que decidí hablar con todas, no porque considere que todas sean ladronas, no, sino que quiero recordarles que pueden contar conmigo o con Ángela si necesitan algo, ya que Jessica era la encargada de la tienda cuando nosotras no estamos, la confianza que deposite en ella se me rompió, y eso he de ser sincera me dolió.

Todas estaban en shock por lo que le acababan de contar, por lo que entendieron la situación y la actitud de Bella.

-Cabe decir que colocaré a alguien en el puesto de Jessica y contrataremos a alguien nuevo, por favor chicas necesito de su apoyo y ayuda, en estas semanas que vienen, ya que Caroline está enferma y la semana que viene es el desfile en Nueva York.

Todas afirmaron en respuesta a la petición de Bella.

-Bueno ya les he quitado tiempo valioso de su almuerzo, por lo que no se preocupen la hora comienza a correr desde este momento, para que disfruten de su descanso.

Dicho eso todas se fueron hablando de lo ocurrido, Bella le pidió a Ángela que le pidiera almuerzo ya que no estaba de ánimos para salir, y estaba muy atareada con el trabajo, sin mencionar que tenían que ver ahora a quien pondrían en el cargo de Jessica y contratar a alguien nuevo.

La migraña no disminuía, debido a la insistencia de su amiga, Bella se fue a descansar a eso de las dos de la tarde, pensó en llegar tomarse un té con dos pastillas más y dormir, eso le serviría a disminuir el stress y la migraña, pero se equivocó, apenas llevaba recorrido tres cuadras del taller cuando tuvo que detener el auto porque el dolor no le dejaba conducir más.

Al apagar el motor comenzó a respirar hondo, pero no se calmaba, de echo buscó en la guantera del carro una bolsa y vomitó dentro de ella, al terminar no le quedó de otra que hacer una llamada, tomó el celular y marcó el número, al segundo timbre contestaron.

-Celular del Sr. Cullen- contestó una voz femenina.

Pero Bella no estaba para saber quién contestaba el celular, y porque no lo atendía Edward directamente.

-Con Edward por favor- dijo como pudo.

-Sra. Cullen el Sr. Cullen está en una reunión en este momento si le quiere dejar un mensaje- dijo amablemente la secretaria.

-Por favor es urgente- dijo Bella.

La secretaria notó algo en la voz de Bella que le preocupó, le pidió que no colgara y fue inmediatamente a buscar a su jefe, al llegar a la sala de juntas tocó la puerta y abrió cuando le dieron permiso.

-Permiso Sr. Cullen tiene una llamada de su esposa, dice que es urgente- dijo la muchacha un poco nerviosa.

Edward al escuchar eso se paró enseguida a atender, Bella nunca lo había llamado, ¿qué podía ocurrir para que lo hiciera ahora?

-Aló- contestó.

-Edward, me siento muy mal, no puedo seguir conduciendo.

-¿Dónde estás?

-Estoy en mi carro a tres cuadras del taller, por favor necesito que me vengas a buscar.

-Espérame ahí ya salgo para haya.

A Edward no le gustó como sonaba Bella, por lo que entro a la sala y le pidió a Seth que saliera un momento.

-Tengo que ir a buscar a Bella cerca de su trabajo, necesito que te encargues por completo de la reunión- le dijo Edward a Seth una vez estuvieron fuera de la sala.

-¿Qué le pasa a Bella?- preguntó Seth preocupado.

-No lo se, me dijo que no podía seguir conduciendo y que se sentía muy mal.

-Seguro es por la migraña- dijo Seth al entender las palabras de su amigo.

-¿Por qué sufre ahora de migraña?

-Pregúntaselo, sino te lo cuento después.

Al terminar de hablar Edward se excusó con las personas y se fue, pasó por su oficina recogiendo sus cosas y le dijo a su secretaria que cambiara las citas de ese día, al llegar al estacionamiento de la empresa Adam lo vio y enseguida se apresuró a entrar al auto.

-Adam vamos al taller de mi esposa, pero necesito que estés pendiente a tres cuadras de ahí que es donde debe estar ella y su carro.

