Desayunamos entre platicas, le conté que mis padres habían muerto y me sorprendí al saber que los suyos también.

Paseamos en caballo y después fuimos a una huerta de manzanas que había en su propiedad. Me divertí juntando manzanas en una canasta que Jake había llevado.

Para la comida decidí darle de postre un pay de manzana, el se alegro y dejo besos por toda mi cara.

-no Jacob- dije cuando dejo un poco de espuma en mi rostro, estábamos lavando los platos

-es usted una amargada señorita Cullen, ¿no tuvo infancia?-

-mi infancia la pase recluida en internados- dije un poco triste, el lo noto y al instante me abrazo

-lo siento Renesmee, no debí tocar ese tema- iba a dejar un beso en mi boca cuando alguien hablo desde la puerta

-buenas tardes, disculpen la interrupción, señor Black el veterinario ya llego- dijo uno de los trabajadores

-Gracias Alex, vamos para allá. La comida estuvo deliciosa- dijo dejando un beso en mi frente. Salió de la cocina y el tal Alex se quedo un momento más

-debería cuidarse del señor Black, el no es lo que usted piensa, siempre trae a una chica nueva, pregúnteselo a Leah- dijo saliendo de la cocina también. Me quede pensativa ¿no era quien yo pensaba? ¿Quién era entonces?

Termine de lavar los platos y fui a mi habitación, hoy no había tantas cosas para hacer.

A la mañana siguiente Jacob se encontraba ayudándome a lavar los platos de nuevo, Jasper aún no llegaba y según Jake era porque se había quedado unos días más con Alice, sí seguían a ese paso no sé cuando vería a Edward.

Mi celular comenzó a timbrar, como sí hubiera invocado a Edward

-hola- respondí mientras Jacob pasaba sus manos por mi cintura

-hermanita ¿Cómo estás?-

-bien Edward, ¿Qué se te ofrece?-

-solo quería saber si estás bien. Vi a Jasper ayer, me dijo que te habías tenido que quedar sola con tú jefe en la hacienda-

-sí Edward, pero no te preocupes, todo está en orden-

-sí te falta al respeto dímelo-

-Edward, me ha tratado bien y no me ha faltado al respeto- dije para dejarlo más tranquilo

-está bien, te quiero-

-yo también hermano, adiós- corte la llamada y me gire para ver a Jacob –mi hermano- aclare

-no te he faltado al respeto porque no has querido. ¿Por qué?-

-¿Por qué, que?-

-porque no has querido hacer el amor conmigo-

-porque para hacer el amor es necesario sentirlo- respondí –además no estoy lista-

-tú… ¿tú no has… estado con ningún hombre?- me sonroje al instante

-no- dije bajando la mirada, levanto mi cara con su mano y me beso

-no debes avergonzarte por eso. Te esperare, lo prometo-

La semana transcurrió de forma tranquila, Jasper regreso el viernes por la mañana y por la tarde regresamos a la ciudad. Pedí un taxi para que me llevara a casa, quería ver a mi hermano.

El sábado por la mañana fui al centro comercial, Jacob ya me había dado mi primer pago y yo quería comprar un vestido para conocer a mi cuñada. Me encontré con Jacob ahí, fue una gran casualidad.

-hola Renesmee-

-Jake- dije sonriendo

-¿vestido para una cita?- pregunto sonriendo

-algo así- lo vi tensarse –mi hermano me presentará a mi cuñada, debo estar presentable. ¿Tú qué haces aquí?

-buscaba un vestido para mi esposa, tiene una fiesta hoy o algo así y se está arreglando-

-que bien, espero que te diviertas-

-no, yo no voy, solo ella-

-entonces que se divierta, adiós- deje un beso en su mejilla y seguí buscando vestidos. Me lleve un hermoso vestido strapless en color plata, traía zapatos a juego.

Me arregle el cabello y me maquille, salí de casa diez minutos antes de las ocho, Edward me mataría.

Llegue al restaurante que me había dicho y pregunte por él, rápidamente me dirigieron a su mesa. Edward se puso de pie y fue a abrazarme, estaba acompañado por una chica de cabello castaño.

