Alice trataba por todos los medios de persuadirnos para que nos quedáramos, pero yo tenía que obedecer a Edward, sí él decía que era por mi seguridad entonces así lo era.

Subimos al avión y rápidamente me quede dormida sobre el regazo de Jake. Todo el camino se volvió un borrón, no sentí el momento en que aterrizamos así que Jake me tuvo que despertar.

-venga mi Nessie, hemos llegado- a duras penas me baje del avión y fui a recoger mis maletas, Jake se encargo de pedir un taxi y ya ahí me quede dormida de nuevo. Sentí el auto detenerse y antes de que yo pudiera reaccionar Jake bajo apuradísimo.

Aleje de mi todo rastro de sueño y baje, Jake se encontraba frente a mi hermano y justo al lado de Edward se encontraba ella… Isabella. Baje mis maletas y le pedí al taxista que esperara a Jacob, confiaba en que todo saldría bien

-¿Qué? No, claro que no, Isabella es mi esposa- grito Jacob

-¿tú esposa?-

-sí, aunque no por mucho tiempo- me acerque a Jake y tome su brazo

-¿y tú qué rayos haces con él?- grito Edward más que molesto

-¿tú lo sabías?- me grito Jake, me sentía asustada –sí, claro que lo sabías, te la vivías contándome todo lo que odiabas a la novia de tú hermano, ¿Por qué no me dijiste quien era?-

-Jake, tranquilo… yo sabía quién era, pero no quería lastimarte-

-pues lo hiciste Renesmee, lo hiciste con tú silencio- dijo tocando mi frente con su dedo índice

-dime que hacías con este Ness- exigió Edward

-estoy con Jake- le respondí

-estabas Renesmee, porque ya se acabo el estúpido que ustedes dos podían mangonear. Isabella quiero el divorcio así que busca un abogado ya que tú aún no puedes apoyarte a ti misma, no busques a Philip, el será mi abogado. Y tú- dijo ahora señalándome a mi –no quiero volver a verte nunca, no sabes el daño que me has hecho-

-Jake, por favor compréndeme, yo no quería que sufrieras- negó con la cabeza y soltó una risa sarcástica. Se monto de nuevo en el taxi y lo vi marcharse dejándome ahí, sola casi completamente ya que me sentía vacía, no importaba nada a mi alrededor sí él no estaba presente.

Tome mis maletas y corrí al edificio, no quería estar en presencia de esos dos. Me encerré bajo llave en mi habitación lanzando al piso todo a mi paso. Mis lágrimas caían sin parar por mis mejillas, mi cabello  estaba desordenado ya que en mi ataque de desesperación comencé a jalonearlo.

-Ness, nena ¿estás bien?- pregunto Edward tocando la puerta delicadamente ¿Cómo quería que estuviera, rebozando de alegría después de que Jacob me dejo? –Ness, ábreme debemos hablar- me deje caer en mi cama, el inconfundible olor a Jacob aún estaba ahí, comencé a sollozar con fuerza –estaremos en la sala por sí quieres hablar-

No sé a qué hora exactamente me quede dormida, solo sé que el llanto hizo que la pesadez en mis ojos ganara y me entregara a los brazos de Morfeo.

Me desperté pasadas las diez de la mañana, salí de mi habitación, la casa se encontraba en completo silencio por lo que supuse que estaba sola. Me prepare un tazón de cereal  fui a ver un poco de televisión esperado por alguna extraña razón que Jake me mandara algún mensaje, cosa que no sucedió

Cuando Edward e Isabella llegaron a casa me fui a mi habitación, no quería hablar con nadie y mucho menos tener que soportar a la culpable de mi ruptura con Jake… sí es que entre nosotros había existido algo.

Me tire de nuevo en la cama y tome mi reproductor de música, no pude evitar llorar con algunas canciones que me recordaban a Jake, que tarde había comprendido que lo amaba.

-¿puedo pasar?- pregunto Edward abriendo la puerta

-adelante- dije sin bajar el volumen de la canción

-Ness, quiero que sepas que no estoy molesto- dijo sentándose a mi lado

-pero yo sí, ¿Cómo es posible que aún estés con Isabella?- grite exasperada

-es porque a diferencia de Black  yo sí acepto explicaciones y lucho por mantener a la mujer que amo a mi lado-

-gracias por recordarme que no le importo- dije limpiando mis lagrimas

-¿puedo pasar?- pregunto Isabella desde la puerta

-las dejare solas- dijo Edward poniéndose de pie. Salió de la habitación, no sé que pretendía dejándome a solas con Isabella.

-Renesmee, en verdad quiero que sepas que me duele todo esto-

-debiste pensarlo antes de herir a Jacob, antes de herirme a mí-

-lamento no haberlo dicho antes, me gano el miedo-

-puedo verlo. No entiendo Isabella, ¿Cómo después de que tú los lastimaste a ambos mintiéndoles yo soy la que tiene que pagar los platos rotos?-

-lo siento Ness, dime qué puedo hacer para que perdones mi falta, ¿quieres que hable con Jacob?-

-déjalo así, de cualquier manera no quiere que volvamos a vernos-

-te dejo descansar. Ness, quiero que seamos amigas-

-no me digas Ness, no quiero oírlo nunca más, dime Renesmee, como me llamo. Y sinceramente no se sí podamos ser amigas Isabella, el tiempo lo dirá- salió de mi habitación y me dejo sola.

Antes de la cena me di un baño, Isabella y Edward estaban en la cocina preparando ensalada

-que bueno que vienes Renesmee, tú hermano ha hecho pollo frito, dijo que era tú favorito- dijo Isabella sonriendo

-gracias, ¿te quedaras aquí?-

-sí- respondió Edward

-¿y eso no afectara en tú proceso de divorcio?-

-no Jacob y yo nos casamos por vienes separados- asentí con la cabeza y espere a que sirvieran la cena. Me dolía que hablaran de él.

Le pregunte a mi hermano acerca de Dante Lamarck, me había intrigado un poco el hecho de que intentara quitarles las empresas a mis padres.

-tú eras muy pequeña, yo tenía trece años y tú como cinco o seis, Lamarck siempre vivió enamorado de mama, frustrado por el amor que jamás conseguiría de ella decidió llevar a cabo una venganza en la cual mi padre sufriría, pero afortunadamente Cullen Company estaba muy bien protegida con abogados y todo eso, así que nunca paso a ser parte de Lamarck-

-wow, gran historia- dije terminando de cenar

-Renesmee, ¿podrías acompañarme mañana de compras?- pidió Isabella

-por favor- dijo haciendo un puchero, sonreí, parecía niña chiquita.

-está bien, solo porque sé que no debo dejarme morir en esta casa-

-genial, despierta antes de las diez- asentí y después me fui a mi habitación.

Me desperté casi a las nueve, me metí a bañar y después fui a desayunar cereal, Isabella estaba preparando huevos revueltos

-genial, ya despertaste, así podremos irnos más temprano

Desayunamos juntas, afortunadamente en silencio. Salimos en su auto hacia el centro comercial, la música de Black Eyed peace retumbaba en un volumen altísimo

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*-* Annaris