-Si señor.

-Cuando lleguemos, yo me regreso en el carro de Bella, por lo que te puedes ir a casa.

Adam asintió y condujo, al estar cerca de la dirección indicada comenzaron ambos a estar pendiente por si veían el carro, hasta que Adam le indicó a Edward donde estaba, se estacionó cerca y Edward salió de inmediato.

Al llegar vio a Bella con la cabeza en el volante, tocó la ventana del conductor y se asustó un poco porque ella no reaccionó rápido. Bella lentamente levantó la cabeza y vio una figura parecida a la de Edward.

-¿Edward? – preguntó insegura.

-Si- dijo preocupado al notar que ella no lo distinguía.

Con ayuda de Adam la sacaron del asiento del conductor y la acostaron en el asiento trasero del auto.

-Si necesito algo te llamo- le dijo Edward a Adam.

Edward entró al carro y comenzó a conducir directo al hospital, no sabía lo que Bella tenía pero no se veía nada bien, por lo que no le importaba si le ponían una multa, necesitaba llegar ¡YA!

-¿Qué tienes?- preguntó al fin él.

-Migraña, cuando lleguemos a la casa me tomaré una té y de seguro con dormir se me pasa- dijo ella con los ojos cerrados y el brazo derecho tapándose la poca luz que pasaba por sus párpados.

Edward ignoró sus palabras, y siguió su camino al hospital, cuando se estacionó salió y abrió la puerta.

-Edward esta no es la casa, ¿Por qué me trajiste a un hospital?- dijo Bella con voz débil.

-Quieres pelear conmigo, pero tu migraña es tan fuerte que ni siquiera puedes hacerlo, así que deja de protestar- dijo Edward cargándola y llevándola al hospital.

-Disculpe señorita, mi esposa está muy mal- le dijo Edward a la recepcionista.

-Tiene que esperar en la sala y llene este formulario- dijo la muchacha tal grabación.

-Bella- dijo la voz de un hombre cuando Edward iba a protestar.

La susodicha giró hacia la voz que conocía bien.

-Hola Gerard- dijo Bella con voz pausada.

-La migraña de nuevo ¿cierto?- preguntó el que al parecer era un doctor ya que llevaba la bata blanca.

Bella asintió despacio con la cabeza, y en seguida el doctor mandó a que le trajeran una silla de ruedas, y se la llevó a uno de los cubículos mientras que Edward se tuvo que quedar llenando los datos que le solicitaban.

-Bella, Bella, así estarás de mal que ni peleas conmigo por estar aquí- dijo Gerard un hombre de casi treinta años, moreno, con los ojos negros, alto y una sonrisa encantadora.

-¿Desde cuando tienes la migraña?

-Desde esta mañana.

-¿Has tomado algo?

-Si, me tomé dos ibuprofenos de 800 mg.

-¿Has vomitado?

-Si.

-¿Algún otro síntoma?

-No pude seguir conduciendo, estaba mareada, y sentí que me iba a desmayar.

-Bella ya te lo he dicho, no puedes dejar que el estrés te domine- dijo Gerard mientras le colocaba una intravenosa, y tomaba sus signos  vitales.

Gerard es un Neurocirujano, y es el doctor que le ha atendido a Bella desde que comenzó a padecer de migraña.

-Gerard esta semana es imposible que eso no ocurra.

-¿Cuándo vas a aceptar salir conmigo Bella?- preguntó Gerard con una sonrisa donde muestra sus perfectos dientes blancos.

-Eso no va a ocurrir ya que está casada conmigo.

__________________________________________________________________________________

Disculpen la tardanza, aqui en Colombia son las 9:38 pm del jueves, horita es que pude subir el capítulo.

¿Qué le pareció?, ¿les gustó o no les gustó?, ¿creen que Bella se abriá un poco a Edward y le contará el porque de su migraña?, espero con ansias sus comentarios y sugerencias, saben que estoy abierta a ideas no hay problema.

Gracias por sus comentarios y votos, así como también por leer mi historia.

Chaito y cuidense.