-Ness, pensé que no vendrías-

-lo siento, se me ha hecho un poco tarde-

-mira, te presento a Isabella Swan- la chica se giro hacia mí y nos miramos fijamente. No podía ser, era la esposa de Jake, lo engañaba con mi propio hermano. Suspire y la salude

-hola, Renesmee Cullen, mucho gusto- dije estirando mi mano

-hola Isabella Swan- tome asiento y cenamos con poca tensión en el ambiente. ¿Cómo podía a estar tan tranquila sabiendo quien era yo? Yo podía decirle a Jake quien era ella en realidad, aunque lo lastimaría y no me gustaría verlo así.

-me tengo que ir. Isabella, espero que no lo lastimes, en verdad no me gustaría verlo sufrir- dije como sí hablara de Edward, pero ella sabía que me refería a Jacob.

-antes de que te marches ¿me podrías acompañar al baño?-

-claro- respondí, al parecer quería hablar. Caminamos al  baño y una vez que estuvimos solas comenzó a hablar

-prométeme que no se lo dirás a Jacob-

-Isabella, es tú esposo, además es mi hermano, no me gustaría que hirieras a alguno de los dos-

-entiendo lo de tú hermano, ¿pero Jacob?-

-Jake es un buen amigo, no le diré nada, no seré yo la que lo lastime- salí del baño y salí del restaurant.

Al llegar a casa arroje el vestido y me puse mi pijama de ositos, debería hablar con Jacob.

Tome mi celular y llame a su casa.

-familia Black- respondió la voz de Sue

-hola Sue, ¿se encuentra Jacob?-

-el salió, ¿Por qué?-

-nada mas… ¿sabes a donde fue?-

-no, salió con Jasper-

-gracias Sue, hasta mañana- corte y me vestí de nuevo. Le hable a Alice y ella me dijo que estaba con Jacob y Jasper, me dio la dirección del bar en el que estaba y después salí para allá. Los tres estaban en una mesa redonda, reían a carcajadas.

Pedí una copa y me senté con ellos

-¿Qué haces aquí?- me pregunto Jacob

-no me cayó bien la novia de mi hermano- respondí. Tomo mi mano por debajo de la mesa mientras comenzaba un nuevo partido de dominó.

Estuvimos en el bar casi hasta las dos de la mañana, me ofrecí a conducir el auto de Jake hasta su casa, estaba muy ebrio.

-¿te encuentras bien?- me dijo en el camino

-¿Cuándo nos vamos a la hacienda?- pregunte guardando mi coraje

-¿sucedió algo con tú hermano? Puedes contarme Renesmee-

-todo bien Jake- lo deje en su casa y pedí un taxi para ir a la mía. Edward estaba en la sala. Le di una explicación por mi llegada tan tarde y me fui a dormir.

Jacob había recorrido mi día libre al sábado, así que el domingo tenía que estar temprano en su casa.

Esta vez las chicas prepararon el desayuno, yo lo serví.

-buenos días- dije cuando entre al comedor, Isabella me veía sonriente

-buenos días Ness, ¿Cómo estás?- ¿Cómo se atrevía a llamarme Ness?

-bien gracias señora- respondí, serví el desayuno y me retire a la cocina con lagrimas en los ojos.

-¿Qué te sucede mi niña?- me pregunto Sue, ¿Cómo decirle que odiaba a Isabella por engañar a Jake y jugar con mi hermano? Negué con la cabeza

-déjala Sue, ya se dio cuenta de que el señor Black solo la usa- dijo Leah

-¿Cómo te uso a ti?- respondí –no Leah, yo me doy a respetar- limpie mis lagrimas y me serví un poco de cereal.

Desayunamos en silencio, las lágrimas traicioneras corrieron nuevamente.

-Renesmee ¿podemos hablar?- pregunto Jacob entrando a la cocina, Sue le lanzo una mirada de desaprobación –tranquila nana, todo está bien ¿cierto Renesmee?- asentí con la cabeza y me puse de pie, camine hacia él y nos detuvimos junto a la puerta –anoche me preguntaste cuando volvíamos a la hacienda, ¿Por qué?- me dijo en un susurro

-no quiero estar aquí, me duele- mis lagrimas cayeron de nuevo, él las limpio delicadamente

-prepara tú maleta, vámonos ya- sonreí y el salió de la cocina. Termine de desayunar y camine a mi habitación, me quite el uniforme y baje a la sala, Jacob ya tenía su maleta lista.

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Besos y Abrazos... Annaris