CADA QUIEN CON SU CADA CUAL

Autor: Annaris
Género: Romance
Fecha Creación: 21/04/2013
Fecha Actualización: 21/02/2015
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 20
Visitas: 46447
Capítulos: 42

Escuchar el refrán “cada oveja con su pareja” me hace recordar que aunque uno se estanque en una sola persona, al final es el destino el que se encarga de reunirnos con la persona indicada

 

 

By: Annaris*

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Capítulo 11: SUPERACIÓN

Ya habíamos recorrido al menos tres tiendas de ropa y dos de zapatos, Isabella me hizo comprar cosas que según ella se me veían geniales.

-Isabella estoy muy cansada- dije sentándome en una banca

-vamos Renesmee, una tienda mas- accedí gracias a su puchero, cuando me puse de pie ahí estaba él, llevaba una camisa blanca y un pantalón negro, sus ojos se veían cansados pero lo que más me sorprendió fue que Leah fuera con él, lo sujetaba del brazo y el no hacia el menor esfuerzo para alejarla de su lado.

-¿Qué ocurre?- pregunto Isabella al ver que no me movía

-vámonos-

-¿Qué?- se giro y vio a Jacob, me miro a mi después –suficientes compras por hoy- nos alejamos de ese lugar y justo antes de subir las escaleras eléctricas Jacob y Leah aparecieron frente a nosotros

-veo que las zorras han decidido jugar a las mejores amigas- dijo Jacob con tono acido, me dolió en verdad que me tratara así

-basta Jacob, acepto que tú furia vaya dedicada a mí, pero no a Renesmee, ella menos que nadie merece que la trates así, ella solo buscaba protegerte

-por favor- dijo el sonriendo

-te lo dije Renesmee, te dije que Jake solo jugaba contigo- Jacob la miro un poco molesto

-cállate mejor Leah- amenazo Isabella, yo me encontraba sin palabras

-¿Por qué habría de hacerlo? No eres mi jefa-

-porque no eres más que una zorra que se acuesta con mi marido, aquí tú voz no cuenta-

-vámonos ya Isabella, por favor- pedí con lagrimas en los ojos, no quería llorar frente a él, no lo merecía.

-tienes razón, no tiene caso. Jacob, te recuerdo que el departamento está a mi nombre así que no lo uses con la zorra esta-

-más respeto Isabella- grito Leah

-¿Quién me pide respeto, la amante de mi marido?- eso me dolió, en algún momento también yo lo fui.

Salimos del centro comercial y fuimos a casa, me encerré en mi habitación para llorar amargamente. ¿Tan pronto había superado lo nuestro o será que en realidad nunca hubo un nosotros?

Como me hacía falta mama, necesitaba a alguien con quien desahogarme. Como por arte de magia mi celular comenzó a timbrar, era de la casa Black, por un instante mi corazón se emociono al pensar que podía ser Jacob, pero era algo imposible ya que el no me quería ver en su vida

-diga- respondí

-Renesmee, querida- dijo Sue tras el teléfono, sus palabras maternales removieron todo en mi pecho y mis sollozos comenzaron a ser audibles.

-Sue- dije entre lágrimas

-me entere de lo que ha pasado. ¿Quieres hablar con alguien?-

-¿podemos vernos en un café?-

-claro, dame la dirección- le dicté la dirección de un café cercano a casa, lave mi cara y camine hasta ahí.

Estuve platicando con Sue acerca de lo que había pasado, le di cada detalle de todo lo ocurrido

-te dije que te cuidaras de el-

-lo sé, no sabes cómo lamento no haber hecho caso de tus advertencias-

-ahora lo importante es saber si no estás embarazada-

-no te preocupes Sue, hace días tuve la regla- además de que usaba el parche para controlar mis periodos

-me alegro- suspire, ya me sentía mejor –Renesmee, lo mejor es que realices tú vida, olvídate de Jacob-

-lo hare Sue… no sabes lo mucho que me dolió verlo junto a Leah-

-esa niña no tiene botón de stop-

-me tengo que ir Sue, mi hermano e Isabella no tardan en regresar a casa-

-está bien Renesmee, cuando quieras platicar solo llama a casa-

-lo tendré en mente- le di un beso en la frente y después de pagar la cuenta me dirigí a casa.

Me puse a limpiar, Isabella no era de esas mujeres que solía hacerlo, tendría que enseñarla. Les prepare pasta italiana para cenar, un poco de comida mexicana y como postre prepare tarta de manzana, lo que me hizo recordar a Jacob ya que a él también le había hecho una. Mis lagrimas cayeron pero las limpie rápidamente, el no merecía que llorara por él.

Estuve sentada en la sala viendo películas hasta que llegaron mi hermano e Isabella, y como sorpresa traían a Emmet, era por mucho mi primo favorito.

-Emmet- grite mientras corría hacia él para abrazarlo, era enorme más de lo que lo recordaba.

-Renesmee, ¿Cómo estás?- dijo abrazándome y haciendo que levantara mis pies del piso

-bien, creo… la cena ya esta lista- dije sonriendo. Pasamos a la cocina y les serví la cena. Cada vez me sorprendía mas con Emmet, había estudiado medicina al igual que mi tío Carlisle, aún no se casaba pero había cierta estudiante de medicina forense que lo tenía loco.

-Renesmee, ¿no te importa que Isabella duerma contigo cierto?- pregunto Edward

-oh, claro que no, vamos Isabella, mi cama es enorme- dije sonriendo. Corrimos hacia mi recamara, no nos podíamos dormir ya que estábamos platicando… comenzaba a caerme bien.

-veo que la llegada de Emmet te ha hecho bien-

-sí, ya lo extrañaba-

-Renesmee, sobre lo de Jacob… olvídalo, ese hombre solo te hizo daño-

-lo sé Bella, lo sé- dije y hasta a mi me sorprendió llamarla Bella

Nos quedamos dormidas pasando media noche, la plática se había extendido más de lo normal. Desperté cuando Emmet me quito el cobertor de encima, no hacia frio pero la luz me molestaba

-vamos Renesmee, quiero ir al parque- gritaba como niño chiquito. Me levante y después de darme un baño fui a desayunar un poco de cereal con fruta.

Fuimos al parque a correr, hacia mucho que no lo hacía.

-Emmet, ya me canse- grite quedándome atrás, tome asiento en el pasto verde

-vamos Ness, una vuelta más-

-Emmet, yo no soy deportista- me hizo pararme y después me levanto y me subió a su hombro -¿Qué haces? Bájame- comencé a gritar y él a correr conmigo –no es gracioso, bájame ya- seguía gritando, pero solo conseguía que riera mas por eso.

-bájala, ahora- escuche la voz de Jacob frente a Emmet, no podía verlo ya que mi cabeza estaba colgando hacia el lado de atrás. Emmet me puso en el piso y sentí que me mareaba

-uy, ¿estás bien princesa?- pregunto tomándome por la cintura

-sí Emmet, perfectamente-

-¿Quién es este?- pregunto señalando a Jake con la cabeza

-sinceramente, no lo sé, jamás en mi vida lo había visto. Vamos ya a casa- seguimos nuestro camino dejando a Jacob atrás, Emmet me había servido de mucho para hacer sentir mal a Jacob, el se lo merecía después de que yo lo viera con Leah.

Cuando llegue me sorprendí de ver a Isabella trapeando, lo hacía de una manera espantosa así que me ofrecí a ayudarla.

Ya solo me quedaban cuatro semanas de vacaciones, así que estuve preparándome, gracias al cielo Emmet aún estaba aquí y se quedaría todo el mes, el me explicaba algunos temas en los que tenía un poco de problemas, era de mucha ayuda tener un doctor en la familia.

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Hasta aqui por hoy, ya vere si el fin de semana ya puedo actualizar... espero sus palabras de aliento

Besitos... *-* Annaris

Capítulo 10: LA VERDAD Capítulo 12: ESCUELA

 
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